sábado, 29 de mayo de 2010

LOS ÚNICOS PRIVILEGIADOS NO SON LOS NIÑOS


En varias fiscalías bonaerenses duermen causas que vinculan a policías con menores de edad.


Por Laureano Barrera



A modo de saludo, aquel uniformado no le dedicó una frase rebosante de cordialidad: “¡Negro puto!”, fueron sus exactas palabras, y sopladas entre los dientes, mientras uno de sus compañeros le hacía probar los nudillos.

–¿Está cerrado el comedor al que vas que estás tan sucio?, lo verdugueaba un tercero.
M.R. caminaba sólo a las ocho y media de la noche del 11 de julio en La Plata. Frente a la sede provincial de Anses, en 3 y 48, cuando tres policías de la comisaría 1° se bajaron de la patrulla, lo esposaron y empezaron a golpearlo. El kiosco de enfrente estaba lleno, pero nadie intervino.



Le achacaban un robo pero no le encontraron nada. Llegó un segundo móvil que lo cargó rumbo a la seccional. La paliza continuó en el auto, dándole la cabeza contra el vidrio trasero, y en el calabozo: antes de requisarlo lo patearon en la nuca, le pisotearon las costillas, y le dieron la cabeza contra la pared de un horno de la comisaría. El escarmiento llevaba una advertencia como música de fondo: que se fuera “a molestar a otra jurisdicción”.

Amenazaron con plantarle un fierro. “Me decían ‘yo te encontré un revólver’”, contó el menor. Lo hicieron firmar “dos papeles largos” que no leyó. Después lo devolvieron a la celda donde estuvo engomado hasta la madrugada; entonces lo llevaron a un Instituto de Menores. Se bañó, comió algo, y se fue otra vez para el centro. Podía hacerlo: no había cometido ningún delito. M.R. tenía 14 años aquella noche helada de julio. Azotado por la policía, al único abrigo de un vino en caja con el que se quedó “escabiando un poco”, terminó esa jornada como todas las anteriores: acurrucado en el palier de algún edificio.

El episodio fue denunciado por el menor al día siguiente en la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) N° 6, a cargo de Marcelo Romero. En su testimonio, dio las descripciones físicas de los cuatro efectivos de la comisaría 1° que lo habían agredido, a quienes aseguró reconocer, dando incluso el nombre de uno de ellos y señalando “a un par que antes eran ‘los bicicleteros’ pero ahora andan en móviles”. Pero el fiscal Romero, siempre implacable cuando aplica la ley para dispersar cortes de calle, no avanzó un ápice en la pesquisa.


Víctimas peligrosas. El hostigamiento incesante –en forma de golpes, aprietes o amenazas– que muchos oficiales de calle les hacen sentir a los pibes pobres que paran en las esquinas de la provincia, es parte del desprecio habitual pero también puede ser la preparación del terreno para un fin más abyecto: reclutarlos como mano de obra para el delito, reteniendo una tajada generosa como una de las vías clandestinas de financiamiento.

“La repetición de apremios a menores –vía contravención o averiguación de identidad– y el paso por comisaría, posibilita que la policía comience a insinuarle a los pibes algunos trabajillos, so pena de castigos constantes. Estos trabajos van desde buchoneos, peajes, cánones por la liberación de la zona u otros más complejos: reclutamiento directo con marcación de casas. Muchas veces los pibes se zarpan, la policía les suelta la mano y como ya los tienen prontuariados, los mandan a detener de una manera muy sencilla: arman unos identikits y algunos informes policiales que dicen ‘no sería ajeno al hecho fulanito’, el juez ordena el allanamiento y encuentran cosas vinculadas con el delito”, explica una fuente judicial que integra el nuevo Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.

Varios casos resonantes en barrios residenciales responden a esa dinámica. El crimen del ingeniero Barrenechea es el leading case: movimientos rápidos y planificados, sin presencia policial a la vista y para colmo, un juego de llaves con las que abrieron una puerta de servicio. Después, lo conocido: los medios multiplican la tragedia disociándola casi siempre de sus causas sociales, inflaman discursivamente la mano dura preguntando las soluciones a los deudos doloridos, y la policía sale a buscar culpables con los prontuarios en la guantera, como el tiburón que huele sangre: en el caso del ingeniero, extraídos de un expediente que tramitaba en la Fiscalía de Delitos Complejos de San Isidro, donde se habían vinculado a bandas de menores de 12 ó 13 años que venían de otros partidos a robar con sospechosa tranquilidad, reclutados por un narcotraficante de apellido Agüero y apodo Tatula. En esas fichas estaban marcados Kitu –cuya relación con la fuerza quedó expuesta–, Jhonatan y el chivo expiatorio de la causa –según denuncia su abogada–: Brian.

Con matices, el modus operandi se repitió en el crimen de Santiago Urbani, en Tigre, y los familiares de Luciano Arruga denuncian a los cuatro vientos que la patrulla de calle de Lomas del Mirador le había ofrecido trabajar para ellos.

En enero de 2009, en Villa del Plata, un barrio de descanso de Ensenada, los indicios llegaron más lejos: la propia secretaria de gobierno del municipio denunció en la causa “IPP 2577-09” que investiga la UFI del Joven al jefe de la Distrital de La Plata, Roberto Castronuovo, por retirar los patrulleros antes de dos robos a quintas en la que los rehenes de uno de ellos fueron torturados. “Entendemos que es el responsable de que Ensenada se haya convertido en una zona liberada al delito”, dijo a la prensa local el concejal Martín Slobodián. Y se movilizaron junto a los vecinos para escarchar “a los jueces de menores que los liberan a la media hora”.

Así las cosas, el termómetro de la calle nunca se condice con los índices delictuales: según datos de la Procuración provincial, de los 337.977 delitos denunciados durante los primeros seis meses de 2009, sólo 13.728 (4 por ciento) fueron cometidos por menores. De esos 13.728 delitos –que incluyen los que han sido en grado de tentativa– sólo 141 son homicidios, lo que representa un 1,02% del total.


Las 26 en La Plata. El juez contencioso administrativo Luis Arias denunció esta modalidad judicial y la pasividad judicial. Stornelli, que intenta recuperar el poder de policía sobre los menores, perdido en 2008 cuando se creó el Fuero Penal Juvenil, lo denunció ante la Justicia. El segundo dato es comprobable. Sólo en el Departamento Judicial de La Plata, Miradas al Sur tuvo acceso a una lista de al menos 26 Investigaciones Penales Preparatorias (IPP) en las que se denuncia hostigamiento policial a menores, se develan rastros claros de reclutamiento, pero nunca se investiga el trasfondo policial.

La causa de los vecinos de Villa del Plata, en la que el propio municipio denuncia la zona liberada, es una de ellas. El resto de las investigaciones naufragan en las UFIs de delitos complejos de La Plata, en la del Joven, en la N° 1, 2, 4 –a cargo de Fernando Cartasegna, quien tiene la mayoría–, 6, 7, 8 y 11.

En una de ellas, se acumularon tres causas por el violento ataque de un escuadrón parapolicial, con palos y capuchas, que atacó el año pasado a un grupo de 12 chicos con denuncias de robos; la prensa los estigmatizó con el mote de “La banda de la frazada”, porque dormían en a Plaza San Martín, frente a la casa del Gobernador. En los expedientes se identificó a una civil que era policía, se vinculó a empleados de una carnicería que unos días antes habrían sido asaltados por los pibes y se identificó a policías que lastimaron a los chicos, pero la fiscal Virginia Bravo no exhibió los legajos fotográficos a las víctimas. En otra, el propio Stornelli denuncia la connivencia por el testimonio de una maestra del conurbano que ve a un chico bajar de un patrullero antes de forzar el baúl de un auto.

En la jurisdicción La Plata, escenario que parece extensible al resto, ninguno de los fiscales de adultos investiga a fondo las denuncias de los menores o sus familiares sobre el rol de la policía en el delito. La mayoría de los fiscales juveniles, por su parte, encausan a los jóvenes escindiendo la cuestión más compleja, que es el contexto de carencias del cual los pibes salieron, en el que viven y tal vez no saldrán jamás. “La responsabilidad es del Ministerio Público por no aplicar una política seria respecto del tema. Es decir, que en vez de poner todos los recursos a investigar cada delito juvenil en forma parcializada, fragmentada, se busque también pensar en términos logísticos, estratégicos, en Unidades Fiscales Complejas que recabe la información, y vincule los hechos entre sí”, agrega la fuente judicial. Pero en la Procuración nadie atendió a este diario.

La militarización del espacio público, queda claro, no es la solución al problema. Tampoco el endurecimiento normativo, una cruzada advenediza del sciolismo con la baja en la edad de imputabilidad como mascarón de proa, que promoverá un mayor margen de acción y laxitud en los controles sobre la policía y puede derivar, paradójicamente, en la proliferación del robo para la corona.

Cada tanto, los adolescentes quieren salirse del negocio, pero la televisión ya los ha convertido en enemigos públicos. Para sus empleadores en la sombra, se vuelven obsoletos. En tal caso, la desvinculación es sencilla y sin telegrama: un tiro en la nuca en cualquier baldío. Mientras, las causas judiciales que podrían develar esta trama mafiosa duermen en los cajones de la justicia bonaerense que, cómplice o temerosa, parece no estar dispuesta a tirar del hilo.

LA NUEVA INQUISICIÓN


El Vaticano presiona al obispo de Neuquén por su defensa de los mapuches. En marzo pasado, el cardenal Giovanni Battista Re, le sugirió que renunciara, y si bien el prelado se negó algunas fuentes revelaron que, la Santa Sede podría enviar un “tutor”.



Por Mario E. Valor
Desde Neuquén

El obispo de Neuquén, Marcelo Melani, un hombre imbuido del espíritu del Concilio y de la escuela fundada por Jaime De Nevares, que ha desarrollado una intensa actividad social en defensa de las comunidades mapuches y de los pastores del norte y centro de la provincia que están siendo despojados de sus tierras, está en la mira de un poderoso sector del Vaticano.

En marzo pasado, el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos, un religioso muy cercano al papa Joseph Ratzinger, le sugirió que renunciara, y si bien el prelado se negó y expuso sus motivos, algunas fuentes revelaron que, como alternativa, la Santa Sede podría obligar a Melani a compartir el manejo de la diócesis con un “coadjutor” o un “enviado evangélico”, que ejercería como una suerte de “tutor”.

El motivo aparente de este pequeño cataclismo serían las denuncias originadas en sectores conservadores de la diócesis sobre presuntas “imprecisiones teológicas”, “abusos litúrgicos” y “desórdenes administrativos”. Pero en círculos de la Iglesia neuquina nadie se engaña: con su activa participación a favor de los más desprotegidos y sus cuestionamientos a sectores de poder político y económico monseñor Melani se ha ganado la inquina de los poderosos.

Si bien no se ha conocido el nombre de los denunciantes, según fuentes del obispado neuquino el planteo contra Melani surgió en el seno de la diócesis y llegó a Roma. El planteo puntual no se conoce pero, por ejemplo, podría considerarse como un abuso litúrgico la celebración de misa en mangas de camisa, sin el atuendo y la estola característicos.

Melani se ha negado a hablar sobre el tema, pero el cura Rubén Capitanio, párroco de Centenario, una localidad cercana a la capital de la provincia, alzó la voz la semana pasada para revelar que en marzo pasado, en ocasión de una visita de los obispos argentinos a Benedicto XVI, el cardenal Re le transmitió al prelado neuquino la “sugerencia” de que renuncie.

Capitanio aclaró que un pedido de renuncia sólo lo puede formular el Papa en persona, pero advirtió que “la sugerencia existió” y destacó que la misma “no nos pareció ni justa ni buena”.
Desde que la ofensiva contra el obispo neuquino tomó estado público a través del diario local Río Negro, han sido numerosos los pronunciamientos en su favor. Entre otros, se solidarizaron el gobernador Jorge Sapag, el intendente de la capital Martín Farizano, gremios, fuerzas de izquierda y del llamado centro, organizaciones sociales y comunidades mapuches.

Capitanio no identificó con precisión el origen de los cuestionamientos pero mencionó a “algún estanciero” del interior de la provincia que podría haberse quejado por la celebración de una misa en el campo sin los atuendos de rigor.

Sin embargo, una fuente diplomática experta en relaciones con la Iglesia reveló que las quejas habrían provenido de la recientemente fallecida ex canciller italiana Susana Agnelli, madre del presidente de la Fiat argentina Cristiano Ratazzi, quien habría visitado en más de una oportunidad la provincia y habría tenido oportunidad de presenciar las ceremonias censuradas.

La fuente mencionó también entre los denunciantes al cura Aníbal Fosbery, un sacerdote filointegrista creador de la denominada Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta), al parecer vinculado durante el Proceso al represor Domingo Bussi en Tucumán y autor de una reivindicación del criminal de guerra nazi Erich Priebke, detenido hace algunos años en Bariloche y extraditado a Italia.

Otro obispo, cuyo nombre no se proporcionó pero que revista en la línea del conservador obispo de La Plata, Héctor Aguer, adujo que Melani tiene un gran desorden administrativo.
Con todo, la fuente aclaró que si bien el tema tomó estado público en los últimos días, los cuestionamientos por parte de un sector del Vaticano a Melani “y también a su par de Bariloche, Fernando Maletti”, inscripto en la misma corriente progresista que el neuquino, datan de hace por lo menos un año y tienen entre sus protagonistas al nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Adriano Bernardini.

A diferencia del presidente del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio, quien se habría preocupado por respaldar en forma privada a Melani –de hecho el diario La Nación, siempre fiel a la Iglesia, así lo indicó–, Bernardini se inscribe en una corriente conservadora de la curia romana que rechaza las incursiones de los obispos en cuestiones sociales y aboga una labor fundamentalmente evangélica.
Así, Bernardini deplora la participación de religiosos en cuestiones sociales o políticas y aunque censura aspectos del gobierno de los Kirchner, en su momento habría cuestionado al obispo de Puerto Iguazú, Misiones, monseñor Joaquín Piña, por su incursión como candidato político.

En septiembre de 2007 el nuncio apostólico visitó Neuquén en medio de la autocrítica formulada por la Pastoral de Migraciones del obispado por el papel de la Iglesia durante la última dictadura, un documento que fue muy lejos, teniendo en cuenta de la postura oficial del Episcopado argentino.
Por ese entonces, también, el cura Capitanio, un hombre que cuenta con la bendición de Melani, acababa de participar como testigo en el juicio al ex capellán de la Policía Bonaerense, Christian Von Wernich, condenado por su complicidad con la represión ilegal durante el gobierno militar.
Por ese entonces, no faltó quien especulara con la posibilidad de que la visita guardara relación con la postura adoptada por el obispado sobre estos aspectos.

Bernardini está lejos del integrismo le-febvriano, pero se convirtió en embajador del Vaticano de la mano del cardenal Angelo Sodano, quien tenía estrechos vínculos con el ex embajador de Carlos Memen ante el papado, Esteban Cacho Caselli, y se inscribe entre los sectores conservadores de Roma con mucho poder económico.

La fuente diplomática estimó que el respaldo de Bergoglio y sobre todo la generalizada reacción de la sociedad neuquina, que salió a defender la línea del obispo, harán que la ofensiva del Vaticano se caiga, “al menos por un tiempo”. La Iglesia Católica, consideró, no quiere hacer las cosas a la luz y si a Melani lo van a desplazar, o le van a poner un tutor lo más probable es que lo hagan más adelante, cuando las aguas se hayan aquietado. “Como la jubilación no es posible –al obispo neuquino le faltan todavía cinco años y no ha cometido ninguna falta grave– lo más probable es que en algún tiempo lo promuevan a otro cargo para sacarlo del medio”.

"NUNCA ME CONSIDERÉ UN FENÓMENO"


Peter Capusotto y sus videos y su cara visible aseguran que apuesta por el humor porque es un lenguaje certero para defenderse de una “realidad que te ataca”. "El humor tiene una mirada deformante y hasta antipiadosa de la realidad", confesó.


Los premios te los dan porque hay un reconocimiento genuino, pero también te da el premio un tipo que hace diez años no lo hubiese hecho porque hacíamos Cha cha cha y no era digerible. Y hoy te lo da porque dice ‘está de moda dárselo’”, dispara, implacable Diego Capusotto, horas antes de regresar con su ciclo a la pantalla de Canal 7. De esta manera, relativiza las numerosas distinciones que viene recibiendo, la más reciente el Martín Fierro al mejor programa humorístico (que también había ganado en 2007) y el de mejor actor de comedia por su labor en el ciclo.

Y habrá que agendárselo para no perderse nada, porque la vuelta es sólo por ocho programas y no hay vuelta de hoja. “Hacemos ocho programas porque es como mejor puede salir la cosa”, explicó Capusotto en rueda de prensa. “Hacer más nos puede llevar a que esa idea que nos motoriza se empiece a deshilachar, que es lo que siempre pasa en televisión. Ocho programas es la medida justa para que eso celebratorio esté siempre presente y no se convierta en una especie de fórmula”.

La risa es poder. Aunque prefiere no adelantar demasiado de este bonus track de Peter Capusotto y sus videos, contó que “una de las novedades será un grupo que critique a Diego Maradona. Nosotros hacemos parodia de lo que ya está establecido. No es que seamos anti-Maradona. Es por un juego casi de niños, de reírnos un poco de todo. Esa es la libertad que tenemos”, aclaró. Algunos otros indicios van por el lado de muchos personajes nuevos y algunos de los de la radio al formato televisivo. Por ejemplo, Tilda –la cantante que se tilda, justamente– o Gárgara Streisand.

“No quiero llegar a ningún lugar en la televisión, es más, quiero mantener este lugar de autogestión, donde no hay disputa de poderes y donde no se necesita que las ideas sean transformadas para tener más rating. No cambio este lugar y menos con 48 años”, dejó caer en una entrevista con Veintitrés.

Pero no todo fue hablar sobre su programa: Capusotto también quiso sentar posición sobre algunos temas candentes, como la Ley de Comunicación Audiovisual: “Es necesaria. Tal vez hubiera sido mejor que se presentara en un momento de menos confrontación. Los sectores de poder plantean un discurso único siempre. Por eso Clarín, que forma parte de ese poder y es un monopolio, se siente atacado. El presidente de TyC dijo que la mejor democracia es que haya que pagar para ver fútbol, eso es capitalismo puro”.

Y por si quedaban dudas de si Capusotto se la cree o no, las despejó de un plumazo con un “Nunca me consideré un fenómeno: sólo hago las cosas que me salen. Pedro (Saborido) me manda unas cosas que escribió a las 3 de la mañana, las leo, me cago de risa y, finalmente, las ponemos en acción. Eso del fenómeno es una frase que viene de afuera, no es algo que yo exhale”.

ENTREVISTA A MARIO PERGOLINI


Por: Nicolás Artusi

No me río nunca": el tipo que hizo de la mueca sardónica una marca registrada recibe al periodista en módica rebelión a la exigencia de la fotógrafa. "No me río nunca", repite Mario Pergolini (45), el que alguna vez posó como un Guasón maníaco con sus 32 piezas dentales en primerísimo primer plano y, si esto fuera un programa de radio y no la vida real, el silencio dramático que sigue a la declaración estaría coronado por un puazo, ese saltar de un vinilo que remata el brulote escandaloso o la confesión descarnada. Puazo, entonces. Rodeado de micrófonos en el estudio
Norberto Napolitano, Mario reina en su propio Xanadú: un palacio personal que se hizo construir con la última tecnología en la terraza de la Rock & Pop, refugio exclusivo donde este loco de la azotea conduce el programa más escuchado de la FM y donde posa, de simulado desgano, aun con la camiseta puesta de la radio: "Yo SOY la remera. Bah, eso es lo que me decía Grinbank. Cualquier cosa con tal de no pagarme". Puazo.

Ganador absoluto en La Encuesta del Sí!, que este año batió su propio récord (¡más de 350 mil participantes!), Mario es además el más votado de todos los rubros, todos los años. Vamos a los números: en la categoría Solista, Gustavo Cerati ganó con el 10,5% del total de votos. En Radio, Cuál es? obtuvo el 21,2%. "Es el único programa que está marcando un Norte", se jacta Mario:
"Fuimos los primeros en poner efectos de sonido bien rápido, y ahora todos lo hacen. O el famoso puazo. O los pequeños segmentos. O la columna de un médico. Todos nos copian .". Como cualquier zar mediático, Pergolini se declara inventor de (casi) todo y con esa voz rasposa que es contraseña para toda una generación que empieza cada mañana con el jingle retro ("otra vez, en el aire.") y la termina con una declaración de amor filial al amigo fiel, con esa voz escupe un aluvión de datos ("somos el primer programa en transmitir en P2P", "tenemos 13 millones de visitas únicas en cuales.fm", "nos escuchan 70 mil tipos desde el exterior") y uno, abrumado ante la estadística, lleva sus propios números .

-Mirá Mario, acá tengo la última nota que hiciste en el Sí! (enero del 2003), y cito: "Desde que La Encuesta es de lectores (1997) e incluye los rubros 'Programa de tele' y 'Programa de radio', los fans de Pergolini no cortan boleta y van al grano .". Desde entonces, ganaste siempre.
-Para m
í también es raro ver que el programa sigue siendo líder. Pero nadie generó otra cosa. En esa tapa yo decía "los chicos creen que somos sinceros". Esa sinceridad sigue estando y tiene que ver con la línea de conducta. Ves a otros conductores de radio que están en programas de televisión y decís: "Son vendefrutas".

-En esa nota también revelabas tu secreto del éxito: decías "recursos humanos y tecnología". Y "el programa siempre fue igual, patear al caído y decir barbaridades lo más rápido posible".
-Es grosero desde un lado muy especial. Porque la Negra Vernaci es grosera, esperás la puteada apocalíp
tica, es como escuchar a Ulises Dumont, decís "boludo, esta mina nació para putear". En cambio, nosotros somos parte del establishment aunque parezca que estemos en contra. Haber estado
tan cercanos a unos cuantos y poder decir la barbaridad que queramos, sin aparentemente hacer alianzas, nos da cierta cosa inmadura. El programa es sincero y resiste archivo, el archivo que yo no resisto en la televisión.

-¿Seguís pensando que es una actualización de "Rapidísimo"?
-Bueno, lo sobrepasamos en cantidad de años. Un dato para demostrar lo clásico es nuestro jingle de apertura, que parece de Utilísima. "Otra vez, en el aire." (canta). La vo
z es de Afo Verde, el capo de Sony... ¡que en esa época quería meter temas para Xuxa! Ahora, que es un grosso, le digo "Afo, can
talo y que Mollo haga las guitarras", pero cada vez que queremos cambiarlo, la gente nos dice "me cagás la vida, me cagás la mañana".

-Pero, ¿cómo explicás esa brecha generacional entre conductores cuarentones y fans cada vez más chicos?
-Tuvimos una oportunidad buenísima y la perdimos. Todas esas radios que podrían haber sido las inferiores quisieron ser La 100 o la Rock & Pop. Ahí cagamos. Y las que hicieron algo nuevo se subier
on a una moda que no iba a durar. Pasó con FM Latina, FM Tango, La Mega, que hoy es la séptima radio del país. Mantuvieron un esquema repetitivo. Rock & Pop también tiene algo parecido, pero tiene conductores.

-Conductores que no se toman un bondi desde hace 20 años...
-Nunca le hemos mentido a la gente. Nosotros decimos: "Nos hemos vuelto burgueses". No llego y digo que vine en subte, la gente sabe que no soy el mismo que cuando empecé acá, a los 18. Pero nos ven ahí abajo escuchando AC/DC, movemos el culo. Nuestra actitud sigue siendo de rock: que nuestros bolsillos y nuestro hambre son muy distintos, es cierto. Que no somos los reventados que éramos, es cierto. Pero si no. nos moríamos.

-Los rockeros tratan de vender la ilusión de que viajan en bondi.
-Yo no, tengo un Mercedes Benz, lo siento. Pero estuve con AC/DC, con Los Piojos ... Me cagué de frío desde las 5 de la tarde hasta la 1 de la mañana. Eso es rock.

-¿Compartís la impresión de que ya no hay bandas grandes?
-La culpa es de La Mega, que terminó siendo una difusora de lo que te querían vender. Ciertas discográficas empezaron a sacar un montón de bandas que no tenían la calidad artística que antes se necesitaba. Vivieron un momento rápido al que prefirieron llamar "rock barrial" antes que decir "no se me ocurre otra cosa". Cierta anuencia del público, de las discográficas y de una radio que necesitaba programación nos cagaron 10 años. Y los rockeros fueron muy cómodos: en el 1 a 1 no les importó salir afuera, dejaron de escuchar música. Cuando empezó al 3 a 1, se dieron cuenta de que los mexicanos nos habían roto el culo. Hemos pagado el precio de querer el dinero y no la música. ¿Querían bandas con la fiesta en el público porque no sabían qué carajo hacer en el escenario? OK, 199 muertos.

-Cuando Macri recibió a los músicos por el cierre del Club Ciudad, los diarios te presentaron como "el empresario Mario Pergolini". ¿Por qué fuiste?
-Soy un empresario pero estoy tratando de correrme de ese lugar. ¿Sabés lo que me mueve? Cuando fue el Pepsi encontraron un fiscal a las 5 de la tarde de un domingo para bajar el volumen, y lo bajaron. Cuando pasó lo de Viejas Locas, con un pibe muerto, no se encontró un fiscal en toda la puta noche. Todo lo que hacemos es putear y decir que nadie se compromete. No creo que hagamos mierda un barrio por escuchar a una banda dos horas adentro de un estadio. Si el Estado no cuida los 115 decibeles que tenemos en la 9 de Julio y Corrientes, ¿por qué nos rompen las pelotas por menos ruido en un estadio donde vamos voluntariamente a escuchar rock? Si pongo la cara, si ayudo a encontrar nuevos lugares para que haya rock, si encuentro formas de que sigan viniendo Metallica y U2, por más que haya empresarios que se llenen de guita con eso, me da satisfacción. Conozco a Roberto Costa (dueño de Pop Art), a la gente de Live Nation. Son los emperadores de la música y les dije "si sirve de presión, cuenten conmigo...".

-Bueno, era como la reunión del Senado Galáctico...
-Tengo que encontrar otros lugares donde pueda ayudar, mis hijos escuchan rock y eso me encanta. Hay gente que se tatúa el nombre de una banda, que compra una entrada y no come. Vos dirás: "Es un pelotudo". Está bien, pobre pelotudo, pero es lo que siente.

-Por primera vez tenés la edad para ser el padre de tus oyentes.
-Y, sí. Antes íbamos con el camión y me sentaba a fumar o a tomar con la gente. Hoy ya no lo hago, pero les digo "loco, paren, son las 5 de la tarde". Diez años después la vivo distinto...

-¿Sos un fóbico social?
-Tengo mis razones. Traten de encontrar una foto mía en el VIP de un concierto: no es mi mundo.

-¿Qué hacés cuando termina "Cuál es"?
-Veo Intrusos.

-¿Creés que vas a ganar La Encuesta el año que viene?
-La verdad, me sorprendo todos los años cuando la veo. Pero lamento que no haya ganado CQC: es como un hijo que dejé con la madre y a mí me habría gustado que todos mis hijos estén juntos.

ENSEÑANDO A VIOLAR LA CONSTITUCIÓN




“Dame el amor único de mi escuela: que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes. Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto. Arranca de mí este impuro deseo de mal entendida justicia que aún me turba, la mezquina insinuación de protesta que sube de mí cuando me hieren, no me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de las que enseñé”.
(“Oración de la maestra” de Gabriela Mistral)


Entre los formadores de futuros abogados de la universidad pública hay un docente que asegura que a los militares se les paga "para matar", un profesor que critica a los "boliguayos" y una jefa de cátedra de derechos humanos que reivindica el terrorismo de estado. Pasen y vean.


Hay cientos de miles de películas que tratan sobre maestros: La sociedad de los poetas muertos, Mr. Holland’s Opus, Al maestro con cariño, esa en la que Michelle Pfeifer da clases en el Bronx, etcétera. La nota en común en todos esos films es que los docentes son tipos copados y “progres”. Sin embargo, en el universo de la educación también hay historias insólitas, donde quienes tienen la responsabilidad de educar son demonios. En esta nota te vamos a contar historias espeluznantes de catedráticos endemoniados y libros infernales. Y son todas reales. Es nuestra obligación advertirte de que si sos fácilmente impresionable dejes de leer y te vayas a ver la tele.


Serás lo que debas ser…y si no serás abogado
¿Te pusiste a pensar alguna vez que uno de los tres poderes -el Judicial- es exclusivo de los abogados? Y el Ejecutivo, no por casualidad, está básicamente conformado por ellos. La tradición marca que casi todos los políticos de primera línea salieron de la facultad de derecho. Como la representatividad se construye de diversas maneras, en el Legislativo no todos lo son, pero muchos sí, y sin dudas cada uno tiene unos cuantos asesores abogados. Se podría decir, en pocas palabras, “¡el poder es de los bogas!”. Cabe entonces preguntarse sobre sus maestros… ¿Quiénes forman las mentes de nuestros futuros dirigentes? Charly cantaba que inexorablemente “los dinosaurios van a desaparecer”. Después de echar un vistazo en algunas facultades de la UBA no estamos tan seguros. Los dinosaurios “enseñan” un mundo que –por suerte- no existe más.


Veamos los “casos”
“Llegué el lunes 9 de marzo a mi primera clase de Garantías Constitucionales en el Proceso Penal y el profesor empezó a hacer una crítica a la política de Derechos Humanos que sigue el Gobierno Nacional cuando se impulsó la caída de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, machacando, a su vez, sobre las virtudes del sistema de garantías vigente en Estados Unidos. Levanté la mano para hacer una simple pregunta: ¿Acaso en la cárcel de Guantánamo, rige algún tipo de garantía?. Pero el doctor Solari siguió afirmando que los militares estaban para defender a la Nación de las invasiones. Frente a esta nueva aseveración volví a preguntar: ¿EE.UU fue invadido?’ –porque aparentemente yo no me había enterado- ¿Fue invadido nuestro país durante la década del 70, cuando sufrimos el golpe militar?. Su respuesta consistió en una pregunta general para todo el curso que avecinaba su verdadera faceta: “¿Para qué les pagamos a los militares?, ¿Para qué les pagamos?”, repetía. Se intuía que la respuesta que buscaba no era la que los alumnos imaginábamos: “para defender la democracia y sus instituciones constitucionales”. La respuesta del Dr. Solari no se hizo esperar más. “Para matar”. Ante semejante afirmación no pude evitar preguntar lo siguiente: “¿Está usted de acuerdo entonces con que se hayan matado 30.000 personas durante la última dictadura militar?” Vaciló como hasta entonces no lo había hecho y dijo que no tenía por qué responder”.



Martín, el pibe que cuenta este cuento de la cripta, inició un juicio académico en la Facultad de Derecho contra el profesor Alfredo Solari, quien a la vez es abogado defensor de represores y de varios ex integrantes de los grupos de tareas de la ESMA –entre otros, de los responsables de la muerte de Rodolfo Walsh- y escribe en el pasquín filonazi y antisemita Cabildo cosas como la siguiente: “En el año 2003 la Argentina sufre un segundo ataque de nuevo cuño del socialismo revolucionario marxista leninista, que en América Latina, y especialmente en nuestro país, no abandona su objetivo estratégico de imponer ese sistema en las repúblicas americanas al sur del Río Bravo”.



El pasado 16 de junio, el decano de Derecho, Atilio Alterini, firmó la resolución que elevó la causa de Solari al Consejo Superior de la UBA, luego de una votación en la que no sorprendió la abstención del afamado constitucionalista Daniel Sabsay. Veremos qué pasa.



La historia de la maestra de primaria que flipó en la Universidad Nacional de La Pampa, arrancando fotos de desaparecidos en una muestra organizada por el rectorado que conmemoraba el último golpe de estado es ya conocida. María Antonieta Guiñazú Mariani tuvo que pagar el “escandalete” con un escrache público y un juicio académico. Ahora bien, hay libros que merecerían –deberíamos inventar cómo- un escrache, o cuanto menos, ser ignorados y no consultados permanentemente en la Facultad de Derecho. Verbigracia, el Tratado de Derecho Civil de Jorge J. Llambías. Pasen y lean. “990 bis. PERSONAS DESAPARECIDAS: Una secuela lamentable que ha dejado la guerra subversiva ha sido la desaparición de un cierto número de personas, algunas de las cuales han pasado a la clandestinidad mientras otros verosímilmente han perdido la vida, ya por la represión ejercida contra ellos o por la acción de sus propios compañeros interesados en silenciar la información sobre los hechos y datos que pudieran trascender”. Alpargatas sí, libros como este, no.



Otro de los textos extravagantes de esta misma Facultad es el que se usa de apoyo para la materia Análisis Económico y Financiero en la Cátedra de Martín Krause, actual miembro del Consejo Consultivo del Departamento de Ciencias Sociales. Es una cátedra liberal y un poquito exagerada en algunas definiciones (que dicho sea de paso, no entendemos qué tienen que ver con el análisis económico): “La vida humana comienza desde la fertilización, y por lo tanto, el llamado “aborto” constituye un homicidio. En adelante haremos referencia al mal llamado aborto como homicidio en el seno materno, pues lo consideramos más pertinente”. El libro se llama Fundamentos de Análisis Económico de Alberto Benegas Lynch (H), y dice así en cuanto a la organización colectiva: “La masificación es el anti-individuo, es donde afloran resabios atávicos y donde se pone de manifiesto la capacidad zoológica; por otra parte las multitudes no sabrán nunca realizar actos que exijan una inteligencia elevada. En la muchedumbre lo que se acumula no es el talento, sino la estupidez”. ¡Extraordinario, doctor! ¡Fuente de doctrina!


Humor blanco
Fachos, xenófobos, racistas, los hay por doquier. Lo incomprensible es que no se aguanten las expresiones de odio frente a una clase de 40 alumnos en la universidad pública, donde se supone que tienen la responsabilidad social, por lo menos, de no hacer ciertos chistes…“Cursaba yo derecho procesal y el profesor titular, Rodriguez Saiach, explicaba el proceder ante un caso de mala práxis. Decía: `Imagínese Usted que va al hospital enfermo de cáncer. El médico boliguayo que lo atiende lo diagnostica de un resfrío y le da una aspirina. ¿Qué debe usted hacer?’ Yo, a punto y con muchas ganas de recibirme de una vez, dudé por un segundo si remarcarle al profesor su comentario xenófobo. Callé algunos minutos, a la espera de que alguno de mis compañeros de curso lo hiciera por mí. Pero no abundan los valientes y tuve, al menos, que empezar por preguntar: `Disculpe profesor, ¿Qué quiso decir con boliguayo?’ Y respondió sonriente: `¡Una mezcla de boliviano y paraguayo!´ Ante las carcajadas de mis compañeros de curso, la indignación me hizo dejar de lado la cautela… y se pudrió todo”, cuenta Julieta, ya recibida.


Libertad académica
A finales de 2005 estuvo a punto de designarse José María Dagnino Pastore -ex ministro de Economía de los gobiernos de facto de los generales Onganía y Bignone, representante financiero en Europa y embajador del dictador Jorge Videla- para dictar un Seminario en la Maestría de Derecho y Economía. El consejero estudiantil por la minoría en ese entonces, Norberto Berner, explicó que “el Sr. Pastore no sólo tuvo participación en dos de los regímenes más nefastos de nuestra historia, sino que esa misma participación alcanzó altos niveles. Esos procesos, que han recibido las mayores críticas de todos los sectores de nuestra sociedad y del mundo entero marcaron un rumbo que no resulta compatible con el objetivo de educación cívica que debe orientar a nuestra universidad”.



En los días que siguieron se armó un lindo revuelo mediático al respecto. Como es costumbre, los defensores de la Dictadura pasan a convertirse en fervientes protectores de la “libertad académica”. A ello los estudiantes respondieron que no es lo mismo libertad académica que irresponsabilidad social y que “uno de los límites es el haber participado activamente durante el terrorismo de Estado y haber atentado contra la democracia”. Final Feliz. El consejo votó no darle la maestría.



Hay dos malas noticias. Una es que Dagnino -¡qué nombre!- Pastore es actualmente profesor de la Facultad de Ciencias Económicas. Y la otra es que los finales no siempre son tan felices.
En el 2005, Demián hizo una denuncia contra la profesora de Derechos Humanos María Marta Pastor, quien dijo, en una clase de Derechos Humanos (la negrita y la redundancia son del autor): “Yo en la época de la dictadura trabajaba con mi marido en Prefectura. Estoy de acuerdo con la represión. Ustedes no vivieron esa época. A los subversivos habría que haberlos fusilado con pelotones en Plaza de Mayo. No estoy de acuerdo en cómo se hicieron las cosas, si los hubieran fusilado los militares se habrían ganado la adhesión de todos. Lo que hizo Kirchner en la ESMA fue una humillación, es una falta de respeto a los generales bajar el cuadro de Videla. Los militares no deberían estar en cárceles”. La denuncia está cajoneada desde entonces y Demián fue apretado por el titular de Cátedra, el Dr. Albanesse, y por el Dr. Flax, del Departamento de Derecho Público, para que la retire. Es fácil imaginar además la cantidad de veces que tuvo que rendir Derechos Humanos…



“Me inscribí para cursar la materia Historia del Derecho Argentino, sin referencias, sólo por horarios y porque me gusta la historia. En una clase (la última a la que asistí) se dio un debate respecto de la izquierda argentina y la falta de confiabilidad en la política de hoy. Un alumno dijo que el gran problema de nuestro país es que tenemos una izquierda ignorante. La docente, María Rosa Pugliese, acotó que el problema es que “seguimos revolviendo el pasado”, que tenemos que olvidar para seguir adelante. Agregó que el Proceso Militar se había visto agredido y por eso se defendió legítimamente, que lo mejor de la dictadura fueron los servicios y que cuando alguien caía era porque algo había hecho”. Alejandra, luego de esta poco académica reivindicación procesista, tuvo que dejar la materia. “Todavía me dura la indignación” dice. “Jamás pensé oír algo así en mi Facultad y me da mucha vergüenza contar con estos docentes dentro de la educación pública.”



Luego de estas crónicas, algunos concluirán: “con razón son todos garcas los abogados”. Pero nuestra intención es mostrar un poco las cosas que pasan, para entender al derecho no como una ciencia aséptica, sino como un campo de opciones que implican siempre un compromiso. Es decir, el derecho puede ser una herramienta para aspirar a un fin mayor: la Justicia o puede ser una herramienta para defender genocidas.



En definitiva, el derecho es política. Y los bogas no son todos garcas. Pero que los hay los hay.

LA ESCUELA PORTEÑA



Por Martín Rodríguez y Federico Scigliano


El comienzo de año siempre es un buen momento para hablar de educación. La propuesta fue, entonces, salir a escuchar a los actores de la comunidad educativa porteña para que nos digan, a dos años vista, cómo ha sido la vida escolar durante el macrismo. Allí vamos.


¿Pública y gratuita?


Muchas veces se juzga la política macrista en términos previsibles. Es decir, se confirma lo que se dijo que se esperaba, y nada más. Eso funcionó –evidentemente- en el transcurso de su malograda política de seguridad. Entre las escuchas y las pistolas eléctricas se halla el hilo coherente del macrismo. Pero también pensamos que la pulpa del proyecto se encuentra en sustratos menores, en decisiones ‘capilares’, como diría cualquier huevón lector de Foucault. ¿Qué bajó dentro del presupuesto educativo? Bajaron las partidas para infraestructura escolar, mejora de edificios, y para políticas socioeducativas. ¿Y qué subió? Subieron los subsidios a escuelas privadas.


Primera marca: cuánto se invierte y a quién se le da. “Macri cuando hizo la campaña para Jefe de Gobierno en educación decía ‘educación gratuita’, y no usaba la palabra ‘pública’. Entonces si yo tengo una escuela privada subvencionada por el Estado podría, en las zonas pobres de la ciudad, darle una subvención que permita no cobrarles a los pibes. Esa educación no es pública, es gratuita, pero privada.” Mariano Denegris es miembro de la comisión directiva de UTE, el gremio más importante de los docentes porteños, y en dos años conoce perfectamente la palma de la mano macrista. Acaba de terminar hace días la paritaria de los docentes porteños que cerró en los términos en los que cerró en la mayoría de las provincias: con acuerdo. Esteban Bullrich, uno de los hombres “de la política” que desembarcaron tras la frustrada patria de los gerentes PRO, hizo demostración de una buena muñeca. Y lo que era ‘cero aumento’ en la voz de Macri, se transformó, días después, en un buen acuerdo de las partes respetando los parámetros que puso la paritaria nacional. Claro que el gremio docente ve en el final de la negociación la apertura de otra oportunidad. Dice Mariano: “que se haya despejado la cuestión salarial en la ciudad es bueno porque abre la posibilidad de debatir otras cuestiones que muchas veces no aparecen en los medios, porque sólo aparece cuando hay paro o no hay paro, o si se acuerdan salarios o no”. Entonces ahora se abre la perspectiva de discutir “de qué manera el Estado tiene que hacerse cargo de que la educación sea una herramienta igualadora”. Pero Mariano es escéptico porque sabe que a Macri, con todo el sentido común empresarial, “le parece lógico, y hasta bien, que se pidan aumentos de salarios, pero que la comunidad educativa participe del debate educativo es algo a lo que se niega desde el principio de la gestión.”


En la escuela


Claudia es docente en primer grado en una escuela en el límite entre Mataderos y Lugano. Carolina también es docente, pero en la Red de Apoyo a la Escolaridad, uno de los tantos programas de apoyo escolar que dependen de Educación de la Ciudad. El programa funciona desde el 2005, en distintos lugares de las Zonas de Acción Prioritaria (Retiro, La Boca, San Telmo, Barracas, Bajo Flores, Lugano y Mataderos).


Las dos son docentes, las dos trabajan en la Ciudad, pero las dos no tienen el mismo régimen laboral. “Nosotros en la gestión anterior, aunque estábamos contratados, teníamos cargos de quince horas, cuando llegó Macri las contrataciones fueron por un monto fijo, vulnerando un derecho de los docentes que es el de antigüedad.” empieza Carolina.
Claudia dice lo suyo: “Si bien el ingreso a la docencia supone un desfasaje de tiempo entre la toma de posesión de interinatos y suplencias por un lado, y el momento de comienzo de cobro por otro, la presente gestión parecería estar batiendo récords de demora en el cobro legítimo de haberes, a veces hasta cinco meses después de empezar a trabajar.” Sigue Carolina: “Este programa tenía antes de esta gestión fondos que permitían organizar actividades, armar una biblioteca, hacer algún proyecto, desde el macrismo el único dinero que tiene el programa es el de las horas cátedra de los docentes, con lo cual las posibilidades se redujeron mucho. No nos olvidemos que estos programas trabajan con chicos pobres, que no tienen posibilidades más allá de estas, con lo cual el recorte impacta mucho más.”


Claudia completa la faena: “Hay una incertidumbre generalizada entre los colegas de muchas escuelas con respecto a la llegada de materiales bibliográficos: especialmente, libros de texto y útiles para los alumnos que en estos barrios son fundamentales porque los pibes no pueden comprarlos. El año pasado, a muchas escuelas de la zona sur, los materiales llegaron el último trimestre.”


A capacitar, a capacitar…


Gricel es docente en el Postítulo en Literatura Infantil y Juvenil en la Escuela de Capacitación Docente del Gobierno de la Ciudad. El CePA (Centro de Pedagogía de Anticipación) tal su verdadero nombre, es una institución de las más queridas por los docentes porteños, más de veinte mil miembros del sistema educativo pasan por sus actividades de capacitación todos los años. Con la misma edad que la democracia (nació en 1984, en plena primavera radical) “es uno de los principales centros de formación docente continua de Latinoamérica”, se enorgullece la página web del Gobierno de la Ciudad.


Gricel cuenta que “los contratos precarios en CePA no los inventó esta gestión, el problema está en el uso que esta gestión hizo de esa precariedad. Porque lo que hizo fue desarmar equipos pedagógicos que venían trabajando. En general cuando hay un cambio de gestión los movimientos son más arriba, pero no a nivel de los equipos técnicos que vienen laburando bien. Por ejemplo, si vos mirás la oferta de cursos intensivos de verano para los docentes de este año, el achicamiento lo ves en que hay cursos que antes daban docentes y ahora lo dan instituciones.” ¡Y qué instituciones! “Hay un curso sobre prevención de adicciones, con todo lo que eso significa, que está a cargo de la Policía Federal; la Fundación Noble da un curso sobre ‘los medios como promotores del pensamiento crítico’; y la DAIA uno sobre VIH-SIDA. Cuando CePA tiene desarrollado todo un trabajo sobre educación sexual, e incluso dicta un postítulo para docentes con gente altamente calificada para abordar este tema. Acá el problema es doble, de achicamiento, por un lado, y pedagógico, por otro. Cuando se plantearon a la coordinación de CePA estas inquietudes pedagógicas nunca hubo respuesta.”


Gricel habla y describe los hilos más finos de una política educativa que definen en buena medida el tono de una gestión. “Otro tema es la enorme cantidad de problemas que hay desde que empezó esta gestión con la capacitación docente en las propias escuelas. La línea fue reducir lo más posible las capacitaciones en servicio que son las que se hacen en el horario de trabajo de los maestros y que tienen que ver con la llegada de los capacitadores a las escuelas y el trabajo sobre problemas específicos. La explicación siempre fue que como no estaban cubiertos todos los cargos, no se podía sacar a los maestros del aula. De hecho, yo estaba trabajando en una capacitación con maestros bibliotecarios y de golpe se tuvo que suspender. Las capacitaciones en servicio las tienen que pedir los directivos de las escuelas, o de los distritos, pero la ‘recomendación’ que bajó desde el Ministerio fue tan fuerte respecto a no sacar a los maestros de las aulas, que la demanda cayó muchísimo. Y también, hilando un poco más fino, aunque es muy importante, hubo un cambio fuerte respecto a la perspectiva de capacitación docente, es decir, se ha privilegiado mucho más la capacitación orientada a lo estrictamente curricular y literalmente se han desarmado las áreas en las que los docentes eran interpelados desde una perspectiva más abierta que tenía como fin dar herramientas para poder vincular las áreas de manera más significativa, de hecho, el área de desarrollo en sociedad y cultura fue desarmada. A esto tenés que sumarle la caída de los espacios de reflexión institucional. Este es el panorama, aunque públicamente se hable todo el tiempo de la necesidad de capacitar continuamente a los docentes.”


Ser padres hoy


“Un problema serio que veo, pero que en realidad no es propio del macrismo sino de cómo funciona el sistema educativo es la ‘falta de institucionalidad’ de la escuela. En estos tres años la escuela ya pasó por cuatro directoras, y hoy conocimos a la quinta., además hay seis maestros nuevos en la escuela. Es decir que no hay continuidad. Esta escuela, por la renovación de personal, es como que nació hoy.” Quien habla es Esteban, padre de Ariel, que acaba de empezar cuarto grado en una escuela de Flores. “Respecto de estos dos años de gestión Pro en la ciudad, lo que sí puedo marcar son las dificultades para el mantenimiento edilicio. La escuela a la que va mi hijo no es de las que se cae a pedazos, pero hay que mantenerla, y esta gestión armó trabas para esto. Desde el call center que centralizaba la recepción de demandas de las escuelas, que nunca funcionó – y por suerte ya desistieron de él – pasando por demoras en enviar funcionarios encargados de aprobar los arreglos más grandes, hasta la tardanza para girar los subsidios a la cooperadora.”


Fabio, padre de dos chicos que van a cuarto y sexto grado en una escuela de Parque Chas agrega: “Yo digo que esta es una gestión mala en sus propios términos. Son muy malos, no son capaces de llevar adelante una medida, rehúyen todo el tiempo del conflicto, que por otro lado es inherente a toda administración, no tienen una estructura preparada para llevar adelante la gestión. Y eso se ve centralmente en el problema de la infraestructura escolar. No bien asumieron votaron la emergencia edilicia para las escuelas, sin embargo subejecutaron el presupuesto destinado a obras en los dos años, a pesar de que no tenían las trabas burocráticas, justamente por la propia declaración de emergencia. Pero es eso: son malos en sus propios términos.” Repite enfáticamente.


Sigue Esteban: “Otra cuestión es el clima de malestar que reina entre los maestros y directivos por el maltrato o desprecio de los funcionarios, desde el propio Macri a varios funcionarios del área de educación, que hablan de los maestros como vagos, recontra faltadores, etc. Esto es motivo de comentario en la escuela, oficialmente, con discursos en los actos, y extraoficialmente.”


Fabio cuenta una anécdota que ilustra este maltrato: “El gobierno está diciendo explícitamente que va a cerrar grados y va a dejar cargos sin cubrir. La política del gobierno es unificar grados en aquellas aulas que tengan menos de quince alumnos. En la escuela que va mi hijo, de hecho, su maestra se vio afectada por esta resolución, y está trabajando porque presentó un amparo ante la Justicia. Una madre de la escuela se comunicó con una funcionaria del gobierno por este tema, y la mujer la trató re mal, hasta que se dio cuenta de que era una madre y no una docente quien le hablaba. En ese momento el trato cambió completamente. Ellos tienen la idea de que los docentes son sus empleados y los padres sus clientes. A los docentes los amenazan, pero a los padres nos tienen terror, entre otras cosas porque no nos pueden descalificar como hacen con los docentes diciendo que somos vagos o que faltamos mucho a clase.”


Le dejamos el cierre a Esteban, con una ironía: “Para compensar, muy linda la pantalla táctil (no sé cómo llamarla), tipo las del noticiero de C5N, que llegó a la escuela.”


Ahora… la voz de los chicos


No, los chicos no quieren saber nada. Se rajaron a jugar. Pero queda una pregunta final en los labios de los cronistas: ¿en las gestiones progresistas anteriores cómo eran las cosas? Mariano Denegris responde: “no podemos decir que la educación estaba bien antes de que asuma Macri, porque siempre existieron cuestiones pendientes y, sobre todo, una cantidad de cosas de las que la escuela pública tradicional no podía dar cuenta, es decir, problemáticas sociales nuevas que las gestiones anteriores no lograron solucionar. Sólo se crearon para eso cientos de programas que funcionaban como parches. Es verdad que esos programas tenían la intención de incluir socioeducativamente a los sectores vulnerables, pero siempre terminaban funcionando como parches.” O sea, Macri y los suyos no se dedican pacientemente a desarbolar un paraíso heredado.


Al lugar común de que ‘la educación es el futuro’, le agregamos una apostilla más: una mejor educación pública es la solución al presente de miles de familias. Doble turno, buenos salarios, capacitación y debate colectivo para estar a la altura de los problemas que miles de chicos arrastran a la escuela.


Sonó el timbre… ¡rajemos!


"SOY PERONISTA, RICOTERO Y CERVECERO"



Por Juan Cabandié y Martín Rodríguez


Fotos: Gianni Buonno


Aníbal Fernández es uno de los políticos más temidos por opositores y conductores de televisión y radio, y lo es por una extraña virtud en la política argentina: es capaz de decir exactamente lo que piensa. Sobre esa cornisa pisa a diario y la realidad multifacética ha hecho de este antiguo duhaldista “portador sano” (como se llamó a sí mismo en el 2002) alguien capaz de conjugar la agenda progresista, y de darle a eso una impronta bien peronista. Algo de Aníbal parece inventado en el universo capusottiano, porque sintetiza mundos que hasta hace no mucho se excluían. Rock y peronismo, lunfardo y defensa de los derechos de las minorías. Quizás en esas síntesis esté una de las inteligencias más precisas de la política argentina que encuentra exitosamente cómo pertenecer a una tradición y a una época con igual intensidad y fidelidad. Ahora Aníbal podría decir: “de duhaldista portador sano a kirchnerista paladar negro”, porque bien sabe que el hilo que continúa esas sagas es la esencia inefable del peronismo. Veamos.


- Empecemos hablando de una lista de medidas que se impulsaron en los últimos tiempos, como la despenalización del consumo de drogas o la unión civil entre gays, que no son necesariamente del gobierno pero de alguna manera sintonizan con su línea, en ese sentido, ¿cuál es la renovación que significó el kirchnerismo, siendo que hay una visión del peronismo como fuerza históricamente más conservadora?


- Es un error porque Perón de conservador nunca tuvo nada. Si vos me decís cuál es la procedencia de la cabeza de Perón, seguramente sea conservadora más que radical, pero como visión política estratégica siempre fue un tipo de una proyección fenomenal y nosotros aprendimos a armar frentes porque lo hacía Juan Perón. Y lo más importante que tienen Néstor y Cristina es que fueron capaces de transformar en realidad las cosas que decía Perón. No me digas más el discurso de Perón. ¡Hacé lo que decía Perón!


- Alguna vez Cristina dijo que del peronismo “se habla haciéndolo”.


- Claro, “como decía Juan Perón” (imposta la voz). Dejame de hinchar las pelotas con pelotudeces, ¿qué vas a hacer con el tema del hambre? ¿Los pibes van a morfar o no? Ahora, ¿la asignación universal por hijo sale o no sale? Sí salió, ¿sabés qué? Esto es peronismo ABC1. Todo lo que se hace tiene que ver con esa proyección, con ese criterio, entonces en ese mismo marco uno tiene que mirarse, pero no con un concepto progresista en el sentido de porque sos progresista sos un trasgresor. “¡Ah, el matrimonio homosexual! Yo soy trasgresor, tengo que estar de acuerdo.” No papi, tengo que estar de acuerdo porque este tipo y este tipo o esta señora y esta señora tienen una opción de género que ellos decidieron, es un derecho civil grande como un camión. Yo no soy progre, soy bien peronista, pero esto forma parte de mi defensa de los derechos civiles de todos, si a vos te cabe esta situación yo soy el primero que levanta la mano. Pero como no está debatido el tema no quiero llevarme puesto al gobierno, lo digo desde lo personal: estoy absolutamente de acuerdo con el matrimonio homosexual. Porque tienen derecho de opción, tienen derecho de elegir y de la misma manera estoy de acuerdo con la adopción, porque en la Argentina la adopción monoparental existe, un tipo como yo, suponete que yo fuera soltero, 53 años, jefe de Gabinete de Ministros, buen ingreso, un patrimonio aceptable, me presento y cuando me toque el momento me entregan un pibe y no tengo ningún problema. Y si yo vivo con un tipo, ¿cuál es el problema?


- Vos haces públicas tus posiciones en relación a la no judicialización del consumo de drogas.


- Sí, la no criminalización del adicto y del consumidor. Vos cazás un adicto, tiene dos porros encima, preso, listo. ¿Qué le resolviste? ¿O vos te creés que adentro el pibe no va a tomar una línea? La realidad termina siendo que se la lleva el papá, la novia, el primo, un amigote o se la venden adentro, entonces no resolviste nada. Hoy el Gobierno de Obama dice eso, la historia es muy clarita, nosotros antes del ‘73 teníamos una visión parecida de lo que significaba la forma de la reducción de daño. El problema empieza cuando Nixon presiona para penalizar el tema, y López Rega aplica esa misma política acá. Termina siendo que el consumidor es subversivo e insalvable, una cosa terrible, que se termina de profundizar en el ‘88 con la Convención Internacional que profundiza el tema de la represión y genera una política que mete a todo el mundo en la misma bolsa. Todos entramos más o menos en la misma política, algunos con mucha perversidad, como la DEA y todo lo que hacía Estados Unidos… ¿Qué lograron? No bajaron un solo metro cuadrado, un solo gramo de producción y generación. No bajaron un solo adicto, la represión demostró ser un fracaso. Lo que discutimos todos, Uruguay, Brasil, Chile, es qué vamos a hacer con la salud, más allá de que vayamos con toda dureza contra el narcotráfico.


- ¿Vos siempre tuviste esta postura?


- Toda mi vida. Hay cosas que sí las cambie, por ejemplo el tema de la adopción. No estaba convencido, lo discutí con la gente de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) cientos de veces hasta que un día me di cuenta que tenían razón.


- El tema de los anibalismos, ¿los pensás antes? El “¿Y Boston?”, los “patitos en fila”. ¿Cómo se cocinan?


El “¿Y Boston?…” es muy viejo. Hay un juego de palabras cuando vos decís “¿Y Boston?” “¿Y a Minnessotta?” “¿Y Johnny?”. Es juego de palabras de barrio. Pero esto tiene un concepto jauretchiano, porque Jauretche decía que tenés que hablar para que te entiendan los criollos, porque el secreto de lo que vos estás contando es que el interlocutor lo entienda. ¿Por qué tanto léxico? Mi vieja era portera, tenía hasta segundo grado y mi viejo era mecánico y tenía hasta primer grado, entonces, el código de la palabra de mi casa era muy chiquitito, ¿cómo lo amplié? Tenía un anotador donde escribía una palabra que me gustaba o no entendía, quince años hice eso, guardar información, releer… lo importante es tener la forma más simple para contar el ejemplo, porque le queda a la gente.


- ¿Cómo es tu relación con el rock? Todos sabemos que sos fanático de Los Redondos.


- A mí me encanta el rock, y el rock and roll es el rock and roll. Si te gustó no se te va más. Con Los Redondos no tenía mucho que ver. Estaba dedicado a la política. De los 12 años de mi hijo para abajo no tengo recuerdos, no me había dedicado al laburo de padre. Cuando decidí reparar eso, una de las cosas que vi que le interesaban era la música y así me acerqué. Mirá: mi vieja cuando viene del campo va con mi tía que era casera de una escuela, la 28. En el mismo terreno que está la escuela, en las espaldas del terreno, vivía el baterista de Vox Dei y ellos tocaban en las aulas de atrás. “Pelusa” era un tipo querido por la directora, había una relación. No era que se metían subrepticiamente. Ellos iban y tocaban ahí, y yo alguna vez he viajado de plomo ayudando, 14, 15 años tendría. Y desde esa época uno estaba con eso, era fanático de Sui Generis, de hecho hoy tengo una muy buena relación con Nito Mestre. Después aparecen otras cosas que son calidad, y el Indio es calidad.


- ¿Estuviste con el Indio?


- Sí, pero soy muy respetuoso. Ni lo cuento eso porque él ha hecho de su vida privada un culto y yo soy respetuoso de ese culto. A mí me gusta mucho todo lo que hace, toco varios temas de él en la guitarra, “Un ángel para tu soledad”, por ejemplo. A los 13 años empecé a tocar la guitarra y en algún momento creí dedicarme a eso, cuando tenía 17 años tocaba 5 horas por día y tocaba bien, ¡toco! Si me pusiera a calentar las manos… Cuando trajimos al Salón Blanco a Juanjo Domínguez, fui a verlo. Es muy amigo. Y cuando estaba tocando hizo cantar a dos o tres amigos que habían venido –uno era Dolina- y dice: “tengo un amigo acá que tiene la púa en la billetera”, y en diez segundos empecé, está grabado. Es el décimo tema del DVD, tocamos “Canto del arpa”, muy lindo, salió espectacular, después lo levantaron todos los noticieros.


- Alberto Fernández también toca la guitarra, ¿vos tocás mejor que él?


- ¡Tocaba la guitarra! Yo toco en serio, yo tengo mucho dedo, en algún momento creí vivir de la guitarra y cuando en la facultad perdí las tres materias en un cuatrimestre dije: “yo estoy en pedo, algo tengo que hacer, pensemos dos segundos”. Jugaba voleibol, tocaba la guitarra, había empezado a laburar y quería recibirme de contador. Guardé la guitarra y estuve como 3 años sin tocarla, de un día para el otro. Y fui a jugar un viernes y les dije “muchachos no vengo más”. Le di un beso a todo el mundo y me dediqué a estudiar.


- Yendo a lo político, ¿cómo la analizás la carrera del 2011?


- Nuestro grupo político tiene una forma de actuar muy particular y se cargó problemas severos de la sociedad argentina que nadie quiso sumar. Había que hablar fuerte de determinados temas como la Ley de Medios, de los monopolios, de la pobreza, de quienes no pagaban, de quienes no juegan con claridad en el marco de la economía. Una política heterodoxa que por momentos se convierte en ortodoxa cuando seguís teniendo superávit fiscal primario, gemelo y no se resigna. Cuando se acumulan reservas, cuando hay que pagar hasta el último centavo de deuda que no contrajo este gobierno. Todos estos elementos forman la masa crítica de la discusión que se viene. Y cuando haya que discutir, esa discusión ya no es una elección parlamentaria en donde uno puede jugar desde el punto de vista ideológico o romántico. Si te gusta, ahí viene una discusión de otra característica que es la de decir “¿quién va a administrar lo mío, los que nunca tocaron nada o los que solamente administraron la de ellos pero nunca estuvieron manejando lo público?”. En ese marco no tengo ninguna duda entonces que el presidente que viene, presidente o presidenta, es un hombre o una mujer de nuestro grupo político, y que por supuesto quienes encabezan ese grupo político son Néstor y Cristina.


- Aníbal, en la política estás caracterizado como un político de raza, un todo terreno, un tipo expeditivo que defiende todo. Quizás son atributos tuyos pero pasando los años, en el futuro, ¿cómo te gustaría que te recuerden?


- No lo pensé. Crisólogo Larralde decía: “la política sirve para muchísimas cosas, entre otras, para hacer amigos”. Por lo cual no tengo únicamente amigos en el peronismo ni mis amigos son peronistas, tengo amigos en todos lados y mis amigos saben que si tienen un problema me encuentran siempre, y los que no son amigos y hablan con tipos que son mis amigos y tienen un problema saben que levantan el teléfono y me encuentran siempre aunque no sean peronistas. Yo no estoy de acuerdo en recibir o atender solamente por los colores, hablo con todo el mundo y ayudo a todo el mundo, al que le pueda dar una mano le doy. Lo primero que me gustaría que se supiera es que he sido un buen tipo. Yo siempre fui un workaholic, y laburo como un enfermo, en ese marco siempre he tenido el convencimiento de que no te pueden vencer, es lo que dice Roberto Arlt en “Lanzallamas”: la prepotencia de trabajo. Siempre creí en eso, formate como sea, estudiá, leé, cosa que no dejo de hacer nunca, a lo demás le pongo quinientas horas de laburo, hoy entré 6 y media a la Casa de Gobierno y me voy a las 10, 11 de la noche, cuando se va la presidenta. ¿A servicio de qué? De un proyecto en el que creo.


- ¿A qué cosas le decís Ni a palos?


- Son muchas, me parece que vos cuando tenés definido lo que tenés como esquema político en la cabeza no lo podés negociar. Yo tengo muy claro lo que quiero de la política, yo ni a palos me iría de esa posición. Ni a palos, yo soy peronista, si después nuestra propuesta va con el Frente para la Victoria o mañana se llama Pato Donald, el nombre que le quieras poner vos, me tiene sin cuidado, yo sé que lo que estoy haciendo y donde voy a estar haciendo es esencia peronista. Ni a palos dejo el peronismo. Viste que en El Secreto de sus Ojos Francella dice que podés cambiar de partido político, pero que de pasión no se cambia, bueno para mí la política es la pasión, y no se cambia, con lo cual peronista, ricotero y cervecero no dejaré de ser nunca.

"YA PASAMOS ESE ESTADÍO DEL INDÍGENA LLORÓN QUE PIDE MIGAJAS"


La Red de Salud Mapuche exige la legalización de su medicina ancestral. La presidenta denuncia negligencia del Estado y apuesta a prescindir de laboratorios.


Por Exequiel Siddig


Verónica Azpiroz Cleñán preside la Organización Mapuche Epu Bafkeh, que se traduce como “Dos ojos de agua”. Como miembro de la Red de Salud Mapuche en Pwelmapu, “Territorio del Este”, pelea porque su cosmovisión sea legalizada por el Estado argentino. Pretende que la concepción de la salud mapuche, sus medicinas, sus agentes, sus terapéuticas, no sean perseguidas como si su práctica y uso fueran delito, “cosa de brujas”, como quisieron la Civilización de Sarmiento y el Progreso de Roca.



Hoy, los mapuches padecen lo mismo en diferentes territorios: diabetes, complicaciones de presión y vesícula por cambio de alimentación, suicidios, alcoholismo, desalojos y las derivadas de la contaminación del suelo y el aire que producen mineras o petroleras.



La salud, en la concepción del español como lengua latina, no es una palabra que pueda traducirse en la lengua de los mapuches. En esta cultura, se habla del buen vivir, del küme felem, algo similar al término alli kawsay, o suma kawsay, vigente en la Constitución de Bolivia y en la de Ecuador. “Hay un concepto de reciprocidad –especifica Cleñán-, porque el vivir bien no significa que yo no tenga enfermedad, sino que tenga buenos vínculos a nivel familiar, comunitario y con el espacio vital donde habito”.



–¿Cómo se vinculan el territorio y la salud?
–Si el espacio territorial donde habito está contaminado, invadido, transgredido, eso repercute en la vida de la comunidad y en la salud de las personas, porque todas las familias tienen origen en un elemento de la naturaleza, de donde proviene su linaje. Hay familias que tienen origen en el río, en el leüfu; hay otras que tienen origen en el aire o en el ñamkü, que son las águilas, como la mía por parte materna. Por eso para nosotros es importante mantener en equilibrio todas las vidas que viven en el planeta, de eso depende que estemos enfermos o saludables. No es que defendamos el territorio porque queremos la propiedad comunitaria, sino que lo defendemos porque nos hace estar vivos.



–¿Qué diferencia la concepción mapuche de la salud a la científico-moderna?
–Una de las grandes diferencias entre el modelo de salud occidental biomédico y la medicina indígena es que durante el proceso de recuperación de la enfermedad, la medicina occidental plantea un proceso individual en el que delega la curación a otra persona, que puede o no ser de familia, y en el que el ejercicio de poder del médico impide la elección de la terapia.



–¿La elección es del paciente?
–Por la persona que padece la enfermedad. O sea, a la medicina curativa o biomédica no le interesa por qué se enfermó, sino los síntomas que padece. Entonces los trata y los cura como si fuera una persona sin espíritu, psicología o historia. En cambio en la medicina tradicional mapuche, primero hay un diagnóstico sobre el origen de la enfermedad, se analizan la vida familiar y la comunitaria. Luego se establece si esa enfermedad tiene que ver con un desequilibrio propio de la persona o fue una enfermedad pensada por otros para generar algún mal. La cultura mapuche diferencia tres orígenes de la enfermedad: la trasgresión individual, la comunitaria-familiar y la del espacio territorial.



–¿La comunidad y la familia pueden ser causantes de la enfermedad de una persona?
–Sí. Ésa es una gran diferencia con la medicina biomédica, que pone énfasis en una cuestión curativa. Para nosotros, la medicina es preventiva porque hay muchísimas pautas de autocuidado en la salud. Las ceremonias espirituales sirven para proteger lo comunitario. Todos participan en el restablecimiento de la salud de esa persona. No es que derivan a alguien que no se conoce para que le restablezca su salud. Es una gran diferencia: la sociedad mapuche es una sociedad de amparo que se apropia del enfermo y no lo expulsa. No manda al viejo al geriátrico, lo incluye, es parte. Además, se sabe responsable de la enfermedad que generó, si es que fuera de origen comunitario.



La Universidad es de los laboratorios. Del 10 al 12 de septiembre de 2009, en Quito (Ecuador), Verónica Azpiroz Cleñán participó como asesora del 2º Encuentro de Salud Intercultural de la Universidad Indígena Intercultural, una iniciativa del Fondo Indígena, la Organización Panamericana de la Salud y la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense-Universidad Comunitaria Intercultural (Uraccan). Fue para evaluación de la Maestría en Gestión de la Salud Intercultural, que tendrá un régimen semipresencial y se aplicará para toda América Latina.



Bolivia, Ecuador y Cuba están a la vanguardia del reconocimiento de modelos de salud alternativos. Argentina, a pesar de la extendida praxis de medicinas ancestrales y de las que provienen del Lejano Oriente, como la acupuntura, todavía es tierra árida. Los laboratorios internacionales están interesados en que los Estados no legitimen ni legalicen nada que salga de la propia esfera de sus negocios.



–¿Es exportable el modelo de salud mapuche a una megalópolis como Buenos Aires, donde la comunidad muchas veces es sólo la familia?
–Creo que sí. El mayor problema de Occidente es la “individuación”, la falta del sentido de pertenencia a lo comunitario, es decir que puedo ser sin los otros. En el documento que presentamos en la Feria Mundial de Salud (Buenos Aires, 18-21 de agosto de 2009) hicimos un documento que llamamos “La salud en tiempos de pandemia”. Decíamos que la causa de las patologías que padecemos hoy, mapuches y no mapuches, es el mismo sistema capitalista, que está destinado a producir la acumulación y conservar el poder del consumo, y no el bienestar para todos.


–¿Propusieron una explicación diferente para la última supuesta pandemia, la Gripe A?
–Claro. Nosotros lo vemos como una etapa del fin del propio ciclo del capitalismo. ¿Qué contestaron los países de Unasur con respecto a la pandemia? ¿Apoyó la estrategia de la atención primaria de la salud, de mejorar los espacios territoriales en donde se estaba degradando el ambiente, apostó al autocuidado de la sociedad? No, reprodujo el sistema, comprando las patentes para producir medicamentos al interior de los Estados. La industria farmacéutica utiliza tres o cuatro plantas medicinales que son probablemente tóxicas para diabolizar los procesos de autocuidado que pueden tener las familias.



–¿Y cuáles son?
–Anís estrellado, yerba del pollo y otras. En realidad, Argentina aprobó 150 plantas de uso no tóxico. Las plantas tienen muchísimos principios activos. Los laboratorios los desagregan, utilizan un solo proceso activo y producen el medicamento que te hace bien para una cosa, pero te hace mal para otras. ¿Y qué es lo que hace la universidad argentina o las farmacéuticas? Pagan a los estudiantes o egresados de la Facultad de Medicina para que receten sus medicamentos. Aparte, tienen una materia de Toxicología y no una materia de Preparados y Uso de Plantas Medicinales que habilitaría un conocimiento directo de la construcción de la praxis de ciertas poblaciones. La Universidad argentina funciona como un insumo para la industria farmacéutica.



–¿Podrías ejemplificar con un caso concreto?
–La de Antropología de la UBA y la del Comahue ahora están financiadas por (la minera) Alumbrera. ¿Por qué les interesa financiar estudios de posgrado o tesis de investigación en Antropología? Porque en Argentina los conflictos ambientales se van dirimir básicamente por estudios de impacto ambiental; y si esos estudiantes que van a dar cuenta del impacto fueron financiados, ¿quién va a ser el pelotudo que dirá que el cianuro contamina, que la minería a cielo abierto tal cosa, o que los agroquímicos con el Roundup en la soja, tal otra?... ¿Por qué el Estado argentino no incorporó la legalización de otras medicinas, como la asiática, la acupuntura o la digitopuntura? ¿Por qué Cuba lo incorporó en su sistema público de salud?


El Bicentenario multicolor. El territorio ancestral mapuche comprende Río Negro, Neuquén, norte de Chubut, noroeste de la provincia de Buenos Aires y parte de La Pampa. Durante la Campaña del Desierto del presidente Roca, el Ejército Argentino mató a los longko –la “cabeza” de la comunidad–, y los curas estigmatizaron a los y las machis –los guías espirituales, los que restablecen la salud de la comunidad– como brujos, y en un gesto inquisitorial fueron incendiados vivos. “Pensémoslo así: aquellos que se encargaban de restablecer la salud en su pueblo son las primeras víctimas de la Conquista”, puntúa Cleñán. “Por eso el sistema de salud mapuche está en decadencia y recién hace diez años está tratando de resurgir. Pero se podrá hasta un punto, porque se necesita alguien que tenga manifestación del espíritu de machi; no puede convertirse si no hay otro que le dé ese proceso y la comunidad lo levante. Eso no pasa desde hace 30 años de este lado de la Cordillera; del otro lado sí”.



–¿Los machis chilenos cruzan la frontera?
–Venir acá está prohibido. Los machis tienen que pasar en forma clandestina, con las plantas y animales escondidos. Si bien la Argentina firmó el artículo 169 de la OIT que garantiza el derecho de la continuidad cultural, nosotros no podemos ejercer ese derecho porque tanto del lado argentino como del chileno está prohibido que los médicos tradicionales pasen la frontera para curar. En Chile ni siquiera aprobaron el 169.



–¿La festejada pluriculturalidad es una utopía?
–En Ecuador y Bolivia es mucho mejor. En Nicaragua está oficializada la medicina: las prestaciones se pagan tanto a los médicos como a los curadores profesionales. En Chile, está penalizado que una mujer sea atendida por una matrona quechua o mapuche. ¿Nosotras, mujeres mapuches que parimos en las casas, no tenemos el derecho? Las políticas de salud que aplica Argentina para los pueblos originarios son políticas asimilacionistas, integracionistas, y no de reconocimiento de la diversidad cultural lingüística y religiosa indígena. Lo que se sostiene es que “ustedes tienen tanto derecho como nosotros a acceder al sistema público de salud”, pero nosotros respondemos que aquél no nos cura nuestras enfermedades, que queremos nuestros propios curadores.



–¿Y cuáles son esas enfermedades?
–Cada cultura produce su enfermedad. Por ejemplo, en nuestro caso, la imposibilidad de hablar la propia lengua. Cuando vos dejaste o te prohibieron hablarla, o a tus hijos en la escuela les prohibieron hablarla, les producen una cosa como que se le va el espíritu del cuerpo, deja de ser persona, no se puede manifestar. Eso le produce problemas de aprendizaje, de autoestima, enfermedades en el cuerpo. La misma enfermedad aparece cuando hay desalojo o desarraigo, cuando te pasaste de un territorio a otro porque te desalojaron, te quitaron el territorio o te invadieron y tus animales ya no pueden ir al río. El mapuche es en el territorio, si no, no es. Te sacaron del lugar y ya no podés ser por más que te manden al Hyatt.



–¿Eso pone en riesgo la vida?
–Sí. De hecho están los problemas de alcoholismo y de presión. Hay pila de suicidios entre mapuches. Mapuches viejos de 60 y pico de años que empiezan a ser alcohólicos de grandes o se suicidan. El año pasado, un tipo se ahorcó en una comunidad en Villa Pehuenia. Habían venido ya tres veces a desalojarlos. No lo soportó. Además en esos lugares están sus ancestros. Si te sacan de la tierra ni siquiera podés cuidar a tus padres, que es un mandato. Y la otra enfermedad típicamente mapuche es la enfermedad del espíritu, de necesitar una autoridad del sistema de salud tradicional, machi, yerbatero o matrona, y como no hay nadie que te guíe empezás a enloquecer. Eso pasó en Carmen de Patagones. Atinaron a mandarlos a psiquiatras; pensaban que sufrían de esquizofrenia…



–Que no resolvió el problema…
–Los categorizan como “vulnerables”, pobres, indios, negros, vagos, borrachos, alcohólicos. En realidad es un racismo constitucionalizado a nivel del Estado, donde se dice que algunos son “carentes” y que hay que darles cosas para que se parezcan a los otros, a los blanquitos, perfumados, rubios y profesionales que hablan bien inglés.



Pareciera una contradicción con el espíritu del Bicentenario.
–Lo único que hacen es ratificar una política de despojo del territorio. Lo que sucede es que si el Estado monocultural y monolingüe reconociera a esos otros culturales de hecho, tendría que hacer un proceso de revisión histórica acerca de qué pasó por esos territorios donde habitaban esos pobres; revisar por qué están tan pobres. En este Bicentenario, donde supuestamente hay que revisar el proceso de formación del Estado nacional, ¿qué hacemos los argentinos? Con el “conflicto del campo” volvemos a ratificar que este país es agroexportador. La escuela incorporó el portugués como lengua oficial. ¿Por qué no hemos incorporado una lengua indígena de las 14 que se hablan en nuestro territorio, como aymara, quechua o toba?



–¿Qué tiene entonces de diferente el Bicentenario?
–Nada. Canal 7 plantea una política de ratificación cultural, donde no hay otra diversidad que celeste y blanco, “y todos somos argentinos”. Nosotros, para ser argentinos hubo un par de millones que murieron. ¿Esa bandera argentina no tendrá una manchita de sangre? Bueno, nosotros tenemos memoria de que tiene varias, y no es que nos lo contaron, lo vivimos con nuestras propias familias, que tienen que ocultarse, no decir que son mapuches, teñirse de rubio para no parecer indios, vestirse como un occidental. Nosotros ya pasamos ese estadio del indígena llorón que pide al Estado que le tire unas migajas. A mí lo que me interesa es que me reconozcan como una cultura portadora de conocimiento, experiencia, riqueza, belleza. Estamos haciendo una propuesta para que este Estado se vista de todos los colores. Además siguen los mismos problemas con los malditos sojeros de la generación del ’80 que le hacen himnos a Roca y matan gente en nombre de la Patagonia. ¿No será la oportunidad de cambiar?.

PERONISMO MÍTICO


Forjados en la fe, se los conoció como los “sacerdotes de Perón”.La Orden María del Rosario, la sociedad religiosa de los ex Guardia de Hierro. Alejados de la política partidaria, hoy celebran misas con revelaciones proféticas incluidas.


Por Carlos Romero


El refrán peronista dice que si los militantes de Montoneros fueron los soldados de Perón, los de Guardia de Hierro eran los “sacerdotes” del General. Custodios de su figura hasta la devoción, los “guardianes” surgieron para seguir con verticalidad ortodoxa la enseñanza de su líder y entendieron al partido casi como una religión. A 40 años de su nacimiento y después de un derrotero que los llevó a oponerse a la izquierda guerrillera, a coquetear con el masserismo y a ocupar cargos en casi todos los gobiernos, hace rato que algunos ex guardianes cambiaron a Perón por Jesús. Y si antes esperaban las cartas que el General enviaba desde el exilio, ahora aguardan otro tipo de revelaciones.


“Ex justicialista y ex diputado de la provincia de Buenos Aires, actual discípulo de Jesús, misionero de la Nueva Argentina y apóstol del Señor.” Así firma sus misivas Segundo Ubaldo Rolón, uno de los antiguos guardianes que hoy se congregan en la Orden María del Rosario de San Nicolás. Ajeno a la lógica partidaria, el sector que encabeza Rolón –que prefiere ser llamado “Pedro II”– se dedica a pregonar “la segunda venida de Jesús” y a difundir con devoción “el plan de gobierno del Rey Cristo”. Así sucedió el pasado 26 de noviembre en un acto realizado en la localidad de San Nicolás.


Ese día, “el Papa anunció la llegada de la Noche y la Segunda Venida de Jesús, el gran estruendo que todos escucharán esa noche (...), la caída de todas las instituciones y estructuras, y le puso fecha a la finalización del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: el próximo 25 de diciembre”.


Surgidos a fines de los ’60, los guardianes se hicieron fuertes como bastión de la ortodoxia durante la llamada Resistencia Peronista. Llegaron a ser miles de miembros y –como se los había pedido Perón– fueron una verdadera “escuela” para toda una generación de dirigentes.
Desde esta perspectiva, la orden mariana de San Nicolás parece una excentricidad. Sin embargo, más allá de lo extravagante que pueda sonar su propuesta, esta “asociación civil de fieles laicos” –así se denominan– no hace más que llevar al paroxismo ese viraje cristiano que los guardianes iniciaron en 1974, tras la muerte de Perón. Ese primero de julio sufrieron un golpe del que no se repondrían. Para su férrea lógica militante, eso del “peronismo sin Perón” era impracticable.


En su libro Guardia de Hierro, de Perón a Kirchner, el periodista Alejandro Tarruella da una clara muestra de la lógica guardiana. En 1974, cuenta Tarruella, a un año del regreso de Perón, en lugar de un acto político, los guardianes realizaron un casamiento masivo de militantes.


El líder histórico de la organización fue el “Gallego” Alejandro Álvarez, el mismo que en 1974 decidió, casi de forma unilateral, disolver al grupo. En El Jefe, su biografía de Carlos Menem, la periodista y actual legisladora porteña Gabriela Cerruti describió a Álvarez como “un nacionalista peronista y cristiano (...) que se uniformaba con una campera de cuero negro, experto en repetir los discursos de Perón”. Los primeros pasos de la “orga” que el Gallego lideraría con puño cerrado fueron de la mano de Eduardo Espil –dirigente vinculado al grupo “Praxis”, de Silvio Frondizi– y al ex maoísta Flavio Bellomo. “El origen de izquierda de muchos de sus miembros –cuenta Cerruti– contrastaba con las connotaciones del nombre, que remite a un grupo rumano ultracatólico y ultranacionalista liderado por Corneliu Zelea Condrenau”, creado tras la Primera Guerra Mundial.


Guardia terminó de sacar chapa de derecha peronista cuando una parte de su conducción ensayó un acercamiento con el ex almirante Emilio Massera, que buscaba cautivar al disperso electorado peronista. Ya por entonces comenzaban a verse los elementos religiosos en los “sacerdotes” de Perón, en especial por los contactos con monseñor Jorge Bergoglio, actual arzobispo de Buenos Aires.


La orden religiosa que hoy encabeza Rolón –que entre 1993 y 1997 fue diputado bonaerense por el PJ de Mar del Plata– fue fundada en 1988 y tuvo como primer “capellán” al cura militarista y ultramontano Alberto Ezcurra Uriburu, fundador de Tacuara. “Nueve años más tarde, la Orden sufre una crisis, fruto de un supuesto fracaso de la experiencia política con el Partido Solidaridad el cual intervino en los actos electorales fraudulentos entre 1994 y 1996”, cuenta Rolón en su blog, haciendo referencia a los que fue quizás el último intento político convencional de los guardianes.


La lógica religiosa terminó de cuajar en 1990, cuando al grupo se unió el vidente Juan Domingo Rodríguez. La leyenda on line cuenta que, luego de sufrir un problema de columna que lo mantuvo postrado por varios meses, Rodríguez tuvo una visión: “Una noche se le manifiesta una luz muy fuerte, blanca, un poco amarillenta y ve al General Perón sonriendo”. Junto a una mejora de su salud, Rodríguez tuvo otras visiones, que terminaron de mostrarle la misión divina que tenían los miembros de la orden.


En su trabajo “De la resistencia peronista al comunitarismo católico”, el sociólogo e investigador del Conicet Humberto Cucchetti señala que Guardia “tuvo la capacidad de formar dirigentes que, en los años ochenta y noventa, ejercieron importantes cargos políticos”. En general, fueron referentes de primera línea en la Renovación Peronista, participaron activamente de la gesta y la administración de Carlos Menem y llegaron a ocupar cargos clave en la Alianza, vía Frepaso.


Por citar un ejemplo actual, el secretario de la presidencia K, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, es uno de los ex Guardia que egresaron de la “escuelita de poder”. Mazzón es quizás el mejor operador con que cuenta el ex presidente Néstor Kirchner. Durante el menemismo, el Chueco fue viceministro de Interior, secundando a su amigo de tardes mendocinas y también guardián José Luis Manzano.


Ya en épocas de Fernando de la Rúa, el guardián que más lejos llegó en el gabinete de “Chupete” fue Alberto Flamarique, que en el gobierno aliancista ocupó el Ministerio de Trabajo.


Otro ex guardián que hoy tiene poder –y mucho– es Guillermo Moreno, el vehemente secretario de Comercio Interior que los K sostienen a pesar de las críticas. Un ejemplo de guardián más díscolo fue Julio Bárbaro, que dejó su cargo en el Comfer y no se privó de criticar a la actual gestión.


“Quienes no tuvieron esa trayectoria elaboraron, cada vez con más intensidad, una adscripción religiosa marcadamente católica”, agrega Cucchetti. Al fin de ese camino está la Orden María del Rosario de San Nicolás. En cierta medida, los nuevos guardianes no hacen más que seguir con un viejo culto. En definitiva, para todos ellos, lo que decía el General siempre fue palabra santa.