jueves, 30 de mayo de 2013

CAMBRIDGE ESTUDIA SI HAY RIESGO DE QUE LAS MAQUINAS DOMINEN EL MUNDO

Expertos reunidos por la prestigiosa universidad británica analizan si el avance en ciertos campos supone un peligro para el ser humano.
 
 
 
Se trata de un escenario que la ciencia ficción –siempre dispuesta a alegorizar sobre mundos posible– viene transitando desde hace décadas.
¿El mundo será dominado alguna vez por las computadoras?
La pregunta, que el cine abordó en películas como Terminator o Matrix , entre muchas otras, intentará ahora ser respondida por académicos . Un grupo de investigadores de la prestigiosa Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, estudiará los riesgos de que la tecnología acabe con el ser humano en un futuro.
El Centro de Estudio de Riesgo Existencial (CSER) va a investigar los peligros que suponen para el hombre nuevos campos como la biotecnología, la vida artificial, la nanotecnología y el cambio climático como resultado de la actividad del ser humano. “Muchos científicos están preocupados porque los desarrollos de la tecnología humana podrían suponer pronto nuevos peligros de extinción de toda nuestra especie ”, explican.
La seriedad que implica todos estos riesgos es “difícil de evaluar”, pero en sí misma “parece una causa de preocupación” debido a “lo mucho que está en juego”, aseguró uno de los científicos. Además, creen que el asunto requieren más investigaciones de las que actualmente recibe. Por este motivo, se unieron un filósofo (Huw Price, profesor de Filosofía), un científico (Martin Rees, profesor emérito de Cosmología y Astrofísica) y un emprendedor del campo del software (Jaan Tallin, uno de los fundadores de Skype). A ellos se les suman siete asesores de Cambridge y otros seis ajenos a la institución. La idea es establecer un centro de investigación multidisciplinario en la Universidad en el que se puedan estudiar y mitigar este tipo de riesgos.
En 1957, los científicos estadounidenses Allen Newell y Herbert Simon habían lanzado una inquietante predicción : “En diez años las máquinas serán campeonas del mundo de ajedrez, compondrán música de valor estético, descubrirán teoremas matemáticos, etcétera”. En aquellos años la inteligencia artificial era vista con cierto temor, mientras que hoy se convive gozosamente con la tecnología , a tan punto que se deposita la cualidad de smart (inteligente, en inglés) en los teléfonos celulares.
El vaticinio de Newell y Herbert tardó 40 años en materializarse. En 1997, cuando la supercomputadora Deep Blue, desarrollada por IBM, derrotó al campeón mundial de ajedrez Gari Kaspárov, muchos creyeron que el momento en el que la inteligencia artificial superara a la humana estaba a la vuelta de la esquina. Algo similar se pensó cuando, en 2001, Watson –otro invento de IBM– venció a dos experimentados jugadores en el concurso televisivo Jeopardy!
, en Estados Unidos.
Hasta ahora la distopía no llegó , pero la pregunta sobre el desarrollo futuro de las computadoras parece lo suficientemente nutritiva como para seducir a los expertos de Cambridge. “Parece una predicción razonable que en algún momento de este siglo o el próximo la inteligencia escapará de las limitaciones de la biología ”, aseguró el filósofo Price. “Y, cuando eso ocurra, ya no seremos las cosas más inteligentes del lugar , lo que nos pondría a merced de máquinas que, si bien no son maliciosas, no nos incluyen entre sus intereses”, agregó. Por eso, aunque parezca un riesgo lejano, Price, Rees y Tallin prefieren estar preparados desde el primer momento para saber cómo enfrentarse al momento en el que las máquinas comiencen a destinar los recursos del mundo a sus propios fines y necesidades, sin tener en cuenta al ser humano.
 
Fuente: Clarín

LOS DOCENTES ENSEÑARAN DE A DOS EN 120 ESCUELAS

Una propuesta de UTE, aceptada por el ministerio de educación porteño. La implementación del Maestro Acompañante de Trayectorias Educativas permitirá trabajar en distritos de mayor vulnerabilidad.
 
Por Diego Igal.
 
El Ministerio de Educación porteño implementará en el próximo ciclo lectivo 120 cargos nuevos para asistir a alumnos de los tres primeros años del nivel primario y evitar repetición, abandono y atraso escolar. Se trata del Maestro Acompañante de Trayectorias Educativas (MATE), iniciativa implementada a propuesta de UTE-CTERA y que se anunció ayer en la segunda reunión entre el titular de la cartera, Esteban Bullrich y los 17 sindicatos que componen el gremio docente.
El nuevo cargo lo ocupará un docente titular con experiencia "que trabajará por ciclos, en pareja pedagógica, para fortalecer los procesos de enseñanza. Esta propuesta prevé que los docentes designados se desempeñarán en escuelas de los distritos con mayor vulnerabilidad social y educativa", precisó el Ministerio.
El MATE se desplegará en 120 establecimientos, pese al pedido de UTE de hacerlo en los 400 del distrito. Eduardo López, secretario general del sindicato, destacó la medida, pero por otro lado lamentó que no se haya aceptado la solicitud de transparentar los subsidios que el Ministerio da a instituciones educativas privadas, "cuando podrían utilizar ese dinero para crear salas de jardines de infantes que reciban las 5000 vacantes que nos faltan".
En cambio, Bullrich se comprometió a profundizar el programa para terminar con el llamado profesor taxi que recorre escuelas secundarias para dar una misma materia. "Vamos a tener este año 100 profesores por cargo en media para evitarlos, pero habría que poner muchos más", advirtió López. 
 
Fuente: Tiempo Argentino. 
 

"EL PASADO NO TIENE PORQUE SER UN LASTRE"

El baterista de Manal, el guitarrista de Vox Dei y el de La Cofradía de la Flor Solar no evitan las polémicas: “Los músicos tenemos que ir del boliche al teatro y del teatro al boliche. Nunca al estadio, eso es engancharse con la futbolización”.

Por Cristian Vitale

No va más de media hora de show e irrumpe Kubero Díaz en la sala. Ricardo Soulé estaba de recorrida por Buddy Miller y Dolmen, sus discos más recientes. Trío eléctrico –batería, bajo y guitarra como el viejo y querido Vox Dei– y sonido inconfundible de muy buen rock and roll con aderezos acústicos, testimoniales y bíblicos. Las canciones cuidadas, bien vestidas, decibélicas pero hasta ahí, hablan de personajes antológicos, legendarios, como si el guitarrista pretendiera profundizar en la senda de su historia, en el camino de La Biblia (según Vox Dei), el formidable Jeremías o el inconcluso –ya solista– Elías, el profeta. Le sale. Es su forma. Es su pensamiento en acción musical. Kubero, glorioso y humilde, se sienta en una de las últimas mesas de la sala y pide una cerveza. Tal vez venga de ensayar con León Gieco –integra su banda casi desde la desaparición física de Eduardo Rogatti– y la primera mirada la clava en la guitarra. “Bien Soulé... che, me transportó en el tiempo”, se le escucha decir, al primer sorbo. Media hora después, Salta y Resto, la sala en cuestión, recibe a Javier Martínez. Gorra azul, campera grande, lentes, perfil alto. Soulé va por “Mi Gabriel”, una de las más bellas canciones de su acervo solista, y el olfato de uno de los creadores de Manal, viejo y querido también, lo lleva hacia una copa de vino tinto. Tríada completa, al fin. Juntada consumada. Como una especie de Café de los Maestros del rock argentino, Soulé, Kubero y Javier coinciden en un mismo espacio bajo un mismo fin: recrear lo que no hay que olvidar. Refrendar una historia en verbo presente. Seguir.
En el caso del ex Vox Dei, encargado de abrir el ciclo-rock en el boliche de Salta al 700, con un repertorio que hermana sus cosas de hoy con perlas de ayer: “Profecías”, “Las Guerras”, “Jeremías, pies de plomo” y dos temazos: “Nunca me dirás adiós” y “La historia de Sam el montañés”. “¡Qué grande!, la pentatónica en violín... viva el rock nacional”, grita Martínez desde el fondo, tras una de las piezas de La Biblia. Soulé no lo escucha, pero da cuenta de su presencia. De sus presencias. “Es un honor total para mí tener en la sala, el día de mi cumpleaños, a dos figuras del rock argentino”, dice, con el show casi consumado y justamente el día que cumple 63 años. “Estoy contento de que Soulé esté tocando, porque es un pilar de nuestro rock, y siempre lo fue. Es un tipo que se animó a volver al violín, cuando ya no hay nadie que lo haga en nuestro rock. Tiene una gran banda y le envidio mucho toda esa melena que tiene, porque yo me quedé pelado”, se ríe Martínez, media hora después del fin y con los tres medio acurrucados en los camarines.
“Voy a tocar con mi banda actual: Patán Vidal en teclados, el Chino Sanz en guitarra y Sirso Iseas en bajo, y con ellos voy a hacer los clásicos que escribí para Manal allá lejos en el tiempo, y canciones inéditas, nuevas, como el ‘Blues de Pa-ppo’, La máquina del oro’ o ‘Positivo’... un cincuenta y cincuenta, digamos, en el que también incluyo temas de discos solistas como ‘Corrientes’, ‘Basta de boludos’, ‘Sol del Sur’ o ‘Mujer del viento’. Soy de los que piensa que el pasado no tiene que ser un lastre, tiene que ser un motor”, sentencia Martínez, y abre el campo. Sus palabras disparan. “Sí, eso. Nosotros, los de nuestra generación, tratamos de no ser aplastados por nuestro pasado, porque es tan fuerte y tan grande que aplasta, eso es cierto, y por eso los temas nuevos son como una especie de tanque de oxígeno para no asfixiarnos, para estar felices de tocar aun en un ambiente muy complicado, con la música extranjera copando los megaconciertos y eso, ¿no? Aunque no sé si será una suerte, también, porque en última instancia los megaconciertos están contaminados de una cosa muy lejana a lo que se entiende como comunión artística... capaz que es una ventaja no estar en ellos”, reflexiona Soulé, y el contexto lo ayuda.
Como en La Perla –donde desde su reinauguración varios de los músicos que hicieron la historia del rock argentino tienen su espacio a través de los ciclos programados por el ex Almendra y Aquelarre, Rodolfo García–, Salta y Resto es un lugar cálido y pequeño. Intimo. Apenas para unas cien personas y apto, por tanto, para ligar con esa comunión artística que pretende Soulé. Para una comunicación casi directa entre público y músicos. “Algo que no existe en los megaconciertos, ¿no?”, reengancha Martínez. “A ver, yo pienso que el megaconcierto está futbolizado, y es una basura. Nosotros, los músicos, tenemos que ir del boliche al teatro y del teatro al boliche, nunca al estadio, porque eso es engancharse con la futbolización de la música, y es un error absoluto, tanto para el músico como para el público, que ve a los músicos chiquitos o por una pantalla al lado del escenario. Los estadios no sirven para nada.”
Xavier Zavalla, hombre de prensa, cambia de rol un rato y sirve torta. Una torta de chocolate con crema y cerezas que alcanza para todos: el clan Soulé –Iván y Vicky, sus hijos; Graciela, su mujer, y algunos colaboradores amigos–; Martínez –que pide torta y saborea una segunda copa de vino– y Kubero, el más callado de los tres, que habla del concierto previsto para el viernes 29. Vale evocar que Kubero fue guitarrista de La Cofradía de la Flor Solar. Que fundó ese brazo musical de aquella comunidad artística junto a Morci Requena en bajo y Manija Paz en batería. Que su rock lisérgico y pesado se manifestó en un gran disco de nombre homónimo editado en 1971 (del que participaron Skay Beilinson y Quique Gornati); que, tras la primera disolución de La Cofradía, Kuberito –como lo llamaba Miguel Abuelo– se plegó a La Pesada de Billy Bond, y dejó su sello en un vinilo editado en 1973 bajo el nombre de Kubero Díaz y La Pesada, y que luego emigró a España, donde atravesó el segundo lustro de la década del ’70 y el primero de los ’80, cuando regresó para participar, entre otras movidas, de la segunda formación de Los Abuelos de la Nada.
“Voy a tocar con el Kubedíaz Trío (Juan Rodríguez en batería y Daniel Saralegui en bajo) y pienso hacer ‘La luciérnaga’, ‘Rock alrededor del país’ y varios temas de La Cofradía, una banda que pasó muy rápido para mí. Que me quedó corta”, esboza y le da, otra vez, el pie a Martínez: “Yo creo que a todos nos quedó corta La Cofradía, che. Nos hubiese encantado que duren un poco más... ¡porque eran unos marcianos! En aquella época cada banda argentina tenía un estilo propio, completamente diferente el de una al de la otra, cada banda tenía su compositor, su línea melódica, sus influencias musicales, y la Cofradía de la Flor Solar era una banda completamente única, marciana totalmente. Yo iba a la casa que tenían ellos en La Plata y me impactaba esa comunidad, esa propuesta artística y social, ese estilo de vida tan original”.
La ronda sigue y Martínez es casi quien monopoliza la palabra. Habla de la casa de su infancia en Ranelagh, de su padre contador y carpintero, del crocket que jugaba cuando chico, de la calle 363, de las Pascuas, de sus contactos con la cultura británica o del conde de Ranelagh, “el inventor del golf”, mientras Soulé firma discos y Kubero espera meter algún otro bocado. “Yo creo que el problema del rock, hoy, es que ciertas bandas le quitan la gracia al estilo”, dice, cuando lo logra. “Totalmente”, vuelve Javier. “Esta es una época de mucha confusión y los periodistas van a tener que poner en claro que hay un montón de tipos que usan el rótulo rock, pero no hacen rock, y están generando una confusión total en los pibes. ¿O acaso cualquier cosa que se toque con una trompeta es jazz o cualquier cosa que se toque con bandoneón es tango? No es así. Yo no soy un musicólogo, o lo soy con mis limitaciones, y me he dado cuenta de muchas cosas: es cierto que los géneros que se cierran a la influencia de otros géneros suelen dirigirse hacia una especie de anquilosamiento, siempre hay que aceptar las influencias, sí, y ésa fue una inteligencia del jazz... En un momento, Miles Davis agarró el segundo movimiento del Concierto de Aranjuez y lo tocó, pero eso es una cosa, y que un tipo que toca cumbia y diga que es rock, es totalmente otra. Yo estoy seguro de que ningún músico norteamericano o inglés que se ponga a tocar una murga va a decir que está tocando rock... eso es una pelotudez argentina con la que hay que terminar.”
 
–Bien, pero el rock argentino se ha nutrido de otros géneros sin perder su esencia, y sobran ejemplos.
Javier Martínez: –Por supuesto, sí, pero es otra cosa. Yo recuerdo que Fermín Chávez, un historiador a quien respeto mucho, dijo una vez que había escuchado en sus últimos años de vida rock nacional y había descubierto, con alegría, que las formas de las cuartetas y las décimas estaban totalmente influidas por la poesía gauchesca, y eso es verdad... Eso funcionó en nosotros inconscientemente, lo teníamos incorporado.
Ricardo Soulé: –Porque nuestra situación histórica y geográfica nos daba una situación musical totalmente distinta a la que tienen Inglaterra y Estados Unidos... Nosotros tuvimos que aprender de lo que pudimos, de gente aficionada que amaba lo que hacía, y la verdad es que tuvimos una gran influencia en el tango y el folklore.
J. M.: –Y el jazz, el jazz argentino, ¿no?, gran receptor de nuestro cosmopolitismo, que ha influido al rock sobre todo en la cuestión de la libertad, porque todas las bandas de acá eran distintas, no se parecían unas con otras. Y en este sentido también nos parecíamos a las movidas inglesas y americanas. The Hollies no tenía nada que ver con los Animals, los Stones no tenían nada que ver con Pretty Things, The Beatles eran diferentes a Gerry & Pacemakers, en fin...
 
–¿Manal, La Cofradía y Vox Dei se espejaron más en las bandas estadounidenses o en las inglesas?
J. M.: –En todo. Los ingleses que nos gustaban a nosotros tenían una clara influencia yanqui: The Animals, Spencer Davis Group, The Beatles... algo diferente al tiempo en que vivimos, una época de boludez y de mentira, donde hay gente que está tocando murga y dice que toca rock, otra que toca cumbia y dicen que es rock, otros que no se sabe ni qué mierda hacen... Yo creo que el rock está atacado por todos lados y sería bueno que pongamos las cosas en su lugar: el rock es negro y viene del rhythm & blues.
Kubero Díaz: –Pero se hizo fuerte en Inglaterra.
J. M.: –Evolucionó en Inglaterra, sí, llegó a lo sinfónico y la fusión, hasta que un día aparecieron los envidiosos, se pusieron a cagar y a mear en el escenario, a tocar con guitarras desafinadas y a los gritos para destruir el rock; ese movimiento anti-rock, el punk, también es inglés. ¡Hasta eso tuvieron!
 
Fuente: Pagina/12

LOS PELIGROS DEL NUEVO VECINO

El retorno de los colorados al Palacio López implica un desafío a la geopolítica regional. ¿Asunción jugará con el Mercosur o con Washington? Además, cómo convivir con un presidente que compara a los homosexuales con monos.
      
Por  Emiliano Guido
 
Anochecía en Asunción el domingo pasado y en la red social del pajarito azul, el tuit más comentado ironizaba sobre el retorno de los colorados al Palacio López: “Paraguay, la nueva empresa de Cartes con más de 6 millones de empleados”. En menos de 140 caracteres el humor negro guaraní daba la bienvenida a un primer mandatario que está lejos de ser un desconocido para el electorado local. Ocurre que para los ciudadanos paraguayos el nuevo jefe de Estado no es sólo quién ahora ejerce el vértice del poder público sino más bien el hombre que representa la corporación empresarial más fuerte del vecino país. Evidentemente, Horacio Cartes, a quienes los medios internacionales bautizaron como el Carlos Slim paraguayo o el Berlusconi guaraní –por haber presidido el exitoso club de fútbol Libertad–, no es una cara difícil en el pago chico local. La sociedad paraguaya ya tomó las bebidas que comercializa el Grupo Cartes (gaseosa Pulp), fumó sus cigarrillos (Tabacalera del Este S.A.), vistió sus prendas (Sporting Life), cobró cheques o abrió plazos fijos en su estratégico Banco Amambay, comió las carnes que vende (Ganadera Sofía) y, quizás, hasta se trató la obesidad en uno de sus centros médicos (el mediático doctor Máximo Ravenna monitorea sus clínicas). Entonces, más allá de las bromas y el sarcasmo popular, ¿qué implica el retorno de los colorados al poder? ¿Retornará Asunción al Mercosur o será Paraguay el nuevo portaaviones del Comando Sur en un territorio clave por ser el corazón geopolítico del proceso de integración?
En principio, dentro de dos meses, en Montevideo, en el marco de la cumbre de jefes de Estado del bloque regional de la Cuenca del Plata, seguramente dejará de tener efecto la suspensión de la membrecía de Asunción por haber vulnerado la “cláusula democrática” en el inconstitucional golpe parlamentario contra Fernando Lugo y, por lo tanto, Paraguay retornará al Mercosur como socio pleno del organismo. Sin embargo, la tarjeta amarilla contra el vecino país podría seguir su curso si el gobierno del colorado Horacio Cartes no cumple con ciertos requisitos previos de buena vecindad. Por ejemplo, dar marcha atrás en el Congreso con “la declaración de persona no grata” contra el presidente venezolano Nicolás Maduro. Además, el segundo paso para recuperar la armonía regional es que el Senado paraguayo apruebe formalmente el ingreso de Caracas al Mercosur; un hecho legislativo que, incluso, estuvo bloqueado por colorados y liberales durante la gestión de Lugo.
En este sentido, Brasil y Argentina parecen estar haciendo el rol del policía malo y el policía bueno, respectivamente. Mientras la presidenta argentina felicitó a Cartes por su triunfo y lo invitó a “estar en el Mercosur, junto a todos nosotros como siempre. Democracia y Mercosur: la mejor fórmula”; el Palacio Itamaraty –según reveló esta semana el diario Folha de Sao Paulo– es menos renuente a darle el visto bueno al retorno paraguayo y, en consecuencia, la jefa de estado brasileña Dilma Rousseff “espera conocer cómo estará integrada la Cámara de Senadores para evaluar si se tendrán los votos necesarios para aprobar el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur. Para Brasil, el Partido Colorado debe utilizar la muerte de Hugo Chávez como un pretexto para romper la resistencia en el Congreso local”.
Por último, habría que aconsejarle al nuevo primer mandatario paraguayo que limite los pronunciamientos públicos de algunos diputados de la bancada oficialista. El último viernes, por ejemplo, el asesor de la diputada kirchnerista Stella Maris Córdoba, Ezequiel Guazzora, le recriminó por twitter al legislador electo Hugo Rubín el hecho de que haya maltratado a la presidenta argentina y al jefe de Estado uruguayo José Mujica –“¿Saben qué yo le respondo a Cristina y a Mujica? ¡Vayan al diablo! Vamos a pensar nosotros cuándo queremos volver al Mercosur”, había vociferado Rubín en una radio de su propiedad–, a lo que el mencionado parlamentario respondió a Guazzora con un insulto aún mayor al anterior: “@GuazzoraE @cfkargentina empleadito anda a cobrar el subsidio come gato”.
¿Por qué es tan importante que una economía tan pequeña como la paraguaya retorne al juego regional? Muy simple, porque en términos geopolíticos, Paraguay es una pieza que, en manos del Comando Sur norteamericano, puede ser una quinta columna estratégica para quebrar el proceso de integración. En ese sentido, hay que recordar que en Paraguay los estadounidenses ya cuentan con una base militar “dormida”, que en caso de ser reactivada puede alojar a los aviones de guerra más importantes del mundo. En el recomendable libro Territorios vigilados, de la periodista Telma Luzzani, hay información muy interesante y precisa al respecto: “La base Mariscal Estigarribia tiene una localización estratégica por estar a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia y Argentina, y a 320 de Brasil, muy cerca de la Triple Frontera. Tiene una pista de 3.500 metros de largo por 40 de ancho y una capacidad para acuartelar a 16 mil soldados. Se trata de la mejor pista de aterrizaje de Paraguay capaz de recibir aviones de gran porte como los C-5 Galaxy, pero con un tráfico aéreo casi nulo. Fue construida en tiempos del dictador Stroessner. Desde 2005 hay ejercicios militares y operaciones de las Special Operations Forces. También se denunció la presencia constante de supuestas misiones humanitarias de la Usaid y frecuentes aterrizajes de aviones norteamericanos con funcionarios estadounidenses y otros del ‘operativo de salud’ Medrete, lo que fue considerado por muchos sectores como un mecanismo de infiltración en la comunidad”.
¿Cuál será la agenda política y económica de Cartes en los primeros días de gobierno? Miradas al Sur trasladó este interrogante a Martín Almada, referente de los organismos de derechos humanos paraguayos, y al analista Abel Irala. La novedad, según dichos especialistas, es que el modelo de gestión clientelista y de economía semifeudal que siempre caracterizó al Partido Colorado se mantendría incólume en el primer aspecto pero no tanto en el segundo. Según Irala: “La apertura a nuevos tiempos y la modernización que se reclama desde Washington tiene que ver con crear un escenario favorable para la inversión extranjera, mantener una presión tributaria baja que favorezca al empresariado internacional, pero disminuir la corrupción y aumentar la recaudación estatal. Luego, lo mismo de siempre, Cartes gobernará para que el Paraguay siga ocupando el cuarto lugar de productor mundial de soja”. A su vez, Martín Almada es aún más pesimista y advierte que: “Seguirán los latifundios, la corrupción, la injusticia, el analfabetismo, el modelo político prebendario; seguirá en vigencia la doctrina de la seguridad nacional, la falta de atención medica y educación”.
Por otro lado, están todas las historias ocultas, semipúblicas o bastante comprobadas sobre cómo Cartes multiplicó su fortuna. En principio, el corresponsal de la agencia británica BBC resumió muy bien esta semana cuáles son las dos denuncias más fuertes que pesan sobre el nuevo presidente paraguayo: “La historia persigue a Cartes desde el año 2000 cuando las autoridades encontraron una avioneta con matrícula brasileña en su estancia con un cargamento de mediano tamaño de cocaína y marihuana. Otra acusación que enfrentó el empresario es la de lavado de dinero. Es dueño del Banco Amambay, que en 2004 fue investigado en Brasil por una comisión parlamentaria por presunto lavado de dinero, que se originó tras la publicación de una investigación periodística que se basada en informes de la Agencia Anti-Droga estadounidense (DEA, según sus siglas en inglés)”.
Ahora bien, quien quiera conocer en profundidad los negocios oscuros de Horacio Cartes debería leer el libro La otra cara de HC, del periodista paraguayo César Ávalos. Dicha obra, ignorada por los grandes medios paraguayos –los diarios ABC y Última Hora no publicaron ni una sola línea sobre la investigación de Ávalos– pero que, igualmente, es más popular que el tereré en las calles de Asunción –las primeras ediciones se vendieron en pocos días–, contiene detalles exclusivos sobre los orígenes mafiosos del Carlos Slim paraguayo. “De manera que la primera gran estafa de Cartes estaba en fabricar empresas, simular operaciones de compra en el exterior aprovechando un decreto por el que se podían conceder dólares preferenciales a 240 guaraníes (el precio en la calle estaba en 400 o más) los insumos que estaban destinados a dinamizar la agricultura (en los papeles llegamos a tener más tractores que la propia Unión Soviética, y cada ciudadano sería propietario por lo menos de 20 de ellos cada uno) abrir una cuenta en Estados Unidos, con la complicidad de bancos operantes para aligerar los trámites en connivencia con el propio Banco Central Paraguayo, venderlos en el mercado paralelo y embolsarse una suma que hasta hoy es incalculable”, escribe y denuncia Ávalos en un pasaje del libro que el propio autor subió a Internet como forma de romper la censura interna.
Por último, vale remarcar que las denuncias contra Cartes no sólo vienen por izquierda. Los últimos grandes caciques del Partido Colorado ya alertaron sobre el peligro que implicaba la centenaria maquinaria partidaria en manos del outsider tabacalero. El ex presidente paraguayo Nicanor Duarte advirtió que, con el ingreso de Cartes en la Asociación Nacional Republicana, comenzaba “la era de la pornografía política”. Y la presidenta del partido, Lilian Samaniego, aireó sus vínculos con el narcotráfico, pero ambos terminaron por conveniencia sumándose a su proyecto. Parece increíble pero es real. El nuevo presidente paraguayo advirtió que las “bailantas en los barrios” iba a ser su única política cultural y que, para lo que él respecta, “los homosexuales son como monos. Si mi hijo apoya el matrimonio igualitario, le pegó un tiro en las bolas”. Todo eso dijo Cartes y, en ningún momento, se puso colorado.
 
Ganar o perder
La paradojal elección de Fernando Lugo
 
Suena a cliché pero para hacer un balance de la elección hecha por el ex sacerdote tercermundista Fernando Lugo hay que hacer uso de la figura clásica del vaso medio lleno o medio vacío. Si se opta por una mirada pesimista hay que advertir que luego de ganar las anteriores elecciones presidenciales y de romper con seis décadas ininterrumpidas de poder colorado, el derrocado presidente paraguayo terminó en tercer lugar y a muchos puntos de los dos partidos principales. En cambio, una lectura más optimista subrayaría que, por primera vez en la historia paraguaya, una fuerza de izquierda, con un claro programa latinoamericanista y sin necesidad de armar alianzas con los partidos tradicionales –en la elección de 2008, Lugo ganó gracias a una sociedad con el conservador Partido Liberal, que luego lideró el golpe destituyente contra su investidura–, ganó varias bancas parlamentarias en Diputados y en Senadores. Incluso, este balance cobra más significado si se tiene en cuenta que el desempeño electoral pudo haber sido mucho mejor si el luguismo no llegaba a los comicios del domingo pasado fracturado en tres boletas partidarias.
Recapitulando, Lugo estuvo lejos de vencer a Horacio Cartes o al liberal y ex ministro de su gobierno Efraín Alegre pero su candidatura a senador superó las expectativas iniciales. Cosechó más del 10% de los votos; triplicó los números de quien lideraba la lista del Frente Guasú, el médico Aníbal Carrillo, y, por lo tanto, quedó ante la sociedad como el responsable de unir a los partidos críticos del bipartidismo local, como el ascendente Avanza País, cuyo candidato, el ex luguista y popular conductor televiso Mario Ferreiro, logró más del 5% de los sufragios. Quizá suene a poco comparado con el espacio institucional conquistado por las organizaciones sociales y populares del Cono Sur, pero hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo Paraguay fue considerado “el país más anticomunista del mundo”.
“La política del “poncho yuru” de Lugo (ubicarse en el centro, como la boca del poncho) no ahuyentó, sin embargo, los fantasmas que la burguesía paraguaya se hace sobre un tránsito de Paraguay hacia el comunismo de Evo Morales y Rafael Correa. En una oportunidad, se conoció un e-mail de un ganadero paraguayo en el que propone realizar una contribución entre sus pares empresariales para comprar armamentos, formar escuadrones e identificar
y matar comunistas. No es casual que en un país donde la izquierda fue perseguida y casi exterminada, el anticomunismo devino política de Estado. Por ejemplo, una gigantesca estatua del líder chino anticomunista Chiang Kai Chek quedó como recuerdo en la avenida del mismo nombre en plena Asunción”, recordó, en su momento, el periodista Pablo Stefanoni en un artículo para la revista latinoamericana Nueva Sociedad.

ESPAÑA: EL 27,16%, DESEMPLEADO

El presidente Mariano Rajoy asegura que se empieza a dejar atrás la crisis social. Mientras tanto, el desempleo alcanza ya a 6,2 millones de personas, lo que constituye un nuevo récord en la perdida de trabajo.
 
Por  Roberto Montoya
      
“El déficit exterior ha mejorado, las exportaciones han mejorado, la balanza de pagos ya está en superávit, la inversión extranjera ya está entrando en nuestro país, hoy los mercados se comportan mejor, ya nos estamos financiando a unos precios similares a los del año 2010, la prima de riesgo está bien.” Un Rajoy exultante daba esa respuesta a la oposición el miércoles pasado durante la sesión semanal de control al Gobierno en el Parlamento.
Sin embargo, el ciudadano de a pie no ve por ninguna parte esos brotes verdes. Un día después de esas declaraciones tan esperanzadoras del presidente llegaba el balde agua fría. Se publicaba la última Encuesta de Población Activa (EPA) y ésta mostraba que por primera vez España supera los 6,2 millones de desempleados, exactamente 6.220.700 personas, el 27,16% de la población activa, el nivel más alto de los 27 países miembro de la Unión Europea.
De ellos, según esa encuesta oficial, 3,4 millones lleva sin trabajo al menos un año. En el caso de los jóvenes españoles, el índice de desempleo alcanza ya el 57%.
Sólo en el primer trimestre de este año se han destruido 322.300 puestos de trabajo. En 19 de las 52 provincias españolas el desempleo supera el 30%, tres provincias más que un trimestre atrás. En 1,9 millón de hogares no entra salario ni subsidio alguno.
Después de haber prometido hace 15 meses, al llegar al poder, un retroceso significativo e irreversible del desempleo, Rajoy tuvo que admitir que durante su mandato de cuatro años se perderán al menos 1,3 millón de empleos.
Ahora asegura que cuando termine su mandato a inicios de 2016 el índice habrá bajado a 24,8%. De concretarse su previsión, supondría de cualquier forma dos puntos más que cuando llegó al poder.
Sólo 16.634.700 personas trabajan actualmente en España, de una población de 47 millones de personas. Y buena parte de los que cuentan con trabajo han tenido que aceptar la reducción de sus salarios, dejar de cobrar las horas extras y otros complementos.
La reforma laboral aprobada en febrero pasado por el Gobierno gracias a su mayoría absoluta, ha favorecido enormemente los despidos y ha afectado de lleno al empleo público. En el plazo de un año la Administración pública ha perdido 260.000 trabajadores.
“Que el mal dato no ciegue los buenos resultados”, pidió Carlos Floriano, vicesecretario general de Organización del PP.
La CEOE (confederación de la gran patronal) también salió también a suavizar las alarmantes cifras oficiales. “Sólo se ha destruido el 4,58% de los puestos de trabajo durante el primer trimestre de 2013, en vez del 4,78% del último trimestre de 2012”, dijo la CEOE, la gran beneficiaria de la reforma laboral y el abaratamiento de los despidos.
Tanto la gran patronal como el Gobierno sienten como una victoria que la troika –el FMI, la Unión Europea y el Banco Central Europeo– hayan concedido a Rajoy dos años más de plazo para conseguir que el déficit público baje del 10,3% actual al 3% en 2016.
La troika hizo esa concesión para evitar que España se viera obligada a ajustes aún más duros que produjeran “secuelas sociales indeseables”. Pero, al mismo tiempo, impuso al Gobierno Rajoy más recortes del gasto público, lo que, claro está, provocará precisamente esas “secuelas sociales indeseables”.
Y por ello el Consejo de Ministros del viernes pasado se apresuró a mostrar lo bien que cumple esos deberes. Para ello ha anunciado nuevas medidas. Una de ellas es la de prolongar hasta 2015 el aumento “temporal” del IRPF que poco tiempo atrás había asegurado que se aplicaría solo hasta 2014.
Asimismo, el gobierno creará una “comisión de expertos” para estudiar una segunda reforma de las pensiones. Rajoy pretende elevar hasta más allá de los 67 años actuales la edad de jubilación; aumentar igualmente el número de años de cotización, obstaculizar al máximo las prejubilaciones y eliminar el sistema vigente actualmente por el cual las pensiones al menos no perdían su valor, dado que anualmente se aumentaban en función del índice de inflación.
Las nuevas previsiones y medidas anunciadas han sido rechazadas frontalmente por las grandes centrales sindicales, que han convocado a los ciudadanos a salir masivamente a la calle el próximo 1º de mayo. Este jueves pasado unos 2.000 jóvenes antisistema convocados bajo el lema “Asedio al Parlamento” intentó derribar el doble muro de vallas que protege la sede del Parlamento, lo que dio lugar a choques con la policía antidisturbios, dejando un saldo de 26 heridos –la mitad de ellos policías.
El 15M, el movimiento de los indignados no respaldó este acto. La soberbia del Gobierno, que no escucha ninguna de las reivindicaciones de la calle, irrita cada vez más.
Medio millar de juristas han reclamado a Rajoy que cambie la Ley hipotecaria que ha permitido cientos de miles de desalojos de viviendas y negocios por no poder pagar las hipotecas a los bancos. No se ha dignado a responder.
El viernes, cinco grandes diarios europeos insertaron entre sus páginas un suplemento titulado “Europa” en el que analizaban la brecha cada vez mayor entre los países del sur y del norte de Europa, los más pobres y los más ricos, la Europa a dos velocidades.
En “Europa” se mostraba cómo la ineptitud de los líderes europeos y la dirección de la UE y del BCE para afrontar la crisis y proteger a sus ciudadanos ha hecho crecer cada vez más el “euroescepticismo” en un amplio sector de la población europea, el sentimiento de que la UE y el BCE, tal como son hoy día, sirven a la banca y el gran capital pero no a los ciudadanos.
Durante años, sólo sectores conservadores del Reino Unido, Finlandia, Letonia y partidos de ultraderecha de Francia, Austria y Holanda se reivindicaban “euroescépticos”. Hoy, la impotencia de los ciudadanos al no poder cambiar las instituciones centrales europeas que rigen en definitiva sus destinos, ha hecho crecer ese sentimiento, especialmente en aquellos países como Grecia, Chipre, Portugal o Francia, que viven en su piel las duras consecuencias sociales de los rescates de sus países.
 
Fuente: Miradas al Sur

miércoles, 29 de mayo de 2013

DESCUBREN QUE EL SABOR DE LA CERVEZA EXCITA A LOS HOMBRES

Según un estudio hecho en los EEUU, su consumo puede desencadenar la liberación de dopamina, un neurotransmisor de placer.
 
El sabor de la cerveza puede desencadenar la liberación en el cerebro de dopamina, el neurotransmisor cerebral ‘de la felicidad’, que está asociado históricamente con el consumo de bebidas y otras drogas. Así lo determinó un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, en Bloomington (Estados Unidos).
Los científicos analizaron a 49 hombres mediante dos pruebas: una al degustar la cerveza y otra al probar una bebida isotónica (Gatorade). Los escáneres mostraron una actividad significativamente más alta de dopamina cuando se degustaba cerveza que cuando se ingería la bebida deportiva.
Además, el efecto fue significativamente mayor entre los participantes con un historial familiar de alcoholismo, según las conclusiones de la investigación.
“Creemos que éste es el primer experimento en humanos que demuestra que el sabor de una bebida alcohólica sola, sin ningún tipo de efecto tóxico del alcohol, puede provocar esta actividad de la dopamina en los centros de recompensa del cerebro”, afirmó David A. Kareken, profesor de Neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana.
El mayor efecto en los participantes con parientes cercanos alcohólicos sugiere que la liberación de dopamina en respuesta a esas señales relacionadas con el alcohol puede ser un factor de riesgo hereditario para el alcoholismo, subrayó el doctor Kareken.
La investigación durante varias décadas ha vinculado la dopamina con el consumo de varias drogas, aunque los científicos tienen diferentes interpretaciones del papel del neurotransmisor.
Las señales sensoriales que están estrechamente asociadas con la intoxicación por drogas han sido durante mucho tiempo conocidas por provocar ansiedad e inducir a la recaída de alcohólicos en tratamiento de rehabilitación y muchos neurocientíficos creen que la dopamina juega un papel crítico.
Los participantes en el estudio recibieron una cantidad muy pequeña de su cerveza preferida, 15 mililitros, durante un período de tiempo de 15 minutos, lo que les permitió probar la cerveza sin dar lugar a ningún nivel detectable de alcohol en sangre o efecto intoxicante.
Los participantes, además, reportaron un deseo creciente de beber más cerveza tras la degustación, sin experimentar respuestas similares después de probar la bebida deportiva, a pesar de que muchos pensaban que Gatorade, en realidad, sabía mejor, resumió Brandon G. Oberlin, investigador postdoctoral y autor principal del artículo.

Fuente: Clarín

MADRES PORTEÑAS: PORQUE TE QUIERO A TI, PORQUE TE QUIERO

Desde la voz áspera de Pappo que gruñe “Nadie se atreva a tocar a mi vieja” hasta Lucía y Joaquín Galán que entonan “Madre, hoy te recuerdo más que nunca y mi corazón te busca”, o Los Nocheros que cantan “Mamá, mamá, es tanto lo que tú me das”: a las madres las veneran todos los géneros musicales.
 
Por: Karin Miller
 
Y es así porque, a pesar de las largas y poco económicas horas de terapia, de los llamados insistentes, de los comentarios poco felices sobre novios, maridos o esposas, de no haber estudiado ni medicina ni derecho, el amor de una madre, casi siempre, irreemplazable e incondicional.
Cada familia es un mundo y hay madres para todos los gustos y disgustos. Pero lo cierto es que la señora ama de casa de publicidad de la década del 60, que aparece en no pocos avisos de nuestra década, que no trabaja y que espera a sus hijos y a su marido con la comida todas las noches, no representa a la mayoría de las mujeres con hijos porteñas. En la ciudad de Buenos Aires, el 72,8% de las madres trabaja o busca trabajo activamente, y aporta alrededor de la mitad del ingreso total del hogar.
Eugenia tiene 34 años y desde hace nueve meses es mamá de Catalina. “Trabajo no sólo por lo económico sino también por sentirme útil, no me alcanzaría con ser mamá y nada más, menos viviendo en una ciudad como Buenos Aires”, cuenta. A veces le cuesta separarse de su hija, y al principio dejarla en el jardín maternal le daba mucha lástima. “Después me di cuenta de que lo disfruta muchísimo, de que la que sufre soy yo como madre, no ella como nena que va a un lugar donde le juegan, le cantan y la tratan bien”, explica.
Eugenia y su pareja se turnan para llevar y buscar a su hija al jardín, y los dos la cuidan. “Mi papá trabajaba, traía el sustento y jugaba con nosotros, pero nunca me cambió un pañal, o si lo hacía era por una emergencia; en cambio a Nacho le encanta bañarla, le cambia los pañales sin problemas, le da de comer, le corta la naranjita; al principio, como yo tenía la cesárea, el que se levantaba a la noche a atenderla era directamente él”, dice.
Con cuatro hijos varones que ya cumplieron todos más de 25, y dos nietos, Ana María dice: “Cuando era joven y mis amigas jugaban a la mamá, yo jugaba a la secretaria. Terminé la secundaria y me fui a trabajar aunque mi papá y mi mamá no querían, no era una Susanita típica de la época”. Ana María quería trabajar y ser independiente pero también quería tener hijos. Después de cuatro años de noviazgo se casó con Mila, su esposo, y nació Julián, el primero. “Me agarró un amor terrible y no tenía ganas de dejarlo con nadie, dejé de trabajar cuatro años, tuve a mi otro hijo. Hacíamos picnics, pasaba mucho tiempo con ellos, yo viví muy feliz. Cuando empezaron el jardín empecé a dar clases de contabilidad y tuve a los mellizos.”
Ana María supo de los tironeos entre la profesión y la maternidad pero laudó siempre para el mismo lado: “Si tenía que renunciar a una hora de clases porque no me combinaba, lo hacía; también me ayudaba mi mamá que venía dos días por semana. Era bastante trabajo, no había pañales descartables, teníamos que lavar uno por uno”, recuerda. Y reconoce: “Mila ayudaba bastante. Yo cociné siempre poco, en el reparto se lo dejé a él. De todas maneras, y eso que para la época era bastante colaborador, no es como ahora. Antes nos ocupábamos más nosotras”.
Sin duda, los padres hoy están más involucrados en la crianza que sus progenitores. Pero según la Fundación Observatorio de la Maternidad, el 60 por ciento de los cuidados siguen siendo brindados por las madres. Los padres se limitan al 20 por ciento y el resto es provisto por familiares, amigos y vecinos, vivan o no en el hogar. Del total de ese universo, el 75 por ciento de los cuidadores son mujeres, y sólo el 25 por ciento varones.
 
Madre se hace, no se nace
Adriana se deprimió mucho cuando los médicos le dijeron que sus ovarios habían dejado de funcionar. Al cuarto día se cansó de estar triste, pensó en adoptar y se inscribió, ella sola, en el Consejo del Menor. “Esperé cuatro años, tuve varias posibilidades fallidas porque quería que todo fuera absolutamente legal”, cuenta. Dos días después de su cumpleaños número 44 la llamaron para decirle que había una nena de un año y cinco meses esperándola. Hoy, su hija tiene dos cumpleaños. El segundo es el 30 de octubre, la fecha en la que Adriana se la llevó a su casa.
Adoptar un bebé en Buenos Aires es casi imposible: en 2011, se inscribieron en el Registro Civil sólo 237 adopciones, mientras que hay 1.200 familias inscriptas en el Registro de Adoptantes. Para Adriana, que adoptó a su hija hace 13 años, no sólo fueron difíciles los años de espera. Después descubrieran que su nena tenía osteomielitis -una infección de los huesos- y pasaron muchos días en consultorios médicos y hospitales. “Un día la tenía alzada y le hago naricita, una cosa que me salió espontáneamente, pero se ve que a ella no le habían hecho nunca, entonces me miró con cara rara, y ahora hacemos naricita cada vez que hacemos algo cariñoso”, cuenta y le brillan los ojos. “No soy ni metafísica ni esotérica, soy más bien escéptica, pero un día la estaba cambiando y la iba a agarrar y sentí una energía en el brazo que me hizo pensar que no podía no ser mi hija”, relata.
El caso de Daniela es bien distinto: tuvo a su hija cuando era una adolescente, a los 16 años. Hoy, Luzmila tiene cuatro años. “Me sentí obligada a madurar, porque ya no era una criatura, tenía una criatura a mi cargo. Al principio dejé de hacer casi todo pero ahora ella entiende mis tiempos; si tengo que salir salgo, si me tiene que acompañar me acompaña”, dice.
Hasta hace un año, Daniela vivió con el papá de Luzmila, pero ahora vive con su mamá y sus hermanos. “Cuando vivíamos juntos era una típica ama de casa, yo estudiaba y él trabajaba, me encargué siempre de la nena.” Nada fue parecido a lo que decían las revistas. Le costó amamantar en público: “Tuve que perder esa vergüenza, el doctor me decía ‘esto es demanda libre, vos le tenés que dar cuando ella te pide, tenés que pelar la teta aunque estés en el colectivo o en clase’”. Daniela dice que se propuso ser mejor madre que su mamá, superar lo que recibió aunque entendía que sus padres trabajaban “pero fueron muy ausentes y no quería que mi hija sintiera lo mismo”. Así que va a todas las reuniones, hace todos los monigotes y es “una suerte de Utilísima para el jardín. Este año, por ejemplo me mandaron a hacer un caballito, lo hice y quedó muy bien. Era el más lindo, lo hice rosado y se peleaban todas las nenas por él”, explica.
 
Tiempo al tiempo
Las porteñas han ido retrasando el momento de la maternidad: aunque la edad promedio de tener el primer hijo es de 25,6 años, si sólo se considera a las actuales madres primerizas éstas ya llegan a los 31,4 años. La educación, el trabajo, los proyectos profesionales se imponen sobre la idea de una mujer cuyo objetivo vital es exclusivamente ser madre.
Mariana tiene tres chicos. La primera nació a sus 29 años cuando llevaba tres años de noviazgo. “Primero nos pintó viajar, trabajar, hacer otras cosas, y en otro momento no estuvimos tan bien económicamente como para ampliar la familia”, señala.
“Me divertí un montón cuando era chica, tuve novios, vida nocturna, tiempo para trabajar hasta las 10 de la noche. Hoy, aunque tenga tres hijos, sigo saliendo con mis amigas. Me encanta juntarme, lo que ya no me dan ganas es de ir a un boliche, disfruto de otras cosas. No fui mamá a los 22, que me podría haber pasado, entonces tuve tiempo para todo”, explica.
A Mariana le encanta trabajar y dice que lo necesita “para estar contenta y alegre en mi casa también, tener una vida, hablar con adultos”.
Aunque admite que es cansador, disfruta de estar con sus hijos y asegura que nunca vio la maternidad como un sacrificio, que criarlos la divierte mucho: “Mis hijos duermen en mi cama, se pasan a la noche, pasean por los pasillos, todos quieren hacer pis, todos quieren tomar agua, todos tienen algo para pedir pero me río”.
En algo coinciden todas las madres, tengan el número de hijos que tenga, sean más jóvenes o más viejas: desde el momento en el que nacieron los chicos nada fue igual. Los horarios cambian, la noche desaparece y dormir ocho horas es una hazaña imposible. La vida gira, un poco más o un poco menos, en torno a los hijos. Y sí, es extenuante cambiar pañales, preparar mochilas, llevar y traer nenes de un lado a otro. Pero los chicos aprenden a hablar, a abrazar y a reír. Y al final del día, para ellas, vale la pena.

Fuente: Diario Z

BUENOS AIRES QUIERE VERDE

La Ciudad está lejos del estándar mundial: habría que hacer más de 100 plazas nuevas.

Por Miguel Jurado.

No se de dónde, un día, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dictaminó que cada persona necesita entre 10 y 15 metros cuadrados de verde para vivir bien en la ciudad. Eso sería como que cada uno tuviera la superficie de una habitación de 4 por 4 metros (hoy diría, bastante grande) convertida en jardín. Así, en casa, que somos cinco, nuestra necesidad de espacio verde llegaría a los 75 metros cuadrados. Un lindo jardín de casi 8 por 9 que Amanda (5) disfrutaría mucho, mi mujer agradecería; Joaquín (20) y Emilio (23) ignorarían por completo, y yo bendeciría en cada asado para odiarlo cuando llegara el momento de cortar el pasto.

Claro que la OMS no habla de que “yo” necesito un jardín en mi casa, sino de que las ciudades tienen que tener una cantidad determinada de espacio verde según la cantidad de habitantes que posean. Y en eso, Buenos Aires está muy mal. Fijate que algunos especialistas hicieron un ranking rápido con los parámetros de la OMS y les dio que Curitiba, en Brasil, es la ciudad con más verde por habitante (52 m2), Nueva York está bastante bien (23,1), París y Santiago de Chile, dentro de los límites (11,5 y 10, respectivamente) y Buenos Aires a la cola con 1,9 metro cuadrado de verde por pera. ¡Increíble! Si hasta México DF y San Pablo, que están mal, califican mejor que nosotros. Así se entiende que los vecinos porteños no se cansen de pedir más parques públicos.

Ojo, tengo que ser sincero: todos los datos son muy volátiles. El mínimo de verde que prescribe la OMS es variable (algunos hasta lo consideran de 9 m2 de verde por persona). Además, se parece más a un mito urbano o a una tradición oral que a una investigación dura. Yo, por ejemplo, hasta ahora, nunca leí un informe oficial que respalde el estándar que, dicen, establece esa organización. Por otra parte, para algunos especialistas, la performance de Buenos Aires en cuanto a verde y gente está entre 2,97 y 3,9 m2 de verdura por persona, lo que no es mucho, pero es mejor que el 1,9 del cálculo anterior.

De todos modos: no hagamos historia por moneditas. Si a la Capital le sumamos el conurbano, en donde hay menos de un metro cuadrado de verde por cabeza, la situación es ca-tas-tró-fi-ca.

Ahora, vos me dirás que si a Buenos Aires le falta verde, no se nota. Y puede ser, porque las más de mil cien hectáreas de parques y plazas porteños están mal distribuidos, sobran en algunos barrios y faltan en otros.

La arquitecta María Emilia Pérsico publicó una propuesta para mejorar el verde de Buenos Aires en base a parques lineales. Para eso, investigó cuánto vegetal le falta a la ciudad. Según su cálculo, para cumplir con lo mínimo que pide la OMS habría que construir unos cinco Bosques de Palermo (Parque Tres de Febrero).

Pero eso no es todo, la gente necesita que el verde le quede cerca y según la investigación de Pérsico, lo ideal sería que las plazas no estén a más de 500 metros una de otra. Para eso, Buenos Aires requeriría de unas 100 nuevas manzanas parquizadas, ubicadas en lugares estratégicos. Por otro lado, como algunos barrios porteños tienen una densidad muy grande, necesitarían un mayor aporte de espacios públicos. Así, en barrios como Recoleta, Retiro, San Nicolás, Monserrat, San Telmo, Caballito, Almagro o Villa Crespo se tendrían que fundar unas 163 plazas nuevas.

Pero la gota que rebasa el vaso es la contaminación urbana. Según Pérsico, para bajar un 5% la contaminación anual de Buenos Aires se necesitaría un bosque de 26 mil hectáreas, un poco más grande que la propia ciudad. ¡Olvidate! Así no vamos a clasificar nunca al campeonato mundial de la sustentabilidad.
 
Fuente: Clarín

FRANCISCO Y EL MANDATO DE JUSTICIA SOCIAL

Por Alberto E. Barbieri

El Papa, profundizando en la doctrina social de la Iglesia, ha rechazado la explotación de los trabajadores y la reducción del mercado laboral. Para lograr una auténtica paz social, la política económica debe promover la ampliación de las actividades productivas y la equidad distributiva.
 
¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas? En los libros figuran sólo nombres de reyes. ¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra? (Berthold Brecht- Cuentos de Almanaque- Preguntas de un obrero que lee)
La enseñanza social de la Iglesia no es un conjunto rígido de principios sino una guía para la acción, que sigue los pasos metodológicos del ver (comprender), juzgar (discernir desde principios y valores) y fundar una acción. Se encuentra en el punto de cruce entre los aportes de las ciencias sociales y la perspectiva que abre el Evangelio.
El Papa, en el Día del Trabajador, criticó la concepción economicista de la sociedad, se indignó “contra el trabajo esclavo” y con la práctica de “no pagar lo justo, no dar trabajo porque solo se miran los balances de las empresas y lo que se puede aprovechar”.
Una sociedad no es justa cuando está organizada de modo tal que no todos tienen la posibilidad de trabajar y requirió de los responsables de la cosa pública “todos los esfuerzos para dar de nuevo impulso a la ocupación y por la dignidad de la persona”. Juan Pablo II, hablando ante los empresarios en el Luna Park en abril de 1987, los interrogó con simpática picardía: “¿Ustedes realmente entienden lo que les estoy diciendo?” Meses después, Pugliese, Ministro de Economía, confirmó que aquellos empresarios no lo estaban entendiendo, cuando expresó: “Apelé al corazón y me contestaron con el bolsillo”. La teoría económica se apoya sobre dos factores de la producción – el capital y el trabajo – que tienen sentido en conjunto; la exacerbación del “economicismo” los diferenció, considerando sólo el “beneficio” como motor de la asignación de los recursos y de la producción, descuidando que toda actividad económica debería estar al servicio del hombre. Las ganancias no deberían tener como único objetivo el incremento del capital, sino que han de destinarse también, con sentido social, a mejorar el salario y a la capacitación técnica y a la investigación.
En la Encíclica Laborem Exercens (1981), se plantea que esa antinomia entre trabajo y capital “no tiene su origen en la estructura del mismo proceso de producción, y ni siquiera en la del proceso económico en general porque en sus orígenes existe una compenetración recíproca entre el trabajo y lo que estamos acostumbrados a llamar el capital”. El hombre-trabajador, primitivo o ultramoderno, demuestra su vinculación indisoluble con la formación del capital, “ya con su trabajo entra en un doble patrimonio, el que ha sido dado a todos los hombres con los recursos de la naturaleza y el que ya han elaborado anteriormente sobre la base de estos recursos: el hombre, trabajando, al mismo tiempo reemplaza en el trabajo a los demás”.
El trabajo considerado como mercancía, cuyo valor los determina el mercado, condiciona la política económica y la paz social; si no es concebido como fundamento digno de promoción humana, las instituciones laborales se convierten en banderas del conflicto intersectorial y no en principios básicos del funcionamiento social.
Cuando se invierte el planteo y lo esencial es preservar la fuente de trabajo, la política económica se instrumenta para la reapertura de las actividades productivas y no para su cese. Si bien es “justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”, también la empresa, la poseedora de los bienes de la producción, tiene un derecho de ser retribuido por su aporte a la sociedad y un deber de producir.
En ese contexto es que todos tenemos la obligación de seguir un viejo apotegma que nos indicaba que primero la Patria, luego las organizaciones y por último el provecho personal, lo que implica aceptar cada uno la responsabilidad que tenemos sobre el desarrollo económico equitativamente distribuido. Que la oportunidad que Dios nos ha dado de estar en una posición privilegiada no nos ponga en la soberbia de creer que tenemos más derechos a aprovecharnos del conjunto en lugar de hacer algo por el colectivo social.
Fuente: Clarín

AIRE TUMBERO EN SAN TELMO

El Museo Penitenciario, a metro de la Plaza Dorrego.

Por: Diego Sasturain
 
San Telmo es uno de los barrios turísticos por excelencia de esta querida ciudad. En los últimos diez años florecieron en la zona hostels al por mayor, los precios de la propiedad subieron y ya no es aquel barrio bohemio y barato, aunque algo de eso aflore de tanto en tanto. Los domingos, la zona vive su día de gloria comercial. El tango y el gaucho, el arrabal y la pampa -igualmente míticos- conviven con las antigüedades de tradición europea. Pero siempre hay un hueco entre los estereotipos.
La esquina más cotizada de la feria es la de Humberto 1º y Defensa. Allí, eternos bailarines reproducen al infinito una coreografía tanguera. A media cuadra, al lado de la iglesia de San Pedro Telmo, el visitante entra en otro mundo, un viejo edificio colonial, de las pocas construcciones del siglo XVIII que quedan en la ciudad. Con la bienvenida, un folleto (impreso en azul y gris, los colores de la fuerza) le explica que está en el Museo penitenciario. Es gratis.
Si el visitante tiene buen comportamiento, abrirá el folleto y seguirá el recorrido que propone. Pero, como no hay guardias ni guías, puede hacer lo que quiera: hablar en voz alta, sacar fotos sin restricción alguna y hasta tomar cerveza. Lo primero es informarse: este antiguo colegio jesuita fue, desde fines del siglo XVIII, “Casa de meretrices y mujeres abandonadas”, en 1822 pasó a la órbita estatal y fue, hasta la inauguración del la Penitenciaría Nacional hospicio de enfermos mentales, cárcel de deudores, de menores y asilo correccional de mujeres.
En la sala “De doctrinas y doctrinarios” se puede ver el escritorio que usaba José Ingenieros en el Anexo Psiquiátrico de la Penitenciaría Nacional. Al lado, una foto de Roberto Pettinato (padre) en el primer congreso de las Naciones Unidas sobre el tema. Si pasó de largo, la sala inicial “Actualidad penitenciaria”, paradójicamente lo pondrá al tanto del pasado del edificio: máquinas de coser y prontuarios de las internas.
Si avanza, se encontrará con objetos de lo más variado: un imponente escritorio de madera tallada que fue “regalo” de los presos del penal de Ushuaia al presidente Ortiz (1938-42), unas fantasmales figuras de cerámica que muestran los castigos físicos de la época colonial -y se supone que un poco más en el tiempo también- como el cepo, el garrote vil, etc. La sala “Cárceles emblemáticas” -custodiada por un oficial de cartapesta tamaño natural- exhibe los grilletes que usaban los presos de Ushuaia: “Se los ponían en los pies”, dice un visitante. “¡Qué cruel”, responde su mujer y agrega: “Igual, a algunos les pondría yo… ” En un rincón, se puede ver también la silla de fusilamiento y un cartel a su lado menciona a Simón Radowitzky, Severino Di Giovanni y al general Valle. Se supone que no es esa silla, ni la única silla, si no una silla.
“Con cualquier cosa inventaban…”, la sala “De fabricación casera” suscita más comentarios. Facas varias: “Te lo clavan en un ojo y…”, juegos de naipes dibujados, un zapato con taco hueco, pipas para fumar marihuana, máquinas de tatuar y hasta una escopeta, también “casera”. Es todo “artesanal”, incautado y catalogado por el servicio y observado por los visitantes. Al final del recorrido, del pasillo, de la galería -todas las palabras suenan muy cargadas, a eufemismo-, hay dos celdas recreadas: en la de la cárcel de Caseros, un maniquí se aferra a la reja de su celda, decorada con motivos tumberos poco logrados. La del Cabildo, más amplia, está vacía. Un zumbido eléctrico, -accidental o deliberado- que evoca una máquina de tatuar. Todo puede reproducirse.
Después del paseo, se siente el deseo intenso de salir al patio y descansar un poco, pero no hay dónde sentarse. El espacio está adornado con gigantografías de afiches de Mercedes Sosa: en Japón, en Finlandia…, restos de algún evento. A la salida, el señor de la puerta dice que los domingos visitan el lugar más de mil personas. Llevan la cuenta como en el truco: trazando palitos hasta formar cuadraditos con una diagonal que suma cinco. Así, las personas van pasando y siguen con el paseo: a tomar algo, ver un espectáculo callejero y comprar un souvenir. Y aquí no ha pasado nada.
 
Humberto 1º 378. Jueves a domingos de 14 a 18 horas. Entrada libre.

Fuente: Diario Z

"LAS BANDAS ESTAN MAS INTERESADAS EN EL DINERO Y LA FAMA"

Entrevista a Joe Cocker. El artista británico presenta su último disco Hard Knocks. Con más de 40 años de trayectoria confiesa que los hombres le agradecen “You Can Leave Your Hat On”, que no entiende el rap y que cuando él comenzó en los ’60 la música era un ámbito de libertad.
 
Por Zoltan J. Szep
 
 
 

Es el cantante de ”You Can Leave Your Hat On”, el tema que funcionó como telón de fondo de una de las escenas más famosas del cine de Hollywood: el inolvidable streaptease de Kim Basinger en Nueve semanas y media. Desde ese momento, la voz de Joe Cocker se volvió masiva e inconfundible. A los 66 años, este músico de blues, soul, rock y baladas disfruta de un público multigeneracional.
 
 
–Ya llevas 51 años de carrera. ¿Tenés pensado hacer un festejo cuando llegues al aniversario 60?
–Seguramente, espero poder hacerlo. Tengo 66 años y por el momento no tengo planes de parar.
Muchas cosas cambiaron desde que empezaste a hacer música. ¿Cómo ves estos cambios? ¿Cuál es tu opinión acerca de iTunes y la era del download desde Internet?
–Todas las generaciones tienen que lidiar con cambios, pero para nosotros que crecimos en la década del ’60, creo que estuvimos en un momento especial. Con la guerra y el movimiento hippie, la música fue como una especie de nueva libertad. Pareciera que todo el mundo que conocí era rock and roller y todos creaban música. Si te ponés a comparar ambos momentos, me parece que ahora es más difícil poder conseguir tracción en la música. Es más complicado poder crear tu música, trabajar el arte, sin lugares para poder tocar. Hoy en día parece que las bandas están más interesadas en el dinero y la fama.
–¿Cómo fue la elección de los compositores para tus canciones de tu nuevo álbum ?¿Y los músicos? ¿Cómo seleccionaste las canciones?
–Desde nuestra primera reunión con Matt Serletic supe que él era la persona para producir el disco. Matt tiene su propio estudio y trabaja con un equipo de escritores, así que mandamos un memo al equipo y las canciones comenzaron a aparecer. Matt también participó y escribió algunas. Luego agarramos los temas que nos gustaron y los llevamos al estudio. Matt también tiene un grupo de músicos con los que trabaja como Ray Parker Jr, Tim Pierce, Jamie Muhoberac, quienes estuvieron perfecto en las sesiones.
–Desde el título del disco hasta la gran mayoría de las canciones suena todo muy moderno. ¿Hubo canciones que fueron difíciles de identificar? ¿Te involucraste en el proceso de escritura o simplemente hiciste algunos cambios al final?
–Intentamos hacer un álbum fresco pero siempre respetar mi estilo R&B. La canción ”Get On” fue una de las más difíciles, estaba por encima de mis posibilidades, con tantas letras me llevó un tiempo acomodarme y sentirme bien con ellas y poder incluir mi nombre. Pero finalmente tuvimos buenas tomas y creo que salió todo bien. Los últimos shows los comenzamos con ese tema.
–Más allá de tu carrera como solista, también sos conocido por los duetos, pero no hay ninguno de ellos en este álbum. ¿Por qué? 
–Este es el primer disco que puedo recordar que no hayamos usado un cover y es porque Matt quiso utilizar todo el material nuevo con el que contábamos, además este disco no está hecho para duetos.
 
–Tu último tour fue un éxito, tuviste que agregar nuevas funciones. ¿Cómo te sentís siendo tan popular y llenando grandes estadios? ¿Tenés algún objetivo dentro del campo de la música?
–Creo que podes decirme “Señor Suerte” porque después de 40 años sigo realizando presentaciones. No tengo idea por qué sigue pasando esto pero yo estoy muy feliz al respecto. Me encanta realizar este tipo de presentaciones, al fin y al cabo este es mi trabajo, hacer canciones. Mientras los fans sigan yendo a los shows, yo seguiré realizando giras.
–Te mudaste hace un par de años a Colorado. ¿Cuánto cambió tu vida, tus intereses, tu música el hecho de vivir en los Estados Unidos? ¿Te acercó más a las raíces del blues?
–Estuve viviendo en los Estados Unidos por más de 40 años. Volví a Sheffield (Gran Bretaña) por un tiempo hasta que mi padre falleció hace un par de años. Ahora solamente me quedan amigos allí. Colorado es espectacular, para mí es mi lugar de retiro, luego de tantos viajes, hoteles, entrevistas, encuentro la paz ahí. Amo salir a caminar con mis perros y salgo por horas sin ver a una sola persona. 
–¿Qué es lo que más extrañás cuando salís de gira? ¿Qué significa salir de gira luego de estar 40 años en el negocio de la música?
–Cuando estoy de gira extraño a mi mujer Pam y mis perros, y la comodidad de un hogar, pero me encanta salir de gira, y tocar en nuevos lugares. Amo conocer nuevos lugares, sitios que nunca fui antes, me resulta encantador. 
–¿Escuchas la música de otros autores? ¿Cuales son tus temas preferidos?
–Escucho muy pocos temas nuevos. No entiendo de rap. Me quedo con mi viejo blues y el R&B records. Me emociono mucho cuando escucho a Ray Charles, Marvin Gaye y Aretha. Eso es música para mí. 
–Sos reconocido por poseer una voz única. ¿Pensás que hay algún artista nuevo que tenga, al igual que vos, una voz de este estilo?
–Dejame pensar... No, realmente no se me ocurre alguien. 
–¿Porqué te gusta hacer reversiones de temas?
–Me gusta encontrar un cover que me atraiga y me haga sentir que es propio. Me parece muy divertido. 
–Uno de tus más grandes éxitos, si no es el más grande, es “You Can Leave Your Hat On” ¿Cómo nació esta canción? 
–La cancion surgió por la película Nueve Semanas y media. Es un tema de Randy Newman. La producción me la acercó y cuando escuche la versión de Randy era más lenta. Hicimos algunos arreglos y con la escena de Kim Basinger era imposible que salga mal. Todavía es una buena escena para ver. 
–Probablemente con esta canción y con “You Are So Beautiful” fuiste el favorito de las mujeres.
¿Qué le sugerís a los jóvenes hombres para que tengan éxito con las mujeres?
–Recibo más saludos de parte de los hombres gracias a “You Can Leave Your Hat On”. “You Are So Beautiful” era el tema preferido de mi madre, es una de mis canciones favoritas, me encanta poder tocarla en vivo y cada interpretación es diferente.
–Tengo entendido que hay muchas historias familiares sobre tu apodo Joe. ¿Cuál es la verdadera?
–La verdadera es que cuando era chico me encantaba jugar a los vaqueros, y mis parientes me empezaron a llamar “el vaquero Joe”. Desde ese momento que nadie me llama John. 
–También sos conocido por tus tareas de caridad ¿Tenés una fundación para chicos? ¿Cuáles son los principales objetivos?
–En nuestra comunidad de Crawford Color, tanto Pam como yo tratamos de ayudar a los chicos menos afortunados. Donamos computadoras a colegios, becas, viajes, y cualquier tipo de equipamiento deportivo que los chicos necesiten. Tratamos de devolver lo más que podemos a la comunidad.  <
 Carrera de éxito y reconocidas versiones
 Consagrado mundialmente como una de las mejores voces de todas las épocas, Joe Cocker lleva más de 40 años en el negocio de la música, ha editado 21 álbumes de estudio y cuatro en vivo y es la voz de éxitos tales como “Unchain My Heart” “You Can Leave Your Hat On”, “You Are So Beautiful”, “When The Night Comes” y “Feels like Forever”, entre tantas canciones que marcaron a distintas generaciones.
Cocker no es sólo una leyenda musical, sino uno de los artistas populares más exitosos de las últimas cuatro décadas: vendió millones de discos y fue galardonado con premios Grammy, Golden Globe y Oscar, entre otros. En los Estados Unidos se ha convertido en un artista tan importante que existe Radio Cocker, una emisora que transmite sus temas las 24 horas del día.
Joe Cocker inició su carrera musical en su ciudad natal (Sheffield, Inglaterra) participando desde los 15 años en algunas pequeñas bandas como The Avengers y Big Blues. Después de algunos éxitos menores, tuvo su momento de esplendor con una versión innovadora de “With a Little Help from My Friends”, tema de The Beatles en el que incorporó al guitarrista principal de Led Zeppelin, Jimmy Page, y con el cual lideró la lista de singles de Gran Bretaña en noviembre de 1968 durante una semana.
En 1969, a los 25 años, participó en el Festival de Woodstock, donde interpretó “Delta Lady”, “Something is Goin On”, “Let’s Go Get Stoned”, “Shall Be Release” y “With a Little Help from My Friends”, tema que hizo de una manera única e inconfundible y lo convirtió en una leyenda mundial. Los críticos todavía citan su voz como una de las mejores voces “blancas” de todos los tiempos.
Cocker logró su segundo éxito en Gran Bretaña con la canción de León Russell “Delta Lady”. y otra vez fue reconocido con sus versiones de The Beatles, en especial en 1970 con “She Came in Through the Bathroom Window” del álbum Abbey Road.
Su último disco Hard Knocks es una verdadera apuesta. “Quería grabar algo moderno. Yo sabía que tenía que competir con jóvenes de 25 años, sé que no soy Green Day ni nada por estilo, pero sentí una buena vibra”, dice el mítico cantante. 
 
Fuente: Tiempo Argentino.


INCONSCIENTE COLECTIVO

El 5 de abril de 2011 una joven estudiante de Psicología denunció que una red de trata de mujeres intentó raptarla cerca de la facultad. Su familia y alumnas universitarias salieron a la calle a reclamar acciones contra el rapto de mujeres y la connivencia policial en una presunta zona liberada por las calles de Once. Alumnos de la UBA y del IUNA realizaron una marcha denunciando a la policía. La hermana de la víctima contó sus miedos, pero también acerca de su decisión de luchar para que no intenten secuestrar a ninguna chica más.
 

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 Por Luciana Peker
 
El martes 5 de abril, alrededor de las 21.15, en Hipólito Yrigoyen, casi en la esquina de Castro Barros, ella salía de estudiar en la Facultad de Psicología. Ella –que pide no ser identificada porque ahora el miedo pisa los talones de cada uno de sus pasos cotidianos y podemos llamarla Tamara– venía de donde venía siempre e iba a su casa, también, como siempre. Y, como siempre, tenía la precaución de caminar mientras hablaba por teléfono con su mamá, quien a pesar de vivir en Bahía Blanca la seguía cuidando con el oído puesto en el latido de sus pasos.
Es martes. Es tarde. La semana recién empieza a girar. Y, a pesar del cansancio, ella se pone en alerta cuando ve una camioneta estacionada en la esquina. Deja de hablar. Empieza a acelerar el paso. Y el apuro la choca con dos hombres. Uno la toma de las axilas y otro de las piernas. La camioneta que estaba en la esquina retrocede hasta donde ella está retenida por esas cuatro manos que la atajan. Intentan meterla adentro de la camioneta. El teléfono se corta. Su mamá escucha sólo el silencio. Pero ella sí usa su voz como herramienta y grita. Y aunque la retienen las manos de los dos hombres intenta salirse. Manotea, grita, patalea. Se resiste. Y logra escapar.
“Le da un manotazo a uno y ahí es cuando logra zafar y sale corriendo. Corrió, corrió y corrió hasta que llegó a mi casa”, relata la hermana de la víctima. También pide ser anónima –para no poner en riesgo a la joven agredida que las autoridades judiciales no saben si fue elegida al voleo o ya estaba marcada– como una manera de protección.
Sin nombres. Pero no callada. “Yo asumí un compromiso y lo voy a seguir”, dice su hermana mayor (que podría llamarse Patricia), con la experiencia de vivir en Buenos Aires hace diez años, con la convicción de no creer más que la trata de mujeres es un problema de las que caminan en la vereda de enfrente y, a la vez, con la desorientación de quien quiere gritar pero no sabe a dónde ir y quién la va a escuchar.
Como Tamara, que siempre que caminaba de noche hablaba por teléfono con su mamá o una amiga como una forma de protección. No alcanzó. Pero no se trata de la inseguridad que relatan los diarios sino de un relato que la sociedad no termina de creer, ni de interpelar. Aunque está empezando a hacerse eco. El martes 31 de mayo alumnos/as de la Universidad de Buenos Aires y del IUNA –en donde también alumnas denunciaron posibles intentos de rapto– marcharon desde Sánchez de Loria y Rivadavia hacia la comisaría octava, en Urquiza al 500, denunciando connivencia policial con redes de trata de mujeres.

¿Por qué ustedes creen que a Tamara no la intentaron robar sino raptar?

Patricia: –La cartera se la manotearon pero la dejaron tirada en la vereda. De hecho, mi hermana cuando sale corriendo agarra la cartera. Si le hubieran querido robar lo primero que agarran es la cartera. El celular se lo quedaron porque ella lo larga. Pero nada más. Las pertenencias se las dejaron. Y si la hubieran metido en la camioneta la cartera quedaba tirada en la vereda. Por eso creemos que fue un intento de raptarla para trata de mujeres y no de un simple robo.

¿Cuando sale corriendo no la vuelven a agarrar?

P.: –No.

¿Qué es lo que la salva?

P.: –Tantos manoteos y forcejeos.

¿Vos y tu familia creen que la quisieron raptar para llevarla a una red de trata?

P: –Sí. De hecho, no le quisieron robar. Y un secuestro para pedir dinero es raro. ¿Cómo saben si atrás de esa persona hay una familia que pueda responder económicamente? Tampoco me cierra que a una chica joven que sale de estudiar de la Universidad de Buenos Aires la lleven a recorrer cajeros. Por ahí nos equivocamos. Pero a mí me cierra más la hipótesis de la trata de personas. Además, cuando empezamos a denunciar lo que sucedió otras chicas contaron que les había pasado lo mismo. Una alumna de la Facultad de Psicología vivió la misma situación, hace un mes, también cuando caminaba sobre Hipólito Yrigoyen.

El caso de Florencia Pennacchi es el único en donde una joven desaparecida era estudiante universitaria. ¿Por qué creen que ahora podrían estar buscando alumnas de Psicología para esclavizarlas sexualmente?

P.: –Quizá fueron a buscar a alguien que es del interior y cuya familia no está acá. Si es así, se puede comprobar que las organizaciones de trata realizaron un seguimiento antes del intento de rapto para saber de quién se trataba.

¿Qué pasa con la causa judicial de tu hermana?

P.: –En la comisaría no caratularon la causa como intento de secuestro sino como robo porque perdió el celular.

¿Tienen sospechas sobre la policía?

P.: –A mi mamá le dijeron que quizás haya sido en una zona liberada por la policía para ejercer este tipo de delitos y que mi hermana haya estado marcada. Pero eso no se va a comprobar nunca. Igualmente, nos dieron unas medidas de protección para seguir por lo menos por un año.

¿Cómo está tu hermana?

P.: –Ella sabe lo que pasó, es consciente de que es gravísimo pero no quiere seguir hablando del tema. Ahora va a todos lados acompañada y tiene su vida cambiada. Yo creo que es imposible que su vida sea igual a la de antes. Y la verdad no sé qué pasaría si se la hubieran llevado...

¿Te quedaste muy asustada?

P.: –A mí me cambió la vida. Vivo pendiente de mi hermana y la voy a buscar a todos lados. Suena egoísta pero una abre los ojos cuando le pasa. Fue un susto, pero gracias a Dios mi hermana está con nosotras. Pero ahora no voy a dejar de hablar del tema porque si no van a secuestrar a otras chicas.

¿En tu familia habían oído hablar de trata de mujeres?

P.: –Sí, habíamos oído hablar por lo que veíamos en la televisión. Sabíamos que existía, pero nos empezamos a involucrar recién ahora. Hasta que no te toca de cerca no tomás conciencia real. Yo pensé que les pasaba sólo a las chicas que traían engañadas con una promesa de trabajo y sabía del caso de Florencia, pero nunca creí que podía pasar tan cerca de mi casa. Ahora me doy cuenta de que le pudo haber pasado a mi hermana, a una amiga o a cualquiera.
 
Fuente: Las 12

ENTRE SPINOZZA Y HOBBES O EL MIEDO, LA INSEGURIDAD Y LA POLITICA

El filósofo Ricardo Forster analiza la continua presencia del miedo en el pensamiento político moderno para explicar cómo en torno de la “inseguridad” se movilizan ahora los recursos materiales y simbólicos de una derecha que busca motorizar los “reflejos” regresivos de la sociedad. Y advierte sobre el papel de los medios.

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 Por Ricardo Forster *
 
1 La agenda de los medios de comunicación es recurrente y cíclica; ciertos temas regresan a escena cuando es necesario atizar en amplios sectores de la población la insoportable sensación de una inseguridad creciente que se asocia, en el imaginario colectivo incentivado por los lenguajes mediáticos, con el miedo. Esa antigua pasión que acompaña a los hombres desde la lejanía de los tiempos ha sido eje de un debate fundacional de la política moderna allí donde ha trazado las diferencias centrales entre un proyecto fundado en la utilización astuta del miedo a la inseguridad como fuente de legitimidad del poder público asentado en el uso discrecional/jurídico de la coerción y de la violencia y aquel otro que destacó que esa pasión negativa lo que impulsaba era un aumento del sometimiento de los individuos y un claro cercenamiento de su libertad.
El filósofo italiano Remo Bodei despliega en su excelente Geometría de las pasiones una decisiva contraposición entre las dos líneas maestras del pensamiento inaugural de lo político moderno, mostrando los caminos bifurcados que se abrieron a partir de las interpretaciones enfrentadas que en torno del “miedo” como pasión se expresaron en Baruch Spinoza y Thomas Hobbes a mediados del siglo XVII. El miedo, según lo aborda el judío holandés, como pasión negativa, como anclaje en un orden de la sumisión que impide a los seres humanos elegir su camino y que los conduce a la ciega aceptación de la tiranía y la dominación que se afinca, precisamente, en esa pasión que maniata el espíritu libertario y que sigue prisionera de una forma de trascendentalismo. Y el miedo como una pasión positiva y racional que hace posible, en la perspectiva de Hobbes, la renuncia a un estado de peligrosidad y conflicto permanente que será reemplazado por un orden sustentado en la coerción y la renuncia al uso indiscriminado de la violencia; sin miedo a la anarquía social, sin miedo al más fuerte y a la muerte, sin miedo al conflicto y la violencia no sería imaginable el pasaje del estado de naturaleza al contrato fundacional.
Spinoza como abanderado de una tradición democrática afirmada en los principios de autonomía y libertad y que desnuda el fondo oscuro y represivo que se guarda en la producción intensiva del miedo social; Hobbes, pensador del poder y del Estado, genio fundador de un giro central en la filosofía política, destacará, con fuerza indeleble, la importancia decisiva del miedo como regulador de las prácticas políticas y sociales, como verdadero límite del orden, sea monárquico o republicano. Hacer una pesquisa en torno de la continua presencia del miedo en el pensamiento político moderno es indispensable para intentar comprender lo que sucede en nuestra actualidad, el modo cómo en torno de la “inseguridad” se movilizan los recursos materiales y simbólicos de una derecha que busca motorizar los “reflejos” regresivos instalados en nuestra sociedad.
 
2 En las urbes contemporáneas, en especial en las tercermundistas, la pobreza, la exclusión, el desempleo y la fragmentación social son el caldo de cultivo para la proliferación de diversas formas de violencia urbana. Una profunda anomia sacude a esos territorios marginados, amplificando las causas y la multiplicación de las distintas formas delictivas, perturbando la “tranquilidad” de los sectores acomodados que sólo atinan a identificar su “miedo” a una inseguridad amorfa, oscura, producto de mundos autogenerados y habitados por individuos socialmente desechables, incorregibles y cuya peligrosidad sólo puede ser combatida con mano dura y leyes a la altura de la “emergencia nacional”. Desde siempre, las clases acomodadas han transferido sus responsabilidades proyectando la idea de un “mal endémico” en la existencia “natural” de la pobreza, convirtiendo al pobre en un delincuente en potencia y borrando las huellas que comprometen a un sistema de exclusión e injusticia del que son sus usufructuarios.
La sobreexposición mediática de fenómenos de violencia e inseguridad apunta a debilitar las acciones que tiendan a buscar caminos alternativos a los de la mera represión pero, fundamentalmente, buscan solidificar el miedo en las capas medias, amplificando su deseo de mayor control y punición, al mismo tiempo que van profundizando las marcas del prejuicio y el racismo allí donde casi siempre la violencia y la inseguridad son consecuencia, según ese relato hegemónico, del vandalismo de los sumergidos, de los habitantes de esas “ciudades del terror” que se multiplican alrededor de los barrios “decentes”.
No casualmente se entrelaza un discurso obsesivo, machacador, que viene de los medios masivos, con el aumento del miedo en las clases medias, hasta confluir con el reclamo de mayor represión y menos garantismo jurídico que suele estar siempre representado, en el imaginario colectivo, por políticas de derecha que se instituyen en portadoras de “lo que quiere la gente” frente a gobiernos pasivos, en el mejor de los casos, o cómplices de la delincuencia. Esa sobreexposición mediática constituye uno de los modos de multiplicar la sujeción social y de contrarrestar cualquier proyecto de transformación de un sistema de injusticias que es la base de la anomia y la violencia, apuntando a consolidar una sociedad fragmentada, atravesada por el prejuicio, angustiada por el miedo y disponible para políticas de coerción que cuajan perfectamente con el odio de clase y la lógica racista tan al alcance de la mano cuando lo que domina socialmente es el miedo. Y, siempre vale la pena aclararlo, la que suele ganar con estos discursos atemorizantes es la derecha, que ha sabido apropiarse de los recursos simbólicos desplegados por la máquina comunicacional, una máquina que se ha convertido en la usina productora de esos mismos discursos que multiplican los efectos del miedo y del prejuicio.
 
3 A la derecha ya no hay que ir a buscarla sólo a las zonas dominadas por la moralina, ella ya no mora en las habitaciones oscuras de esas casas semiderruidas que apenas si son testigos de otra época en la que la voz del Gran Inquisidor imperaba recordando los horribles fuegos del infierno. A la derecha que ejerce el poder económico y político, no a los restos retóricos de personajes antediluvianos, no le interesa la cuestión moral ni la defensa de venerables tradiciones; lo que le importa es captar los reflejos espontáneos de la gente, apropiarse de sus secretos más íntimos y sus prejuicios no siempre expresados pero intactos en sus deseos. Y será tarea de los medios de comunicación explotar esa cantera de símbolos, miedos y deseos, movilizándolos a favor de nuevos lenguajes que van penetrando intersticialmente la cotidianidad social hasta redefinir las condiciones del entramado cultural político que está en la base de la actual gramática de la dominación.
A mayor embrutecimiento, más arraigada esa “nueva derecha” que hoy habita las calles de nuestras ciudades y las zonas perversas “liberadas” por los dueños de la información y su circulación. Esa derecha se ve reflejada en el discurso periodístico que domina las rotativas y los canales de televisión, de un periodismo que no ha dejado de ser cómplice de los dueños del poder, tanto en épocas dictatoriales como democráticas. Sus espasmos histéricos y amarillistas para abordar la realidad, sus groseras simplificaciones, sus exacerbaciones al servicio de esa otra derecha efectivamente activa en los nudos del poder económico y político, de esa derecha que ha financiado desde siempre el lenguaje falaz, mezquino y empobrecedor de esos mismos medios que suelen desgarrarse las vestiduras ante cualquier censura a la “libertad de expresión”, ante cualquier fijación de límites a una impudicia arrolladora que invade la vida de los argentinos.
Afirmar que un significativo sector de la sociedad actúa de acuerdo a lo que se puede llamar una visión de derecha, que en sus prácticas se manifiestan actitudes autoritarias, que el sesgo de sus valores es el producto del individualismo más feroz y la lógica del mercado, constata una realidad favorecida desde los medios de comunicación y replicada sin agregarle ni una coma por el universo de los lenguajes políticos, especialmente de aquellos que tienden a elaborar sus intervenciones públicas asociándose a lo que “siente el ciudadano común y corriente”. La derecha política ha sabido aprovechar esas señales que vienen de la calle, ha buscado apropiarse del malestar de la clase media multiplicando los reclamos de represión. La idea que domina ese discurso es la de la vigilancia y la limitación de las libertades ampliando las funciones policiales, convirtiendo a la policía en mucho más que una fuerza de prevención o en un instrumento de control bien regulado por el Estado; la ilusión de la derecha es acotar los movimientos de los ciudadanos, forjar fronteras que impidan a los pobres ocupar esos espacios que les han sido vedados. Esa derecha se ha puesto en movimiento frente a un gobierno al que identifica como heredero del populismo de izquierda, verdadera bestia negra que hoy representa a sus ojos lo más próximo a la pérdida de sus privilegios asociado con un proceso que llevaría a la Argentina hacia la revolución social. Kirchner ha sido (y ahora lo es Cristina), a los ojos de esa derecha, el Kerenski argentino, aquel que deja abiertas las puertas para que la negrada subalterna se derrame sobre una sociedad atemorizada.
Esa derecha sabe que no existe ningún puente entre las intenciones kirchneristas y los sueños trasnochados de la izquierda revolucionaria; pero lo que le interesa es debilitar un proyecto que aspira, en el mejor de los casos, a devolver cierta equidad a la sociedad y a recuperar algo de lo que otrora representó un Estado de bienestar. La derecha ideológica sabe muy bien que nada a favor de la corriente de esa otra derecha capilar que actúa de acuerdo a los miedos y a los prejuicios, que ha plegado cualquier bandera asociada a la solidaridad para atrincherarse en la defensa histérica de sus propios bienes. El miedo es, hoy, un aliado inmejorable para profundizar el giro hacia la derecha, para apuntalar una sociedad de la vigilancia y el castigo que privilegie la seguridad a la justicia, la intervención policial al mejoramiento de las condiciones de vida. La derecha sabe qué exigir porque ha logrado captar el alma de gran parte de la sociedad, ha sabido trabajar en sus zonas más oscuras, mutando la vergüenza ante esos sentimientos por su reivindicación pública.
Mirar el mundo desde el miedo es lo peor que le puede suceder a una sociedad, es el punto de partida de inéditas formas de violencia, la condición de posibilidad de su aceptación. La derecha, desde siempre, ha sabido trabajar con el miedo, entiende la escena que se configura a partir de ese sentimiento apasionado, terrible que, como sabía Spinoza, es absolutamente negativo, pero que constituye el humus de todos los discursos de la vigilancia, la punición y la infantilización de la sociedad. Tener miedo abona el terreno para la consolidación de sentimientos cuyo principal agente de vehiculización fue y es la derecha. Lo inédito, tal vez, es que junto al miedo se manifiesta el dominio abrumador de prácticas articuladas alrededor de la industria del espectáculo, del ocio y de la amplificación de mundos artificiales prometedores de paraísos para todos los que logren permanecer de este lado de la línea. La retórica de la derecha puede apelar a motivos que antes parecían provenir de otras alternativas: la realización personal, el disfrute de la vida, el cuidado del cuerpo, el goce sensual, la despreocupación por el mañana para afincarse en el puro presente. En el imaginario de las clases medias y de los sectores populares que han logrado sustraerse a la marginalidad, la pérdida de algunas de estas dimensiones de la vida cotidiana representa, a sus ojos alarmados, el horror de la pobreza, ese deslizamiento hacia la oscuridad de una indigencia cuyo fantasma aterroriza las noches de la gente decente. En esas zonas vulnerables, la derecha seguirá proliferando, encontrará, como hasta ahora, las correspondencias imprescindibles desde las cuales multiplicar el dominio de su propia visión del mundo.
 
* Doctor en Filosofía. Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).
 
Fuente: Pagina/12