miércoles, 23 de mayo de 2012

LAS MONJAS FUERON LAS PRIMERAS FEMINISTAS

Por Nicholas D. Kristof

El Vaticano adoptó medidas respecto de las tareas sacerdotales que provocaron encendidas controversias. No es la primera vez que ocurre.


Fueron las primeras feministas. Obtuvieron doctorados y se desempeñaron como médicas mucho antes de que se estilara el trabajo femenino. Como administradoras de hospitales, escuelas y burocracias complejas, fueron las primeras CEOs. También se encuentran entre las personas más valientes y admirables del mundo. Obispos han deshonrado a la iglesia al encubrir violaciones de niños, pero las monjas la han redimido con su humilde trabajo con los más necesitados .
El Vaticano reprendió este mes con dureza a las monjas estadounidenses y dispuso que un obispo supervisara la reestructuración de la organización que representa al 80 % de las religiosas. En efecto, el Vaticano acusó a las monjas de preocuparse demasiado por los pobres y no lo suficiente por el aborto y el matrimonio homosexual. Desde la admonición papal, éstas han recibido un fuerte apoyo.
“Los católicos se acercaron a las monjas en las misas dominicales de todo el país con una pregunta simple: ‘¿Cómo podemos ayudar?’” informó el National Catholic Reporter. Mencionó una parroquia donde una declaración de apoyo a las monjas desde el púlpito cosechó un fuerte aplauso, y otra en la que abundaron gritos del tipo de: “¡Vamos, chicas!” Hay por lo menos cuatro petitorios de respaldo a las monjas. Uno de ellos, en Change.org, reunió 15.000 firmas. La hermana Joan Chittister, una destacada monja benedictina, dijo que en un primer momento le había preocupado que las monjas pasaran tiempo con los pobres que no contaran con aliados. Agregó que el torrente de apoyo la había dejado sin aliento.
“Es maravilloso”, dijo.
“Se ven generaciones de personas laicas que saben dónde están las hermanas: en las calles, en los comedores populares, en todos los lugares donde hay dolor . Están con los moribundos, con los enfermos, y la gente lo sabe.” Chittister me habló desde un gueto de Erie, Pensilvania, donde su orden de 120 monjas dirige un comedor popular, una enorme despensa, un programa de actividades extraescolares y uno de los mayores programas de educación para los desempleados del estado.
Tengo debilidad por las monjas porque he visto que sacrifican el ego, la seguridad y la comodidad para servir a las personas más necesitadas del mundo.
Apuesto a que se impondrán esta vez . Después de todo, las hermanas podrán ser santas, pero además son hábiles. Elias Chacour, un importante obispo palestino de la Iglesia Católica Griega Melquita, cuenta en sus memorias que una vez le consultó a un convento si podía proporcionarle dos monjas para un proyecto de educación comunitaria. La madre superiora le dijo que tendría que preguntarle a su obispo. “El obispo contestó con toda claridad que no autorizaba el envío de dos monjas”, le dijo después la madre superiora. “No puedo desobedecerlo.” Luego agregó: “¡Le mandaré tres monjas!” Las monjas ya se han impuesto antes a una jerarquía ambivalente. En el siglo XIX, la Iglesia Católica excomulgó a una monja australiana llamada Mary MacKillop luego que su orden acusara a un sacerdote pedófilo. MacKillop terminó por recibir una invitación para reintegrarse a la iglesia y se hizo famosa por su trabajo con los pobres. En 2010, Benedicto la canonizó como la primera santa de Australia . “Dejémonos guiar” por las enseñanzas de MacKillop, declaró el pontífice en aquel momento. Amén.
Copyright The New York Times, 2012. Traducción de Joaquín Ibarburu .

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