Hablan Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood de sus 50 años, de su relación y del nuevo álbum, el compilado triple “GRRR!”, que contiene dos temas nuevos, “Doom and Gloom” y “One More Shot”.
Por Mark Ellen.
En el primer piso del hotel Dorchester de Londres, el 19 de octubre, los Rolling Stones dejaron atrás París para dar entrevistas relacionadas con el estreno de su documental Crossfire Hurricane . Menos Charlie Watts (en su casa, con gripe), Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood están dispuestos a responder preguntas más amplias: relacionadas con sus 50 años de rock y la salida de Grrr!
, un disco triple de grandes éxitos que sale mañana mismo.
¿Por qué creen que los Rolling Stones han durado tanto?
Mick Jagger: Mi respuesta es que desde un comienzo los Rolling Stones fueron una banda exitosa. Obviamente, tuvieron sus altibajos pero es una banda muy exitosa y popular. Si los Rolling Stones no hubiesen sido una banda popular, estoy seguro de que no existirían. Parte de su existencia se debe a la gran lealtad del público.
Keith Richards: Porque somos muy buenos y realmente amamos lo que hacemos. Sólo lo hacemos por nosotros mismos. No lo digo en el sentido del dinero -por supuesto, no te ofendés si te pagan-, pero el dinero no es el motor de la banda. A veces me pregunto “¿Qué es lo que realmente querés hacer, Keith?” Podés quedarte sentado en casa, pintar un poco, escribir o lo que sea, pero hay algo magnético que te dice “No, lo que realmente quiero hacer es tocar con Charlie Watts, Mick y Ronnie”. Así que esa es la cosa, es una fuerza indescriptible.
Ronnie Wood: Sea lo que sea, no creo que pudiera explicarse. Charlie diría: “No sé lo que hago”. Pero la cosa funciona. Y Keith parece decir que el tema es que los dos guitarristas hablan entre sí. Y Mick aporta su magia. Todo surge también de que toca la armónica, de las raíces. Cuando volvemos a nuestras raíces, podemos ir a cualquier parte.
¿Qué creés que representaban cuando empezaron y qué representan ahora?
Jagger: Cuando empezamos, éramos una banda de blues que tocaba para estudiantes universitarios, y después tocamos para un público de escuela de arte. Después nos hicimos más populares, dejamos aquello atrás y nos convertimos en algo completamente diferente, una banda de pop adolescente. Durante mucho tiempo fuimos como ídolos adolescentes para chicas a las que les gustan las boy bands . Después volvimos a ser una banda universitaria. Hemos sido muchas cosas. Uno es distintas cosas para distintas personas. Conocí a unas chicas que nos seguían por toda Inglaterra cuando tenían 15, 16 o 17 años. Venían a los shows, les firmábamos autógrafos, y las recuerdo vagamente porque hubo una foto bastante famosa en The Daily Mirror . Se nos acercaron en una exposición de fotos que hicimos hace algunas semanas en Somerset House y nos dijeron: “¿No se acuerdan de nosotras?”, y yo les contesté: “¡Creo que algo me acuerdo!”. Tenían las fotos y ahí estábamos firmándoles los autógrafos. Para ellas éramos como una banda pop adolescente. No creo que nos vieran como rebeldes. Éramos sólo una bandita pop.
Dean Martin una vez los presentó de mala gana en un programa de TV de 1964 diciendo “probablemente se estaban sacando las pulgas uno al otro detrás de escena”. ¿Ese tipo de tratamiento de la vieja guardia los impulsó a seguir?
Richards: En cierto modo, sí.
Deano fue un tipo encantador y un gran borracho, ¿me entendés? Podía decir lo que quisiera, era su programa. Me pregunto cuántas pulgas tuvo que sacar. Yo no le pegaría a un tipo así. Sólo me resultó poco profesional y, entonces, yo mismo era bastante inexperto. Recién empezábamos y…¡guau, muchas gracias, Deano! Todo bien, ¡después me acosté con su hija, así que me importa tres carajos!
Si cada uno pudiera decirle algo al que fue a los 20 años, ¿qué le aconsejaría?
Jagger: “Seguí adelante, vas a estar bien. Vas a durar, ¡no te preocupes más!” Richards: Le diría: “¡No vuelvas a hacer eso!” Wood: “ Esta parece una buena aventura, ¡no la dejes pasar, parece un buen trabajo!” La relación de Mick con Keith se comparó con un “matrimonio”. ¿Cómo va esa vida de casados?
Jagger: La gente dice las estupideces más grandes, y ésa es una de las mayores pavadas porque es algo totalmente distinto a estar casado. Trabajo con Keith y lo conozco desde hace mucho, pero trabajar con él no tiene nada que ver con un matrimonio porque un matrimonio es algo totalmente distinto. Como ya estuve casado, te puedo asegurar que no tiene nada que ver. Es una relación de trabajo y uno a veces pasa momentos difíciles con las personas con que trabaja y a veces pueden ser difíciles e irascibles y complicadas, pero uno sabe que tiene que tratar de llevarse bien, y es lo que intenta.
Richards: Para mí, es un matrimonio con altibajos. ¿Pero qué esperás después de cincuenta años? Tenés a dos tipos volátiles que han pasado por todo en su vida y que, cuando se miran cara a cara, todavía logran decirse “Vos sabés cómo son las cosas, yo sé cómo son las cosas: sigamos adelante”. Hay algo que nos guía. A veces lo desprecio. Otras veces lo quiero muchísimo. Es un hermano. Yo no tuve hermanos, así que Mick es mi hermano.
Wood: En ese matrimonio, probablemente, yo sea el diplomático extranjero o el que vino a reparar el puente que quizá se estaba desmoronando. Soy el reparador.
Como vos, Ronnie, Charlie Watts también hace su parte para mantener unida a la banda, ¿no?
Wood: Sí, de un modo semiconsciente, porque no es del tipo de persona que interfiere. Si algo se está derrumbando, piensa: “OK, se derrumbó”. No dice “Tengo que pararlo”, mientras que yo me pongo firme y digo: “Vamos, esto no va a pasar, tiene que parar.” ¿Qué les aportaste a los Rolling Stones en los últimos 37 años?
Wood: Un poco de humor y una especie de bálsamo para restañar sus heridas abiertas. Había varias heridas abiertas cuando llegué. Al ver el documental anoche, pensé: “Guau, llegué en el momento justo. ¡No sé lo qué hice, pero levantaron el ánimo!
Todo ha cambiado desde que sacaron discos “escandalosos” como ‘Let’s Spend the Night Together’. ¿Qué papel tuvieron los Stones en cambiar las actitudes de la gente?
Jagger: Creo que los Stones estaban a la vanguardia de un enfoque en algún sentido más franco de la música popular, algo más directo en las letras que reflejaba más lo que la gente pensaba en aquel momento, en lugar de la música más azucarada que se escuchaba. Lo directo lo tomamos del blues, porque escuchábamos mucho blues. Y también de compositores muy influyentes, como Bob Dylan. Sí, hubo algunos incidentes con nuestro look, pero creo que se esperaba que la gente actuara de un modo muy diferente, y ahora la forma de actuar es muy abierta y la gente hace cualquier cosa. En aquel momento supongo que era chocante.
Keith, ¿a tus hijos les resultó difícil rebelarse porque el padre era Keith Richards?
Richards: ¡Contra qué se tienen que rebelar: mirá a papá! En casa no me ven como un rebelde: soy el papá. Yo dicto la ley e impongo respeto. Les enseño a mis hijos lo mismo que me enseñaron, a tomar a todos como lo que son y no ser demasiado maleducados. Pero, obviamente, me olvidé algunas de las reglas por el camino... La sociedad es otra de las cosas con las que me gusta ser maleducado, y les digo: “¡Mírense ustedes, sádicos de mierda!” Todos estamos locos. Mirá lo que es el mundo. Por lo demás, lo que es justo es justo, ¿me entendés?
¿Cómo pensás que los adolescentes ven a los Stones?
Richards: ¿Qué cosas tiene la vida? Está el aire que respirás, la comida que comés y, para ellos, están los Rolling Stones. Para ellos, los Stones han estado allí desde siempre. Y el mundo no estaría completo sin los Rolling Stones.
Fuente: Clarin
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