Por Valeria Román
Es una técnica sencilla que puede salvar a quienes sufran asfixia o ataques cardíacos.
A partir del próximo año, en los colegios secundarios –tanto públicos como privados– empezarán a enseñar técnicas de reanimación cardiopulmonar, que permiten salvar las vidas de las personas que sufren asfixias, ahogamiento o ataques cardíacos. Así lo estipula una ley que fue sancionada el jueves por el Senado, y que ya había recibido la media sanción de Diputados el 14 de noviembre. De entrada capacitarán a los instructores, y luego aprenderán la técnica los chicos.
“Como el 70% de las muertes súbitas y los paros cardiorrespiratorios se producen cuando la persona está fuera del hospital, es necesario contar con más gente entrenada para brindar las maniobras y aumentar entre 2 y 3 veces la posibilidad de sobrevida de las víctimas”, afirmó el cardiólogo Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés y uno de los impulsores del proyecto. Con la ley nacional, se espera aumentar progresivamente la cantidad de personas entrenadas para salvar a otros.
Por cada minuto que un paciente que sufrió un paro cardiorrespiratorio pasa sin atención, se reduce un 10% su chance de sobrevida .
La iniciativa fue apoyada por entidades médicas como la Cruz Roja Argentina, la Sociedad Argentina de Cardiología, la Federación Argentina de Cardiología, la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires, la Asociación Médica Argentina y la Sociedad Argentina de Pediatría. En setiembre, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, había organizado una jornada para que los médicos expusieran los beneficios sanitarios de la medida. “Es muy bueno que podamos tener una norma con un fin social para que en la escuelas los chicos aprendan estas técnicas y puedan enseñárselas a sus papás”, afirmó.
El entrenamiento en los secundarios tiene sus razones. Los adolescentes pasan muchas horas en la escuela y no están exentos de riesgo. Además, al incorporar las técnicas de maniobra desde más temprano, el aprendizaje es más fácil. “Las técnicas de reanimación se simplificaron y pueden ser aplicadas por cualquier persona después de que recibe una capacitación sencilla. Esperamos que la enseñanza tenga un efecto cascada: muchos adolescentes instarán a sus familiares a capacitarse”, finalizó López Rosetti.
Fuente: Clarin
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