Entrevista a Cielo Salviolo, coordinadora general de Pakapaka.
Por Julia Mengolini
Están haciendo afiches para a repartir entre las escuelas y los jardines para ir sumando voces, lanzaron un spot publicitario, habilitaron en su sitio web una instancia para que quien quiera pueda manifestarse con un texto, una foto, un dibujo o lo que sea. Es que están en plena militancia para que se cumpla la ley y esa maravilla llamada Pakapaka pueda ser parte de las grillas de todos los cables del país. Hablamos con Cielo Salviolo, coordinadora del canal, sobre esta campaña, sobre el proyecto que sostiene a la señal y sobre la densidad política que tiene la relación entre infancia y medios de comunicación.
Pakapaka empezó como franja infantil en Canal Encuentro, el canal del Ministerio de Educación y creció hasta ser todo un canal. Pero Cablevisión se niega a incluirlo en la grilla. Inmersa en una batalla mayor que no es la de Clarín- Gobierno, sino la disputa por el sentido, la señal salió con todo a defender lo que considera un derecho de los niños a poder ver el canal con una campaña que va a culminar en una gran festival en el Palacio Pizzurno. Cielo Salviolo es la coordinadora general, alegre, colorida e inteligente, parece salida de una serie de Pakapaka. Quiero volver a tener seis, ¡ Pakapaka está buenísimo!
- No los quieren meter en la grilla de Cablevisión y DirectTV. ¿Qué están haciendo al respecto?- Una vez que se cayeron medidas cautelares a favor del grupo Clarín en diciembre, están incumpliendo abiertamente la ley que los obliga a que Pakapaka esté en la grilla de los cable operadores y que sea el primero de los infantiles. Eso no está aconteciendo, entonces lo que decidimos fue hacer público que existimos como canal infantil que es para todos los chicos y que lamentablemente hoy, más de la mitad de los chicos que tienen cable están privados de ver Pakapaka. Lo que nos interesa de esta campaña comunicacional es instalar que Pakapaka es para todos, que es un derecho de los chicos porque ellos tienen derecho a acceder a contenidos de calidad que estimulen su desarrollo y su bienestar, y esto lo dice tanto la Convención de los Derechos de Niño; la Ley de Protección Integral de Derechos como la propia Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Entonces, hay un derecho que está siendo vulnerado. Lo que estamos pidiendo es que Pakapaka sea efectivamente para todos.
-¿Cuál es la propuesta de Pakapaka?- Te diría que no es sólo un canal de televisión para chicos sino que es un proyecto cultural y educativo, porque el objetivo de Pakapaka es ampliar los horizontes culturales de los chicos, generarles nuevas posibilidades educativas y también ampliar sus horizontes estéticos. Ahí también hay una apuesta muy alta, la misma que tuvo Encuentro- lo que legitimó al canal de sus orígenes- de no solamente pensar los contenidos, sino también una propuesta de altísima calidad estética. Esto tiene que ver con que la oferta de televisión infantil que tienen los chicos es muy homogénea. Los dibujos son todos muy parecidos, las formas, las paletas de colores. Por eso Pakapaka se permite ampliar los horizontes estéticos y hacer distintas propuestas desde ese sentido. Uno de los principios sobre los que trabajamos la programación, es no creer que la infancia es algo naif, algo ingenuo, la infancia tiene contrastes, está atravesada por situaciones diversas, en algunos casos muy heterogéneas, marcadas por contrastes sociales, económicos, incluso culturales. En este sentido, también pensamos que no estamos trabajando para una sola infancia sino para varias, que hay distintas maneras de ser chico y que Pakapaka tiene que recuperar esas maneras de ser chico y que ser chico no significa ser ingenuo. Los chicos se hacen preguntas absolutamente complejas sobre la vida y sobre la sociedad.
- Pakapaka tiene una cosa muy real, en contraposición al mundo Cris Morena. Me parece muy revolucionario que los nenes no sean todos rubios. Hay una decisión tomada respecto de eso.- Hay una decisión tomada que es alejarnos de los estereotipos, sobre todo de la familia clase media urbana. No todos los nenes son rubios, no todos los nenes viven en Capital Federal. Hay muchos nenes del interior que no conocen un subte, y hay muchos chicos de Capital que no saben cómo crece una papa o cómo se cultiva un tomate. Ciertos productos se piensan desde una sola lógica que es de clase media urbana con chicos que van a colegio privado, con problemas que en algunos casos son compartidos por chicos con otra realidad pero finalmente lo que uno termina viendo es un único modelo de familia y un único modelo de chico. Pakapaka hace un esfuerzo grande para mostrar que hay otros modelos de familia y otros modelos de ser chico.
- Y otros modelos de belleza.- Sí, por eso otra cosa que nosotros trabajamos mucho es en cómo contrarrestar estereotipos de género. Por eso pensamos mucho cuando en una serie hay una mamá y un papá, en qué hace la mamá y qué hace el papá. O pensar mucho en los chicos y las chicas, no sólo en los retratos de chicos presentándose que vos ves, sino también en los chicos de las series de ficción, porque es una oportunidad grande para contar algo respecto al género. Nosotros tenemos ahora una serie de una princesa que se llama Medialuna que por un hechizo duerme de día y de noche va a explorar la selva con sus herramientas. Y esos son atributos que uno le hubiese puesto a un personaje masculino, nunca a una nena. Ahí hay una búsqueda grande de tratar de trabajar con la igualdad de oportunidades, desde la ficción o desde lo documental, mostrar que los chicos y chicas tienen iguales oportunidades para jugar o para aprender.
- ¿Tienen referentes ustedes en el mundo? Estoy pensando que Dora la exploradora es parecida a Madialuna.- Dora es el producto surgido para el mercado hispanoparlante. Lo que le pasa a los canales infantiles de cable es que ninguno está pensado para cada uno de nuestros países sino para todos. Son canales panregionales. Entonces, frente a High School Musical, también había que pensar en un producto que fuese latinoamericano y generalmente el estereotipo es el mexicano. Nosotros no tuvimos nunca esos referentes. No tenemos nada ni a favor ni en contra. No nacimos para competirle a Disney ni a Cartoon ni a Discovery. Nacimos como para situarnos al lado de esos canales como una oferta distinta. Pero sí tenemos otros referentes. Tuvimos la oportunidad de darnos un tiempo- cosa que en televisión no sucede- para consensuar y dialogar en equipo cómo tenía que ser Pakapaka como canal. Y eso nos permitió dos años de trabajo en el que mientras íbamos desarrollando las series, tuvimos también una serie de encuentros en los que participaron algunos de los que para nosotros son referentes en televisión pública y en televisión infantil en el mundo, y fue como nosotros fuimos encontrando nuestro camino y nuestra identidad.
-¿Cómo se logra ser un canal educativo y ser divertido para los chicos a la vez?- Bueno, en eso de hacer televisión educativa y entretenida a la vez, Encuentro hizo escuela. Pero Pakapaka tiene un desafío más complejo porque además de hacerla atractiva hay que hacerla divertida. Nosotros trabajamos mucho en el formato, que es tan importante como el contenido. Siempre pensamos en las dos cosas juntas. Buscamos formatos que uno nunca hubiera pensado para una televisión educativa para chicos, como son los realities, o como son los programas de humor y con que ese humor sea irreverente para alejarse de la corrección y de la bajada de línea. Nosotros no nos queremos situar en ese lugar y nos tenemos que permitir, como canal infantil, cierta rebeldía que tienen los pibes.
- ¿Tienen un porcentaje de producción propia y algunas cosas importadas, ¿cómo es esa relación y con qué criterio seleccionan lo que seleccionan?- Estamos cerca del 70 por ciento de producción propia y un 30 por ciento de material que obtenemos a través del intercambio con otras televisoras públicas o material que adquirimos afuera. Tenemos más de 20 proyectos de animación de producción nacional y eso es muy importante porque era prácticamente inexistente eso.
- ¿Intercambio quiere decir que ustedes mandan Pakapaka a otros países?- Nosotros les damos y ellos nos dan. Lo que adquirimos de afuera es en su mayoría películas, largometrajes y cortos. Las películas que traemos no son las que habitualmente uno va a ver en los otros canales infantiles porque ahí también buscamos diferenciarnos. No vamos a comprar una película de Disney, si bien no tenemos nada contra, pero nosotros queremos que los chicos vean aquello que hoy los canales no les están ofreciendo y esto tiene que ver con buscar cosas que desde el punto de vista del contenido sean estimulantes, en el sentido que inviten a los chicos a hacerse preguntas, eso es lo que nosotros buscamos todo el tiempo: que aquello que miren sea una invitación a preguntarse por el mundo que los rodea, por la sociedad en la que viven, por la relación con sus amigos, que estéticamente sea muy atractivo y lindo y que además sea diverso, que no sea todo igual, todo parecido. Y tenemos también algunas series de canales latinoamericanos, porque nos interesa también que la pantalla tenga una cuota de programación latinoamericana, que no se ve en los otros canales infantiles.
-¿Qué novedades va a haber este año?- Pensando en cómo tenemos que acercarnos a la lógica en las que los chicos hablen y resuelvan sus conflictos, estamos por estrenar una serie que se llama SOS mediadores, en la que en cada capítulo hay dos conflictos y dos mediaciones. No hay intervención de adultos. Los chicos median en conflictos del estilo de “me quiso sacar a mi novio” o “me copia la tarea” o un chico que como juega mal al fútbol no lo quieren en ningún equipo, que son conflictos nodales a determinada edad. Y lo que es muy interesante de esa serie es que, como es un reality, uno tiene la posibilidad de ver de qué manera los chicos lo resuelven , con su lógica, con su forma de ver el mundo, de vincularse.
- ¿ Pakapaka está hecho por muchas mujeres coloridas y hiponas o me parece mi?-¡Ja! sí, tenemos algo de eso. No somos muchos, si bien las casas productoras que trabajan con nosotros son muchas, pero el núcleo más chiquito seremos unas 24 personas, la mayoría de ellas muy coloridas. Y además, lo que sí tenemos es no sólo un compromiso enorme con lo que hacemos, porque no sólo nos encanta sino que creemos firmemente en este proyecto y en algún punto sentimos que estamos haciendo historia porque es la primera experiencia en televisión educativa y pública para chicos que hay en Argentina y en Latinoamérica. No es sólo el compromiso, creemos que estamos haciendo algo que es mucho más que un canal de televisión , que es un proyecto educativo y cultural, pero que es también un proyecto político. En el sentido de que el canal plantea una manera distinta de relacionarse con la infancia y eso es político, un vínculo que los considera como sujetos de derechos, como ciudadanos, que no los minimiza ni subestima , sino que por el contrario, los pone en una relación de igualdad, es un proyecto político. Eso lo sentimos todos. Además de todo eso, nos divertimos mucho trabajando y eso se siente y se ve en las ropas de colores y en las ojotas de colores. Hay mucha gente que viene de Cablín, que también fue una experiencia referente, que marcó una ruptura y dejó una huella.
-¿A qué le decís ni a palos?- A pensar que por la competencia y el rating, uno tiene que dejar de apostar a lo que cree que tiene que apostar con un canal para chicos que tiene que ver con tener a los chicos siempre en un lugar de protagonismo para que se expresen como se quieran expresar.
Fuente: Ni a palos (Miradas al Sur)
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