El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, denunció este miércoles que un sacerdote al que no se reveló su nombre, que trabaja en villas porteñas "fue amenazado" después de haber firmado un documento en el que se advierte que la droga "está despenalizada de hecho" en los barrios más pobres de la Capital Federal.
La droga “está instalada con fuerza” en las villas miseria de la ciudad, advirtieron vicarios porteños, miembros del Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia. Además, denunciaron que en esos asentamientos urbanos nada hacen las autoridades por los adolescentes y jóvenes que tienen “veneno en sus manos”.
Fue el equipo de "Curas Villeros" de la Arquidiócesis de Buenos Aires el que hizo estas durísimas críticas que incluyeron a ministros y jueces, a quienes acusaron de propiciar la despenalización sin conocer la situación de estos barrios. Se cuestionó que se intentara aplicar “recetas de otras latitudes sin elaborar proyectos liberadores, porque la droga esclaviza”.
“Cuando las estadísticas dicen que son demasiados niños, jóvenes y adultos que fuman pasta base (Paco), tengamos por seguro que llegamos tarde”, dijeron los curas José Maria Di Paola y Gustavo Carraza en el mencionado documento.
Bergoglio, se solidarizó con los sacerdotes que trabajan en las villas y asentamientos porteños que advirtieron públicamente el aumento del consumo de drogas en esos lugares, al señalar: "yo como obispo y todos los obispos auxiliares avalamos eso (el trabajo de los curas) porque tenemos que cuidar a nuestras crías", en referencia a los chicos y adolescentes.
El dicho documento publicado el pasado 4 de abril, fue firmado por 19 sacerdotes que viven en las distintas villas de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, doce de los cuales son allegados al cardenal Bergoglio, quien hoy avaló ese trabajo.
Asimismo, los curas aclararon que los problemas de la droga no parten de la villa y que de esa manera se "genera confusión" en la sociedad. "El problema no es la villa sino el narcotráfico. La mayoría de los que se enriquecen con el narcotráfico no viven en las villas, en estos barrios donde se corta la luz, donde una ambulancia tarda en entrar, donde es común ver cloacas rebalsadas", explicaron.
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