martes, 28 de febrero de 2012

"EL CONSEJO ESTA PARA RESTITUIR DERECHOS, NO SOLO A LOS CHICOS POBRES DE LAS VILLAS"


Cuestionada por supuestos desmanejos en el organismo y por la Web que sugería a los niños comer fresas y jugar al béisbol, la titular del área de niñez y adolescencia de la Ciudad de Buenos Aires aduce errores técnicos y se defiende.
Entrevista a Beatriz Orlowski de Amadeo
Por: Lucia Alvarez
Hace dos meses que el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad está en el ojo de una tormenta. El escándalo empezó con la presentación oficial del sitio web Veo-Veo, donde se recomendaba a los chicos con derechos vulnerados combatir la mala onda, comer fresas y queso cheddar o jugar al béisbol. Pero aquella absurda propuesta resultó ser sólo un indicio de todo lo que sucedía en el organismo porteño. Detrás de ese gesto "tragicómico", llovieron denuncias por rotación y falta de personal, malas condiciones edilicias, tercerización de servicios y desconocimiento de instancias institucionales, como la redacción de un plan transversal para el resto de los ministerios de la gestión PRO o la convocatoria al plenario bimensual."A esta funcionaria insensible y sofisticada no le interesan los niños y adolescentes" denunciaron los trabajadores, en referencia a la presidenta del Consejo, Beatriz Orlowski de Amadeo, y pidieron su renuncia. Tras semanas de silencio, la funcionaria accedió a hablar con Tiempo Argentino para dar su versión de los hechos. En esta entrevista, reconoce varias de las acusaciones, explica que lo de la Web fue un error técnico y se defiende: "El Consejo es para restitución de derechos, no el derecho de los pobres solamente."-Legisladores y trabajadores del Consejo aseguran que la institución vive una situación de emergencia, ¿coincide usted con ese diagnóstico?-¿Qué quiere decir emergencia? Porque se puede tomar desde varias aristas. Desde hace tres años, el Consejo tiene un 50% más de personal, se abrieron cinco o seis defensorías zonales, nos mudamos a un edificio amplio, agradable, bien ubicado, con buenas oficinas para todos. Hay, concretamente, mejoras y ampliaciones.-Sin embargo, según la Defensoría del Pueblo, en la delegación de la zona sur, que recibe el 40% de los casos, hay 16 profesionales para 3500 intervenciones.-Sí. No digo que es relativo, pero la delegación está bastante politizada. La zona sur tiene mayor demanda porque está cerca de los barrios vulnerables. Ahí se genera movimiento y está bien, para eso estamos. Pero tiene menos personal porque quieren elegir ellos quién va y quién no. Y no quieren transferir sus casos a otras defensorías como la de Zabaleta, que está hace un año, pero a la que recién ahora le pasaron 300. Además, en el medio está el debate sobre cuándo se debe cerrar un caso. En 2010, se abrieron 8408 nuevos, que conviven con los antiguos. Mi propuesta es que cuando se hizo una intervención y se consiguió solucionar el problema, se cierre. Si el chico está en una situación vulnerable, se abre nuevamente cuando vuelva por otro motivo. Pero muchos casos se mantienen en el tiempo porque así pueden exigir más cosas.-Los trabajadores dicen que los casos no se cierran porque no se logra solucionar las demandas, porque no se hace uso de recursos, como el de exigibilidad.-Eso es falso. Yo hago exigibilidades todo el tiempo. Lo que pasa es que a mí me parece tan importante como escribir papeles que las cosas ocurran, y por eso llamo directamente, molesto, presiono, pido. Igual, es cierto que hay casos que no los podés cerrar. Tampoco es un tema de una evaluación con eficiencia, rápidamente sellar, pero hay situaciones, cuando hay vulnerabilidad, que podés ponerlas como en una nube, en la columna de las nubes, porque puede que vuelva, pero no estar todo el día machacando con eso. -¿La idea de la nube no es un poco informal?-Es que ahora vamos a contar con una herramienta, el legajo único electrónico, y eso va a dar cuenta de la situación de cada caso. Va a ser como un semáforo, con estrellitas o banderitas.-Pero, si entiendo bien, con mayor o menor gravedad, el número de demandas va a ser el mismo.-Sí, va a ser igual-Entonces, ¿no representa un colapso tener 16 profesionales para 3500 casos?-Tendría que haber más profesionales. Pero también tendríamos que lograr que los profesionales no se sientan en penitencia si uno les pide que hagan seis meses en otra defensoría; no es un error que roten. Hay profesionales que pueden ser muy útiles en otro lugar, pero lo sienten como un "devastamiento". Creo que es así, tiene un nombre, porque acá el sindicato a todo le pone un nombre.-¿La rotación no afecta al trabajo?-Parece que sí. Afecta al trabajo, pero si no rotás, tenés que contratar a alguien nuevo que no sabe nada, y no lo podés poner al frente. Y, además, hay un punto anterior: las defensorías existen antes que el Consejo; entonces, son como líberas para algunas cosas, islas para otras cosas, y tienen rabia con el central.-Usted dice que hubo un aumento del 50% en el personal, pero faltan profesionales en las defensorías y también en la guardia de abogados, donde son 14, cuando en 2005 eran ocho, ¿dónde están los nuevos empleados?-Yo estoy desde hace un año, no sé adónde fue cada uno. Pero, además, se crearon defensorías, dos desde que entré, y quiero una más, una subsede de Lavalle. -Otra denuncia dice que no convoca a la reunión del plenario.-Hay que convocar bimensualmente, y se hizo todos los meses. Yo asumí en mayo, y hasta diciembre hubo ocho plenarios. En febrero nos reunimos, y los que venían en representación de la Legislatura, las ONG y las defensorías tenían mandato vencido. Propuse hacerlo el 16 de abril, pero no quisieron y vinieron a hacer un piquete. También está eso de protestar y andar siempre mirando lo que hace el otro.-¿Y la conformación del plan transversal? Dicen que no se elaboró y que el Consejo ya no es una entidad autárquica.-El tema es si se piensa que es más útil instruir o trabajar articuladamente. Yo presenté en tres plenarios el plan, aclarando que es eso a lo que me puedo comprometer. Porque se dice obligar o recomendar, pero lo cierto es a lo que vos te podés comprometer. Lo otro es lo que me gustaría que ocurra. Me respondieron que tenía que escribir muchas hojas, porque tiene tres o cuatro, y no 28 como pide (la legisladora María José) Lubertino. Pero lo presenté en agosto, y hasta ahora no tuve ninguna propuesta para mejorar. El plenario es realmente hostil.-¿A qué población se dirige la política del Consejo?-A todos los niños de la Ciudad de Buenos Aires. Vulneración de derechos hay en todos los barrios, en todos los niveles sociales: el abuso, el maltrato, la pedofilia. Por ejemplo, la página Veo-Veo. No podemos decir que va a ser sólo para los chicos vulnerables pobres de la villa. El Consejo es para la restitución de derechos, no el derecho de los pobres solamente, no debe ser así. <

"ESTOY EN CONTRA DE LA TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS"


Isabel le dio el sable de teniente. Cristina el de general. Una charla a fondo con un militar distinto sobre los años ’70, Malvinas y los nuevos tiempos sudamericanos.
Por Eduardo Anguita y Hugo Paredero
Usted está recientemente retirado, general, y conserva la voz de mando…–En todas las cosas de la vida hay que ser medido para que uno pueda entrar en todos los ambientes.–¿Su segundo nombre, Domingo, viene por el lado de “todo en su medida y armoniosamente”?–Yo creo que sí, pero mi mamá siempre decía que era por Santo Domingo y yo le decía sí, por Santo Domingo de Lobos. Soy de una familia peronista tradicional, así que creo que por ahí venía.–Usted fue secretario general del Ejército…–Sí, y antes de eso estuve destinado como enlace del Ejército en el Congreso.–¿Cuáles son los límites que tiene una estructura piramidal para que un oficial superior dé a conocer su identidad política mientras está en actividad, exprese sus ideas, o abra un diálogo político?–En general las normas nuestras, mientras uno está en actividad, no permiten hacer partidismo. De todas maneras, hay cargos que exigen un contacto con la política para lo cual uno tiene que saber de política. Había un general, durante la Segunda Guerra Mundial, que decía que los últimos años de su carrera habían sido los más difíciles porque se tuvo que codear con los políticos. Decía que en la guerra uno sabe cuándo va ganando y cuándo va perdiendo y con los políticos uno cree que va ganando y de repente pierde todo. Y aconsejaba a los militares estudiar política. De esa definición sacamos dos cosas: una, que el militar le tenía un poco de aversión a la política. Pero también aconsejaba –siendo un hombre estructurado y teniendo aversión– estudiar política. Y los límites están ahí, es un poco la adrenalina de caminar sobre la cornisa porque uno, cuando es enlace en el Congreso, tiene que proponer una ley o algo para ayudar alguna cuestión militar, asesorar, y ahí entra el juego político. Y un partido lo quiere de una manera y otro de otra manera, mientras que uno tiene que representar al Ejército.–¿Cuándo se recibió de subteniente en el Colegio Militar?–En el año ’74. Y le quiero decir que tengo el honor de que los dos sables de mi carrera me los entregaron mujeres. En el ’74 me entregó el sable de subteniente Isabelita y cuando ascendí a general me lo entregó Cristina Fernández.–Le quiero plantear una de las cosas que más les carcome la cabeza a muchos, ¿qué pasa por la mente de un militar que en el año ’74 se sentía orgulloso porque una Presidenta constitucional –más allá de las consideraciones que podamos hacer sobre ella– le entrega el sable y llega un golpe de Estado y usted tiene que desarrollar su carrera militar bajo una dictadura militar genocida?–En el momento en que llega el golpe todo se hace muy confuso porque las cosas no estaban tan claras. Yo tenía veinte años, y estaba rodeado de un ambiente cerrado donde recibía información de un solo costado. Y había una sociedad que en ese momento estaba cansada de la forma en que se iba llevando el gobierno. Ahora, inmediatamente de dado el golpe, cuando uno empieza a ver cosas raras, lógicamente causa un impacto donde uno se tiene que ir acomodando y uno va adquiriendo posiciones y opina y esas son las condiciones que después uno sufre durante su carrera. Los primeros años fueron malos para mí, desde el punto de vista militar, desde el punto de la observación del militar que me debía calificar. Porque yo a lo mejor ingenuamente opinaba como había aprendido en mi casa y eso hacía que me desplazaran.–¿A qué se dedicaba una hermana suya mientras usted estaba en los cuarteles?–Sí, eso fue un poquito más adelante. Yo rechazo siempre la teoría de los dos demonios porque yo era subteniente y el Ejército me hizo un allanamiento en casa. Entonces, ¿yo de qué lado estaba? Yo estaba del lado de la sociedad, no había una parte y otra, era una sociedad agresiva. A partir de ahí nosotros tomamos una posición dura, una posición determinada, y mi hermana, que era una estudiante universitaria, tomó una posición de defensa de los derechos humanos que la viene culminando como una de las principales dirigentes de Rosario. Ahora, como está en una defensoría general, no ejerce tanto la actividad. Pero es una de las principales denunciantes de los excesos de las Fuerzas Armadas de ese momento.–Usted hacía referencia a Isabel Martínez y a Cristina Fernández. Con otra mujer, Nilda Garré, tuvo el momento difícil de su pase a retiro. ¿Cómo vivió eso?–Con Nilda Garré tuve una excelente relación de trabajo. Nosotros nos recibimos ciento y pico de oficiales, la carrera es piramidal, se va afinando. Yo llegué entre los últimos cinco de mi promoción y en algún momento me tenía que ir. La ministra de los cinco eligió uno y el resto nos tuvimos que ir. Se elige por mayor o menor afinidad, para nada fue violento.–Se habló de vínculos con el duhaldismo…–No, nada que ver. Por ahí alguna interna que se da, alguien que pueda querer hacer daño. Yo me fui a cumplir funciones a Perú en una organización internacional donde ganaba un muy buen sueldo y donde la tarea profesional en un ámbito regional es muy buena.–¿Cómo vivió los juicios? Hablo desde el primer juicio a las Juntas del año ’85 hasta estos últimos que han condenado a tipos como Menéndez y demás…–Con dolor por la etapa que le tocó vivir a la sociedad, con dolor por enterarme que gente que yo conocía había tenido malos pasos, con dolor por gente que está en duda de lo que hizo o no y está presa. Recordemos que nosotros estudiamos en un ámbito cerrado y después trabajamos en ámbito cerrado donde uno comparte todo. Hay una cantidad de casos que son emblemáticos que, realmente, a uno le da bronca, y a veces algo de lástima. Es como si a uno le cayera preso un hermano que cometió un delito. Pero también me duele por toda la sociedad, yo tengo amigos que eran estudiantes universitarios y que fueron desaparecidos, que los mataron. Por eso yo rechazo esa teoría de los dos demonios; porque para mí es una sola sociedad.–No me resulta llamativo el pase a retiro del almirante Godoy, justo en un momento donde el tema Malvinas se pone caliente. Yo no sé si usted por protocolo, por prudencia, puede hablar de esto. Pero creo que para cualquiera que observe lo que ha sido la Armada, que resistió casi institucionalmente los juicios, pareciera que a veces, cuando se habla de Malvinas, mira con más ternura la bandera británica que la bandera argentina…–Por supuesto todo lo que he dicho son opiniones mías porque yo no represento al Ejército. Lo de que quieran más a la bandera británica que a la argentina me parece difícil. Yo soy un poquito más indulgente con ellos, lo del almirante Godoy creo que es producto del juicio. Ayer escuchaba que había sido una represalia por haber ascendido a un oficial que el gobierno no quería que ascendiera. A mí me parece que tenemos que confiar un poquito en los pasos que da la Justicia, atribuirlo a eso.–Mi frase fue un poco fuerte, no creo que hoy un guardiamarina se merezca lo que acabo de decir. Pero creo que algunos oficiales de la Armada durante muchísimos años, sobre todo en la época de la dictadura, o cuando estaba Horacio Jaunarena de ministro y se compraba equipamiento para la Armada, estaban pensando en cómo las empresas que venden armas pueden dejar algunos dineros por otros lados. Esto corre por mi cuenta.–He tenido mucha relación con los oficiales de Marina. Son muchachos que, igual que nosotros, tienen patriotismo; son gente buena que trabaja con nosotros y hay un gran porcentaje dedicado a cambiar la imagen de las instituciones militares en la sociedad. Lo demás es una cuestión que ha ocurrido y siempre en las fuerzas alguna de estas cosas hay. A lo que nos tenemos que acostumbrar los militares a que en las fuerzas, primero, nosotros no somos ni mejores ni peores que el resto de los conciudadanos. Segundo: no hay una continuidad histórica que nos iguale a todos los militares a través del tiempo con un mismo sello de excelencia. Yo puedo admirar dentro de las Fuerzas Armadas al almirante Brown y denostar, odiar, al almirante Rojas y no por eso estoy despreciando a la Marina. Y tampoco el mérito, por ejemplo, de San Martín cubre las macanas que se puede mandar Suárez Mason.–Le agradezco esta charla. Hemos hablado alguna vez acerca de que en otra etapa de la Argentina vivimos en una situación que nos enfrentó, no personalmente, sí desde lugares contrapuestos. Me parece bueno poder dialogar en este clima, que podamos encontrarnos y aspirar, aun con diferencias, a tener una sociedad más justa, más igualitaria, a respetar las decisiones de la Justicia.–Yo le agradezco a usted, lo admiro porque ha tenido una vida dura, difícil, estuvo enfrentado a las Fuerzas Armadas y sin embargo podemos hablar. Y usted ha tenido una vida con sufrimientos que a veces yo me tuve que encargar de algunos camaradas que en algún mail decían cosas que no eran verdad. Hay una anécdota similar, cuando se cumplieron treinta años del conflicto con Chile, conmemoramos que no nos agarramos a tiros. La conmemoración ocurrió en un paso cercano a Río Gallegos al que fueron las dos presidentas, la de Chile y la nuestra. Después de la conmemoración nos fuimos a comer a Puerto Natales los generales argentinos y los generales chilenos. Y resulta que a mí me tocó una mesa donde el general había estado enfrente de mí en la cordillera, cuando los dos éramos tenientes en el ’78. Nos habíamos agarrado a tiros y ahora estábamos compartiendo una copa de champagne gracias a toda una unión regional que se ha construido.

TODA CANCION ES POLITICA


Entrevista a Silvio Rodriguez. En exclusiva, le responde a Clarín Vía e-mail cuál es su relación con el gobierno de su país y sobre su apego por la Argentina.
Por Eduardo Slusarczuk
Cuando, el 18 de este mes, Silvio Rodríguez (64) salga a escena en el Estadio Ferrocarril Oeste, habrán pasado siete años desde su último concierto en Buenos Aires. Y 27 desde su primer visita a la Argentina (ver Bajo control ), en el inicio de una democracia que dejaba atrás a la peor de las dictaduras militares que padeció nuestro país.Desde entonces, mientras el mundo asistía a cambios que modificarían de manera sustancial el mapa político, económico, demográfico y tecnológico -sólo para empezar a contar-, Rodríguez le agregó 15 álbumes a su discografía. En ese contexto, el más reciente de ellos, Segunda cita (2010) es apenas un pretexto para una gira cuyo repertorio excede ampliamente a su docena de canciones. Desde La Habana, el cantautor responde vía mail.¿Siente que el sentido de su presencia sobre los escenarios y el de sus canciones se ha modificado con el paso de los años? No lo sé. Es curioso, pero yo nunca pretendí convertirme en símbolo de nada. Los símbolos son pesantes, y yo empecé, y continúo, deseando fluir a través de lo que he ido aprendiendo a hacer. O sea, canciones. Me agrada que lo que canto tenga varias funciones; quiero decir no sólo en lo estético, porque también éticamente las canciones pueden funcionar. Soy de los que cree que todas las canciones son políticas, porque todas proponen algo, aunque sea trivial. Un pecado pudiera consistir en hacer demasiado obvios algunos criterios, porque entonces pudiera ocurrir que se nos vería más como ideólogos que como artistas. Desde que empecé tuve claro lo que no debía hacer y espero que mi trabajo lo demuestre. Tampoco niego que me gustaría que lo que hago sirviera a la esperanza, que siempre es una buena causa. ¿Temió o sintió alguna vez que ocurriera esa confusión, en virtud de que muchos lo consideran un símbolo de la revolución cubana? Nunca me creí “representante de la Revolución Cubana”. Aunque sí asumí la responsabilidad del que la quiere, aun con opiniones. Además, mis canciones no han tenido que celarse de la persona que las hace; ellas saben que primero se suele ser persona y después es que vienen las canciones.En el libro que acompaña a su último CD usted se refiere de manera crítica a los “paisajes ideológicos” que trazan “los que gobiernan la información mediática”. ¿Esa crítica se aplica también a la prensa oficial? La Revolución Cubana ha sido posible porque el pueblo la ha defendido, incluso con su sangre. La responsabilidad de defender lo alcanzado también comprende el terreno ideológico, aunque a veces ese terreno parezca de arenas movedizas. Sea como sea, es necesario responder a la avalancha de medios que mienten o tergiversan sobre nuestra realidad. Así se fue moldeando una prensa falsamente revolucionaria, triunfalista y subordinada. Hubo momentos en que parecía que queríamos proyectar que vivíamos en un paraíso. Internamente nos creó más contradicciones, porque sin crítica y autocrítica uno acaba por perder de vista lo que hay que mejorar. Fidel, cuando anunció la campaña de alfabetización, dijo: “Nosotros no le decimos al pueblo: cree; nosotros le decimos al pueblo: lee”. Eso se olvidó. Algunos dirigentes cubanos actuales están pidiendo “un cambio de mentalidad”. A mí me parece que ese cambio de mentalidad también es muy necesario respecto a algunas directrices que todavía rigen nuestra prensa.¿Fue difícil para usted mantenerse ajeno a esas directrices? Por haber vivido en Cuba durante toda mi vida he estado expuesto a lo bueno y a lo malo que ha pasado en mi país, como cualquiera. Y siempre me he sentido en libertad de decir lo que pienso y lo he puesto en práctica, aunque algunas personas no hayan estado de acuerdo con lo que digo. Lo cierto es que la mayoría hemos tenido nuestros más y nuestros menos con los medios estatales, dependiendo del momento y la canción. Conste que ese forcejeo con el poder siempre me ha parecido natural y además positivo.¿Debió limitarse al escribir temas como “Canción en harapos”, que proponen una mirada irónica? Canción en harapos quiso ser una mirada a ciertas formas de hipocresía que se dan en todas partes, no sólo en Cuba.Segunda cita habla más específicamente de lo nuestro. Trata de ser una metáfora de algunas de las cuentas que podrían pasarnos nuestros supuestos ángeles de la guarda. Cantar no me parece asunto de ponerse límites, sino de convicciones. Si hay que limitar, que lo hagan otros y que cada cual cargue con lo que le corresponde.¿Cómo asume el paso de haber sido lo nuevo a ser parte de una historia que ya tiene otros que la escriban? Me dan ternura los muchachos. Siempre que los miro subir al escenario, me digo: “Qué alivio que yo no estoy ahí”. Y siento algo de paz, aunque tampoco demasiada.¿Le presta atención a las nuevas produccones musicales? He escuchado a algunos jóvenes que concursaron en el Premio de Creación Ojalá 2010 , un concurso destinado a divulgar la lírica de Rubén Martínez Villena, un poeta que cambió sus versos por la lucha y le costó la vida, en 1933. La convocatoria nos trajo una bocanada de música fresca de jóvenes talentosos, como Tanmy López Moreno, Jennifer Almeida e Ivette Letusé.¿Aspiró alguna vez a trazar un camino que sea recorrido por otros? No. Es inevitable que cada cual haga su propio camino. Cualquier otra postura es pretenciosa y olvidadiza. La cultura y la genética nos inoculan lo necesario para la continuidad. Las rupturas vienen del aprendizaje, de la exploración, de esa parte revolucionaria y hasta aventurera que tenemos todos. O casi todos.

UN NEGOCIO QUE VALE ORO


El mapa minero argentino reconoce unos 400 proyectos. En su mayoría orientados a la extracción de metales en la zona cordillerana. Las iniciativas ponen en juego cuestiones ambientales, sociales y económicas que trascienden lo coyuntural.
Por Gabriel Bencivengo
En la última década, la actividad minera a gran escala registró un fuerte proceso de crecimiento, tanto en nuestro país como en el resto de América latina. Un boom que se explica, en gran medida, por la fuerte demanda de China y de otros países asiáticos, que empujaron los precios de los commodities y quebraron la tendencia a la baja que registraron en los años ’70, ’80 y ’90. La dinámica explica, diferencial de precios y costos mediante, las rentas extraordinarias obtenidas por un capital originado, principalmente, en Australia, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica y Brasil, y que opera asociado con actores locales de menor envergadura.Según quedó de manifiesto en las jornadas organizadas por el Instituto Argentino para del Desarrollo Económico (Iade), varias son las discusiones que atraviesan la cuestión. Su impacto en las economías regionales, la generación de empleo y los pasivos ambientales que produce la actividad son algunos de los temas que alientan un debate que, además, supone analizar la propiedad, la gestión y el control de recursos vitales para el desarrollo. La problemática, subrayan los especialistas, también incluye indagar en el rol del Estado y el papel de las multinacionales.
Una demanda creciente
.“China exigió el año pasado casi el cuarenta por ciento de la demanda global, del doce por ciento que representaba hacia el 2000. Hoy, demanda cinco kilos de minerales por habitante. A principios de la década demandaba un kilo y medio”, subrayó Jeannette Lardé, de la División Recursos Naturales e Infraestructura de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal). Nada indica que la voracidad del gigante asiático haya encontrado un techo. “Está lejos de los quince kilos per cápita que consumen los países desarrollados”, puntualizó Lardé durante el seminario de Iade.En este contexto, no es extraño que los gastos en exploración y las inversiones hayan registrado un notable incremento a nivel mundial y que países como Brasil, Chile, Perú y México se hayan ubicado entre los diez primeros receptores de inversiones destinadas a las actividades extractivas. Para tener idea de la importancia asignada por las multinacionales del sector a la región basta con señalar que, según los cálculos de la Cepal, América latina generó el año pasado aproximadamente el 33% de las rentas mineras a nivel mundial.“No hubo una respuesta proporcional desde los gobiernos de la región”, advirtió Lardé. La situación nada tiene de coyuntural. Según la especialista, hay una “creciente y perversa competencia” entre los países de América latina que se materializa mediante incentivos y facilidades en pos de captar inversiones. Esto, en un contexto donde los precios se mantendrán por encima del promedio en el largo plazo. En la actualidad, de las 500 mayores empresas que operan en la región, al menos 82 están relacionadas con procesos extractivos, cálculo que excluye a las dedicadas al sector agroindustrial
.¿Un nuevo consenso?
Para Mariestella Svampa, socióloga e integrante del colectivo Voces en Alerta, la minería a gran escala constituye un fenómeno que trasciende lo económico: “Se trata de un modelo de desarrollo que pone en tela de juicio el alcance de la democracia. Hay que desmontar el discurso oficial y corporativo”. Svampa, quien también integró el panel convocado por el Iade, destacó el rol de proveedor de materias primas asignado a la región en la división internacional del trabajo. La dinámica, puntualizó la investigadora, se asienta en “la expansión de la frontera extractiva” y en una “política de privatización de tierras”.Además de subrayar los efectos sociales y ambientales negativos de la megaminería, Svampa también advirtió sobre los aspectos regresivos en lo económico: “Consolidan economías de enclave que no generan encadenamientos hacia el interior del aparato productivo. Lo que hacen es reafirmar el rol tradicional de América latina como proveedora de materia primas”. Una forma de medir la incidencia es cuantificar la cantidad de empleos generados. Según la Secretaría de Minería de la Nación, se trataría de unos 40 mil para el total de la actividad; de los cuales entre 10 y 15 mil serían consecuencia de los megaproyectos.Según el Indec, la cifra es menor: unos 6.500 puestos, sobre unos 20 mil para el conjunto de la actividad. En San Juan, por ejemplo, el empleo minero roza el 2 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) –8 por ciento si se suma el empleo indirecto–. El porcentaje contrasta con los 750 millones de dólares que exportó en minerales y piedras preciosas en 2010 –64% de las exportaciones totales–. Perfil muy similar al que presenta Chile, donde el empleo directo de la minería apenas llega al 1,45 por ciento de la PEA y al 11,4 por ciento en la II Región, donde se concentra la extracción del cobre.Al igual que otros especialistas, Svampa puso el acento en la necesidad de construir una perspectiva crítica: “El boom reactivó el imaginario del desarrollo. Hay una aceptación acrítica que deviene de una visión instrumental con relación a los recursos naturales. Desde este punto de vista, se trataría de adaptarse a los ciclos de la economía global. El consenso de Washington fue reemplazado por el consenso de los commodities”, señaló la socióloga. Según la óptica del geógrafo Marcelo Giraud –integrante de la Asamblea Popular por el Agua, que expuso durante la jornada– se trata de “un proceso que tiene que ver con las transformaciones producidas a partir de la década del ’90”.
Antes y después.
Si durante la mayor parte del siglo XX, la minería en la Argentina se caracterizó por la extracción de rocas de aplicación y en menor medida de piedras preciosas o semipreciosas en yacimientos subterráneos de relativamente alta ley, la situación comenzó a modificarse a partir del ’93. Con la sanción de las leyes 24.196 y 24.296 de Inversión Minera, y el decreto 2.686/93 de Regulación de la Inversión Directa, la arquitectura legal quedó preparada para los megaproyectos. Ya en 2003, el 73% por ciento de la producción de no combustible correspondía a minerales metalíferos, el 14% a minerales no metalíferos, y el resto, a rocas de aplicación.Miguel Teubal, economista e investigador del Conicet en el Instituto Gino Germani, coincide con Svampa en que el aprovechamiento de los recursos naturales produjo un efecto reprimarizador en toda América latina: “Es un fenómeno tan actual como global. Al igual que el modelo de los agronegocios, la megaminería responde al paradigma neoliberal. Sus actores son grandes corporaciones integradas en forma vertical. Sus proyectos están localizados. Además de que no generan valor ni cadenas productivas, no son sustentables. Podemos vivir sin oro, pero no sin agua. La buena minería es posible, pero debemos enfocar el tema desde lo estructural”.En la práctica, el paquete normativo implicó que la Argentina quedara clasificada en un relevamiento impositivo de la Cepal como el segundo país en el mundo con menor carga tributaria para la explotación de oro y el tercero en el caso del cobre. En los hechos, las normas contienen numerosos beneficios. El más importante: la estabilidad fiscal, levemente modificada en 2007, pese a las protestas de las multinacionales, cuando se generalizó la aplicación de retenciones de entre el 5 y el 10%, según fuera el mineral sólo explotado o también concentrado en el país. Por el mineral a boca de mina, las provincias sólo pueden cobrar hasta el 3%.
Rentabilidad y desarrollo.
“En 2005, si consideramos la gran minería junto con todo el panel de minas y canteras, la relación entre las utilidades obtenidas por las 37 empresas más importantes y el costo laboral total, incluyendo contribuciones sociales e indemnizaciones, la relación es de ocho a uno”, señaló Giraud. El indicador habla del carácter fuertemente capital-intensivo de la actividad. El grado de extranjerización queda en evidencia cuando se tiene en cuenta que el valor agregado de las empresas nacionales apenas oscila entre el 3 y el 4% del total producido por la actividad, que aporta poco más del 1,6% del Producto Bruto Interno (PBI).Giraud subraya que ningún país salió de la pobreza mediante la gran minería transnacional: “Puede generar un fuerte crecimiento económico, pero inestable en el tiempo, porque se difunde muy poco hacia la población”. La cuestión se expresa en los persistentes altos niveles de pobreza que registran las zonas mineras. Como ejemplo señala al Gran Catamarca, que sigue por encima del promedio nacional, a pesar de que Minera Bajo La Alumbrera comenzó a producir en el ’97.Roberto Adaro, asesor técnico de la Oficina del Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, aportó un dato central: “El 80% de los recursos de la provincia de Catamarca son aportes nacionales. Sólo el 3% proviene de las regalías mineras. Las ganancias de la empresa La Alumbrera será este año de unos 5.300 millones de pesos, cifra superior al presupuesto provincial”. La situación es similar a la que exhibe, por ejemplo, San Juan, donde la canadiense Barrica Gold explota el yacimiento de Pascua Lama que produce oro y cobre, como metal secundario.“No somos cobayos. El comportamiento de las mineras es el mismo en todo el mundo. Argentina no es una isla. Lo que está en juego en esta actividad, como en muchas otras, es un modelo de desarrollo global. Hay factores externos que maximizan la tasa de ganancia y las empresas aprovechan”, advirtió Alejandro Rofman, economista e investigador del Conicet en el Centro de Estudios Regionales (Ceur). Su mirada subraya que la implantación de megaproyectos debe contemplar que se trata de recursos no renovables. En otras palabras: que la vida del proyecto coincide en forma directa con la disponibilidad del recurso.“La represa de Salto Grande es un ejemplo de enclave y Concordia la muestra palpable del fracaso en términos de desarrollo social por las altas tasas de desocupación que dejó el proyecto tras su fase de implantación. Debemos reconocer las características técnicas y productivas de los proyectos y darles cabida en un marco político e ideológico que asegure la producción, pero también la distribución social de los beneficios –propuso Rofman–. En pocas palabras, que el excedente mejore la calidad de vida de las poblaciones”.
¿Desarrollo sustentable?
Si identificamos al bien económico sólo con el precio de mercado, no estamos hablando de desarrollo sustentable”, afirma Marcelo Giraud. Los números que aporta el especialista ponen de relieve la disociación que existe entre el mercado y las necesidades de una sociedad. Según sus cálculos, Barrica Gold apunta a extraer, en el período útil del yacimiento de Pascua Lama, unos 14,4 millones de onzas de oro; es decir: unas 447 toneladas o –dada la densidad del material– unos 23 metros cúbicos del mineral. Para concretar este objetivo, la empresa canadiense deberá remover unos 1.800 millones de toneladas de roca –el 82% de ese volumen es material estéril– y utilizar 170 millones de metros cúbicos de agua, equivalente el consumo de 22 mil familias durante dos décadas. La potencia eléctrica requerida por el enclave implica un consumo anual de 1 millón de megavatios/hora, cantidad similar al consumo de casi 400 mil hogares. Las dimensiones expresadas se tornan aún más comprensibles cuando las comparaciones se realizan con los recursos en juego para conseguir un gramo de oro, que mide apenas 3,7 milímetros de lado. En este caso, los resultados arrojan: 4 millones de roca removida, 380 litros de agua utilizados y 43,6 kw/h de electricidad –el consumo promedio de dos familia durante una semana–.

"NUESTRA PUNA ACTUAL TIENE UN AMBIENTE CON VIDA PARECIDO A MARTE"


Maria Eugenia Rivas descubrio unos microorganismos vivos a 4 mil metros de altura que podrian explicar la presencia de vida en el planeta rojo.
Por Valeria Roman.
La Puna argentina actual tiene el ambiente con vida más parecido al de Marte”, afirma María Eugenia Farías, bióloga e investigadora independiente del Conicet, que la semana pasada sorprendió a los asistentes de la conferencia TedxRiodelaPlata en Buenos Aires con su relato sobre cómo desafió al mundo científico cuando hace dos años halló microorganismos vivos, llamados estromatolitos, a más de 4.000 metros de altura. Los estromatolitos son asociaciones de bacterias con algas que parecen rocas. “Al igual que el planeta Marte, la Puna tiene un nivel bajo de oxígeno, alta radiación ultravioleta, frío, fuertes vientos y aridez”, explicó Farías a Clarín . Su hipótesis es que si los estromatolitos hoy pueden vivir en la Puna, también podrían hacerlo en Marte. “Hay imágenes de sondas que indicarían la presencia de estromatolitos en el planeta rojo. El debate no está cerrado”. Antes del hallazgo, ¿qué se sabía de esas formas primitivas de vida? Muy poco. Los que encontramos en Salta, Jujuy y Catamarca son los que han alcanzado la mayor altura en el mundo. Las condiciones extremas de salinidad, el arsénico y la actividad de los volcanes les posibilitaron la sobrevivencia. ¿Cómo llegó usted a descubrirlos? Volví al país en 2001 en plena crisis, con una beca de repatriación del Conicet. Llegué con 3.000 dólares que me quedaron en el corralito. Quería estudiar bacterias adaptadas a vivir en ambientes extremos, y me fui en una campaña a la Puna, con muy poco financiamiento. Hasta las botas de goma eran prestadas. Como el trabajo debía ser interdisciplinario, empecé a convocar investigadores de diferentes áreas: como geólogos, limnólogos, entre otros. Hoy somos 13.¿Y cuándo fue el día “D”? En 2009, hicimos un ascenso al volcán Socompa. Yo me bajé un día antes que el resto del equipo. Quería estudiar la laguna que está en la base del volcán. Encontré algo extraño que parecían piedras. Tenían un olor especial, y pensé que eran estromatolitos, porque los conocía por una visita a México. Saqué agua e hice la extracción del ADN. Tomé la primera muestra, y lloré de la emoción, y me pregunté: ¿y ahora qué? ¿Qué se contestó? Me di cuenta de que, tras el hallazgo, tenía dos caminos. Uno era no contar nada a la comunidad y preparar un gran reporte para ser publicado en alguna revista especializada de alto impacto. Era el camino clásico que hace cualquier científico, pero implicaba un alto costo. En primer lugar, porque iba a dejar de lado el estado de vulnerabilidad que afecta al ambiente de los estromatolitos. También implicaba mandar las muestras de ADN al extranjero, ya que en ese momento no teníamos los recursos para estudiarlas. Elegí otro camino: primero le conté a la comunidad más cercana de qué se trataba. La gente, incluyendo al cacique, me comprendió y se involucró en la defensa del lugar.¿Por qué lo afirma? Porque había una urgencia ambiental y la sociedad debía saberlo, ya que hay proyectos que quieren exportar agua de la Puna para Chile para ser usada en la minería de ese país. Esos proyectos podría dañar a los estromatolitos y su entorno. Al divulgarse el descubrimiento, finalmente conseguimos que la zona sea declarada “área protegida” por el gobierno de Salta, y también pudimos hacer todos los estudios en la Argentina. Tardamos dos años pero se hicieron aquí.¿Su vida personal cambió? El descubrimiento me trascendió. Tuve que aprender a hablar con las comunidades indígenas, los políticos y los funcionarios. Mi vida se volvió un caos porque además del trabajo científico tuve que repartirme en la divulgación de los resultados que me consume mucho tiempo.¿Cómo logró hacer los estudios del ADN en nuestro país? Decidí que los estudios de genómica debían hacerse en el país. Sabía que la tecnología no estaba disponible, pero yo no quería ser proveedora de muestras al exterior. Afortunadamente, en 2010 se logró la secuenciación en el Instituto de Agrobiotecnología de Rosario. Esos estudios –aún no publicados– indicaron la presencia de nuevos linajes de microorganismos que hasta el momento la humanidad desconocía.¿Sus próximos pasos? Esperamos más cambios y descubrimientos. Recibimos un subsidio del Ministerio de Ciencia. En la comunidad de Tolar Grande, cerca de un sitio con estromatolitos, se hicieron cloacas y se está levantando un centro de interpretación –con apoyo de la Universidad de Córdoba– para turistas. Mi sueño es armar el proyecto de la ruta del origen de la vida. Sería para que los turistas visiten sitios de Catamarca, Salta y Jujuy y aprendan sobre el ambiente más parecido a Marte. Otros hablan de salvar a las ballenas. Yo quiero salvar a las bacterias.

"EN 10 AÑOS ESTAREMOS IGUAL, PERO MEJOR"


Entrevista. Eddie Vedder. El líder y vocalista de Pearl Jam habla del presente, pasado y futuro del grupo. Y ataca a las redes sociales.
Por Pablo O. Scholz
A los 46 años, Eddie Vedder canta, salta, bailotea, arenga y patea al aire como hace veinte años, cuando tenía casi la mitad de su edad e integraba la banda originaria de Seattle, llegando desde San Diego. Ahora, uno es el Eddie que conmueve a 20.000 personas en el Air Canada Centre -el estadio que utilizan los Raptors de la NBA, y el mismo donde Roger Waters dio el puntapié inicial hace un año con The Wall - y otro con el que nos encontramos horas antes en el hotel Fairmont Royal York, en Toronto.Es que la banda que en los ‘90 participó del movimiento grunge, junto a grupos como Nirvana, cumplió 20 años, y por tal motivo emprendió esta gira que los trae de nuevo a nuestro país -la única visita había sido en Ferro, en 2005-.Vedder junto a Jeff Ament (bajo), Stone Gossard (guitarra rítmica), Mike McCready (guitarra principal) y Matt Cameron (batería) recibieron a la prensa internacional para hablar de sí mismos, claro, y del documental PJ20 que dirigió Cameron Crowe, el cineasta de Casi famosos , ya visto aquí.“Sé que es un aniversario, así que se supone que no debemos sólo mirar hacia atrás, sino hacia adelante, hacia dónde los próximos veinte años nos van a tomar. Pero no tenemos por qué hacerlo ahora -sonríe-, así que no...Vamos, ¿cómo ves la banda dentro de diez años? En diez años estaremos igual, pero simplemente mejor. Creo que sólo tendremos que seguir mejorando, tal vez tratando de empujar los límites de lo musical. No veo que tengamos un “stop”. No creo que ninguno de nosotros lo vea. Y creo que es muy saludable seguir haciendo cosas, todos, fuera del grupo. Así que cuando volvemos, estamos muy contentos de estar de vuelta juntos. Algunos grupos sacan un disco y salen de gira por dos años y medio, y luego se toman otros dos años porque no se pueden ni ver. No es que tengamos la fórmula, sólo queremos estar sanos, tenemos familias y queremos ser dignos de la confianza que nos tienen los fans y nuestra gente.“¡Siempre, viajar por Latinoamérica es un placer!”, interviene Ament. Pero Vedder tiene más para acotar. “Casi todo en los últimos diez años ha sido realmente bueno. Estamos en un período de años dorado. Tenemos familias, ahora, y estamos contentos de tocar en vivo”, dice, manso y tranquilo.¿Encontrás mucha distancia de cómo los trata la fama hoy y cómo era en los comienzos? Era diferente, pero hasta hoy, y después de tanto tiempo, no puedo con eso, detesto a los paparazzi. No sé cómo hacen los jóvenes o las nuevas estrellas que parecen vivir obsesionadas con la fama. Con nosotros fue tanto, tanto, que llegaron a hartarme. Y no entiendo tampoco cómo la gente sobrevive con esto de las redes sociales, la vida sobreexpuesta online, la falta de privacidad. No me acostumbro, y no me acostumbraré.¿Se viene un disco nuevo...? Por ahora estamos concentrados en estos shows, apenas acabamos de estrenar Olé . ¡Y olé!, como dicen ustedes, que hablan español. Es una nueva canción (con mucho de punk)... Ya tenemos material para un nuevo álbum, pero no sabemos aún ni cuándo estará listo y menos cuándo saldrá a la venta.A veinte años de Ten (sus temas Alive y Black no faltaron en el set list), y a dos de Backspacer (tocaron The Fixer ), los PJ suben al escenario a oscuras, arremeten y lo iluminan con 24 canciones. El ritmo y la intensidad van in crescendo. O como decía Vedder: “En vivo es como atrapar una mariposa. Es una cosa delicada. Se trata de cinco hombres que solían ser adolescentes, que se reúnen a los 20 años. Si alguna vez trataste de pedir una pizza para cinco personas... es difícil”. Pero exquisito.

lunes, 27 de febrero de 2012

LEONARD COHEN "EL EXITO ES SOBREVIVIR"


Entrevista. El otro Dylan Con su album número doce, “Old Ideas”, recién editado, el cantautor canadiense habla de su carrera, su vida espiritual y su postura ante la vejez.
Por Dorian Lynskey
Leonard Cohen ha sido un éxito mucho más grande de lo que podría haber previsto. Hubo cambios de fortuna en el camino, pero 40 años más tarde un salón lujoso del legendario Crillon Hotel de París lo recibe con un caluroso aplauso. Con su aspecto de viejo gángster, se quita el sombrero y sonríe gentilmente, como lo hizo cada noche de la gira mundial 2008-2010, que representó un revival creativo milagroso. Estos días, Cohen raciona las entrevistas individuales que concede a la prensa con extrema austeridad; de ahí esta conferencia de prensa para promocionar su álbum número doce, Old Ideas (Viejas ideas), una reflexión íntima, carcterística de él, sobre el amor, la muerte, el sufrimiento y el perdón. Siempre ha sido más divertido de lo que se cree; ahora perfeccionó su inexpresividad hasta tal punto que cualquier periodista se vuelve el partenaire serio de una pareja de cómicos. Claudia, de Portugal, quiere que él le explique el humor detrás de su imagen de Don Juán. “Bueno, para mí ser un Don Juán, a esta altura, requiere una gran cuota de humor”, responde. Steve, de Dinamarca, le pregunta qué será en su próxima vida. “No entiendo realmente el proceso llamado reencarnación, pero si tal cosa existiera me gustaría volver como el perro de mi hija”. Erik, también de Dinamarca, quiere saber si se ha reconciliado con la muerte. “He llegado a la conclusión, muy de mala gana, de que me voy a morir –contesta-, entonces, naturalmente, esas preguntas surgen y las encaro. Pero ¿sabés qué? Me gusta hacerlo con el corazón latiendo”.Nació en Montreal el 21 de septiembre de 1934, tres meses después que Elvis Presley. Cuando empezó a hacer circular sus canciones por Nueva York, las que integraron el trabajo Songs of Leonard Cohen , en 1967, los agentes le decían: “¿No estás un poco viejo para este juego?”. Para ese entonces había perdido a su padre siendo muy joven, había conocido a Jack Kerouac, había vivido un idilio bohemio en la isla griega de Hydra, había visitado Cuba durante la invasión a la Bahía de los Cochinos y publicado dos novelas aclamadas y cuatro volúmenes de poesía. En resumen, había vivido, y esto le confería a sus canciones enigmáticas y elaboradas una gran autoridad entre jóvenes que sentían que Cohen conocía misterios que ellos apenas si podían vislumbrar con conjeturas. En 1993, en pleno resurgimiento, Cohen gozaba de respeto y afecto, pero el cono de sombra que envolvía su estado de ánimo lo hizo desaparecer de la vida pública. Pasó los siguientes seis años en un monasterio en Mount Baldy, California, estudiando con su viejo amigo y maestro Zen Kyozan Joshu Sasaki, a quien llama Roshi, y que hoy tiene 104 resistentes años. “Este viejo maestro nunca habla de religión”, explica Cohen al público en París. “No hay dogma, no hay culto con oraciones, no hay referencia a una deidad. Sólo el compromiso de vivir en una comunidad”.Cuando bajó de la montaña, su depresión de toda la vida finalmente había desaparecido. “Cuando hablo de depresión -dice cuidadosamente- me refiero a la depresión clínica, que es el trasfondo de toda tu vida, un trasfondo de angustia y ansiedad, una sensación de que nada marcha bien, que el placer es inaccesible y que todas tus estrategias se derrumban. Me alegra informarles que, casi imperceptiblemente, gracias a buenos maestros y a la buena suerte, esa depresión de a poco se fue evaporando y nunca volvió con la misma ferocidad que tuvo durante la mayor parte de mi vida”. Piensa que esto puede atribuirse a la vejez. “Alguna vez leí que cuando te vas poniendo viejo mueren algunas células cerebrales asociadas con la ansiedad, por eso, realmente no importa cuánto te dediques a las disciplinas, vas a empezar a sentirte mucho mejor o mucho peor según el estado de tus neuronas”.Así como con el judaísmo y con el budismo Zen, Cohen coqueteó brevemente con la cientología. Nunca se casó, pero tuvo varias relaciones importantes. Entre ellas, Joni Mitchell, la actriz Rebecca De Mornay y la mujer con la que tuvo dos hijos a comienzos de los 70, Suzanne Elrod. Fue un bebedor y fumador empedernido y experimentó con diferentes drogas. En su gira de 1972, como está documentado en Bird on a Wire , bautizó a su banda The Army y ellos, a su vez, lo apodaron Capitán Mandrax (una marca de sedante), por su adicción a los tranquilizantes.En París, tras la conferencia de prensa, me llevan discretamente a un cuarto de atrás, para una extraña entrevista a solas con Cohen. De cerca, es una presencia tranquila, de una cortesía a la antigua mezclada con Zen, y su voz más ronca por sus tiempos de cigarrillo arrulla tanto como una canción de cuna. Le pregunto si le gustaría que el largo y penoso proceso de componer sus canciones pudiese resultarle más fácil. “Bueno, estamos hablando en un mundo donde los hombres bajan a las minas, mascan coca y se desloman trabajando todo el día. Vivimos en un mundo donde hay hambruna y la gente esquiva las balas y le arrancan las uñas en calabozos. Entonces, para mí es muy difícil asignarle un gran valor al trabajo que hago para escribir una canción. Sí, trabajo mucho, pero ¿comparado con qué?”.¿Aprende algo cuando escribe las canciones? Creo que algo se extrae, pero no diría que ideas. Me parece que las ideas son lo que queremos sacarnos de encima. No me gustan las canciones con ideas. Tienden a convertirse en slogans, a estar del lado correcto de las cosas: la ecología o el vegetarianismo o el antibelicismo. Todas esas son ideas maravillosas, pero me gusta trabajar en una canción hasta que esos slogans, tan maravillosos y tan sanos como las ideas que promueven, se disuelven en convicciones más profundas. Nunca me propongo escribir una canción didáctica. Sólo transmito mi experiencia. Todo lo que tengo para poner en una canción es mi experiencia..¿Se puede aprender de la vida escuchando sus canciones? La canción opera en distintos niveles. Opera en el nivel que se dirige al corazón, pero también es útil cuando lavás los platos o limpiás la casa; o como telón de fondo, cuando estás de novio.¿Un cover de “Hallelujah”, su himno del ‘84, es un cumplido que se ha cansado de recibir? Una o dos veces sentí que quizás debería prestar mi voz para silenciarlos. Pero, pensándolo bien, no, Estoy muy feliz de que se cante.¿Define el éxito como supervivencia? Sí -sonríe-; el éxito es sobrevivir: ésa es una definición suficientemente buena para mí.
Traducción: Susana Manghi.

"LA PASE BIEN SIENDO MI PROPIO JEFE"


Entrevista. Ringo Starr. A los 71, acaba de editar un nuevo CD, “2012”. Habló con Clarín sobre su paso por la Argentina, su presente y su amistad con Paul McCartney.
Por Eduardo Slusarczuk
Parece no ser un hombre fácil para las entrevistas, Ringo Starr. Al menos para quienes, desde esta parte del mundo, intentamos tener un par de declaraciones exclusivas (o lo más exclusivas posibles) de uno de los dos ex-Beatles que aún andan dando vueltas por ahí. Y por aquí.Sin embargo, después de los infructuosos intentos por lograrlo, antes de su paso por la Argentina -el músico ni siquiera dio una conferencia de prensa-, el lanzamiento de 2012 , su décimo séptimo álbum solista hizo el milagro, aunque la exclusividad sea compartida con un colega del Brasil.Filtros mediante, la voz que suena del otro lado de la línea telefónica, después de esos segundo de silencio en los que uno suele pensar que la comunicación se cortó y la entrevista se frustró para siempre, no deja lugar a dudas. “Hola, permítanme presentarme. Mi nombre es Ringo”, dice, y larga esa carcajada que vimos y escuchamos en cientos de videos. Por sus antecedentes frente a la prensa, Starr es de esos artistas que bien valen una estrategia para plantear el cuestionario. A pesar de jamás renegar de su pasado: ”Estoy orgulloso de los Beatles y de lo que hicimos”, suele decir. No son pocas las ocasiones en las que expresó su fastidio por la insistencia en el tema. O, más bien, por el ninguneo de su presente. “Es difícil, porque la gente no quiere que crezcas. Prefieren mantenerte en ese mundo. Quieren que sigas siendo la misma persona a la que vieron en A Hard Day’s Night , o que escucharon en algún disco de aquella época”, señaló hace casi un año al diario británico Daily Mirror .Y todo induce a invertir los primeros minutos de los 20 previstos, en el allí y ahora, en el que Starr se animó a producirse a sí mismo, sin socios, por primera vez en sus cinco décadas de trayectoria. Y dejar su lustre pasado, siempre presente, para la segunda mitad. ¿Cómo viviste la experiencia de ser por primera vez tu único jefe? Bien. Esto comenzó hace unos dos o tres años, durante la grabación de mi álbum anterior, Y Not , en el que también asumí ese rol, compartido con Bruce Sugar. He llegado a un momento en el que quería hacer las cosas por mi cuenta, elegir los músicos con los cuales trabajar, y tener el control de toda la realización del CD. Y la pasé muy bien siendo mi propio jefe. Ayudado, claro, por muy buenos músicos, que saben interpretar exactamente lo que uno quiere que hagan. Creo que hicimos un gran trabajo.¿En cuánto cambia el grado de libertad y de responsabilidad, al trabajar de este modo? No creo que haya variaciones en cuanto a la responsabilidad, pero sí me permite disfrutar de una enorme libertad. Mis últimos tres discos los grabé en mi casa. Eso me permite invitar a los músicos a tocar según la necesidad del momento, y abordar los temas de diferentes maneras. Al no tener las restricciones que te impone trabajar en un estudio, de tiempo y de otros tipos, grabar así se parece más a un momento compartido con amigos después del trabajo. De pronto, grabo la batería de un tema, y enseguida puedo estar tomando una taza de té con Barbara (Bach: chica Bond en el ‘77 y tapa de Playboy en el ‘81, con quien está casado desde hace 31 años).En ese clima, Starr fue armando los nueve temas de 2012 . “Una vez que tenía la base de una canción, llamaba a quien consideraba apropiado para escribir la letra. Es interesante porque, a veces, lo único que hay es una línea, que en algunas ocasiones, como sucedió con Wonderful-que está dedicada a Barbara-, ni siquiera es propia. Y de ahí sale toda una canción”, explica el músico.Entre esos colaboradores están el Eagles Joe Walsh, el texano Gary Nicholson y el ex Eurythmics, Dave Stewart -”tiene la capacidad de poner en orden las historias que le cuento”-, con quien Ringo ya trabajó en sus dos álbumes previos. Y con quien escribió un musical, cuyo destino de ser parte de la cartelera de Broadway con el tiempo cambió en dirección al cine, y al final entró en compás de espera.¿Tienen algún peso tus viejas canciones a la hora de componer? No. Tengo un gran respeto por el pasado, pero las canciones de hoy están hechas con mi manera de ver las cosas hoy. Sólo puedo escribir con emoción las cosas que estoy viviendo en ese preciso momento. No me sale escribir sobre algo que va a suceder o algo que ya pasó. A veces, como me pasó con Anthem , puedo recurrir a una frase que escribí hace un tiempo, como “Este es un himno de paz y amor”. Pero gira en torno a un tema que para mí es una constante. Fuera de eso, nunca hago demasiados planes, cuando armo un disco. Sólo hago lo que surge en ese instante.De pronto, la charla es interrumpida por una voz de mujer que anuncia que el tiempo se termina. Y no hay lugar para reclamos, aunque la duración de la nota se haya reducido, sin previo aviso, a poco más de la mitad de la pautada.La relación que une a Ringo con Paul queda sintetizada en un breve “con él somos muy amigos. Lo quiero mucho”; el recuerdo de John y George queda para la próxima, y 2012 vuelve al centro de escena, como excusa para entrar, por un minuto, en el pasado.En la canción “ Step Lightly” , que grabaste en 1973, decías preferir que esa canción no fuera tuya. ¿Por qué decidiste volver a grabarla? Porque ahora me resulta fácil cantar esa línea. En cambio, en el momento en que la escribí, no me gustaba lo que veía en el espejo. Me veo mejor ahora en el espejo.Y sin dar lugar a más, completa, fiel a su estilo: “Gracias. Adiós a todos. Paz y amor.” «

sábado, 25 de febrero de 2012

"YO CON LA POESIA SIEMPRE ESTARE AL BORDE DEL ABISMO"


Poeta y performer, Fernando Noy habla de su nuevo libro, "Piedra en flor", sus experiencias artísticas y su poesía.
Por Julian Lopez Y Paula Jimenez
La cita es nada menos que en el barrio del Abasto y se hace difícil llegar sin tararear El cantor de Buenos Aires, el tangazo que Enrique Cadícamo escribió en 1936 y que nombra al abuelo paterno de nuestro personaje: “ ¿Dónde estarán Traverso, el Cordobés y el Noy, ...”Y aunque la rima hoy no esté de moda y en el barrio ya no se vean ni glicinas ni malvones, el poeta Fernando Noy nos espera en su casa con una taza de té helado para apagar el infierno del verano porteño y para hablar de Piedra en flor, su nuevo libro de poesía que promete que llegará a las librerías con los primeros tambores del carnaval. Sobre aquel tango que nombra a su abuelo, tan personaje del barrio como él, aclara: “Él era el Noy; yo soy ‘La’ Noy”, y queda dicho: este poeta es su propia construcción. Criado en la Patagonia, llegó a Buenos Aires para estudiar y en esta ciudad comenzaron su derrotero poético y una especie de militancia de sus particularidades que resultó demasiado para el país que se ensombrecía: “En 1975 me fui a Brasil autoexiliado porque ya era terrible caer tantas veces detenido, me fui con alguien pero llegué solo a Bahía, –ciudad en la que fue elegido Reina del Carnaval–, y ahí empezó algo tan distinto a lo que había vivido que doce años después, cuando volví a Buenos Aires, mis cicatrices eran puro strass, puro brillo.” -¿Por qué volviste? -Yo creo que me estaban llamando Urdapilleta, Batato, Tortonese, el Parakultural, acá nacía algo único que pude vivir desde el principio, improvisábamos muchísimo y yo experimentaba con mi propia poesía, cantándola en el escenario, con una minifaldita de cuero.El departamento de Noy es una especie de altar en el que reina el sincretismo, allí todas son deidades, hay fotos de la uruguaya Marosa di Giorgio, de la poeta brasileña Adelia Prado a quien tradujo, de Iemanjá, la diosa del mar. “La poesía no está solamente en los libros”, dice mientras evoca. Fernando Noy escribe poesía desde que tiene memoria y su primer premio se lo dio Blackie, cuando tenía 11 años. Él mandó un poema a un concurso de Radio Continental y fue la conductora quien lo leyó al aire. Había ganado. Quizás ya sucedía eso que hoy sorprende en alguien tan extrovertido como él: a la hora de leer sus propios versos en público se pone nervioso. De esta sensación habla en el poema “Pánico escénico”, uno de los que integran su Piedra en flor.Yo con la poesía siempre estaré al borde del abismo. En este libro toco esos temas: el terror de la página escrita, el terror de tener que leer poemas en público. En cambio, cuando leo a otros poetas soy el mejor. Porque además de estar con esos autores, les conozco el tono a cada uno. Alejandra, la llorona medieval, Orozco, la hechicera, Biaggioni, la cósmica. Amo la poesía. Y cuando las cosas me superan, en definitiva, nace el poema.-La publicación de Piedra en flor se demoró porque tardaste en darle un cierre. ¿Qué es para vos finalizar un libro? -Es algo superior a cualquier experiencia, un riesgo de acróbata en el punto más alto. Una sensación que no es de placer. Amelia Biaggioni me decía que el poeta deja un poema y corre el riesgo de dejar algo mal hecho al mundo. Lo precioso de publicar es que exiliás al texto de vos.-¿Tu libro es una especie de obra reunida? -No, al revés, Piedra en flor es una nueva poética en mi trabajo. Me puse grave, me dije ¡hay que decir lo obvio! y hablar de ese horror de la poesía transgénica que no dice nada, de los falsos poetas, de una cosa que no es más que una caricatura profana. A mí me interesa el vértigo, lo sagrado.

SACANDOSE LA X DE ENCIMA: ¿AMANECE LA GENERACION DEL 90?


Referentes intelectuales de treinta y pico proponen un espacio para pensar la política argentina por fuera de la militancia verticalista, con eje en la recuperación del Estado y pensando el kirchnerismo después de Cristina.
Por Exequiel Siddig
En los ’90, después de que la perestroika derribara el Muro que iba “de Stettin en el Báltico, a Trieste en el Adriático”; después de que la CNN proyectara la primera guerra estilo videogame en Irak; con el primer film de Ben Stiller, Reality Bites, Winona Ryder se convirtió en icono de una generación perdida. Así como en los ’80 la economía en América latina se había “perdido”, en la década posterior la eterna y vieja juventud preglobalizada había entrado en un laberinto y se había convertido poco menos que en un zombi colectivo. Winona, efigie curda y nihilista, entraba y salía de la comisaría del condado como un penitente.Aquel era uno de los relatos hegemónicos que cundieron para los nacidos durante los ’70, quizás los años más hoscos de la Guerra Fría. Al menos para el Cono Sur. Se decía, pues: los jóvenes” (de los ’90) son “apáticos”. No hay nada que los levante, salvo el porno o los excesos sin causa con las drugs y el rocanrrol. En Argentina, el desprecio generacional hizo síntoma en un conjunto de acontecimientos económicos e ideológicos, tanto mundiales como locales. Por un lado, la rauda destrucción de la educación pública, pergeñada por el Consenso de Washington; la precarización laboral, expresada en las pasantías no rentadas (para los universitarios) y en el negreo (para los jóvenes del bajo fondo).Por el otro lado, a falta de un cuentito trascendental y aglutinador (“el fin de los grandes relatos”), o por la carencia de “maestros” que se hicieran cargo de la posta, aquella juventud habría padecido un retraso en la madurez política, más allá de su atrincheramiento módico y titilante en la resistencia universitaria o en la loable militancia caritativa en pos de sostener una malla social que venía en descomposición.Con el kirchnerismo, y definitivamente luego de la muerte de Néstor Kirchner, esa generación se desflora hoy en la arena pública asumiendo una militancia que –a grandes rasgos– abreva en un gestus propio de los ’70, pero con un contenido ideológico que repica en la caída y rebote del 2001. En el debate sobre esa generación, con los militantes de La Cámpora vueltos a la gestión pública y como pilares de la presunta reelección de Cristina, se impone la pregunta sobre si a esa muchachada le da el piné para convertirse en una Generación Política. Sobre si podrá desmarcarse del “estrago paterno” y conjurar un sentido de la política más aproximada a sus biografías y a sus obsesiones. En definitiva, si de cara al futuro, podrá usar a la actual Presidenta para crear una cultura política más parecida al siglo XXI.El debate que sigue está inspirado en la producción textual del colectivo Pensamiento Militante (pensamientomilitante.blogspot.com), y una mesa redonda organizada el 4 de agosto pasado por el think tank nac&pop Generación Política Sur (GPS, www.generacionpoliticasur.org). Todos los consultados nacieron en los años ’70.
Desbordar lo político.
El plato fuerte radica en la sombra que ejerce el retorno de la Generación de los ’70 con la fuerte impronta que el primer gobierno de Néstor Kirchner concedió a los derechos humanos. “Se puede retomar una memoria, pero no creo que pueda hacerse un puente de conexión política entre el 2001 y los ’70”, tercia Nicolás Freibrun, politólogo y coordinador del área de Identidades y Procesos Políticos de GPS. “Lo que esta generación tiene poco problematizado es un debate político conceptual de aquellos elementos que hoy con el kirchnerismo son fundamentales. Por ejemplo, ‘recuperar el Estado’. ¿Qué es afectar la maquinaria estatal para que la sociedad sea mejor? ¿Qué significa trabajar para el Estado? Articular una voz generacional es generar una agenda de problemas: tanto temas como prioridades. Y es importante fijar una agenda que traspase el tiempo del kirchnerismo: la riqueza, la hegemonía, los periodistas y los intelectuales.”Amílcar Salas Oroño es doctor en Ciencias Sociales y especialista en América latina. Durante los ’90, se fogueó en la agrupación universitaria El Mate. Al contrario de Freibrun, Salas Oroño teje otra continuidad histórica. “Pondría a una Generación en términos de una cultura militante. Es muy claro en el pasaje que hay con los hijos del peronismo en los ’60 y ’70, una generación intensamente política. Había un campo cultural posibilitado, por un lado, por ciertos libros claves y maestros referentes, y por el otro por cierto vínculo con lo laboral-sindical. Los hijos de la Generación de los ’70 aparecen en el 2001. Y el problema de entonces eran las ideas: los hijos de los ’70 tenían una visión antipoder. Había mucha energía militante, pero en un contexto que no potenciaba su expresión política: había que hacer asistencia social, patear mucho, adaptarse al contexto maltrecho. Era una militancia ‘reparadora’. La forma como se constituye esta generación es a partir de la contención, sin un pasaje articulado hacia la política.”En cambio, hoy el poder ha dejado de ser un tema tabú para esta generación. “Hoy, hay una idea positiva del poder, no tan resistente ni tan foucaultiana”, completa Freibrun. “Los del kirchnerismo no son los hijos de nadie”, dice Salas Oroño. “No hay una experiencia compartida entre Boudou y un pibe de 16 años y el Canca Gullo. Ahora, todos quieren encontrar algo nuevo, ahí. Y lo interesante es que esa idea se instala: los jóvenes entonces ‘participan de la política’, tienen que gestionar en el Estado, tienen que estar ‘incluidos en un proyecto’.”Para Martín Rodríguez, “la gran dificultad de la Generación del kirchnerismo es introducir novedades: pensar los faltantes más allá de la gestión”. Rodríguez es un militante del kirchnerismo de la primera hora; escribe en el suplemento Ni a palos. “La canonización de los ’70 es un problema. En los ’90, empezaba a haber una vinculación más crítica con los ’70 que se cortó en la última década. Incluso la apertura de los Juicios permite una profundización de la verdad histórica que no divida entre buenos y malos, sin sentir que le hacés el juego a una impunidad. El kirchnerismo en ese sentido introduce el lenguaje de los ’70, pero por suerte en un contexto que necesariamente no puede incluir la destrucción del Otro. Y ese también es un problema discursivo para el kirchnerismo.”“En el corazón de la juventud kirchnerista confluye una suerte de experiencia común que estuvo activa durante los ’90, previa a Néstor –sigue Rodríguez–. Y en ese sentido, son los que de algún modo mejor interpretan una parte del sentido histórico del kirchnerismo. Esa especie de herencia que se juega entre los ’70 y hoy. Paradójicamente, mientras el kirchnerismo es una experiencia en el corazón del aparato peronista, construye una herencia simbólica con la militancia de las agrupaciones más autónomas de los ’90: la de la UBA, Hijos y algunas experiencias sindicales de la CGT y la CTA.”“Hay algo del maniqueísmo de la política contemporánea que a esta generación incomoda, aunque acompañe haciendo el aguante, estructurando una militancia muy al son peronista, de arriba hacia abajo, sin cortapisas. En los ’90 hubo militantes contra el menemismo que participaron de ajustes en el sistema educativo en la universidad, en luchas por la flexibilización laboral”, comenta Nicolás Tereschuk, coeditor de la mentada página web artepolitica.com, flamante padre de mellizos y hasta hace poco con una participación activa en el sabbatellismo… “El vínculo con la política del sector de la militancia juvenil kirchnerista se referencia cabalmente en Cristina. En los ’70 era diferente, porque las posturas sobre Perón eran más ambiguas. Hoy no se quiere conducir o reemplazar a Cristina. Esta juventud tiene un vínculo menos rebelde con la política; se le suelen criticar los trajes y las Blackberry. A mí, en cambio, no me parece mal. Los treinta años de democracia existieron, no se pueden pasar por alto. Tienen una valoración de la vida en todos sus detalles: ninguno de nosotros va a dar la vida por la militancia”, dice Tereschuk.Para Alejandra Rodríguez, “somos una generación cuya vida política amaneció por fuera de las trincheras, lo que de algún modo colisiona con las maneras de entender lo político con la generación que nos precede.” Alejandra es una de las fundadoras de Pensamiento Militante, un colectivo que se propone deconstruir la cultura política argentina, proponer otras performances, otros lenguajes. “Crecimos en una sociedad despolitizada por el miedo heredado de la dictadura. Ahora, somos una generación que no lleva el lastre de esa tragedia ni en la piel ni en la almohada, pero que padeció la muerte de sus contemporáneos por otras vías. ¿Cuántos desaparecidos de la vida hubo después entre los adictos al paco, los que no pudieron imaginar otra cosa que ‘salir de caño’ para delinquir, los desnutridos? La represión continuó por vía de las políticas neoliberales implementadas por el menemismo-cavallismo-delarruismo. Quiero decir que en nuestra biografía generacional hay padecimientos: fuimos mantenidos a raya, y por fuera de la cosa pública. El kirchnerismo tardío fue nuestro despertar definitivo. Entonces nos debemos crear un ámbito donde el pensamiento político acompañe la praxis de la política real.”Gabriela Rodríguez plantea un reparo sobre su tocaya (y a esta altura esta nota podría llamarse “Sin documentos”). La tercera Rodríguez de este seleccionado es doctora en Filosofía por la Universidad París 8 y docente de la UBA, donde se recibió de politóloga. “Es difícil pensar en ‘matar al Padre’ cuando hay muchos que están tratando de reconstituirlo o recuperarlo, porque nunca lo tuvieron. Tal vez, lo que sí se puede hacer es revisitar los mitos políticos y desarmarlos. Es verdad que la política requiere de mitos para la creación de sentidos. Y ésa es una responsabilidad nuestra.”Especialista en la Generación del 37, Gabriela plantea una preocupación de localización de la política. “Corremos el riesgo de convertirnos en los liberales doctrinarios franceses de 1830. Aquellos eran los hijos de la Revolución Francesa, nacieron alrededor de 1790, o sea que fueron a la escuela de la Revolución y vivieron el período napoleónico cuando eran adolescentes. Cuando viene la Restauración Monárquica, se hacen liberales. Lo que me parecía interesante del planteo de Pierre Rosanvallon en el texto que trata este tema (‘El momento Guizot’) es que dice que uno en general detiene la mirada en las generaciones revolucionarias, rupturistas, cuando es a todo o nada. Los liberales doctrinarios fueron ignorados por la historiografía porque tuvieron dos defectos: haber sido los primeros en querer clausurar la Revolución y el haber reconocido que la sociedad era democrática desde un punto de vista social, pero que el gobierno a veces exigía limitar ese afán democrático. Finalmente, terminaron absorbidos por ‘la gestión’: no había más política que la que pasaba por el gobierno. Bueno, eso podría terminar pasándonos a nosotros.”.

EL INCAA Y EL DESAFIO DE TRIUNFAR SOBRE LOS TANQUES DE HOLLYWOOD


Crear más salas, mejorar la distribución y desconcentrar el mercado con los cines de barrio.
El desequilibrio es notable.
Por Sebastián Feijoo
Tanques como las últimas sagas de Piratas del Caribe y Harry Potter se estrenaron con más de 300 copias en forma simultánea y la Argentina cuenta en todo su territorio con apenas 800 pantallas. Es decir, un solo lanzamiento de Hollywood copa casi el 50 por ciento de los cines argentinos, estrangulando la diversidad y empujando a las producciones locales a una asfixiante marginalidad. En el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de la Argentina (Incaa), existe una profunda preocupación al respecto e intentan revertir esta tendencia mediante nuevas normativas que condicionen ese tipo de despliegues avasallantes, la articulación de créditos blandos y subsidios para la apertura de más salas y la actualización con tecnología digital de las ya existentes, y apoyos para la recuperación de cines barriales.Contrariamente a lo que muchos suponen, la Argentina cuenta con muy pocos cines. Según información suministrada por el Incaa, el país tiene en funcionamiento apenas 800 pantallas. Muy lejos de las 4.500 de Brasil, las cinco mil de México e incluso de las 1.500 de Colombia. A pesar de que durante lo que va de 2011 se abrieron 13 nuevas salas –que ofrecen, subdivididas, un total de 25 pantallas–, la oferta continúa siendo pobre en relación a la producción de películas en la Argentina y otros países no centrales, y la demanda cultural que genera la nación.Una de las medidas que estudia el Incaa para contrarrestar que la escasa cantidad de salas sea copada por los tanques de Hollywood es aplicar un impuesto sobre las películas que salgan al mercado con más de 80 copias. Si la cantidad de copias superara las 130, la tasa subiría un 1.000 por ciento. Esta medida que en principio podría aplicarse por una normativa interna del Incaa –también se analiza ejecutarla vía decreto o por ley– persigue un fin disuasorio y al mismo tiempo pretende generar recursos para apoyar económicamente a la producción nacional y los cines que no pertenecen a las grandes cadenas.“Estamos trabajando para revertir algunas tendencias que nos parecen muy preocupantes. En principio, buscamos la mejor forma para regular la distribución de películas en pantalla en todo el territorio. Porque acá hay varios problemas. Una gran concentración de películas en la Capital Federal y la falta de llegada de muchos filmes a las salas de las provincias del interior. Por ejemplo, todo lo que sea cine nacional tiene grandes dificultades para encontrar un lugar en las provincias. Esto sucede por problemas de logística y escasa cantidad de copias. Por eso, creemos que las nuevas tecnologías pueden funcionar como una herramienta para acortar brechas. Estamos en un momento de grandes cambios. Facilitar la digitalización de las salas nacionales y los espacios Incaa mediante créditos blandos o subsidios para aquellos que no puedan acceder a un préstamo porque no tienen garantías reales de que puedan efectuar ese pago es una de las estrategias en las que estamos trabajando”, explica Liliana Mazure, titular del Incaa.
Por la vuelta de los cines de barrio.
Las multipantallas de las cadenas de cines son los brazos globales de los grandes estudios de Hollywood. Ofrecen confort, calidad y servicios, y al mismo tiempo favorecen la concentración. Funcionan como una estructura de circulación importante, pero resulta peligroso que sea la única. En ese contexto, la defensa de los cines de barrio tiene que ver con la identidad, los valores culturales, incluso con un sentido de distribución comercial –elude que toda actividad comercial y cinéfila necesite obligatoriamente de un shopping–, pero también defiende espacios de exhibición más democráticos.En los últimos tiempos, vecinos de cines emblemáticos como Gran Rivadavia (Floresta), El Plata (Mataderos), El Progreso (Villa Lugano), 25 de Mayo (Villa Urquiza), Aconcagua (Villa Devoto), Arteplex (Caballito), Tarico (Paternal) y Jacobeo (Villa Del Parque), entre otros, se unieron para hacer sentir cada vez con más fuerza su reclamos para que vuelvan a funcionar. Bajo la consigna “Cines de barrio de ayer, hoy y mañana”, Mazure organizó a fines de julio un encuentro con vecinos y organizaciones vecinales de la Ciudad en el Espacio Incaa Artecinema de Constitución. El Incaa pretende encontrar una modalidad específica para cada caso que permita volver a abrir estos cines de barrio. Hace dos años se logró volver a hacer funcionar al cine-teatro 25 de Mayo. No es una tarea sencilla, pero el compromiso de los vecinos articulado con apoyos del Incaa y en algunos casos empresarios privados pueden permitir llegar a desenlaces felices. Pero las buenas intenciones necesitan articulaciones complejas y solo el tiempo permitirá comprobar los resultados concretos de estas voluntades.Mazure asegura: “Durante los ’90, con las políticas neoliberales, cerraron muchos cines y el mercado se modificó drásticamente. Pero el consumo cultural argentino demanda más salas. Falta esa oferta democratizante en los barrios. Hay movimientos de vecinos muy importantes en la Ciudad de Buenos Aires que están tratando de rescatar sus salas. Es un tema apasionante. Nosotros apoyamos las luchas de los vecinos por recuperar esos espacios pero cada caso es muy diferente. Hay que analizar quién es el propietario del local, quién administraba el cine, en qué estado se encuentran las instalaciones, el compromiso de los vecinos, si hay privados interesados en invertir, la factibilidad de que esos espacios funcionen con la ayuda del Incaa… Es muy complejo. Pero no bajamos los brazos”.El Incaa cuenta con 37 pantallas en todo el país. El Gaumont (Ciudad de Buenos Aires), La Máscara (Ciudad de Buenos Aires), Artecinema (Ciudad de Buenso Aires), La Matanza (Buenos Aires), Burzaco (Buenos Aires), La Plata (Buenos Aires), Tapalqué (Buenos Aires), Rosario (Santa Fe) y Paraná (Entre Ríos), entre otras. Constituyen una red alternativa valiosa que exhibe películas de calidad a precios populares (a un promedio de ocho pesos, mientras que en los cines comerciales rondan los 25). Pero no alcanza para triunfar sobre las tendencias de mercado. Por eso resultan tan necesarias políticas de amplio espectro que contribuyan a frenar y revertir el despliegue asfixiante de los tanques de Hollywood y similares. Ese es el gran desafío del Incaa.
• SALVAR A FLORESTA.
Gabriel de Bella: “Nos lanzamos a buscar nuevas alternativas” Gabriel de Bella es uno de los representantes más visibles de la Asociación Salvar a Floresta. Uno de los objetivos que esta asociación de vecinos persigue con mayor tenacidad es reabrir el emblemático cine Gran Rivadavia, cerrado a fines de 2004. Sus esfuerzos comenzaron en agosto de 2009: en septiembre ya habían juntado 1.400 firmas –representativa de cada butaca– e inmediatamente las presentaron ante el ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y el de la Nación. Este 25 de marzo juntaron más de 500 personas para ver El secreto de sus ojos en la puerta del cine. “Generamos una repercusión enorme y muchas adhesiones. Pero la solución es muy difícil. La gente del Incaa nos dijo que podían generar un sistema de subsidios para facilitar el funcionamiento del cine. Pero que no cuentan con recursos para comprarlo, que en estos casos son los municipios los que los adquieren. Pero desde la Ciudad de Buenos Aires nos dijeron que ellos no estaban interesados. Entonces nos lanzamos a buscar alternativas”, detalla De Bella.–¿Qué otros caminos recorrieron? –Buscamos créditos en el Banco Nación. Se hicieron análisis de viabilidad y los resultados fueron positivos. Pero después apareció un empresario que decía estar muy interesado. Tenía fondos, la ilusión empezó a tomar cuerpo, pero resultó que sus capitales eran españoles y al dispararse la crisis se esfumaron. Entonces esa vía quedó en la nada. Ahora buscamos nuevas posibilidades, no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Aspiramos a que funcione como cine-teatro para darle mayores posibilidades para que tenga actividad todos los días y para que se transforme en un centro cultural convocante. Lamentablemente, no tenemos la solución a la vuelta de la esquina, pero seguimos insistiendo y sabemos que si somos consecuentes con nuestras ideas podremos recuperar un espacio único para Floresta.

PADRES SIN TRABAJO, EMPLEADOS SIN SUELDO Y JOVENES QUE EMIGRAN


Los griegos intentan sobrevivir en medio de los duros ajustes del gobierno y la quiebra de empresas.
En una pequeña taberna en Atenas, durante un almuerzo con ensalada cretense y hojas de parra rellenas, el periodista griego Aris Hadjigeorgiou habla largamente sobre el estado calamitoso de su ciudad y su país. Reconoce que la vida se vuelve más difícil. El medio donde trabaja, el diario izquierdista más importante, hace cuatro meses que no le paga. Tampoco a sus colegas. Con todo, son pocos los empleados, si acaso alguno, que abandonan el diario (que se declaró en quiebra) por la sencilla razón de que no hay adónde ir .Esta historia resume en gran medida a Grecia. Todos hablan sin parar de la economía, pero de alguna manera la vida cotidiana va tirando, en un trance colectivo, plagada de humor negro.De acuerdo con numerosos indicadores, Grecia está convirtiéndose en algo sin precedente en la experiencia occidental moderna . La cuarta parte de las empresas griegas quebró desde 2009 y la mitad de las pequeñas compañías del país dice que no puede pagar los sueldos a sus empleados.La tasa de suicidios creció 40% en el primer semestre de 2011 . Ha aparecido una economía del trueque, en tanto la gente trata de trabajar alrededor de un sistema financiero quebrado. Casi la mitad de los menores de 25 años están desocupados. Los banqueros dicen que la gente sacó alrededor de un tercio del dinero de sus cuentas; muchos al parecer guardan los ahorros debajo del colchón.Durante meses, Grecia ha sido el epicentro de una crisis económica que está amenazando los fundamentos de Europa y que tiene el potencial de generar nuevas ondas de desestabilización económica para Estados Unidos. El plan de austeridad más reciente pensado para satisfacer a los acreedores de Atenas y permitir nuevas inyecciones de ayuda financiera probablemente evitó un default involuntario –y una recesión económica global– pero hará aún más difícil la vida para los griegos del llano. El plan reduce el salario mínimo más de un 20%, impone miles de despidos y baja algunas jubilaciones.Pasar cierto tiempo en Grecia presenta un panorama complejo de lo que está ocurriendo. Ciertamente hay un ajuste del cinturón y oscuras nubes de depresión. Es frecuente ver a griegos bien vestidos revolviendo tachos de basura buscando comida . Pero también hay historias de éxito.Petros Vafiadis tiene 56 años y pasó su vida en la construcción. En los últimos 10 años fue supervisor de obra en una empresa llamada Archi-Tek y siguió de cerca la construcción de proyectos grandes, en su mayoría financiados por el Estado, como escuelas y museos. El trabajo en la región de Tesalia, donde está su empresa, prácticamente está parado. El fue despedido en septiembre, dos años antes de jubilarse. “En el futuro esto no va a mejorar”, dice. “Las cosas sólo pueden empeorar”.Su mujer, Ekaterina, señala, sin embargo: “Hay familias que están peor que nosotros. Hay montones de parejas en las que ninguno trabaja”. Ella todavía tiene su empleo –es cocinera en un jardín de infantes– aunque su sueldo pasó de 1.730 dólares a 1.260 dólares mensuales. Los ingresos de la pareja cayeron a la mitad y bajarán aún más cuando se agote el año de beneficios por desempleo que recibe Vafiadis, de 530 dólares por mes.No tienen ahorros, dicen, porque cuando compraron la casa en el año 2000, usaron los ahorros de toda la vida para pagar el anticipo. Y tienen dos hijos de poco más de 20 años que van a la universidad.Las medidas de austeridad impuestas por el gobierno para tratar de apaciguar a los banqueros y los gobiernos indiferentes han generado penurias a la gente común, pero Vafiadis opina: “De todos modos creo que es la única forma de salir de la crisis. El gobierno tiene que bajar los sueldos y las jubilaciones”.Mientras la economía hace implosión, hay jóvenes que abandonan Giannitsa. El hijo de Vafiadis, Traianos, de 24 años, dice que de los seis amigos que tiene desde la infancia, es el único que tiene un trabajo y los otros emigraron o están buscando empleo afuera. Muchos griegos son dolorosamente conscientes de estar repitiendo la diáspora de los años 1940, cuando una cantidad de jóvenes se fue para buscar trabajo. La diferencia crucial es que ahora los que se van tienen formación –futuros médicos e ingenieros–, lo cual muestra el vaciamiento no sólo de la economía sino de todo un sistema social .Pero, pese a todos los problemas de Grecia, en Atenas no se ven personas sin techo como en otras ciudades muy castigadas. Esto se debe a que aun desarrollando carreras en la capital como agentes de bolsa o banqueros de inversión, muchos mantuvieron los lazos con sus pueblos.Increíblemente, 80% de los griegos tienen casa propia. Muchos de los que perdieron los empleos en la ciudad poseen casas en el campo para retirarse. Si al volver allí tienen o no ingresos, es otra cuestión.

"EL FEMINISMO PURITANO NIEGA LO EVIDENTE; SER ATRACTIVA TE DA PODER"


Siempre polémica, la socióloga británica Catherine Hakim plantea que “la belleza se hereda; el atractivo... ¡hay que trabajarlo!”.
Catherine Hakim sufrió el boicot del feminismo puritano anglosajón desde que negó que el maquillaje, la pollera e incluso unas medias de rejilla arrastren al infierno sexista y demostró que, muy al contrario, son fuente de energía positiva y legítima para las mujeres de este siglo. El feminismo malvestido dudaba entonces entre combatirla con toda su artillería como hereje o ignorarla por frívola y descarriada. Lo sensato es escucharla.Mi mejor amiga fue despedida de un banco. Le pregunté qué haría para encontrar otro empleo.¿Se puso a estudiar un máster? Se fue a la peluquería, se compró ropa y zapatos, se hizo una buena manicura, se aplicó una tintura estupenda, adelgazó...¿Y...? Yo, doctora en Sociología en la London School of Economics, tras una vida dedicada a la emancipación de la mujer, le aconsejé aumentar su capital intelectual –y sigo aconsejándolo: siempre– y ella, además, incrementó su capital erótico. Y tuvo éxito.¿Por qué le resultó chocante? Porque toda una tradición de feminismo puritano se ha empeñado en negar lo evidente: ser atractiva te da poder.¿Y ese poder molesta? A ese feminismo puritano le da miedo, por influencia patriarcal, que sepamos usar ese poder. Yo decidí estudiarlo. Quise descubrir sus mecanismos: cómo nos da poder ser atractivas, glamorosas y... ¡sexys! Dirigí una investigación sobre el atractivo de los presidentes de grandes multinacionales suizas: uno de cada cuatro hombres es atractivo, pero entre los presidentes, eran cuatro los atractivos por cada mediocre. Demostré que tu atractivo personal –tu capital erótico– acaba transformándose en éxito profesional, político y social.¿No fue siempre así? No tanto. La acumulación de capital erótico decide y decidirá cada vez más. Porque, en la economía de antaño, no era tan importante ser atractivo, ya que no estaba tan terciarizada; el sector servicios no era hegemónico como ahora y que crearas valor no dependía tanto de las relaciones personales.El atractivo no hacía al agricultor.Y recuerde la pirámide de las necesidades: ya superamos el nivel de la supervivencia, así que la apariencia es cada vez más decisiva. Además, en nuestra sociedad multipantalla, la foto, la imagen: presencia y telepresencia cuentan para todos en todo momento y lugar. ¿Tenía foto cuando empezó en el periodismo? En ese momento nadie firmaba un artículo con su foto.Pues hoy su corte de pelo en ella también decide –para bien o para mal– si le leen o no.Ser atractivo es lotería genética.Hablo de atractivo y no de belleza. La belleza es mera ausencia de imperfección: es fría y sólo depende de tu herencia genética. El atractivo es algo personal, que conseguía más allá de tus genes.Defina capital erótico.Depende de seis factores: el obvio es la belleza facial –se hereda, pero también se cultiva–; y la corporal, que incluye, por ejemplo, los andares, y esos sí que son un ejercicio de pura voluntad. El tercero es el buen gusto al presentar –en el vestir, el peinado y en mil otros detalles– los atractivos físicos citados. El cuarto factor es la vitalidad: esa energía que das a los demás. El quinto es saber hacerlo: cortesía, modales. Desde usar servilleta hasta la sutil deferencia con que dejas lucirse en la charla incluso a quien sabés menos brillantes que vos.¿El atractivo incluye maquillaje? Maquillarse es un acto generoso: si querés que te cuiden, empezá por cuidarte vos para después poder cuidarlos mejor a todos.Olvidó el sexto elemento.El atractivo sexual, por supuesto. Cuenta en la intimidad, pero también como posibilidad o promesa en todas las relaciones.¡Es usted una sexista! Soy realista. Hay feministas que te acusan de sexista sólo por admitir la realidad del sexo: son puritanas disfrazadas de progres. Creen que por reprimir el erotismo, van a eliminarlo. ¡Aprendamos a utilizarlo como la energía positiva que es!

miércoles, 22 de febrero de 2012

LA VEREDITA: LA INDIGENCIA Y EL ABANDONO DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD


En La Veredita ubicada a una cuadra de Lafuente y Castañares, Villa Soldati viven alrededor de 200 familias, en una cuadra hacinada entre basura, casillas de cartón y precariedad los niños a pesar de todo juegan. La violencia y la delincuencia son moneda corriente. Sin servicios mínimos, con apenas un par de baños químicos (sin luz ni agua) sobreviven como pueden. La gran pregunta es ¿que va a pasar con la gente de la veredita? todavía no hay una propuesta por parte del gobierno de la ciudad de relocalizar a los habitantes, pero tampoco los asisten y viven en un estado de abandono y vulnerabilidad constante.
En La Veredita ubicada a una cuadra Lafuente y Castañares, Villa Soldati viven alrededor de 200 familias, en una cuadra hacinada entre basura, casillas de cartón y precariedad y los niños a pesar de todo juegan.La violencia y la delincuencia son moneda corriente.Sin servicios mínimos, con apenas un par de baños químicos (sin luz ni agua) y ni siquiera hay seguridad para el barrio...sobreviven como pueden.La gran pregunta es ¿que va a pasar con la gente de la veredita? todavía no hay una propuesta por parte del gobierno de la ciudad de relocalizar a los habitantes, pero tampoco los asisten y viven en un estado de abandono y vulnerabilidad constante.Mientras los hechos delictivos proliferan cada día, los vecinos de los alrededores viven con miedo.Ya ha habido muertes. La espera se hace peligrosa. El momento del debate ya pasó ahora debe ser el momento de las soluciones. Hace casi un año el gobierno de la ciudad y la policia metropolitana consideraron viable la posibilidad de pasar topadoras y arrasar con La Veredita, intentaron negociar con subsidios como parche, pero en ningún momento hablaron de dignidad, derechos y asistencia real.La veredita es una bomba de tiempo.