jueves, 27 de diciembre de 2012

POLITICA, COMPROMISO Y MEMORIA HISTORICA EN EL CINE DOCUMENTAL

Cómo fue el festival que busca visibilizar las luchas que atraviesan los distintos países de América latina.
 
Por Jimena Arnolfi.
      
El cine documental latinoamericano siempre fue una herramienta en la construcción de la memoria y el pasado reciente de los pueblos. Reunidos bajo la consigna “Ocupar las pantallas: insistimos”, se inauguró la sexta edición de la reconocida Muestra Nacional de Documentales, organizada por la Asociación de Documentalistas Argentinos (DOCA). El material que integra el festival tiene el objetivo de visibilizar las luchas que atraviesan los distintos países de América latina y el resto del mundo. Por otro lado, la bandera de ocupar pantallas refiere a “la continuidad y actualidad de un reclamo por conseguir espacios de exhibición para la enorme producción nacional y latinoamericana de documentales”.
“Todos los años invitamos a los realizadores de toda la región: siempre desde una perspectiva anticapitalista y anti imperialista. Las producciones visibilizan distintas luchas: pueblos originarios, conflictos por la tierra y en defensa de los recursos naturales, activistas de la igualdad de género y todos aquellos trabajadores y trabajadoras que son silenciados por los grandes monopolios de la comunicación, entre otros”, explica Alejandra Guzzo, una de las fundadoras de DOCA, asociación que nuclea a 150 documentalistas de todo el mundo incluyendo a los realizadores que forman parte de otros espacios como el de las televisoras comunitarias, alternativas y populares. En esta edición, se proyectan 51 documentales, fundamentalmente largos y mediometrajes, además de los videominutos que distintos realizadores como Enrique Piñeiro, Santiago Mire o Mariano Llinás dedicaron a la memoria y la lucha de Mariano Ferreira, el joven militante argentino asesinado en octubre de 2010. Como afirman los realizadores, todo indica que el cine documental vive un momento de fortalecimiento en toda la región.
–¿Cuál es el criterio de selección de las obras del Doca 2012?
–Por empezar, es el año de Latinoamérica. Nos propusimos mostrar realidades como la de los hermanos de Haití y su terrible realidad social, Puerto Rico y su lucha por la independencia y el costo que ha tenido para muchos de esos hombres y mujeres que sueñan con un Puerto Rico Libre, como es el caso del documental Las carpetas. Hay producciones de Uruguay donde existen aún en pleno 2012 trabajadores rurales que trabajan en condiciones semifeudales o que luchan por tener un pedazo de tierra mientras el capitalismo trasnacional de las multinacionales de la celulosa los desplaza de su territorio día a día. Y por supuesto es el año de rendirle homenaje una vez más al film Los traidores (1973, dir. Raymundo Gleyzer) haciendo un llamado permanente de conciencia al espectador y la sociedad argentina en su conjunto frente a la triste realidad social de burocracias sindicales enquistadas en el poder desde hace décadas y que no dejan de mostrar que son capaces de matar a sus trabajadores con tal de conservar sus negocios y sus privilegios.
–¿Cómo fue la decisión de homenajear a Chris Marker?
–Era un hombre cuya edad cronológica parecía no coincidir con la eterna juventud que expresa su cine, su pensamiento siempre lúcido y no por ello falto de riesgos en cuanto a lo formal y narrativo. Luchador y artista preocupado siempre por la dura realidad de la clase obrera francesa, de África, de América latina y del mundo entero, no sesgó nunca en mostrar esta realidad en todos sus films. Desconocido por muchas jóvenes generaciones y de algún modo silenciado por la cultura hegemónica europea, se trasforma para nosotros en casi una obligación despedirlo en este año de su muerte con lo mejor de su incómodo cine.
–El mensaje principal es “Ocupar las pantallas: insistimos”. ¿Qué mirada tiene el Doca respecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual promulgada en Argentina?
–Insistimos porque el tema central, estratégico para nosotros, es el de la distribución y la exhibición no solo de nuestros materiales documentales sino del cine nacional en su conjunto, sumando al latinoamericano y de aquellas cinematografías internacionales alternativas a lo que propone Hollywood como discurso. Hablamos de cines, canales de televisión en todo el país y la implementación de nuevas señales alternativas, populares y comunitarias. Para nosotros el cumplimento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en cuanto al reparto del 33% para todo un sector que produce en forma independiente de todo monopolio de medios de comunicación audiovisual sería realmente respetar “el espíritu” con el que se impulsó la ley, haciéndonos cargo de lo impreciso de este término. Así fue convocada la sociedad civil en su conjunto y los integrantes de medios antihegemónicos para que se la apoyara y debatiera, y creemos que en el cumplimento de este reparto de señales es donde se verificará realmente la vocación democrática de su creación.
–Y en este sentido, ¿en qué consiste la sección destinada a “medios de comunicación” que ofrece el festival?
–Está dedicada a la producción de contenidos documentales de colegas que sostienen en forma autogestionada canales de TV popular, alternativa y comunitaria y que producen documentales, es el caso de Barricada Tv que trasmite desde IMPA, una fábrica recuperada por sus trabajadores en Buenos Aires, o mismo los compañeros de TV en Movimiento. También existen colectivos que han trabajado con este tema, como en el largo Hecha la Ley.
–¿Qué postura tiene Doca respecto del Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y su trabajo para mejorar el problema de la distribución y la exhibición en la Argentina?
–Más que el Incaa, tal vez sea el Poder Ejecutivo Nacional quien deba tomar esta decisión, que debe ser “razón de estado”. Necesitamos discutir una propuesta estratégica y de largo plazo, que contemple un verdadero plan para que en los próximos cinco años, por poner un número, todo el cine nacional que se está produciendo ocupe un lugar relevante en nuevas pantallas de cine que deben crearse. Hoy hay cines que se cierran y no hay perspectiva de nuevas aperturas, también es necesario garantizar nuevas pantallas de TV cultural que contemplen el cine nacional. Somos concientes y conocedores de todo el avance que se ha dado a través de señales como canal Encuentro, PakaPaka, Incaa TV, pero a la hora de competir con la hegemonía del espectáculo ya instalada vemos que esto es totalmente escaso. Necesitamos que desde el Estado se tome en cuenta a toda la comunidad cinematográfica y audiovisual y se abra un verdadero plan de trabajo en conjunto, por comisiones y plenarios posteriores y dónde estemos representados todos.
– ¿Cuál es la situación actual del cine documental en la región?
–Luego de años de ninguneos, negaciones y subestimaciones que llegaron a considerar el género como a una especie de subcine frente a la ficción, el documental se fortalece gracias a la movilización de los documentalistas. El llamado documental militante, social o político gana espacio tímida pero inexorablemente. El espectador quiere ver, pero también “verse”, ya sea en el cine, la televisión o en las crecientes propuestas online. Argentina es uno de los países con mayor consumo de producciones audiovisuales por internet en la región. Sorprende, además, a quienes vivimos en Buenos Aires la enorme producción de los documentalistas en todo el país, el talento existente y la potencialidad que no cesa de nacer a lo largo y ancho del país.
 
Fuente: Miradas al Sur

ESCUCHAME ENTRE EL RUIDO

El otro 7D: sale al aire el primer canal de un pueblo originario.Wall Kintun, “mirada circular”, se emitirá en Bariloche, con una mayoría de población mapuche. Hasta la Ley de Medios, sólo se veía un canal del Grupo Clarín. La importancia de hacer visible una identidad.
 
El primer canal de un pueblo originario saldrá al aire en la Argentina el 7 de diciembre. El nombre será Wall Kintun TV, que significa en mapudungun –lengua mapuche– “mirada circular”. El proyecto impulsado por la comunidad mapuche Buenuleo se podrá ver en el Canal 8 de la ciudad rionegrina de Bariloche, con mayoría de población mapuche. Su lanzamiento va de la mano de uno de los artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que establece “la preservación y promoción de la identidad y de los valores culturales de los pueblos originarios”. Hasta ahora el otro canal de aire que existía era el Canal 6, del Grupo Clarín. “Nosotros, como comunidad indígena, participamos en la redacción de la propuesta de Comunicación con Identidad y poner al aire el canal el 7D puede ser simbólico pero, para nosotros, significa dar un paso y aportar desde los pueblos originarios a la batalla que se abre con la sanción de la Ley de Medios”, afirma Matías Melillan, representante de los pueblos originarios en el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual.

“Estas semanas han sido tremendas en cuanto a trabajo, a movimientos y a cuestiones que van saliendo y que nos hacen correr, pero estamos muy contentos de tener el lanzamiento del canal de un pueblo originario –cuenta Inalen Antillanca, productora general–. Nos da mucha felicidad y satisfacción saber que el pueblo va a tener un canal propio para poder movilizarse. Nosotros, los medios de comunicación los utilizamos como herramienta de visibilización de nuestra identidad y para reafirmar nuestra permanencia en el territorio. Sin duda, pasar de hacer radio a hacer televisión es un paso muy grande. Sentimos un gran compromiso con nuestro pueblo, con nosotros mismos y con el resto de la sociedad”.
El lanzamiento será durante la edición patagónica del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (Pre Mica). El evento se desarrollará en Bariloche del 6 al 8 de diciembre y el canal empezará a emitir el 7 a las 0 horas. Antes, en el Centro Cívico habrá un acto de apertura y un show musical que cerrará Peteco Carabajal. Uno de los oradores será Pablo García, asesor de la puesta al aire y programación de Wall Kintun TV: “El Estado moderno nace de un intento de genocidio, está en su ADN, y hasta que no reconozcamos esto y que tenemos como filosofía y parte de nuestra cultura tratar de eliminar lo diferente, lo contrario a la diversidad, es probable que en el tiempo sigamos repitiendo el error. No en vano la dictadura del ’76 se llamó Proceso de Reorganización Nacional, emulando el proceso de Roca, Mitre y Sarmiento. En ese encuadre es donde yo trabajo para un Estado intercultural, en lo mío que es la comunicación. Esto cristaliza un laburo que acompañé, que es la Ley de Medios, donde se dio un largo debate para que se incluya la Comunicación por Identidad. Y también aparece mi otra militancia, por ser comunicador, que es liberar la palabra. Que no exista el monopolio. También lo sufrí al monopolio Clarín, y ahora estamos en una ciudad indígena donde el único canal era del Grupo Clarín. Estrenar el día que se termina el monopolio está buenísimo”. García, que es productor hace veinte años y se especializa en la puesta al aire –lo hizo con el canal de noticias CN23–, sostiene que Wall Kintun TV va a ayudar a “al propio reconocimiento. Bariloche tiene mucha población mapuche pero también mucha que no se reconoce, porque hay cantidad de gente que se fue del campo a la ciudad y que vive en los barrios altos, que es nuestro objetivo principal. Difundir la cultura es una forma de que la gente se empiece a encontrar”.

La programación del canal empezará con una transmisión en vivo del informativo que se emite por Radio Nacional Bariloche. Habrá dos programas de política intercultural, un programa de entrevistas a personalidades de los pueblos originarios, se podrá ver cine de las comunidades indígenas y de derechos humanos, como también producciones de otras comunidades de otras provincias, contenidos realizados en todo el país provenientes del Banco Único de Contenidos Audiovisuales (Bacua), y de otros organismos. “Nos hacemos cargo del lugar que ocupamos en la sociedad y todas las realidades sociales que hay en Bariloche a nosotros nos atraviesan –explica Inalen–. Por eso estamos haciendo convenios con diferentes productoras locales que tienen muchísimos contenidos para mostrar pero no la pantalla y acuerdos con el canal de la provincia, que en Bariloche no se ve. También están en tratativas convenios con Encuentro y con Paka Paka”.

Para abaratar costos, el canal en un principio será analógico, pero la idea es que en dos años pueda subirse a la TV Digital Abierta. Otra de las alternativas buscadas para hacerlo más accesible económicamente es la utilización de un software libre, Malbec Play Out. Otra idea para recaudar fondos fue inscribirse en la plataforma de financiamiento colectivo Ideame: “Comprometer al espectador en la construcción del medio está buenísimo y ayuda a la autonomía, las dependencias siempre vienen por la cuestión económica. Entonces, si bien por un lado la Ley de Medios asegura un recurso desde la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) hacia los medios indígenas, la idea es buscar la financiación más amplia e independiente posible que garantice una línea editorial autónoma”, dice García.

Durante la apertura del II Encuentro Nacional de Comunicación Audiovisual, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le entregó a Antillanca un reconocimiento por ser el primer canal indígena de la Argentina en el marco de la Ley de Medios. “Va a ser muy positivo porque por un lado la visibilización muestra al resto de la sociedad lo que nosotros buscamos: esto de vernos en el otro, que el otro nos vea y nosotros verlo al otro, para aceptar las diferencias y construir una sociedad en conjunto más justa –dice Inalen–. Además, vamos marcando una idea de que se puede hacer. No estamos financiados, lo estamos sacando todo a pulmón y se puede hacer y sirve como ejemplo para otras comunidades y pueblos que se animen”. Por eso, Melillan asegura que en este caso es un canal en Bariloche pero la estrategia de la Coordinadora Audiovisual Indígena de la Argentina es más general: aportarles a todos los pueblos la visibilización que se necesita. Hay que enmarcarlo en un proceso de 15 años de desarrollo de la comunicación en los pueblos originarios. Antes de la Ley de Medios se inauguraron en Neuquén tres radios, la AM fue la primera radio de amplitud modulada que se le entregó a un pueblo originario, es una continuidad de un largo proceso. Y en esa continuidad ya se inauguraron siete radios, se entregaron 18 autorizaciones, hay cuarenta solicitudes y se espera que para el 2015 existan cuatro canales más: tres territoriales y uno nacional que se alimente de todos.
Fuente: Revista Veintitres.

martes, 18 de diciembre de 2012

TODO POR CONVICCION

Octavio Carsen presentó el primer hábeas corpus por un uruguayo desaparecido en la Argentina. A los 85 años fue consagrado personalidad destacada por la Legislatura porteña.
 
 

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Ex defensor de presos políticos en Uruguay y luego en la Argentina, ex miembro del Centro de Estudios Legales y Sociales durante los últimos años de la dictadura y la década del ’80, el abogado Octavio Carsen fue distinguido por la Legislatura porteña como “personalidad destacada de los derechos humanos”. Página/12 se reunió con Carsen, de 85 años, y repasó su vida, su trayectoria, sus ideas sobre el presente y los desa-fíos del movimiento de derechos humanos.

–¿Cuándo empezó a defender presos políticos?

–Cuando me recibí no hacía derecho penal, pero me consideré en la obligación de hacerlo cuando vi que se detenía a mucha gente, civiles, simplemente por ser opositores. La primera medida de la dictadura fue establecer el equivalente al estado de sitio aquí y detener obreros, maestros, empleados... Llegaron a habilitar un estadio para presos políticos, y el CIOR (Centro de Instrucción para Oficiales de Reserva), también era centro de detención de gremialistas. Al mismo tiempo se producían en el mundo hechos que llamaban la atención, Uruguay era un país de exilio y llegaba gente de distintos países.

–¿Qué tan riesgoso era entonces defender presos políticos?

–Los pocos abogados que asumían la defensa de presos políticos se transformaban en objeto de persecución de la dictadura, pero sentí que mi título tenía que servir para otros compañeros, que no sólo tenía que dedicarme al ejercicio de la profesión. Lo hice con temor y a la larga seguí la suerte de mis defendidos.
Carsen hace una pausa y va hacia atrás: su trabajo político en el Partido Nacional, en un comité antiimperialista “herrerista”, por el caudillo Luis Alberto Herrera; sus lecturas de Manuel Ugarte y Abelardo Ramos; la Revolución Cubana, la reforma agraria frustrada en el Perú de Velazco Alvarado, su trabajo en un comité de base del Movimiento 26 de Marzo y en una cooperativa de pequeños productores en las afueras de Montevideo. “Pensábamos que la revolución era posible, lo que no habíamos previsto era que el capitalismo de Estados Unidos no iba a permitir que surgieran nuevas Cubas en América”, explica.

–Decía que siguió el destino de sus defendidos...

–Caí preso en agosto de 1972. Me vinieron a buscar a las tres de la mañana. Me subieron a un ómnibus, me pusieron una capucha y recogieron a más gente, que después supe eran de mi comité de base. Nos llevaron al cuartel de infantería 13, pero no me tocaron un pelo, me tuvieron de plantón 48 horas. Yo compartía un estudio con quien era administrador de la Casa de Jubilaciones y uno de los clientes era hermano del comandante en jefe del Ejército, general Cristi. A esa relación atribuyo el trato. Para justificar la detención me procesaron por tentativa de asociación ilícita, como que toqué la puerta para entrar en la asociación ilícita pero no me aceptaron –sonríe.

–Lo liberaron y volvió a defender presos.

–Me liberaron en enero de 1973. Ese año fue el golpe cívico-militar, se disolvieron los partidos y el Parlamento, y llegué a tener 67 defensas de presos políticos. El cinco por ciento de los tres millones de uruguayos llegaron a pasar por cuarteles.

–¿Cómo le iba ante los tribunales militares? ¿Qué margen tenía?

–Bueno, el código de justicia militar uruguayo, obra del general Licandro, legalista, admitía la actuación de abogados civiles, a diferencia del argentino. Igual los uruguayos aconsejaban no nombrar civiles si querían salir rápido. Pero los presos valoraban a los abogados porque significaba tener contacto con el mundo exterior, de hecho las únicas dos veces que pude ver a mi mujer mientras estuve detenido fue cuando me llevaron ante el tribunal militar. Las visitas de familiares, igual que acá, eran muy catalogadas y las mujeres recibían un trato humillante.

–¿Podía denunciar torturas?

–Si lo hacía el defendido no lo registraban. Lo ponían en boca mía si decía “mi defendido dijo tal cosa y pido que se deje constancia en actas”. Y lo otro que podía hacer era ir a algún diario y contar la audiencia. No había muchos que publicaran, pero al menos trascendía de ese ámbito.

–¿Cómo fue la decisión de exiliarse en Argentina?

–Viajé dos veces a Buenos Aires por asuntos de mi profesión, con permiso porque tenía libertad vigilada. Durante el segundo viaje, en diciembre de 1973, llamo y me entero de que habían allanado mi casa. Ahí pensé que si la primera vez había zafado, la segunda, después de haber estado en una celda con gente a la que sí habían torturado, acusados de graves delitos y que de hecho estarían presos hasta 1985, y habiendo defendido después a otros presos, no zafaba. Así que me quedé. El único momento de mi vida sin trabajo político fueron esos primeros años en la Argentina, cuando tenía que hacer pie aprovechando mi nacionalidad. Tuve que partir de cero, revalidar mi título, que lo revalidé enseguida –dice y señala el diploma de 1974 firmado por Vicente Solano Lima como rector de la UBA.

–¿Cómo llegó al CELS?

–Me presentó un grupo de uruguayos. Yo había presentado el primer hábeas corpus por un uruguayo desaparecido en la Argentina, Gerardo Gatti, un dirigente sindical gráfico que fue fundador de la Central de Trabajadores de Uruguay y desapareció poco después del golpe de Estado aquí. Esta pareja me dice que hay más de un centenar de uruguayos desaparecidos y que quieren acercarse al CELS, donde había abogados que habían tomado distancia de la APDH y estaban dispuestos a llevar leading cases. Me piden trabajar sobre uruguayos y acepté: era mejor estar en una institución que ser un francotirador. Acepté aunque no sólo para trabajar con uruguayos. Mi primer caso de argentinos fue el de la familia Tarnopolsky, recuerdo que vino la abuela, con bastón como uso yo ahora. Era la única persona de la familia que había quedado en el país, una mujer admirable. Lamentablemente, lo único que pude hacer fue presentar hábeas corpus y todos respondían que no había datos.

–¿Qué casos pasaron por sus manos? ¿El de la morgue judicial?

–Sí, ahí se pudieron ubicar los restos de la hija de Gerardo Gatti, Adriana, que no quiso irse al exilio con su madre y la mataron con otra compañera en Villa del Parque. Por Clamor de Brasil supe que había estado en un tiroteo cerca de Agronomía. En el expediente de la morgue judicial había un listado de enterrados y ahí aparece el apellido de una chica japonesa con una “NN femenina”. Enseguida pedí el legajo y ahí estaba la foto. La burocracia había hecho todo su trabajo menos la elevación al juzgado penal, porque había un acuerdo entre el presidente de la Cámara Federal y el Ejército para autorizar los entierros sin dar intervención al juzgado. Por la recuperación de los restos de Adriana dimos una conferencia de prensa en el CELS que sólo reprodujo La Razón. Después, la madre llevó los restos a Madrid y dio otra conferencia, que publicó El País, un artículo de Mario Benedetti.

–¿Cuál fue el rol de OSEA, la Oficina de Solidaridad para Exiliados Argentinos, de la cual fue secretario?

–OSEA se creó para ayudar y orientar a los exiliados que volvían al país. Ahí estaba el obispo (metodista Federico) Pagura, Adolfo (Pérez Esquivel), (Emilio) Mignone, (Augusto) Conte y yo, que figuraba como Sijau, el Secretariado Internacional de Juristas por la Amnistía de Uruguay. Desde OSEA trabajamos mucho con quienes habían podido salir del país sólo como refugiados porque no tenían otro modo de cubrirse, como la gente del movimiento villero. Lo otro que hice con OSEA fue publicar El Informe Prohibido, de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que años antes el CELS había fotocopiado y distribuido.

–Ya en democracia, retomó la defensa de quienes seguían presos...

–Sí, de los nueve conscriptos. Habían sido condenados por tribunales militares porque estaban bajo uniforme y las defensas militares habían sido un desastre. Uno por poco pedía mayor pena que el fiscal, otro decía que no se podía esperar nada de un soldado que iba al café La Paz con un libro de Borges y que discutía de política con los padres.

–¿Con qué resultado?

–Lo que fallaron en definitiva fue por la aplicación del dos por uno. Los nueve conscriptos tenían distintas penas, no marcharon todos juntos. Salió Giusti y después lo aplicaron a todos, menos a Osvaldo López. En su caso fallaron que volviera a la Cámara y tuve que llevar el caso a la Corte Interamericana. Recién pudo ser liberado en 1987.

–¿Cómo ve al movimiento de derechos humanos hoy?

–Hoy es mucho más difícil que antes. Antes tácticamente se podía no hablar demasiado de proyectos de desaparecidos y muertos porque enfrente estaba la dictadura y había que usarlo como táctica para el enfrentamiento, para sacar lo poco que se podía. Actualmente, se puede hablar abiertamente de que los que estábamos enfrentando a la dictadura queríamos un cambio en la sociedad y que ese cambio no se podía hacer por las buenas, como se demostró, ni por las malas, porque no teníamos la fuerza suficiente. Pero actualmente se puede llegar a hacer, con una sola condición: luchando contra el capitalismo unificado. El único capitalismo que hoy domina el mundo es el capitalismo financiero. Si no tomamos conciencia de que los patrones de los golpes son los que actúan hoy por sus propios intereses y que les son más funcionales los gobiernos surgidos de las democracias que las dictaduras, estamos fritos. Estados Unidos apoya la defensa de la democracia, pero cuando le tocan intereses propios se olvida, y además no firmó las convenciones internacionales, nunca. Las convenciones para Estados Unidos no son ley sino costumbre, a lo sumo aceptada.

–¿Qué espera del movimiento de derechos humanos? ¿Cuál es su rol?

–Creo que son dos. Uno, la educación. Dos, tratar de no ser cooptados por los gobiernos de turno, ya que gobiernos y fundaciones tienen la tentación de atraparlos. Argentina está juzgando adentro las violaciones a derechos civiles y políticos, pero entra en contradicción cuando deja instalar a Monsanto. Eso no se puede callar, pero ¿qué pasa si se calla? Si se calla sos funcional a la derecha tradicional. Es una situación dramática. Lo mismo con el trabajo gremial. Frente a un capitalismo globalizado, el trabajo sindical es más necesario que nunca.
 
Fuente: Pagina/12

SEÑOR TANGO

Astor Piazzolla provocó debates que llegaron a los puños por su forma de transgredir el género. Hoy, su música es un símbolo de la Argentina en el mundo. Familiares, amigos y músicos de distintas generaciones explican el valor de su obra.
 
Por Bruno Lazzaro
 
Que sí, que no. A veinte años de la muerte de Ástor Piazzolla, todavía son muchas las voces que se entrecruzan para opinar sobre el tenor de su obra. El terremoto generado a partir de su aparición sigue provocando réplicas dentro y fuera del tango. Amado y odiado, la figura de Piazzolla trascendió fronteras y hoy es un punto de referencia inevitable tanto en la Argentina como en el mundo. ¿Pero cuál fue el verdadero valor su obra?
“Piazzolla eran tres en uno. Primero era un tipo normal. Menudo, que le gustaba cocinar y que era capaz de ponerte un petardo debajo de la silla. El segundo era el contestatario de los tangueros recalcitrantes. Y el tercer Piazzolla era el que subía al escenario y, de golpe, medía tres metros de altura. Escuchar a Piazzolla era como sentarse a esperar que venga el tren y te lleve puesto”, dice Alberto Gerding, amigo personal del músico y conductor de Astormanía –los viernes a las 23 por La 2x4–.

Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921 y murió un 4 de julio de 1992, a los 71 años. En su extenso recorrido musical realizó más de mil composiciones originales y participó de 46 discos de estudio. Entre 1925 y 1936 vivió, junto a su familia, en Nueva York, donde aprendió a tocar el bandoneón. Allí también, durante la filmación de la película El día que me quieras, conoció a Carlos Gardel. En el film, el músico, que interpretó a un canillita, se ligó unas palabras del Zorzal Criollo cuando este lo escuchó ejecutar su instrumento: “Vas a ser grande, pibe, pero el tango lo tocás como un gallego”. Parece que los ídolos también se equivocan.

“Piazzolla es uno de los tres músicos más importantes del siglo XX. Es el que nos distingue en el mundo. Es increíble que todavía haya imbéciles que dicen que de tango no tenía nada. Él representó una música con raíz de Buenos Aires. Si no fuera por él, no habría pasado nada más con el tango. Le enojaba mucho no ser entendido, pero la pelea lo acicateaba porque le llenaba el espíritu de camorra. Al final, les pasó el trapo a todos”, asegura la cantante Amelita Baltar, quien fue pareja del músico entre 1968 y 1974. Baltar se presenta el sábado 7 de julio en Notorius, en el marco de la semana homenaje a Piazzolla.

En 1955, Piazzolla regresó de París y formó el Octeto Buenos Aires –dos bandoneones, dos violines, contrabajo, piano, cello y guitarra eléctrica–, la alineación con la que originó la ruptura final con lo más tradicional del tango. Gerding recuerda: “Era el rey del autobombo, le gustaba el quilombo que se armaba. Con la barra de amigos nos trompeamos más de una vez en defensa de su música. Si hasta le decían ‘rengo de mierda’. No le perdonaban ser un genio creador. Pero él le puso los pantalones largos al tango. Les sacó cuarenta años de ventaja a todos. El Gordo (Aníbal) Troilo lo amaba y lo admiraba, pero decía que lo que hacía Ástor no era tango. Una vez le pidió que le compusiera algo. Cuando Troilo recibió las partituras lo llamó para que fuera a la casa. Llegó Piazzolla y se encontró con que Troilo había desparramado el repertorio por toda la cocina. Y le dijo: ‘¿Me podés decir cómo carajo se toca esto?’. Era un genio irrepetible”.

En 1959, tras la muerte de su padre Vicente, escribió “Adiós, nonino”. Dos años después formó su primer Quinteto y en 1965 se editó el disco El tango, que simbolizó la unión del músico con el escritor Jorge Luis Borges. “Piazzolla supo rescatar la esencia de la transgresión y la provocación que tiene el tango en su origen –comenta Rowina, cantante de Mistango7, un poderoso e inusual cuarteto de tango femenino que acaba de editar su primer trabajo, Piazzolla–. Lo enriqueció con distintos estilos, como la música clásica y el jazz, y en la manera de acentuarlo. Es uno de los músicos argentinos más excéntricos. Cuando empecé a sentir la necesidad de cantar en castellano, descubrí que me gustaba Piazzolla y profundicé su obra. Lo primero que canté fue ‘Balada para mi muerte’, que tiene belleza, dramatismo y refinamiento. O sea, teatro puro. Llegué a él buscando complejidad e intensidad y las encontré”.

A mediados de los ’70 conoció a su última mujer, Laura Escalada, e inició su etapa más jazzera para volver definitivamente a sus inicios musicales. Daniel “Pipi” Piazzolla afirma que su abuelo “creó una música sofisticada, popular, de alto vuelo. Sin perder las raíces de su país natal. Además, modernizó el tango, lo actualizó, creó el tango que se tiene que escuchar hoy. Si hoy existe el tango electrónico, y nadie se queja, es por él. Su legado es una música que involucró varios estilos: el clásico, el popular, el jazz y el funk de los setenta. Música para cualquiera. Una música unificadora”.

Con motivo del vigésimo aniversario de la muerte, varios sellos pondrán en movimiento la obra de Piazzolla. Warner reedita dos discos finales: The Tokyo Concert –con su quinteto, de 1982– y L’Ultime Concert –registrado en vivo el 3 de julio de 1990, dos años antes de su fallecimiento–. Universal editará el material completo que el músico grabó para Polydor y Philips. Y el sello independiente Lantower pondrá en la calle tres volúmenes dobles dedicados a las grabaciones solistas, con la Orquesta del ’46, los registros de París y Nueva York.

“Piazzolla –dice el cantante Alfredo Piro– indudablemente es la referencia de la transgresión y la vanguardia dentro del tango. El momento en el que se termina de cagar sobre si lo suyo es tango o no, es necesario. Como sesgo principal, mi generación tuvo que ahondar en una era pre Piazzolla porque él rompió todos los esquemas. Por donde pasó, no volvió a crecer más el pasto. Creo que todos los que continuaron replicando lo que hizo Piazzolla hicieron algo estéril. Porque lo de él fue único”.

A dos décadas de su muerte, su música voló hasta lugares impensados. En la tierra, todavía siguen discutiendo. Que sí, que no. Hace rato que el bandoneonísta debe estar sonriendo.
 
Fuente: Miradas al Sur.

"ME INTERESA LA VIDA DE LA GENTE DE A PIE, NO LA DE LOS GRANDES HEROES"

Angel Prignano, nacido en Flores, especialista en los barrios porteños. Roberto Arlt, María Graña, Libertad Lamarque y Carlos Gardel, entre muchos otros, dejaron su huella en el barrio de Flores. Prignano habla también de los personajes menos conocidos que dieron visibilidad al barrio.
 

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Por Sergio Kisielewsky
 
–¿Cómo aparece su pasión por el surgimiento y desarrollo del tango en el barrio de Flores?
–Surge por el interés que tenía yo por saber dónde estaba parado, en qué barrio vivía, que es donde yo nací, quería saber cuáles eran las circunstancias de un pasado de mediados del siglo XX y veía que las cosas cambiaban rápido, quería conocer cuáles eran mis raíces, en qué circunstancias se desarrollaba la vida vecinal. Me interesa la vida de la gente de a pie, no me interesa la vida de los grandes héroes, me interesa la vida cotidiana, la historia popular, y rescatar un sinfín de gente que la historia llamada académica no trata, el submundo, lo que Gramsci llamaba la clase subalterna. Fui conectando historias de la gente, recogiendo testimonios orales, que hoy es una corriente muy importante dentro de la historia. Soy un producto de mi barrio, nací en el Bajo Flores, soy un vecino nyc, nacido y criado, no me fui nunca del barrio. En chiste digo que mi madre fue al mercado y cuando volvió se encontró conmigo en mi casa y se llevó una sorpresa. Eran momentos de transición, había que ir al Hospital Piñero, y en mi caso vino la partera y nací en mi casa; todas esas cuestiones me intrigaron de joven. Entonces fui tomando notas, recabé información de mi viejo, cuando en 1938 comenzó a hacerse la casa, en épocas en que era todo campos y bañados, sentí curiosidad por cómo era el barrio antes de nacer y comencé a investigar.
–¿De ahí surge el concepto de barrialidad?
–Exacto, el porteño siente que pertenece a un barrio, cosa muy curiosa que yo no vi con tanta intensidad en otros países, en grandes ciudades de Europa. Hay una cuestión de pertenencia muy importante; el porteño necesita saber dónde está parado y el núcleo primario es el vecindario, que termina siendo el barrio; antes eran las cuatro cuadras a la redonda, uno jugaba a la pelota con el equipo que está a dos cuadras de la casa de uno, nos conocíamos, saludábamos al almacenero de la esquina, se ayudaba a otros que estaban haciendo sus casas acarreando los ladrillos. Las festividades, los cumpleaños en mi barrio se hacían con asado en la esquina. Y no hace mucho. No estamos hablando de la prehistoria. Eso al porteño le da el concepto de barrialidad: “Yo soy de tal lado”. Está el caso de la bibarrialidad, de personas que nacieron en un barrio, donde pasaron la infancia y la adolescencia y ahora están en otro barrio y tienen la barrialidad de nacimiento y la de adopción. La porteñidad es el diálogo entre barrios.
–¿Cómo llega el tango a confluir con esta dinámica, con estas vivencias en los barrios?
–El motor mayor de estas cuestiones es la incógnita, uno se pregunta por las cosas y entra a indagar. Flores para la gran mayoría no es un barrio tanguero, y eso me sorprendió. Conocía que Hugo del Carril había nacido en Flores, que hay tangos dedicados a Flores, que había muchos boliches, que el club Independiente era un lugar donde toda la muchachada de todos lados iba a bailar, o los bailes de carnaval que se hacían en el cine Pueyrredón. Se sacaban las butacas y se armaba una pista. Mi interés no es sólo sobre las figuras que nacieron aquí y tienen proyección internacional, sino sobre esos seres anónimos que sin sobrepasar el límite barrial hicieron lo suyo para divulgar el tango.
–¿Qué descubrió en esa búsqueda?
–Descubrí a dos o tres hombres mayores que contaron su historia. Así se rescata la figura de Marcelo Casabé, que era un tanguero, un guitarrista muy famoso que integraba junto a sus hermanos un conjunto. Descubrí a Osvaldo Escalisi, un bandoneonista que acompañaba a grandes cantores. Es rescatar del olvido a músicos y partituras de tangos, valses o milongas dedicadas a Flores, piezas muy importantes del tango como “Compadrón”, como “Adiós muchachos” o el vals “Desde el alma”, que fueron compuestos en Flores. “Desde el alma” fue compuesto en Flores porque Rosita Melo vivía en la calle Lobos, que hoy es Gregorio de Laferrère, y cuando tenía 14 años lo compuso, tenía una letra de su marido, Víctor Piuma Vélez, y cuando se quiso incluir la pieza musical a la película Pobre mi madre querida se cambió la letra por Manzi y Piuma Vélez.
–Llama la atención que se dedicó un tango con murga incluida a médicos del Hospital Piñero.
–Era muy común cuando los músicos eran atendidos en algún hospital o algún médico lo atendía o lo operaban que en agradecimiento le dedicaran un tango. El hospital se inauguró en el año 1917, vino a cubrir una necesidad de atender la salud de la zona y el barrio, en especial del Bajo Flores, que era una zona desprotegida, y se llama Piñero porque Parmenio Piñero era el que donó la plata, era un rentista que falleció soltero y dejó escrito que se subastaran todas sus pertenencias y lo recaudado iría a la construcción de un hospital.
–Usted dice que muchas orquestas y cantores entraron al mundo vía Flores.
–Hugo del Carril entró al mundo por Flores y desarrollaron su vocación en el barrio con su amigo Floreal Ruiz. A Hugo y Floreal la muchachada del barrio los iba a buscar para que les cantaran serenatas a las novias. Se juntaban en el bar Colón, que estaba en avenida Eva Perón y Varela, guitarreaban, cantaban, tomaban algo. Hay una leyenda de Hugo del Carril que cortejaba a una muchacha que vivía en el Pasaje Renán al 1200, en las llamadas casitas municipales. Se apoyaba en un árbol chiquito para cantarle a la chica su serenata y dicen los vecinos que ese árbol se puede ver hoy que creció inclinado hacia la calle porque Hugo cantaba apoyado en el árbol hacia la ventana de la mujer.
–¿Qué orquestas le llamaron la atención, pues en salones o almacenes y los patios de las casas las orquestas tocaban y se bailaba?
–Es muy interesante porque es la época de oro del tango, que son los años ’40, en que se daba el baile y era el dueño de la casa quien retiraba el mobiliario de una pieza y daba baile con vitrola con discos de pasta que se rayaban, saltaban, se quebraban, y cobrando una módica entrada se bailaba tangos, valses, milonga y todo lo que es la música porteña. En el fondo de una casa, en Lafuente y Zuviría, al dueño le decían el Gordo Lafuente, pero se llamaba Trevisoro. Y otra cosa eran los asaltos que se hacían en las terrazas y en los patios de una casa; uno llevaba unas bebidas o algo para comer, se manejaba la vitrola, los discos. Se llamaban así porque se tomaba por asalto una casa para bailar; después terminaron siendo consensuados porque los dueños o los padres lo permitían. En algunas casas se armaban clubes de baile. Las crónicas de los diarios de la época, sobre todo los diarios barriales, locales, registran infinidad de clubes. Hay un Club Social y Deportivo Sordomudos que en el año ’39 organizaba bailes, los de primavera, los de fin de año, las fechas patrias se celebraban con un acto que tenía que ver con la fecha y terminaba en baile y ahí brillaba el tango.
–¿Cómo se ligaban esos actos con las sociedades de fomento y su actividad social?
–Hay una sociedad de fomento en Flores que hace bailes los fines de semana, que es la Biblioteca Popular Mariano Acosta. Las sociedades de fomento se transformaron en clubes. A principios del siglo XX eran necesarias para reclamar por las cuestiones edilicias, la seguridad, los colectivos que no llegaban, la higiene, el asfalto y el pavimento que le faltaba al barrio. A la Sociedad de Fomento Mariano Acosta la construyeron los propios vecinos, las grandes instituciones tienen un origen humilde y ese origen humilde a veces es desconocido.
–Los tangos, en sus letras, reflejaron las consecuencias de la crisis del ’30, tangos sobre el Bajo Flores, el barrio Varela “que das un poco de aristocracia al trabajador”. Refleja la lucha por una vida mejor...
–Además empezaron los tangos contestatarios en la década del ’30, mostraron su razón de ser; el tango es una ópera italiana en tres minutos, el drama que se desarrolla en ese tiempo es una maravilla, vemos al letrista, el poeta va interpretando lo que se vive en el barrio, por eso es una música popular que nos representa por excelencia, sobre todo al pueblo de Buenos Aires, aunque muchos músicos, cantores y poetas vinieron del interior. En los años ’30 la clase acomodada y la Iglesia se empiezan a preocupar por el léxico, se empiezan a preocupar por el lunfardo y aparece la censura entre el ’43 y el ’49, pero ya venía de los años ’30.
–¿Por qué cree que existió esa preocupación que derivó en cuestionamientos y censuras?
–Más porque se trataba de la voz del pueblo, porque al fin y al cabo el pueblo hace el idioma. Todas las palabras que se divulgan y se generalizan después terminan siendo aceptadas, “oficializadas” por la Real Academia y se argumentaba que se iba perdiendo el idioma, se estaba prostituyendo el idioma con el tango, que tenía mala fama. Hay muchas leyendas sobre los orígenes del tango, que se bailaba sólo entre hombres, porque hay una foto por ahí en el barrio del Abasto donde hay hombres bailando. Cuando yo era pibe salía el más canchero, nos enseñaba a bailar y a veces nos agarraban y hacían la parte de mujer para que aprendiéramos, pero siempre hubo mujeres en el tango. Siempre se censura la voz popular, la cultura popular no es oficial, nace a pesar de lo que quieren imponer los poderosos, y el tango se impuso. Donde hay una necesidad también surge un tango. A mí me invitaron a la Feria del Libro, donde se hacían encuentros “Buenos Aires nos cuenta. El tango en el barrio de...”. Yo iba por el barrio de Flores y esas conferencias se publicaron en unos volúmenes pequeños. Me llaman por teléfono y un hombre me dice: “Usted escribió que en las mesas del café Las Orquídeas, Sanders y Bedani hicieron el tango ‘Adiós muchachos’ y –la verdad– es la primera vez que escucho que una música se escribe en una mesa y no en un instrumento. Se lo digo porque la pianola donde se compuso la tengo yo”. Era José Antonio Salmoiragui y su padre era dueño del café. Nos vimos y me encuentro con la pianola, tenía una partitura del tango dedicada al padre y tenía la escritura de compra del local con todos los nombres de los mozos; estaba escrito que tenían que respetarles la continuidad laboral, la estabilidad, decían sus nombres y las fechas en que habían ingresado.
–¿“Desde el alma” es un vals compuesto en Flores?
–La música pertenece a Rosita Melo y la letra es de Manzi y Piuma Vélez. Rosita y Piuma Vélez vivieron en el barrio. Es un drama personal que puede ser universal. Creo que cuando se habla del barrio se habla del mundo, es “pinta tu aldea y serás universal” y es una obra en tres minutos, síntesis; la poesía tanguera es admirable. Porque el bandoneón tiene un lamento lánguido se dio que ese instrumento era para nosotros, que nos interpretaba, tanto el letrista como el músico interpretan el sentimiento del pueblo, tanto el músico como el ejecutante nos interpreta a nosotros con las notas.
–¿También se cantó para los chicos internados en el Hospital Piñero?
–Alberto Sánchez era otro cantor muy solidario en festivales y una de las cosas que hacía era cantarles a los pibes internados; hay algunas fotos por ahí cantando al pie de la cama de una chica internada en el hospital y al lado se ve una monjita. Hay un tango instrumental que se llama “Hospital Piñero”, que lo escribió el guitarrista Alberto R. Ciarlo, que era estudiante de Medicina y después se recibió y tuvo cátedras importantes. Fue compuesto para el baile del internado (los médicos residentes) que se hacía entre los años 1914 a 1924 en el Palais de Glace y otros lugares de Buenos Aires. Se hacía el 21 de septiembre y allí muchos tangueros estrenaban sus tangos. El de Ciarlo fue compuesto para el último baile del 21 de septiembre de 1924. Fue el último, porque ocurrió un hecho luctuoso en el Hospital Piñero. Los residentes fueron hasta el primer piso donde vivía el administrador y, según las crónicas de la época, se sobrepasaron y el hombre salió con un revólver, hirió a un estudiante y al día siguiente falleció. Hubo una huelga de internados y pasaron a ser residentes, y las fiestas no se hicieron nunca más.
–Otras de las vecinas ilustres fueron Libertad Lamarque y María Graña.
–Libertad Lamarque vivía en Lautaro y Directorio y estaba filmando Puerta cerrada en Argentina Sono Films, en Martínez, en una época de escasez, no había nafta y Hugo del Carril cuando conseguía nafta la pasaba a buscar porque coincidían en algunas filmaciones. En esa época vino Tyrone Power a visitar la Argentina y conoció a Libertad Lamarque. Al día siguiente le manda a su casa un ramo de varias docenas de rosas rojas invitándola a tomar el té en el Hotel Alvear. Ella lo rechazó, pero después se arrepintió: “Qué lástima, lo podía invitar a casa y tomábamos el té con mamá”, escribió en sus memorias. Libertad no aceptó contratos para trabajar en Hollywood.
–¿Es verdad que a partir de su ideología anarquista el padre de Floreal Ruiz no lo dejaba cantar?
–Consideraba que cantar no era un trabajo, una profesión. Floreal era un gran jugador de fútbol y con seudónimos se presentaba a concursos, ganaba y pudo actuar en radio y se enojó con el padre. Floreal se fugó, pero el padre lo fue a ver a la radio y volvieron a hablar. El tango los separó y los volvió a unir.
–¿Era un barrio de potreros para jugar al fútbol?
–Sobre todo la zona sur de Flores, cerca de las vías del tren, en la Perito Moreno, en que pasaba un tren carguero hasta el año 1951. Eran clubes con un equipo de fútbol en que el presidente era uno de los jugadores, el tesorero era otro y la sede era el domicilio de algún jugador, porque era necesario para participar de las ligas locales, era todo muy artesanal. Los grandes clubes de fútbol se hicieron así. Los clubes nacieron de manera muy modesta, parece que quieren odiar esa modestia de sus orígenes. Y en todos los clubes se bailaba el tango. Se hacían números vivos, estamos hablando del año ’33; los artistas de la radio, los artistas de variedades hacían números en vivo en los cines y ahí estaban los tangueros, se hacía vermouth y noche y los artistas esperaban en los bares de la zona. Había un personaje que vivía enfrente del cine que empezó a convidarles con café, mate, y Gardel participó de esos encuentros. Todos estaban en la misma, se estaban ganando el puchero.
–¿Cómo funcionaban las radios, transmitían bailes de Carnaval, difundían las orquestas y los cantantes?
–Acá funcionaron radios que después fueron muy importantes, como Radio Belgrano, que empezó en Boyacá al 400, o Radio Nacional Estación Flores, que funcionó en una casa particular. Después vino Yanquelevich e instaló todos los equipos en un estudio de la avenida Belgrano. Ahí surgieron a través de concursos muchos tangueros como Alberto Marcó, el dúo de Agustín Magaldi con Azucena Maizani. En los bailes de Carnaval estaban presentes el tango, el jazz y la orquesta típica, la famosa orquesta de Feliciano Brunelli que tocaba música movida con mucho bronce, mucha trompeta, muchos acordeones. Las orquestas de tango salían de gira como hoy lo hacen los cuarteteros, que hacen varios bailes por noche. Yo encontré en varios clubes del barrio a Di Sarli, D’Arienzo, Pugliese y en los bailes en el Club Independiente, que tenía la sede en el Palacio Unzué, en Rivadavia y Pumacahua, llegaron a tocar hasta Piazzolla, Troilo y Fresedo. Allí actuó mucho Alberto Castillo. En el año 1942 estaba cantando y le pidieron un bis y empezó a cantar “Así se baila el tango”. Empezaba: “Qué saben los pitucos...” y eso fue interpretado por un barra de cajetillas como una indirecta para ellos y se armó una trifulca tremenda, histórica; la gente que está en el tango la nombra siempre, tuvo que intervenir la policía. Tenían que cortar el tránsito cuando venía Castillo a cantar a Independiente.
–¿Y los salones de baile cómo funcionaban?
–Estaban los clubes para bailar tango, como el Social Rivadavia, que funcionó hasta hace poco. Se bailaba con grabaciones y también con orquesta. Y había otros salones como el Fantasio, en la época de oro del tango, después vinieron los ’60, la nueva ola, los intereses de las grabadoras extranjeras que impusieron su estilo y el tango pasó a ser cosa de viejos, porque la juventud le sacó el cuerpo y ahora hay todo un renacer.
–¿Cantó Gardel en Flores?
–Cantó en el cine San Martín de Flores, que estaba en la calle Rivadavia 7060, el 1º y 2 de junio de 1925, después cantó en el cine Fénix en agosto de 1929, en el cine Varela en julio de 1933 y al mes siguiente en el Flores. El estilo del tango canción lo creó Gardel y a partir de él se canta el tango como se canta ahora; antes se cantaba de otra manera, era chistoso, se hablaba de otra cosa, era medio prostibulario.
–Roberto Arlt dejó su huella...
–A Las Orquídeas iban muchos escritores y se dice que una parte de La vida puerca, que después se llamó El juguete rabioso, empieza nombrando la calle Artigas, habla de un cigarrero. Para mí es un orgullo que haya estado en Flores. Arlt vivió en la calle Méndez de Andés y escribía en periódicos locales. Hizo hasta el quinto grado en Escuela 1, de Yerbal 2370, que es la más antigua de Buenos Aires (del año 1818) y está en funcionamiento. Después la madre de Arlt lo pasó a una escuela de la calle Trelles.
–En su libro El tango en el barrio de Flores cuenta sobre la existencia de los hornos de barro, la cerveza de barril, fue un barrio bohemio.
–Al fondo muchos cafés tenían el horno de barro y servían cerveza de barril, era el lugar de sociabilidad de la época, también se iba a cantar. En las kermeses se armaban puestitos donde aparecían algunos personajes cómicos, gente disfrazada, o la famosa rueda de la fortuna en la que uno tiraba y sacaba un número y algo se ganaba.
 
Fuente: Pagina/12

"SON UNICOS EN EL MUNDO"

Monica Tarducci, antropologa e impulsora de los Encuentros Nacionales de Mujeres.
 
Por Mariana Carbajal
 
Mónica Tarducci es antropóloga. En 1986 fue una de las 600 mujeres que participaron del primer Encuentro Nacional de Mujeres, que se realizó en el Teatro San Martín, de la ciudad de Buenos Aires e inauguró la tradición que continúa hasta la actualidad. Desde entonces, siguió con su mirada –y espíritu– de investigadora y militante feminista cada una de las convocatorias que se repiten cada año, en el fin de semana largo de octubre. Los ENM, dice, son una experiencia única a nivel mundial, por la amplísima y diversa convocatoria, por la singularidad de su dinámica –no hay expositoras, no hay paneles de expertas– y por la experiencia transformadora que tiene para quienes participan. Entre las tantas anécdotas que atesora en su memoria, de los tantos ENM a los que concurrió, recuerda un viaje en micro al segundo Encuentro, en Córdoba, en 1987, con mujeres que habían salido desde Quilmes: “Ibamos charlando, cantado. La pasamos muy bien. De regreso, una mujer muy humilde me dice: ‘Estuve charlando con unas chicas que eran lesbianas, son iguales a cualquier mujer, a nosotras...’”. O la de aquella otra que, en Mendoza, en el 2004, le cuenta que es la primera vez que había salido del barrio en el que vivía y no para ir a un hospital. “Tres días sin los chicos”, le dijo, asombrada de su propia revelación.
Tarducci es docente e investigadora de la UBA y la Unsam. Y forma parte de la Colectiva de Antropólogas Feministas. En una entrevista de Página/12 explora los alcances de los ENM –a este de Posadas, no pudo ir–. Y también analiza por dónde anda hoy la agenda del movimiento de mujeres. “En primer lugar –afirma, sin dudar–, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Es inadmisible que un país que tiene una ley de matrimonio igualitario y la de Identidad de Género penalice el aborto y no se respete siquiera lo que establece la ley respecto de los no punibles. Conviene recordar que el lema de la Campaña por el Derecho al Aborto es ‘Educación Sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar y Aborto seguro para no morir’. Recordemos también que la Iglesia Católica se opone a las tres cosas y obstaculiza sistemáticamente la ley de Educación Sexual Integral. En estos momentos es lo más urgente junto con la prevención y la protección a las mujeres víctimas de violencia”, apunta.
–¿Qué recuerda del primer Encuentro?
–En ese momento yo formaba parte del grupo feminista Mujeres en Movimiento y una de las primeras imágenes que me vienen a la mente después de tantos años es la de mí misma con un cartel que decía “Libertad a Hilda Navas de Cuestas”, una militante revolucionaria que aún, en ese año, 1986, permanecía en prisión. Recuerdo también la sorpresa que causaba en algunas mujeres el hecho de que sea un “encuentro” y no un congreso de especialistas. La metodología era participativa y horizontal, en forma de talleres, producto de la influencia que habían tenido los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe, sobre todo el de 1985 en Bertioga, Brasil, al que habían concurrido muchas feministas argentinas.
–¿Ha ido todos los años?
–En los primeros diez o doce años a todos; en los últimos años he faltado a algunos.
–¿Existen encuentros similares en otros países?
–No existe nada parecido en el mundo. Justamente fuera del país es motivo de curiosidad y de admiración que tantas mujeres se reúnan una vez por año para hablar de los problemas que las afectan.
–¿Es un encuentro feminista?
–Es un encuentro que crearon algunas mujeres feministas y del que se apropiaron, por suerte, todas las mujeres que se sienten convocadas, la amplia mayoría pertenecientes a sectores populares. Van profesionales, militantes de partidos políticos, de derechos humanos, de grupos étnicos, activistas feministas y de organizaciones barriales, de lesbianas, entre otras. En ese sentido, es muy interesante la interacción de mujeres que vienen de distintos sectores, la posibilidad del aprendizaje mutuo. Para muchas mujeres es una oportunidad única para conocer otras ciudades y los problemas de otras mujeres que sin este encuentro no tendrían. Es común escuchar “el encuentro me dio vuelta la cabeza”, seguras de que sus vidas no serán iguales de allí en más.
–¿Cambiaron los encuentros en los últimos años? ¿Hacia dónde?
Los encuentros se han masificado, estamos hablando de más de diez mil mujeres. La intensidad de la participación también ha significado la amplitud temática de las propuestas, lo cual es muy bueno. Por otro lado, la masividad los hace atractivos para los partidos políticos que tratan de capitalizarlos, lo cual no es tan bueno. Los encuentros han sido horizontales, autónomos y autofinanciados para lograr la mayor independencia posible y deben seguir siendo así. Participar en partidos políticos es importante, pero no debemos dejar de respetar los deseos y derechos de las mujeres, escucharlas, compartir. No dejarse llevar por consignas fáciles y coyunturales que nos dividen, obstaculizan y retrasan el logro de lo que demandamos.
–La presencia de mujeres de sectores conservadores que buscan obstaculizar los debates por la despenalización del aborto, ¿qué impacto tuvo en las discusiones y en la propia dinámica de los encuentros?
–La Iglesia Católica moviliza a sus mujeres no sólo contra los derechos de las mujeres a un aborto legal, seguro y gratuito, sino también contra lo que suponen va en contra de su pensamiento, o sea todo lo que sea a favor de la emancipación humana, como ha sido históricamente, por otra parte. Interrumpen con su latiguillo retrógrado en los talleres de familia, de salud, de estudios de género –están en contra del concepto–, en los de sexualidad. Obviamente que no les interesa el diálogo ni la participación respetuosa, vienen a dejar sus consignas y ni siquiera explicitan desde qué lugar hablan. Hacen perder el tiempo y rompen la dinámica, la mayoría de las veces de manera patética, como cuando intentan participar en los talleres de “Estrategias para la legalización del aborto” y se irritan cuando se les dice que esos talleres no son para discutir a favor o en contra, sino para quienes ya están luchando por la despenalización y la legalización. Han llegado a hacer encuentros paralelos como en San Juan en 1997. Sin embargo, la necesidad de despenalizar el aborto ha estado presente cada vez con mayor fuerza, sobre todo en Rosario 2003, a partir de la cual se creó la Campaña por el Derecho al Aborto. Miles de mujeres con sus pañuelos verdes son una fuerza imparable.
 
Fuente: Pagina/12

LA COMPLICIDAD DE LA IGLESIA CATOLICA

Elevaron a jucio la causa por el asesinato de Enrique Angelelli.La investigación del crimen del obispo deja al descubierto el rol de la jerarquía eclesiástica durante la dictadura. Los fiscales señalaron en su acusación que las Fuerzas Armadas operaban “en coordinación y con el consentimiento de la Iglesia Católica argentina”.
 

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Por Alejandra Dandan
 
La investigación por el asesinato del obispo Enrique Angelelli acaba de ser elevada a juicio oral. La arquitectura de la acusación que construyeron los fiscales federales Darío Edgar Illanes y Carlos Gonella tiene un agregado: muestra por primera vez en clave penal el rol que cumplió la jerarquía de la Iglesia Católica argentina durante la dictadura. Los fiscales dicen que no fue un rol silencioso ni sólo cómplice, sino un “rol activo” en las políticas del terrorismo de Estado: “El terrorismo de Estado fue un fenómeno mucho más complejo que el que intentan demostrar algunas miradas miopes, que lo reducen al accionar de las Fuerzas Armadas. En esta causa queda particularmente demostrado que el terrorismo de Estado 1976-1983 actuó criminalmente bajo el amparo de la jerarquía de la Iglesia Católica en Argentina”. O con otras palabras: “Que el sistema represivo operó en coordinación y con el consentimiento de la Iglesia, o al menos de buena parte de su jerarquía”.
Sobre el caso Angelelli, Gonella e Illanes concluyen que el obispo murió en “un atentado” producto de un “accidente intencional”: “Podemos afirmar con seguridad –explican– que la colisión automovilística donde monseñor Enrique Angelelli perdió la vida fue provocada de forma deliberada por otro vehículo que venía siguiéndolos” a él y al sacerdote Arturo Pinto, que salvó su vida milagrosamente “por razones ajenas a la voluntad de los acusados”.
Por el crimen imputaron a Jorge Rafael Videla y al ex ministro del Interior Albano Harguindeguy, que “emitió directivas precisas para eliminar los grupos vinculados al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”; al ex jefe del III Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez; y a dos jefes del aparato represivo de La Rioja: el vicecomodoro Fernando Estrella, acusado en el juicio abierto por los curas de Chamical, y entonces segundo de la base de la Fuerza Aérea (Celpa), que funcionó como centro clandestino, y al entonces jefe de la D2, el ex comisario Juan Carlos Romero.
Para conectar la relación entre el rol de la jerarquía de la Iglesia y la causa Angelelli, los fiscales indican que de “la abultada prueba surge de que las persecuciones a los curas riojanos fueron puestas en conocimiento de la jerarquía regional y nacional”. Pero a partir de ese momento, y antes de situar la historia del obispo dentro del desa-rrollo y la persecución al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), explican por qué dicen que el sistema operó en coordinación y acuerdo con la Iglesia. “Resulta de singular importancia mencionar que así como en otras investigaciones ha quedado claro el rol desempeñado por otras instituciones estatales durante el terrorismo de Estado, como el Poder Judicial, en la presente causa se ha demostrado que el sistema represivo instaurado por las Fuerzas Armadas operaba también criminalmente como aparato de poder organizado en coordinación y con el consentimiento la Iglesia Católica argentina, o al menos buena parte de su jerarquía”, dicen. En ese sentido, toman como prueba “el registro” revelado hace unos meses sobre la entrevista que mantuvo el 10 de abril de 1978 Videla con la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, representada en ese acto por el obispo Vicente Zazpe y los cardenales Raúl Primatesta y Juan Aramburu.
El contenido del documento que forma parte de los archivos secretos de la Iglesia fue revelado por Horacio Verbitsky en Página/12. “En la reunión entre Videla y el Episcopado queda claro que en forma conjunta se buscaron soluciones para el problema de los desaparecidos –dicen los fiscales–, y que esas soluciones no fueron justamente blanquear la situación, informar sobre el destino de las personas, sino todo lo contrario.”
Primatesta escribió en el documento que, durante el encuentro, Videla se mostró preocupado porque los obispos habían usado la palabra “presos políticos”. Les dijo que “en el ámbito internacional y periodístico esos términos se interpretan como que acá hay presos por sus opiniones políticas, o por cuestiones raciales o religiosas, cosa que no es cierta: los que están presos –y citó casos concretos como el de Timerman– no lo están por esas causas sino por razones que hacen directamente a la guerrilla”. Primatesta le dijo a Videla que “se había tratado de una ‘nomenclatura vulgar’ y que no hubo otra intención”. Y le explicó que el problema que tenían ellos era el reclamo de los obispos, que a su vez recibían las quejas de los familiares, y que se acercaba el viaje para la Asamblea de Puebla, en el que los recibiría un ambiente “no local” donde se “pueden hacer cuestionamientos que de algún modo tendremos que responder”.
El texto transcribe lo que sigue: “El presidente respondió que aparentemente parecía que sería lo más obvio decir que éstos ya están muertos, se trataría de pasar una línea divisoria y éstos han desaparecido y no están; pero aunque eso parezca lo más claro sin embargo da pie a una serie de preguntas sobre dónde están sepultados; ¿en una fosa común? En ese caso, ¿quién los puso en esa fosa? Una serie de preguntas que la autoridad del gobierno no puede responder sinceramente por las consecuencias sobre personas. Se estuvo dialogando sobre la necesidad de buscar alguna solución...”, dejó escrito el cardenal sobre la entrevista en la que poco más tarde, por la reconstrucción, él dice que “la Iglesia quiere comprender, cooperar”.
“Es realmente asombroso el tratamiento que efectuaron los prelados sobre la ‘nomenclatura vulgar’”, señalan los fiscales. “Pero lo más asombroso e indignante resulta el sesudo análisis sobre ‘los desaparecidos’ y los problemas que podría generar en Puebla”, la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se iba a hacer el 27 de enero de 1979 en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, de México, para continuar con los lineamientos de la II Conferencia General de Medellín.
En ese punto recuerdan una frase de Aramburu sobre el final del encuentro: “Le sugerí que por lo menos dijeran que no estaban en condiciones de informar, que dijeran que estaban desaparecidos, fuera de los nombres que han dado a publicidad”. También recuerdan la frase del propio Videla a la revista cordobesa El Sur, en la que dijo que: “Los obispos nos asesoraron sobre la forma de manejar el tema de los desaparecidos”.
Primatesta va a aparecer nuevamente en la historia de Angelelli, esta vez como la persona que “gestionó” su “alejamiento” de la provincia de Córdoba y le dijo al vicario castrense del Ejército Victorio Bonamín: “Ojalá se lleve a los compinches”.
Pese al modo de construir en clave penal la participación de la Iglesia en la dictadura, los fiscales no avanzaron con una acusación contra ninguno de los obispos. Gonella dice que no lo hicieron porque todos los que aparecen están muertos y que él mismo dijo, en uno de los juicios de Córdoba, que si Primatesta estuviese vivo estaría entre los acusados.
 
Fuente: Pagina/12

CUANDO LA PALABRA SE IMPONE AL SILENCIO

Testimonios en el juicio por los crimenes ocurridos en Campo de Mayo. Julia Villagra habló de su hermana Kity, una joven de la UES asesinada por la espalda en mayo de 1976 en Martínez. Con ella cayó Gustavo Cabezas, quien tenía 17 años y aún permanece desaparecido. Su hermano Daniel también expuso ante los jueces.
 

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Por Alejandra Dandan
 
Lo que quiero pedir es que se pueda volver a creer en los seres humanos; no somos Dios, pero quiero algo tan elemental como que la gente tenga libertad de pensar y llevar adelante sus creencias; mi hermana era idealista, me parece que no merecemos lo que sucedió, no lo merecían. Me asusta mucho lo de estos días, los comentarios tontos, a veces creo que no pueden valorar lo que es la democracia. La justicia es una construcción humana, me parece que esto se los tengo que pedir a ustedes, que son los representantes. Me ha costado mucho llegar acá. A veces me dicen de perdonar, pero yo no puedo perdonar hasta que no haya justicia.”
Julia Elena Villagra volvió a poner las audiencias de los juicios de lesa humanidad en diálogo con el afuera de la sala. Julia habló de su hermana Florencia “Kity” Villagra, de la Unión de Estudiantes Secundarios, durante una audiencia por los crímenes cometidos en Campo de Mayo. En la sala estuvo el ex jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo Santiago Omar Riveros y otros dos represores reconocidos en el ultimo año: Eduardo Oscar Corrado, que entró en silla de ruedas y era el jefe de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo, y el ex teniente Carlos Macedra, a cargo del entonces Batallón Esteban de Luca de Boulogne y la persona que la madrugada del 10 de mayo de 1976 mató a Kity de un tiro por la espalda en la plaza de Martínez, mientras ella intentaba escapar y después de dos disparos al aire. Con ella cayó Gustavo Cabezas, de 17 años. Se supone que Gustavo pasó por el Batallón Esteban de Luca; hoy está desaparecido. Los testimonios de un grupo de ex colimbas fueron la llave de este expediente para llegar hasta acá. Macedra tiene fama de mal bicho también entre sus subordinados y todavía se buscan datos sobre su desempeño en Campana y Zárate.
Julia y Daniel Cabezas, el hermano de Gustavo, entraron a la sala cuando los jueces convocaron a los acusados: “Después de años de silencio y hasta de mentir por miedo, me voy a encontrar hoy cara a cara con el asesino de mi hermana Kity y eso me produce una gran conmoción”, había dicho más temprano. “La última vez que vi a mi hermana yo tenía mi bebé. Ella me pidió que le cerrara la puerta despacio porque iba a repartir volantes, para que mis padres no la retaran”, dijo Julia cuando empezó. Supo lo que pasó con Florencia por un llamado. “Mi hermana Marisa me dijo que había muerto y que estaba con el cajón cerrado. Para nosotros no era fácil viajar a Buenos Aires, así que decidí no venir porque no la iba a ver. Me preocupaba mucho el ambiente muy particular de mi familia, que yo no comprendía, y tenía miedo de ser más una molestia para mis padres. Así que no vine, me arrepentí muchas veces. Un mes y medio más tarde me vino a ver mi papá. Me dijo que había visto el cuerpo. Mi papá era abogado, un hombre recto. Me miró a los ojos y me dijo que la herida de bala era casi del tamaño de la teta, aunque no sé si eso me lo dijo mi hermano. Me dijo que estaba ‘limpia’. Yo lo miré a los ojos para tratar de entender lo que me decía y me hizo como un gesto, y los sobreentendidos eran que no la habían torturado. Para mí eso era importante.”
Su hermano Santiago era “muy chico y acompañó a mi padre; cuentan mis hermanas que vomitó varias veces. Mi papá falleció al poco tiempo, supongo que por sus contradicciones y por su fragilidad no pudo soportar afectarse la salud. Mi proceso fue distinto, tenía a mi hijo, lo quería cuidar, así que no hablé de nada. Le mentí por años, diciendo que había sido un accidente de auto”. Otra cosa importante “es que, en esa época, mis hermanas se acercaron alrededor de la plaza a preguntar a los vecinos qué habían visto. Les contaron cosas imprecisas, pero la historia es que había un colimba que la abrazaba y lloraba. En ese momento nos pareció una cosa idealizada, pero reconstruyendo esto, hace poco, sé que eso fue verdad”.
Mientras estuvo adentro, Macedra no se movió. Cuando le preguntaron si iba a declarar, dijo: “Por ahora no, pero me reservo el derecho de declarar más adelante”. Un grupo de estudiantes secundarios abrió sus computadoras. Eran de las escuelas medias 4, 6 y 7 de Ciudadela con maestros de Historia y Derecho y Política Ciudadana que llegaron por el programa Construcción de Ciudadanía contra del Genocidio de la Untref. “¿Me parece a mí –soltó una chica– o Riveros pone cara de pobrecito?”

Rubén

Enseguida declaró Rubén Castro, responsable político de Kity y Gustavo. Paraba en la casa de él porque lo perseguían y se salvó ese día porque, como no tenía los documentos, no salió. “Gustavo para mí era ‘Ramón’, aunque como estaba en la casa sabía cómo se llamaba. Del nombre de Kity me enteré después. Formábamos parte del mismo grupo, de la UES vinculada con la organización Montoneros. Yo era responsable del área de San Isidro. Mi responsable era el Negro Antonio, que desapareció tiempo después en la rotonda de Acassuso. Desde el golpe, las actividades estaban muy reducidas. El 10 de mayo nosotros salíamos a hacer una acción, reivindicando el 1º de Mayo. Yo no pude salir porque no tenía documentos. A las cuatro de la mañana se fueron. Iban a hacer un recorrido para dejar ‘gancheras’ en distintas fábricas, que eran un arco de alambre con volantes.”
Habían planificado el recorrido: un itinerario por San Isidro. “De Kity tengo recuerdos, era una chica muy tímida, hablaba lo necesario y siempre pensé que era mucho más chica; era una persona muy dulce, no es porque la hayan matado, era una persona muy especial para todos los compañeros.”
En un momento, dijo Rubén, “me despierta el Negro Antonio muy nervioso. Ahí me dice que los habían secuestrado a Kity y a Ramón. Y me dice esto, que era un operativo conjunto, que era la gente del Arsenal Esteban de Luca a partir de que, creo, ve un distintivo en alguno de los vehículos”.

Daniel

El juicio de Campo de Mayo logra reconstruir en un día, a veces cuadro por cuadro, lo que sucedió con los caídos. Daniel Cabezas reconstruyó la búsqueda de su hermano.
A mediados de mayo del ’76 tuvo el primer dato cuando se cruzó con un vecino. “Yo iba con un amigo, le preguntamos si estaba al tanto de que habían detenido a una pareja de jóvenes y le relatamos el hecho. Dijo que sí, que estaba enterado y que donde hacía el servicio militar, que era el destacamento Esteban de Luca, habían llevado a gente detenida en un camioneta, cambiaron el chofer y había salido para otro lado. O sea que desde el principio supimos de una patrulla militar y que probablemente haya estado en Esteban de Luca y de ahí en otro lugar.”
El testigo más importante, sin embargo, lo halló hace sólo algunos años. Esta vez lo encontró a partir de otro colimba que declaró en otra causa de Campo de Mayo. Habló del operativo, dio algunos datos. Los datos llegaron a Daniel y se puso en contacto con varios otros.
“Todos más o menos relatan lo mismo. La patrulla, la chica que intenta escapar y todos ellos nombran a un colimba, José Luis Aguas, como que había estado muy cerca de Kity Villagra cuando murió. Mencionan unos oficiales de apellido Landa y Macedra.” Así empezó la búsqueda de José Luis Aguas, quien va a declarar las próximas semanas. Primero en su casa; el padre dijo que, por la crisis de 2001, se había ido a España. Lo contactó por Facebook a través de otro colimba. “Mandé un mail, nos empezamos a comunicar y él me confirma y me relata todo”, dijo Daniel. “Me dice que los detienen, le piden documentos, encuentran volantes abajo de un auto y de un camión. Macedra le da un culatazo a mi hermano y lo deja sangrando. Kity corre, Macedra le da un tiro por la espalda. Y Aguas va corriendo hasta donde estaba caída Kity; le dice a Macedra que pida una ambulancia porque todavía respiraba y Macedra le dice algo así como que sabía dónde le había disparado y que iba a morir. Y de hecho fallece delante de él.”
 
Fuente: Pagina/12

LOS PACIENTES SIN AUTONOMIA

Preocupacion de un comite de la ONU por la situacion de la salud mental en el pais. El Comité de los Derechos de Personas con Discapacidad advirtió sobre “inconsistencias” del proyecto de reforma al Código Civil, cuestionó las “internaciones involuntarias prolongadas” y pidió reglamentar la ley de Salud Mental.
 

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Por Pedro Lipcovich
 
El Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas manifestó su “preocupación” por las “inconsistencias” del actual proyecto de reforma del Código Civil, en lo que concierne a “respetar la autonomía y la voluntad de las personas con discapacidad psicosocial”; también señaló que en la Argentina “las internaciones involuntarias y prolongadas siguen prevaleciendo” por lo cual “insta al Estado a implementar planes de salud mental basados en el modelo de derechos humanos”; también expresó inquietud porque “no se respetan las garantías del debido proceso” a las personas consideradas inimputables; señaló que “no se reconoce el derecho a formar una familia” a personas con problemas de salud mental, a quienes a menudo les son arrebatados los hijos, y advirtió que “la efectiva implementación de la Ley Nacional de Salud Mental está en riesgo” porque el Poder Ejecutivo Nacional todavía no la reglamentó. El dictamen del Comité está en línea con un informe que en su momento le hicieron llegar el CELS y otros organismos.
El Comité está a cargo de monitorear el cumplimiento de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la que adhirió la Argentina. El dictamen “urge al Estado argentino a la inmediata revisión de la legislación que, basada en la sustitución de la toma de decisiones, priva a la persona de su capacidad jurídica”; el organismo “expresa su preocupación por las inconsistencias con la Convención contenidas en el proyecto de reforma del Código Civil”, que “deja a total discreción del juez la decisión de designar un curador o de determinar los apoyos necesarios para que las personas con discapacidad tomen decisiones”. Macarena Sabin Paz, coordinadora del equipo de salud mental del CELS, explicó a este diario que “la Convención señala que todas las personas son jurídicamente capaces y que el Estado debe proveer de apoyo para que ejerzan esa capacidad: designar personas, propuestas incluso por el mismo interesado, que la ayuden a tomar decisiones, pero sin sustituir su voluntad. En cambio, el actual proyecto de reforma al Código Civil (elaborado por una comisión que presidió Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte Suprema) permite al juez inhabilitar a la persona, y los jueces tienden a tomar ese camino fácil y ponerle un curador”.
El proyecto de reforma está siendo tratado en el Congreso de la Nación por una comisión bicameral. Leonardo Gorbacz –quien, como diputado, presentó el proyecto que dio lugar a la Ley Nacional de Salud Mental, y actualmente es asesor sobre legislación en la Sedronar– señaló que “especialistas convocados por los legisladores trabajan para adecuar el Código Civil en este punto”.
En otra de sus advertencias, el Comité “observa con preocupación que la internación involuntaria y prolongada sigue prevaleciendo, a pesar de que la Ley Nacional de Salud Mental, 26.657, se centra en el modelo de derechos humanos”, por lo cual “insta al Estado a implementar planes de salud mental” que propicien “la desinstitucionalización”. Sabin Paz observó que “la ley 26.657 plantea un plan progresivo de desinstitucionalización, del cual no se concretó prácticamente nada; es necesario que, reglamentada la ley, se elabore un plan nacional de salud mental”.
Pero el Comité de Naciones Unidas advierte que “la implementación de la ley 26.657 (promulgada en diciembre de 2010) está en riesgo, porque su reglamentación todavía no fue efectuada y la conformación de su órgano de revisión sigue pendiente”. La entidad “lamenta también la falta de mecanismos para garantizar el consentimiento libre e informado de las personas con discapacidad para recibir cualquier tratamiento”. Sabin Paz precisó que “la reglamentación es imprescindible para que empiece a funcionar el órgano de revisión, con participación de la sociedad civil, que la ley establece para examinar las internaciones prolongadas y detener toda violación a los derechos humanos”. Sin embargo, aclaró la representante del CELS, “en muchos aspectos la ley puede y debe aplicarse, y la falta de reglamentación opera como excusa de muchas jurisdicciones para no implementarla”.
Una alta fuente del Ministerio de Salud dijo a este diario que “el proyecto de reglamentación de la Ley de Salud Mental había sido enviado por esta cartera a la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación, que lo devolvió para que le hiciéramos ajustes técnicos formales; éstos ya fueron introducidos, de modo que en esta semana lo enviaremos nuevamente a esa dependencia”.
El Comité de Naciones Unidas señaló también que, en la Argentina, “cuando una persona con discapacidad psicosocial o intelectual es declarada inimputable en un procedimiento penal, no se respetan las garantías y se la priva de la libertad sin que siquiera se acredite su vinculación con el hecho”. Sabin Paz comentó que “estas personas no cuentan con la posibilidad de ser escuchadas por el juez y de contar con un abogado defensor; no cuentan con las garantías que valen para los presos comunes”.
El dictamen del Comité tomó en cuenta un informe que suscribieron el CELS, REDI, Faica, Fendim y ADC.
 
Fuente: Pagina/12

"UN MUNDO MAS JUSTO SOLO SURGIRA A PARTIR DE MAYOR IGUALDAD ENTRE LOS PAISES"

La Presidenta Cristina Fernandez fue una de las primeras oradoras del plenario de la Cumbre de América del Sur y Países Arabes. Hizo hincapié en la situación colonial de las islas Malvinas y en el reclamo por un Estado Palestino. Abogó por una mayor integración Sur-Sur.
 

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Por Nicolás Lantos
 
“Un mundo más justo y más seguro sólo va a poder darse a partir de una mayor igualdad entre los países y si se pone en práctica un verdadero multilateralismo”, reclamó Cristina Fernández de Kirchner ante representantes de una treintena de países de Unasur y la Liga Arabe. Con una fuerte apelación a cambiar el orden mundial y críticas a los países desarrollados, a los que responsabilizó de la crisis económica que actualmente transita el Hemisferio Norte, el mensaje de la Presidenta argentina también incluyó un llamado a resolver la cuestión palestina, a la que calificó como “el nudo gordiano de la paz en el mundo”, y comparó ese conflicto con la posición británica en el Atlántico Sur. “Sabemos lo que significa la ocupación territorial”, señaló, al tiempo que condenaba el doble estándar que permite a Israel, en un caso, y a Gran Bretaña, en otro, considerarse al margen de las resoluciones de Naciones Unidas.
 
Signos de cambio

“La organización del mundo ha comenzado a mostrar importantes signos de cambios”, indicó la mandataria al comienzo de su discurso, luego de agradecer la hospitalidad del anfitrión, Ollanta Humala. CFK fue una de las primeras oradoras del plenario, que abandonó tras participar de la foto de familia, antes de que concluyeran las actividades, para regresar al país, algo que estaba previsto desde su llegada a Lima. Sus palabras, con tono vehemente, como ella misma se encargó de destacar, fueron un llamado urgente a la coordinación y la acción de los países en vías de desarrollo para evitar que los peores efectos de la actual coyuntura económica terminen golpeando fuerte en el Hemisferio Sur.
“La crisis no va a resolverse en el corto o en el mediano plazo”, principalmente a causa de que “las medidas adoptadas por los países que se autocalifican desarrollados agravan la situación”, advirtió CFK, antes de apuntar también al “FMI y las calificadoras de riesgo” que “siguen señalando con el dedo a pesar de haber cometido cientos de equivocaciones, que es lo que tiene al mundo” en esta situación.
Además, alertó sobre “una creciente tendencia de los países causantes de la crisis de volcar sus consecuencias en los países emergentes, que en la última década han sostenido el crecimiento de la actividad mundial”, haciendo referencia a las novedades en los términos de intercambio del comercio internacional que se dieron en los últimos meses.
 
Un llamado de atención
 
“Es necesario no quedarnos en declaraciones abstractas o declamatorias sino articular políticas imprescindibles para un mundo con muchos desafíos y peligros que si se siguen profundizando van a afectar la estabilidad”, agregó la Presidenta a sus pares, con un fuerte llamado de atención: “Hay que terminar con un nivel de hipocresía en muchísimas reuniones en las cuales todos sabemos de qué se trata, venimos, damos un discurso y nos vamos y todo sigue igual o peor.”
Acompañada por el canciller Héctor Timerman, la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, el mensaje presidencial apuntó en ese sentido tanto a fortalecer el entramado interregional como a adaptar a las nuevas circunstancias las políticas económicas locales de los países sudamericanos y árabes, históricos exportadores de commodities (combustibles fósiles y alimentos, principalmente) que hoy gozan de precios altísimos en el mercado internacional, pero que, de persistir la crisis, podrían retroceder.
“En esta suerte de giro de 180 grados que ha habido en los términos de intercambio internacional no debemos quedarnos dormidos en la ventaja que tenemos hoy, sino lograr ponerles valor a los productos primarios y generar mejores puestos de trabajo en nuestras sociedades, porque lo que nos hace más libres es que nuestros ciudadanos tengan trabajos dignos y decentes –arengó CFK–. Debemos articular estrategias claras que fomenten la integración SurSur y permitan sostener el desarrollo y la inclusión social.”
Entre los diversos temas de coyuntura que se tocaron a lo largo de la Cumbre y se vieron reflejados en la Declaración de Lima (ver aparte), Fernández de Kirchner hizo fuerte énfasis en la cuestión palestina, a la que calificó como “el nudo gordiano de Medio Oriente y de la paz en el mundo” y cuya solución, sostuvo, es “lograr que Palestina sea reconocido como Estado y tenga un asiento en la ONU”. Pero además, la mandataria argentina trazó un paralelo entre la situación de esos territorios, hoy bajo control israelí, y la situación en el Atlántico Sur.
“Sabemos lo que significa la ocupación territorial, sufrimos en las islas Malvinas la ocupación, sabemos lo que es tener un enclave colonial en pleno siglo XXI”, indicó, antes de recordar que quedan 16 territorios en esa situación en el mundo, de los cuales la mayoría están en manos de Gran Bretaña, que se niega a entablar un diálogo para avanzar en un proceso de descolonización.
“En este mundo del siglo XXI es necesario terminar con los últimos vestigios de ocupación colonial –redondeó–, por eso la demanda de una solución pacífica del conflicto palestino, la demanda de multilateralismo a rajatabla, la demanda de respeto a las resoluciones de Naciones Unidas, la demanda de una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU” de forma tal que se rompa el escenario montado durante la Guerra Fría, pero que hoy implica que algunos países, por tener acceso a un asiento en ese órgano, tengan una posición de poder e impunidad sobre el resto. “La justicia –concluyó la Presidenta– solamente puede darse en un marco de igualdad. Si no hay igualdad no puede haber justicia.”
 
Fuente: Pagina/12