El presidente de Ecuador Rafael Correa, dijo ante la Asamblea Nacional que los últimos diez meses de su mandato los dedicará a combatir la desigualdad social. El mandatario no descartó otra reelección.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró ayer en su informe sobre el estado de la nación ante la Asamblea Nacional que el objetivo principal del Gobierno durante los últimos diez meses de su gestión será combatir la pobreza y la desigualdad social. En una sesión solemne efectuada ante el pleno del órgano legislativo, Correa dijo que pondrá todas las energías “materiales y espirituales” del gobierno para luchar contra la pobreza, a la que calificó de “la gran vergüenza de nuestra América”.
En su último informe a la nación de su administración, que inició en enero de 2007, el mandatario ecuatoriano, que no ha descartado ir por la reelección en los comicios del próximo año, dijo que en los próximos diez meses se esmerará en disminuir la desigualdad social. Para lograrlo, se requiere “extirpar de raíz las causas de la inequidad y de la injusticia”, así como de “revoluciones pacíficas y en democracia” para alcanzar “cambios radicales de las estructuras vigentes”, dijo el gobernante izquierdista en su discurso. Correa termina su gobierno el 24 de mayo de 2013 y las elecciones se realizarán en febrero de ese mismo año.
El mandatario ecuatoriano aseguró que en los últimos cinco años se han registrado avances económicos con la salida de la pobreza de un millón de sus compatriotas, aunque aceptó que “falta mucho por hacer”. Según él, en el último quinquenio la “pobreza por ingresos” se ha reducido del 36,7 por ciento en 2007 a 23,5 por ciento actualmente, mientras que la “pobreza extrema por ingresos” del 16,5 por ciento al 9,4 por ciento, en el mismo período.
“No podemos alcanzar el ‘Buen Vivir’ mientras haya un ecuatoriano en condiciones de pobreza extrema”, afirmó el mandatario, tras señalar que la esencia de la “revolución ciudadana” que aplica en el país es “cambiar el Estado burgués a un Estado integral” o “Estado popular”. Aseguró que ello supone que “los más ricos paguen más impuestos”, que el Estado gobierne los mercados en función de los objetivos sociales, con la garantía de “la supremacía del ser humano sobre el capital”.
Recordó que, en materia tributaria, su gestión ha logrado mejorar la recaudación y que en la actualidad los impuestos aportan unos 6000 millones de dólares anuales al ingreso nacional. Indicó que la “presión tributaria”, es decir la relación entre lo que se recauda frente a la producción, en 2004 era del 10,4 por ciento, mientras que en 2011 fue del 14,5 por ciento, lo que representa que Ecuador ha alcanzado recién la media latinoamericana” en materia impositiva.
También señaló que se ha reducido el volumen de financiación del presupuesto del Estado para pagar la deuda exterior, que en 2004 alcanzaba una media de 8,1 por ciento al 4,8 por ciento en 2012, mientras que la relación frente al área social pasó de 4,3 por ciento del PIB a casi el 11 por ciento en la actualidad.
Eso quiere decir, según Correa, que en el país “ahora mandan los ecuatorianos”, porque “antes aquí mandaban los acreedores, los banqueros, la burocracia internacional”. Como ejemplo mencionó que para educación ahora se destinan 4366 millones de dólares, cinco veces más que en 2004, cuando ese presupuesto era de apenas 858 millones. También en salud, el presupuesto pasó de 371 millones de dólares en 2004 a 1671 millones anuales en 2012, al igual que en el área de desarrollo social, que de 260 millones de dólares ha subido a 1243 millones en el mismo período.
Fuente; Pagina/12
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