El coro de Roger Waters. La historia de los chicos argentinos que cantaron y bailaron en "Another Brick in the Wall 2" en River.
Por Pedro Irigoyen
El muro comienza a levantarse. Una gigantesca marioneta hace las veces del tirano maestro de escuela que avanza sobre el escenario mientras comienza a sonar el himno histórico de la obra: Another Brick in The Wall, Part 2. De la nada, aparecen sobre el escenario quince chicos con remeras con la inscripción "Fear Builds Walls" (El miedo construye muros) enfrentando a la "bestia", mientras corean uno de los estribillos más poderosos de la historia del rock: "We don’t need no education..." (No necesitamos más educación). Fuera de lo evidente, pero dando un sentido más profundo al instante, está cada una de las historias de los niños del coro, convocados por Mundo Invisible, una sociedad anónima sin fines de lucro dirigida por Racu Sandoval.
"La idea de Mundo Invisible era crear una agencia de comunicación para aquellos que no tienen voz. Nos enfrentamos al concepto de invisibilidad. No vemos a aquellos que esperan un trasplante, no vemos a los chicos perdidos, no vemos a los abuelos que están solos. Es como la prensa de los postergados", cuenta el joven de 32 años que trabaja junto a Juan Carr en este proyecto.
¿Cómo llegaron a estar los chicos en el escenario junto a Roger Waters y de dónde son? Nos llamaron desde PopArt, la productora local de The Wall Live, contándonos que en cada país convocaban a cantar a chicos del lugar. Nosotros seguimos de cerca los colegios María Teresa, de Virreyes, y Domingo Savio, de La Cava de San Isidro, dos instituciones muy postergadas, pero llenas de historias muy lindas para contar.
Con pibes que van al colegio gracias al gran esfuerzo de sus familias y maestras que heroicamente dan clases cada día. Les dijimos que queríamos celebrar ese esfuerzo y la energía que ponían cada día, y así estuvimos ensayando durante los últimos dos meses previos a los shows..
¿Cómo fue la experiencia de los chicos en el escenario y su encuentro con Roger Waters? Los chicos estaban súper felices en sus camarines, tomando algo y esperando el show. Waters pasó a saludarlos a las cinco de la tarde en el ensayo previo y les regaló una foto autografiada a cada uno. A las nueve y veinte, los pasaron a buscar para subir al escenario. Nosotros constantemente documentando todo: son 15 chicos de La Cava y 20 de Virreyes, y son 35 historias que cada una es un documental.
Hay uno de los chicos del Madre Teresa que se le había caído la casa hace seis meses en el Reconquista. Otras dos chicas de La Cava que se pusieron el equipo al hombro y encima demostraron ser increíbles bailarinas. Ninguno de nosotros va a tener la posibilidad de cantar frente a 40 mil personas. Y por suerte ellos la tuvieron.
¿Cómo fue el trato de Waters hacia los chicos? Muy bueno. Todo muy pautado y muy prolijo. Hay un saludo, una foto oficial, horarios estipulados, tenian sus propios camarines. En cuanto a la producción, todo impecable.
¿Qué otros programas tiene Mundo invisible? Tenemos varias acciones. El año pasado la más conocida fue la del reciclado de botellas y la compra de los bosques, con el recital de Fito Páez, Illia Kuryaki y Las Pelotas en Figueroa Alcorta y Pampa. Y varios programas más, uno que se llama "Arte en tu lugar", llevando artistas a lugares que nunca irían, otro que hicimos para las elecciones, y ahora estamos preparando uno para ayudar a que vuelva el turismo a la Patagonia.
"La idea de Mundo Invisible era crear una agencia de comunicación para aquellos que no tienen voz. Nos enfrentamos al concepto de invisibilidad. No vemos a aquellos que esperan un trasplante, no vemos a los chicos perdidos, no vemos a los abuelos que están solos. Es como la prensa de los postergados", cuenta el joven de 32 años que trabaja junto a Juan Carr en este proyecto.
¿Cómo llegaron a estar los chicos en el escenario junto a Roger Waters y de dónde son? Nos llamaron desde PopArt, la productora local de The Wall Live, contándonos que en cada país convocaban a cantar a chicos del lugar. Nosotros seguimos de cerca los colegios María Teresa, de Virreyes, y Domingo Savio, de La Cava de San Isidro, dos instituciones muy postergadas, pero llenas de historias muy lindas para contar.
Con pibes que van al colegio gracias al gran esfuerzo de sus familias y maestras que heroicamente dan clases cada día. Les dijimos que queríamos celebrar ese esfuerzo y la energía que ponían cada día, y así estuvimos ensayando durante los últimos dos meses previos a los shows..
¿Cómo fue la experiencia de los chicos en el escenario y su encuentro con Roger Waters? Los chicos estaban súper felices en sus camarines, tomando algo y esperando el show. Waters pasó a saludarlos a las cinco de la tarde en el ensayo previo y les regaló una foto autografiada a cada uno. A las nueve y veinte, los pasaron a buscar para subir al escenario. Nosotros constantemente documentando todo: son 15 chicos de La Cava y 20 de Virreyes, y son 35 historias que cada una es un documental.
Hay uno de los chicos del Madre Teresa que se le había caído la casa hace seis meses en el Reconquista. Otras dos chicas de La Cava que se pusieron el equipo al hombro y encima demostraron ser increíbles bailarinas. Ninguno de nosotros va a tener la posibilidad de cantar frente a 40 mil personas. Y por suerte ellos la tuvieron.
¿Cómo fue el trato de Waters hacia los chicos? Muy bueno. Todo muy pautado y muy prolijo. Hay un saludo, una foto oficial, horarios estipulados, tenian sus propios camarines. En cuanto a la producción, todo impecable.
¿Qué otros programas tiene Mundo invisible? Tenemos varias acciones. El año pasado la más conocida fue la del reciclado de botellas y la compra de los bosques, con el recital de Fito Páez, Illia Kuryaki y Las Pelotas en Figueroa Alcorta y Pampa. Y varios programas más, uno que se llama "Arte en tu lugar", llevando artistas a lugares que nunca irían, otro que hicimos para las elecciones, y ahora estamos preparando uno para ayudar a que vuelva el turismo a la Patagonia.
Fuente: Clarin
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