En junio de 2002 el entonces gobierno de Eduardo Duhalde mandó a reprimir una manifestación popular en la estación de tren de la localidad bonaerense de Avellaneda. Condenaron a dos policías por haber disparado pero no hay condenas para los autores intelectuales.
Hace 7 años, en plena crisis económica y política, durante una protesta en el Puente Pueyrredón, el gobierno de Eduardo Duhalde “encabezó la estrategia represiva sistemática que, combinada con una campaña mediática de demonización de los movimientos, tuvo como fin la desarticulación de los sectores en lucha”, publicó el sitio prensadefrente.org.
Además este sitio explica que luego de los confusos días de junio de 2002 y con manifestaciones constantes en la calle comenzó a “materializarse el cacerolazo del 25 de enero de 2002, cuando la policía arremetió con las motos y una andanada de balas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes que se estaba desconcentrando, en Abril del 2002, cuando en un corte frente a la municipalidad de Lanús, un policía del servicio penitenciario disparó contra Juan Arredondo, militante del MTD Aníbal Verón de esa localidad”.
Luego vino la represión en la estación de tren de la localidad bonaerense de Avellaneda donde fueron cruelmente asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que luego de sus muertes se convertirían en símbolos de la resistencia piquetera.
Por el asesinato fueron condenados los policías Alfredo Fanchiotti y Alejandro Costa como autores materiales, pero aún no hay responsables políticos aunque muchos apuntan a Eduardo Duhalde, el ex ministro del interior Aníbal Fernández y el ex gobernador bonaerense Felipe Solá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario