La aparición de diversas agrupaciones marca tendencia. Quiénes las integran, a qué referentes responden y por qué funcionan por fuera de los partidos. Radiografia de la nueva militancia.
POR TALI GOLDMAN
Entre los muchos homenajes que se hicieron en conmemoración del nacimiento de la mítica Eva Perón, hubo uno que no fue bien visto entre los cristinistas y hasta desató una polémica al interior del propio espacio K: el que funcionó como lanzamiento de La Juan Domingo, una agrupación que nació al calor del sciolismo, en la provincia de Buenos Aires. Comandado por los senadores bonaerenses Baldomero “Cacho” Álvarez de Oliveira y Osvaldo Goicochea –y apadrinado por el jefe de Gabinete de Daniel Scioli, Alberto Pérez–, el espacio se lanzó a la par de las intenciones del gobernador de posicionarse para el 2015. Toda una demostración de fuerza que despertó la ira de algunos funcionarios cercanos a la Presidenta.
Sin embargo, y más allá de las suspicacias, la aparición de La Juan Domingo se suma a la larga lista de agrupaciones políticas que florecieron a lo largo y ancho del territorio nacional, que conforman el principal sostén de algunos referentes y que funcionan de plataforma para instalar a candidatos en sectores clave de la gestión gubernamental. Una aparición que marca una diferencia: si antes los partidos estructuraban la participación dentro del sistema político, hoy las agrupaciones les disputan ese lugar.
A nivel nacional, La Cámpora, Kolina, el Movimiento Evita y Peronismo 26 de Julio marcaron el camino de la masividad (ver recuadro). A principios del 2000, y con menos repercusión mediática, la agrupación Peronismo Militante asomó a la escena nacional y se incorporó, en 2003, a la transversalidad kirchnerista. Histórica como las anteriores, tiene como referente al histórico militante Héctor “el Gallego” Fernández y los integrantes de su mesa chica trabajan en el AFSCA (ex Comfer) y mantienen un vínculo estrecho con el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto. En esa misma línea se inscribió el Frente Transversal Nacional y Popular, con el diputado nacional Edgardo Depetri a la cabeza del armado.
Pero si hubo un hito que regó las semillas de otras agrupaciones fue el acto en la cancha de Huracán, que se marcó el 11 de marzo de 2011 en el calendario, donde Cristina Fernández convocó a propios y ajenos a sumarse a la participación política. De ese seno surgió la Corriente Peronista Descamisados, fusión entre la Corriente Peronista Germán Abdala y la JP Descamisados. Su referente, Marcelo Koenig, es el actual director de la Escuela Nacional de Gobierno, que depende de Jefatura de Gabinete. Para Koenig, “las agrupaciones surgieron –y surgen– como fruto de la crisis de los partidos políticos, iniciada en la década del ’90, donde aquellos se convirtieron en una maquinaria de ganar elecciones y dejaban a un lado la discusión política e ideológica. Y desde el 2003, con el renacer de la política, se convirtieron en un aporte fundamental al proyecto nacional y popular”. El funcionario comparte la mesa chica de la Corriente con Juan Miguel Gómez, representante de la juventud, y Lorena Pokoik, encargada del ámbito porteño. Una característica: tienen buen diálogo con el ministro de Trabajo Carlos Tomada, al que apoyaron como precandidato a jefe de gobierno en la ciudad, en 2011.
Un poco antes había aparecido La Güemes, que ahora ya cuenta con presencia territorial en dieciséis provincias. Uno de sus creadores fue Luciano Di Cesare, actual director ejecutivo del PAMI, y su referente actual es Federico Susbielles, quien explicó a Veintitrés: “Surgimos en un momento de incertidumbre, porque el kirchnerismo había sufrido una derrota en las elecciones legislativas. Pero después el espacio se fue transformando en un lugar cada vez más positivo, porque las agrupaciones funcionan como esquemas y marcos de contención que nos permiten sumar a un proyecto que nos representa a todos”.
Según el análisis del politólogo Sergio De Piero, “la historia reciente está caracterizada por la militancia, lo que conlleva una multiplicación de las agrupaciones. Lo mismo sucedió en 1973 y en 1983. Pero, además, esto se refuerza con el hecho de que los partidos políticos hoy no tienen elecciones internas”. Sin embargo, De Piero advirtió que la existencia de estos espacios no anula la vida partidaria: “Las agrupaciones son signos de vida política en los partidos y a su vez un mecanismo para su renovación”.
En la ciudad de Buenos Aires, distintas agrupaciones ya tienen vida propia. Una de ellas, la Tendencia Nacional y Popular, nuclea a referentes que venían de sectores gremiales y territoriales, y se encolumnaron detrás del legislador porteño Francisco “Tito” Nenna. Tienen como referente a Cristian Martínez y participación en seis de las comunas porteñas. Con ella convive Nueva Comuna, cuyos integrantes provienen de las experiencias del Frente Grande y del Frepaso y se formaron en la gestión de Aníbal Ibarra, durante su paso al frente del gobierno porteño. Hoy tienen como referente a Luis Cúneo –electo comunero en 2011–, mantienen diálogo directo con la legisladora porteña Gabriela Alegre y articulan con La Cámpora.
La Jauretche, otra agrupación con anclaje en territorio porteño, es comandada por Alejandro “Pitu” Salvatierra, quien tuvo notoriedad pública durante la toma del Parque Indoamericano, en diciembre del 2010. Sus integrantes son militantes barriales de las zonas más vulnerables del sur de la Capital y se caracterizan como militantes “peronistas nacionales y populares”.
La Scalabrini y Colectivo Militante son otras dos agrupaciones que tendieron redes en distintas comunas porteñas y acompañaron a Daniel Filmus como candidato a jefe de gobierno.
Diego Reynoso, politólogo e investigador del Conicet, apuntó: “La novedad del fenómeno es que se trata de agrupaciones que no se reivindican como integrantes de los partidos. En el caso de las peronistas, no surgen como parte del Partido Justicialista sino que se identifican como miembros del Frente para la Victoria”. Para el experto, existe un efecto contagioso entre las agrupaciones. “Más si uno ve, por ejemplo, cómo La Cámpora cobró protagonismo, resonancia mediática y comenzó a ocupar lugares de poder. En esa sintonía, los nuevos espacios van a querer disputar lugares estratégicos, van a buscar formar cuadros políticos y tendrán como objetivo instalarse como espacios autónomos, en lugar de ser arrastrados por el viento de cola de los existentes. De alguna manera, eso resalta la crisis que atraviesan los partidos políticos y la existencia de nuevas estructuras político-electorales que forman parte del sistema”.
Desde el socialismo K, algunas agrupaciones articulan con el ex diputado Ariel Basteiro. Por caso, los miembros de La Bramuglia se definen como “socialistas” pero marcan distancia con el partido que lidera el santafesino Hermes Binner. Su referente, Gustavo Quintana, comentó que “el germen de La Bramuglia está anclado en el discurso que Néstor Kirchner ofreció en 2003. Después de la asunción de Cristina Fernández en el 2007 y de muchos debates, nos organizamos formalmente como socialistas que apoyamos al proyecto nacional”.
Las huestes del Pro también cuentan con dos agrupaciones que funcionan de forma autónoma al partido que lidera Mauricio Macri. La más reciente lleva el nombre de Arturo Frondizi y la comanda el subsecretario de Espacio Público y ex legislador porteño Patricio Di Stéfano. Proveniente del riñón de Horacio Rodríguez Larreta, Di Stéfano tiene como objetivo difícil trabajar para el proyecto presidencial Macri 2015. La otra, en cambio, se identifica con el nombre de La Solano Lima y está apadrinada por el legislador porteño Cristian Ritondo. “Las dos nacieron como contratara del fenómeno de La Cámpora –deslizó un operador de Ritondo que prefirió conservar el anonimato–. La Solano Lima está conformada por pibes peronistas, que hacen militancia ciudadana, ven los problemas de los vecinos y piensan cómo poder ayudarlos”.
En el mientras tanto, kirchneristas y opositores avanzan con sus banderas entre lo territorial y lo partidario.
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Colectivo Militante
Nació al calor del kirchnerismo y apuntaló la candidatura a jefe de gobierno de Daniel Filmus. Tejió redes en distintas comunas del ámbito porteño y comparte referente nacional con la agrupación La Scalabrini, que también tiene como epicentro la ciudad de Buenos Aires.
Arturo Frondizi
Encabezada por el subsecretario de Espacio Público, Patricio Di Stéfano –que proviene del riñón de Rodríguez Larreta–, tiene como objetivo trabajar para el proyecto presidencial de Macri 2015. El Pro también cuenta con La Solano Lima.
Corriente peronista descamisados
Marcelo Koenig comanda este espacio que nació de la fusión entre la Corriente Peronista Germán Abdala y la JP Descamisados. Considera que su agrupación contribuye al proyecto nacional y popular.
La Juan Domingo
Ultima en irrumpir en el escenario nacional, La Juan Domingo surgió al calor de las intenciones del sciolismo de lanzarse a la carrera presidencial del 2015. El debate que generó su aparición mantuvo en silencio al gobernador de Buenos Aires, mientras que puso al frente de la campaña a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y al senador provincial Baldomero Álvarez.
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Las pioneras
La Cámpora es, sin dudas, la agrupación preferida de Cristina Fernández de Kirchner y la que reúne a la mayoría de la militancia juvenil. Liderada por su hijo, Máximo Kirchner, cuenta con una mesa de conducción nacional conformada por los diputados nacionales Andrés “El Cuervo” Larroque, Eduardo “Wado” De Pedro y Mayra Mendoza; el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, y el legislador bonaerense José Ottavis. Kolina es otra de las agrupaciones de la constelación K que responde a la ministra Alicia Kirchner y lidera Andrés La Blunda en la provincia de Buenos Aires. Otra histórica agrupación que tiene buen diálogo con la titular de la cartera de Desarrollo Social es Peronismo 26 de Julio, que encabeza Patricia Fernández, ex candidata a intendenta de Hurlingham. A las anteriores se suman la Corriente Nacional Martín Fierro, liderada por Quito Aragón, y el Movimiento Evita cuyos referentes son Emilio Pérsico, el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro y el diputado nacional Leo Grosso.
El radicalismo también cuenta con espacios como La Cantera Popular, nacida en el 2003 y liderada por Hernán Rossi, y la Red Federal, que surgió en 2008 y está comandada por Bruno Mini, secretario general de Franja Morada.
Fuente: Revista Veintitrés.
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