martes, 16 de junio de 2009

FUEGO A LAS IGLESIAS


"Yo pensaba que si mataba a Perón, igual me iba al cielo", confesó Florencio Arnaudo a medio siglo de la pelea entre la Iglesia y el presidente Juan Domingo Perón, que desembocó en la quema de templos católicos el 16 de junio de 1955.

Arnaudo, militante de la Acción Católica Argentina (ACA), integró los grupos organizados por el catolicismo para defender sus templos de cualquier ataque. Pero también -él mismo lo confiesa en sus libros "Operación Rosa Negra" y "El año que quemaron las iglesias"- fue un activo antiperonista, que trabajó en la confección y reparto de panfletos contra el gobierno de Perón y también se anotó en grupos civiles que debían actuar como apoyo al golpe militar, que finalmente derrocó al líder justicialista.

"Según la teoría del magnicidio, de Santo Tomás de Aquino, estábamos dispuestos al tiranicidio y liquidar a Perón", admitió.

Lejos cronológicamente de aquel odio, pero con el mismo sabor amargo en la boca, este ingeniero recordó que "un domingo 12 de junio, todos los que defendimos la Catedral de un primer ataque caímos presos en Devoto". "Hoy, aunque me siento opositor a este gobierno (de Cristina Kirchner), pienso que hay que sacar fuera del juego político a la recordación de la quema de los templos; puede haber gente que tenga interés que se la recuerde en el marco de las diferencias entre la actual presidente y la Iglesia".

La noche del 16 de junio de 1955, después de los bombardeos a Plaza de Mayo y la residencia presidencial, ardieron la Curia Eclesiástica -situada al lado de la Catedral- y las iglesias de San Francisco, Santo Domingo, San Ignacio, La Piedad, La Merced, San Miguel, San Juan, San Nicolás de Bari, el Socorro y Nuestra Señora de las Victorias.

Ese día, sin embargo, Arnaudo ni los demás hombres de la Acción Católica que integraban los grupos de defensa, actuaron en la protección de los templos. "A las seis de la tarde del jueves 16 de junio llamé por teléfono a nuestro comandante y me dijo: Queman la Curia, pero nadie sale, todo el mundo a su casa".

En noviembre de 1954, Perón había atacado a los "curas contreras" y acusó a los católicos de infiltrarse en los sindicatos. La tensión fue creciendo y se negó permiso para la procesión del Corpus Christi, pero la Iglesia decidió hacerla igual con la participación de unas 150 mil personas entre las que se contaban comunistas, radicales y todo el espectro opositor a Perón.

El conflicto creció cuando la Policía Federal dijo que había sido quemada una bandera argentina durante la procesión de Corpus. Al día siguiente, Arnaudo, el médico Agustín Vargas, el actor y ex cura Augusto Rodríguez Larreta y otros jóvenes voluntarios católicos defendieron la Catedral luego de ser atacados a pedradas y palazos por manifestantes peronistas. Dentro del templo, donde también estaban Tomás Casares, miembro de la Corte Suprema, y el obispo Manuel Tato, trabaron las puertas con los bancos. A la noche llegó el juez Carlos Gentile con la policía y se llevó 356detenidos a la cárcel de Devoto.

Los presos fueron liberados en el transcurso de la semana, mientras se sucedían los actos y declaraciones de desagravio a la quema de la bandera, en medio de una creciente tensión que desembocó en la expulsión de los obispos Tato y Ramón Novoa, obligados a viajar a Roma.

El jueves 16, los defensores de la Catedral fueron liberados, sin saber que se avecinaba un bombardeo sangriento a civiles indefensos. Pocos dudaron de la complicidad católica; meses después los aviones golpistas volaron con la insignia "Cristo Vence".

3 comentarios:

  1. Esta gente estuvo siempre confundida, habria que preguntarle a Arnaudo si Santo Tamas en su época aceptaría que un jefe de Estado elegido por el voto popular con mas del 60% puede ser igual a un tirano.
    Ahora mi opinion es que la teoria de los dos demonios es falsa sea que la apliquemos a los años 70 o a los 50. Primero porque que supone igualar al opresor y al oprimido, al asesino con la victima, segundo porque altera el orden de los factores en los procesos históricos, confundiendo al receptor del mensaje.
    Nuestro pueblo siempre fue muy católico y aca no salieron los judios, los musulmanes y los budistas a quemar iglesias, salieron los propios fieles porque se sintieron profundamente abandonados y traicionados por una curia que se alió al cipayage de turno.

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  3. Esta gente estuvo siempre confundida, habria que preguntarle a Arnaudo si Santo Tamas en su época aceptaría que un jefe de Estado elegido por el voto popular con mas del 60% puede ser igual a un tirano.
    Ahora mi opinion es que la teoria de los dos demonios es falsa sea que la apliquemos a los años 70 o 50. Primero porque que supone igualar al opresor y al oprimido, al asesino con la victima, segundo porque altera el orden de los factores en los procesos históricos, confundiendo al receptor del mensaje.
    Nuestro pueblo siempre fue muy católico y aca no salieron los judios, los musulmanes y los budistas a quemar iglesias, salieron los propios fieles porque se sintieron profundamente abandonados y traicionados por la curia que se alió al cipayage de turno.

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