lunes, 4 de marzo de 2013

CUANDO LOS LIBROS SE DISPONEN A CONTAR LAS HISTORIAS DEL ROCK

Una tendencia editorial. Este 2012 que acaba de pasar será recordado por ser un año en el que las librerías se colmaron de obras que intentaron analizar e interpretar diversos aspectos que rodean a ese fenómeno relativamente nuevo conocido como rock and roll. 
 
Por Walter Lezcano.
 
La liturgia rockera no sólo vive de festivales sponsoreados por referentes del capitalismo salvaje, discos y merchandising. También se alimenta de literatura. De libros que fogonean y avivan la mística y desarrollo de un género musical (en algún momento lejano de la historia, por increíble que parezca, fue tomado como una cosmovisión peligrosa para el establishment y los estatutos burgueses) que siempre parece estar en vías de extinción.

Este 2012 que acaba de pasar puede ser recordado, entre otras cosas, por ser un año en el que las librerías se colmaron de grandes obras que intentaron retratar, analizar e interpretar diversos aspectos que rodean al fenómeno, relativamente nuevo, conocido como rock and roll.
EL YANQUI (PRIMERA PARTE). El primero de los Highlights fue la reedición de un libro perdido en el tiempo, y esencial para comprender el nacimiento del punk rock: Rastros de Carmín (Anagrama). Conocida como la antropología de un grito demencial de Johnny Rotten: ¡Soy un anticristo! en "Anarchy in the U.K", este bodoque de 527 páginas (pasa por la historia, la filosofía, el cine, la poesía y, por supuesto, el análisis musical) fue escrito por el gran Greil Marcus (San Francisco, 1945). Uno de los primeros cerebros (estuvo en la redacción de la naciente Rolling Stone) que elevó la simple review de un evento o disco a la categoría de crítica profunda y reveladora. De este mismo autor, también apareció El basurero de la historia (Paidos): una recopilación de artículos desperdigados en los medios para los que trabajó: Los Angeles Times, Rolling Stone o Artforum . Muestrario de los diversos intereses de Marcus (el libro cuenta con un prólogo del siempre interesante Pablo Schanton), que lo sitúan en un lugar de privilegio dentro de la crítica internacional y nos demuestra que un crítico de música no deja de ser, al fin y al cabo, un gran lector.
EL INGLÉS. El nombre de Simon Rey-nolds (Londres, 1963) comenzó a circular con fuerza luego de la edición en 2011 de Después del rock. Psicodelia, postpunk, electrónica y otras revoluciones inconclusas (Caja negra). Una serie de textos que mostraban a un crítico elevado que utilizaba métodos deconstructivistas (Derrida, Deleuze, entre otros) para decodificar y “para focalizarse en la materialidad sonora y considerar las políticas del sonido implicadas en las distintas estrategias compositivas del pop", como reza la contratapa. En su primer libro en castellano, el autor analizaba cuestiones tan disímiles como el Postpunk, Rock psicodélico, Postrock, Madonna, el Hip Hop, etcétera.
En 2012, apareció su segundo libro en castellano: Retromanía (Caja Negra). En este texto, Reynolds pone en jaque a la contemporaneidad y la necesidad obsesiva de mirar el pasado. Con un lenguaje contemplativo, casi de registro (incluye entrevistas y anécdotas personales con su hijo, que son la mejores partes), algo más accesible que su obra anterior, indaga todas las formas del negocio de la nostalgia y la utilización de la tecnología para la eterna conmemoración. La pregunta que intenta responder es sobre el futuro que le espera al mundo pop frente a esta situación. Es cuestión de esperar.
EL ARGENTINO. La figura de Ricky Espinosa (cantante de la banda punk Flema, quien se suicidó el 30 de mayo de 2002 arrojándose de un quinto piso) pareciera ser una estampilla mas del universo fatal del rock argentino. Otro santo más. Sin embargo, Diego Vecino (Buenos Aires, 1984), periodista y sociólogo, ve en ese cantante y esa banda la puerta de entrada perfecta a una exploración lúcida y despiadada, con sentencias provocadoras, de la década del noventa. Flema es una mierda (Mancha de Aceite) es una mezcla natural de biografía, estudio sociológico, crítica musical y argumentación sin red. Su lectura cuestiona los saberes anquilosados sobre esa década y no cae en ninguno de sus lugares comunes.
EL FRANCÉS. Claude Chastagner intentó en De la cultura rock ( Paidos) una obra de divulgación, dando cuenta de los diversos aspectos de un mundo en apariencia desconocido. El índice nos da una muestra cabal de esto: Museos, Eslóganes, El dinero, El artista y el vendedor, Guitarras, Pop, entre otros temas sugestivos. Los aspectos de una cultura entran en su estudio, ya sea desde la filiación o el cuestionamiento, con citas académica y una profusa información de temas y bandas clásicas, el texto se detiene en todos los aspectos que conforman el territorio rockero.
EL YANQUI (SEGUNDA PARTE). La historia secreta del disco. Sexualidad e integración racial en la pista de baile (Caja Negra) de Peter Shapiro (EE UU 1969), se mete a fondo, como su título lo indica, con un género específico. Haciendo gala de una prosa encantadora y mostrando una erudición envidiable (el autor es especialista en música negra) este texto no sólo nos muestra el nacimiento y evolución de la música disco, sino también nos aporta una mirada iconoclasta y, algo muy importante, divertida sobre la injerencia social que tuvo para varias generaciones. El derecho a la fiesta, a divertirse, a la libertad de poder expresar el ser en toda su plenitud en marcos de complejidad histórica y revueltas civiles es una conquista valiosa y, aparte, una gran historia. Sobre esto trata el libro de Shapiro. Y todo esto es posible de disfrutar gracias al trabajo de traducción cuidado (en este caso realizado por Agustina Marchi) que viene realizando la editorial. «
 
Fuente: Tiempo Argentino.

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