El teólogo suizo Hans Küng dice que el Vaticano siempre tuvo temor a efectuar cambios profundos en la cúpula.
Así como hubo muchas opiniones favorables a Benedicto XVI tras su renuncia como máxima figura del Vaticano, otras tantas miradas cuestionaron la figura del Papa alemán y hasta se alegraron por su partida. En este grupo aparecen destacados el teólogo brasileño Leonardo Boff, el suizo Hans Küng y el poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal.
“Esperamos que otro Papa cree una atmósfera más abierta, que los cristianos puedan dialogar con la cultura moderna sin las tantas sospechas y críticas ”, dijo Boff en declaraciones al canal estatal venezolano Telesur.
El brasileño, una de las figuras centrales de la Teología de la Liberación, fue alumno del Papa cuando éste era el cardenal Joseph Ratzinger. De su viejo conocido comentó que Benedicto XVI es una figura “ muy controvertida y compleja”. El estilo con que el Papa ha manejado la Iglesia en los últimos seis años fue definido por el teólogo brasileño como “burocrático” y “duro”. “Ha hecho que muchos no sientan más a la Iglesia como un hogar espiritual”, sostuvo.
La Teología de la Liberación surgió en América latina después del Concilio Vaticano II (1962-1965) e impulsó la “opción preferencial por los pobres”, que debía comprometerse con su emancipación social y política. Esta postura, que en algún momento entusiasmó al Papa Pablo VI, no contó con la simpatía de Juan Pablo II y fue desautorizada y enfrentada por Ratzinger desde su posición de Prefecto de la Congregación de la Santa Fe.
“Benedicto XVI carga un fardo negativo muy grande en la historia de la teología cristiana. Entrará en la historia como un Papa enemigo de la inteligencia de los pobres y de sus aliados”, sostuvo Boff, quien colgó los hábitos en 1992 en medio de fuertes desavenencias con el Vaticano.
El teólogo suizo Hans Küng, uno de los críticos más prominentes del Papa Benedicto XVI, cree que muchos candidatos a sucederlo se encuentran en América latina. “Pero las posibilidades para un cambio radical no son buenas.
Los italianos se han convertido gracias al papa Ratzinger nuevamente en un gran poder dentro del colegio cardenalicio. Por eso abogarán por un candidato italiano como el milanés Angelo Scola”, agregó.
El suizo opinó que “siempre ha habido temor en la Iglesia a un Papa que cuestione el sistema de forma fundamental, razón por la cual se elige a un candidato que no se pueda transformar en un Gorbachov”. Küng aludía así al último presidente de la Unión Soviética y reformista Mijail Gorbachov.
El poeta y sacerdote Ernesto Cardenal, destacada figura de la Teología de la Liberación en Nicaragua, ni siquiera entró a valorar el legado de Benedicto XVI sino que se declaró muy alegre de su renuncia.
“Ignoro por qué está renunciando (pero) me alegro mucho que se vaya del papado ”, declaró a la agencia AFP el escritor, de 88 años.
Cardenal, hoy opositor del gobierno presidido nuevamente por Daniel Ortega, es un duro crítico de Juan Pablo II y su sucesor Benedicto XVI, al considerar que han significado un “retroceso” para la Iglesia Católica.
La comunidad jesuita de El Salvador, adscrita desde hace décadas a la Teología de la Liberación, elogió la renuncia del Papa como un “acto de responsabilidad”, aunque le reprochó no haber impulsado durante su pontificado la beatificación del arzobispo salvadoreño Oscar Romero, emblemático defensor de los pobres y oprimidos, asesinado en 1980 por bandas de ultraderecha.
También a las críticas a Benedicto XVI se sumaron las víctimas de los curas pedófilos de Estados Unidos, Irlanda y México, quienes sostienen que el Papa “no hizo nada” para castigar a los sacerdotes pedófilos ni a la jerarquía que los ha cubierto. “El balance de su gestión es sombrío. Ha hecho grandes declaraciones pero éstas no han sido apoyadas por ninguna acción o medida.
Bajo su mandato los niños siguen estando en peligro ”, afirmó Barbara Blaine, presidente de una asociación estadounidense de víctimas.
Fuente: Clarin.
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