domingo, 17 de mayo de 2009

VIDAS TESTIMONIALES, NO CANDIDATURAS TESTIMONIALES


La palabra testimonio viene de testigo, que en su original griego significa mártir. El "testigo" (mártir) era aquel que con la entrega de la vida, incluso con la muerte, mostraba y demostraba por lo que vivía y lo que quería vivir. En los primeros tiempos de la Iglesia eso significaba perecer en el circo romano por testimoniar a Cristo.

En estos días venimos escuchando hablar constantemente de "candidaturas testimoniales", que asombran por que no tienen nada de "testigo": NO VAN A HACER AQUELLO QUE DICEN. Nos testimonian algo superficial y nada profundo. Muchos de estos "testigos" estarán en los primeros lugares, serán los que abran las listas pero no conoceremos a los que vendrán abajo. Votaremos sin saber siquiera quienes van a asumir.

Nuestros dirigentes piensan constantemente en las elecciones sin tener en cuenta nuestros problemas. Solo se ocupan de rencillas personales pasandose facturas unos a otros. Siempre con agravios, nunca con propuestas concretas. Ningún partido político esta exento de esto. Todos son funcionales.

Frente a esta realidad de falta de testimonio, aparecen "vidas testimoniales". Gente que quiere ser testigo. El 25 de marzo pasado los sacerdotes que trabajan en las villas de emergencia presentaron ante toda la sociedad un documento que lleva por título "La droga en las villas: despenalizada de hecho", donde describen con elocuente claridad lo real de la droga y sus terribles consecuencias. En este documento, se proponen algunos caminos para enfrentar la situación. Este mismo texto, contó con el apoyo de la inmensa mayoría de los sacerdotes de la ciudad.

A veces, la verdad molesta y no gusta, y así amenazaron al Padre Pepe, y en él a todos los que trabajan silenciosamente por intentar cambiar las cosas, sacerdotes y laicos comprometidos con el evangelio de Jesús y el mundo real.

Estas no son candidaturas testimoniales, sino vidas testimoniales. El testimonio se vuelve entrega. Entrega en la línea del martirio, entrega de la propia vida.

Se necesitan cristianos en serio. Tenemos que renovar nuestra sociedad animándonos a ser testigos del evangelio en todos nuestros lugares: escuelas, casas, trabajos, barrios, etc.

Por eso, queremos dirigentes políticos que también testimonien con su propia vida. Que no se peleen entre ellos, sino que asuman un compromiso común de sacar adelante a la Argentina, porque eso es lo que en verdad importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario