martes, 4 de diciembre de 2012

ENIGMAS DEL CASO EICHMANN

La historia de la captura y juicio del “arquitecto de la solución final” aún tiene puntos oscuros. La vida del criminal nazi en la Argentina. 
 
 
Por Eduardo Anguita
 
Me gustaría que me dijeran qué cosas deberían seguir discutiéndose sobre la presencia de Adolf Eichmann en Argentina.
Gaby Weber:
–Yo acabo de publicar un libro en Alemania en el que pongo en duda la versión oficial. Para llegar a la verdad, probé conseguir los archivos que todavía no están desclasificados. El Mossad todavía los mantiene en secreto. Yo hice un juicio en Alemania al Servicio Federal de Inteligencia para desclasificar los archivos de Adolf Eichmann. Es muy gracioso porque los propios servicios de inteligencia están excluidos de la ley de acceso a los servicios públicos. Ellos estaban tan seguros de que yo no iba a tener éxito que primero les mando una carta preguntando qué tienen sobre Eichmann. Me respondieron que tenían 4500 páginas sobre el tema de Eichmann y sobre la colaboración nuclear entre Argentina, Israel y Alemania, “pero usted nunca lo va a conseguir”. Entonces hice un juicio. Lo gané casi todo porque 100 páginas siguen siendo secretas. Me dieron los archivos. De ellos se obtiene una visión muy diferente sobre la persona de Eichmann y todo lo que estaba pasando atrás. De eso no se habla. Había una muy buena colaboración entre el servicio de inteligencia alemán, el Mossad y sobre todo un negocio que había por detrás, entre el primer ministro de Israel, David Ben Gurión, y el alemán Konrad Adenauer, que era financiar el programa nuclear de Israel. Todo clandestinamente. Ahora no sólo tengo los archivos de los servicios de inteligencia sino también los de la Cancillería alemana que desclasificó lo suyo.
–Eichmann vivía en nuestro país con otra documentación: Richard Clement. El 11 de mayo de 1960 un grupo de agentes israelíes lo esperó en la puerta de su casa. Lo capturaron y fue llevado a Israel. ¿Quién fue en relación con el Holocausto Adolf Eichmann?
–A Adolf Eichmann se lo conoce como el arquitecto de la “solución final”, del programa de exterminio masivo y sistemático del pueblo judío, que fue protocolizado en la conferencia de Wannsee, en Alemania, en enero de 1942. Fue una reunión donde la jerarquía nazi puso por escrito en actas la decisión de exterminar a los judíos de Europa. Eichmann fue la persona encargada de llevar adelante el diseño e implementación de ese exterminio y en virtud de eso fue buscado, capturado y llevado a juicio a Jerusalén en 1960. Hay que tener en cuenta las circunstancias en que Eichmann fue capturado. El Estado de Israel era entonces muy joven, tenía una década y media de vida. No gozaba de grandes respaldos de la comunidad internacional. Hoy las relaciones con Estados Unidos son una bandera que se eleva de manera frecuente, pero en ese momento no existía esa cercanía. No era sencillo mandar a un equipo de personas a capturar a un individuo a otro país, vulnerando la soberanía de ese país. Hay otra circunstancia que colabora para dar una cobertura a esa operación de captura y fue el sesquicentenario de la Revolución de Mayo. En el viaje que hizo la aeronave que trajo a la delegación oficial israelí que participó de las celebraciones también viajaron las personas que capturaron y sacaron a Eichmann de la Argentina.
–Este señor trabajaba en la Mercedes Benz, siete años con documentos falsos...
G.W.:
–No. Sólo un año. Entró en 1959. Pero muchos lo conocían como Eichmann. Sus hijos fueron al colegio como Eichmann.
–Hay una historia según la cual una chica logra conocer a uno de esos hijos por el apellido...
Sergio Widder:
–No era secreto. Había una connivencia. Muchos nazis quieren volver a Alemania en 1960 o 1965 y seguir con sus vidas normales. No se hablaba de crímenes de lesa humanidad. Lothar Hermann fue el judío que perdió a su familia en el Holocaustoto y que vivía acá como vecino de Eichmann. Él fue el primero que dio datos sobre el paradero de Eichmann. Primero a la DAIA y luego a un fiscal, en 1955, luego en 1957 y no pasó nada. Ahora, suponer que de la sola identificación y localización se le iba a llevar inmediatamente a juicio no es algo que fuera viable en ese momento. La captura y el hecho de llevarlo a juicio en Jerusalén marcaron un hito para la historia de los derechos humanos. Los procesos que hubo posteriormente, vinculados a violaciones masivas contra los derechos humanos, tienen como punto de referencia el juicio con Eichmann en Jerusalén.
–¿Usted estaba al tanto de lo que plantea Gaby Weber sobre estos papeles desclasificados?
S.W.:
–Creo que hay archivos que han sido desclasificados en Israel. Hace pocos años un revisionista del Holocausto, David Irving, en Inglaterra, le hizo un juicio a una historiadora norteamericana, Deborah Lipstadt, acusándola de difamación. Fue en ocasión de favorecer la defensa de Deborah Lipstadt que Israel desclasificó todos los archivos vinculados al caso Eichmann.
G.W.: –No es verdad.
S.W.: –Eso fue así.
G.W.: –Yo estoy en contacto con los Archivos Nacionales de Jerusalén y los archivos de la operación Eichmann siguen siendo clasificados. Mi problema, en el juicio de Alemania, es que el gobierno de Angela Merkel dijo que el gobierno de Israel quiere mantener la clasificación y nosotros queremos buenas relaciones con Israel. Al final tuvo que desclasificar, con la excepción de 100 páginas. Estamos de acuerdo en que para todos los que tenemos que ver con derechos humanos el juicio en Jerusalén fue muy importante. Por eso necesitamos la verdad entera y no la mentira de los servicios de información y secretos.
–¿De los documentos desclasificados surgen datos precisos de la colaboración de un gobierno y el otro en función de programas nucleares?
G.W.:
–Todo. Tengo un documento de la Cancillería que dice: “Hoy está el embajador de Israel acá y pide lo acordado”. Empezaron con 200 millones de marcos, “lo vamos a pagar pero no antes del juicio contra Eichmann en Jerusalén”. Este documento es del 25 de agosto de 1961, durante el juicio, y es un documento de la Cancillería alemana. Eichmann no abría la boca públicamente por los nazis que estaban ejerciendo dentro del gobierno de Adenauer, que eran los colaboradores de Eichmann durante el fascismo.
–¿Cómo describirías esa relación por el programa nuclear de Israel con Alemania? ¿Cómo impactó en los que fueron víctimas del Holocausto?
S.W.:
–No conozco el programa nuclear israelí. No es mi tema ni el de nuestra institución. Pero es lógico que Alemania tiene una responsabilidad. Alemania quedó fracturada y así como Occidente trató de tapar cosas es muy probable que la Unión Soviética también haya tratado de limpiar algunas cuestiones y preservar alguna gente. Y dentro de los países que quedaron dentro de la órbita soviética hubo una protección desde distintos estratos de la sociedad. Eso lo vemos hoy en día cuando están reivindicando a grupos ultranacionalistas, criminales, aliados del colaboracionismo nazi.
–Cuando lo llevan al cadalso, Eichmann dice viva Alemania, Austria y Argentina…
Sergio Widder:
–Argentina lo protegió como lo hizo con tantos otros criminales. Un caso emblemático fue el de Josef Mengele, que vivió en Argentina con nombre falso y con su verdadero nombre. La Policía Federal supo que Mengele estaba viviendo en nuestro país con el nombre José Mengele. Es indudable que los nazis ingresaron al país durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Pero que la protección sobrevivió largamente a ese gobierno también es cierto.
–¿Cómo se explica que un Estado como el argentino, que se fractura con la presencia de Perón en 1947 y luego en 1955, mantenga sobre un tema tan conflictivo una continuidad en esa conducta?
G.W.:
–Tiene que ver con los programas nucleares de aquella época. Es muy complicado. Pero quiero decir algo. Sergio dice que la suya es una ONG que lucha contra el antisemitismo. Yo esperaba mucho más apoyo de ustedes en torno de los documentos todavía no desclasificados. En los documentos de Alemania saqué que Eichmann tenía muy buenas relaciones con la comunidad judía. Hablo de los años 1955 y 1956. Acá lo mencionan como doble agente de Israel. Es decir, tenía contacto con los grupos de la comunidad judía, a lo mejor para sacarle información. Pero hoy en día espero que se sepa.
S.W.: –Cada uno tiene derecho a investigar como mejor le parece. Y no tenemos nada para impedir. Creo que la transparencia es buena. Pretender que nosotros tengamos que acompañar todas las investigaciones que se hacen sobre el tema, bueno, son pretensiones que alguien puede tener legítimamente pero que nosotros no tenemos por qué satisfacer.
G.W.: –Pero ustedes siguen usando la versión oficial.
S.W.: –Nosotros decimos la verdad que nosotros conocemos. Nos apoyamos con el trabajo que hizo el propio Simon Wiesenthal. También conocemos los documentos que han sido desclasificados para el juicio del que hablé hace un rato.
–Leí a León Uris, y en su novela Éxodo dice en algún momento que de tanto dolor, tanto daño, aparecen algunas cosas que son venganzas. Creo que todavía, cuando hablamos de la cuestión judía, aparece esto y alrededor de Eichmann, también.
S.W.:
–En el caso de Eichmann, a estas alturas del partido y sin debatir si hubo o no una intervención sobre la soberanía argentina, es un caso emblemático. Porque así como lo capturaron y llevaron a Jerusalén podrían haberlo asesinado. No abogo por esa opción pero hubiera sido posible. Y de todos modos se optó por hacer un juicio público. Ahí hay un valor que está por encima de cualquier venganza.
–Su abogado era pagado por el mismo Estado de Israel.
S.W.:
–Cualquier individuo tiene derecho a una defensa. Eso nos da garantía de que esta gente debe ser sometida a un juicio justo. No hay decisiones políticas arbitrarias sino una administración de justicia.
G.W.: –Suena lindo… Pero, primero: llevaron a Eichmann a Israel con una escala en África. El avión de la empresa El-Al no tenía el alcance y tuvo que hacer una escala en Brasil para cargar nafta, como lo hicieron a la ida. Así como lo cuentan no fue la operación. Estaban metidos también los organismos de Estados Unidos, por un lado. Por otro lado estamos todos de acuerdo en que Eichmann merecía un juicio público y el de Jerusalén tuvo muchas ventajas en toda la discusión de los derechos humanos. Por otro lado es muy importante decir todo lo que no contó Eichmann en Jerusalén.

Documento
Un extraño regalo de la Cruz Roja
La directora del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Graciela Jinich, tiene guardado bajo siete llaves el documento original que usó Adolf Eichmann para ingresar y radicarse en Buenos Aires en julio de 1950. Cualquiera pensaría que se trata un documento falso, pero no. La identidad es falsa, ya que con la foto del responsable de la “solución final” aparece el nombre Ricardo Klement, a quien le inventaron ciudadanía italiana. Lo inquietante es que ese pasaporte fue extendido por la delegación italiana de la Cruz Roja Internacional con sede en Ginebra, Suiza. Fue la jueza María Servini de Cubría quien siguió la causa judicial por el secuestro de Eichman. El documento fue entregado por la jueza en mayo pasado, cuando se cumplía medio siglo del secuestro de Eichmann en Buenos Aires por parte de un comando israelí.

Fuente: Miradas al Sur

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