viernes, 3 de julio de 2009
LA MASACRE DE SAN PATRICIO
América Latina es un continente fecundado con la semilla de vida de sus mártires, testimonio de quienes alzaron su voz en defensa de la vida y la dignidad de la persona humana, de los hijos de Dios que abrazaron la Cruz siguiendo los pasos de Jesús.
Se iniciaba una época cruel por lo sangrienta, pero gloriosa por lo testimonial. La madrugada del domingo 4 de julio de 1976,los miembros de la Comunidad Palotina de San Patricio en el Barrio de Belgrano; los sacerdotes Pedro Dufau, Alfredo Leaden, Alfie Kelly, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti fueron salvajemente asesinados como Jesús, victimas de la violencia surgida desde el poder.
Esa noche, un grupo de hombres armados que pertenecerían a la Marina de Massera, llego a bordo de 2 autos a la Parroquia ubicada en la calle Estomba 1942, y una vez ingresados, reunieron en la sala de televisión de la casa parroquial a los religiosos. Allí, los obligaron a arrodillarse y los acribillaron por la espalda.
Los cuerpos sin vida de los 5 palotinos quedaron tendidos uno al lado del otro, sobre la alfombra roja que cubría el piso. Esta alfombra agujereada por los disparos se encuentra colgada de una de las paredes del templo como testimonio del martirio.
UN MENSAJE SINIESTRO
Sobre el cadáver de Salvador Barbeito se encontró un dibujo de Quino; en donde la genial Mafalda dice: “¿Ven? Este es el palito de abollar ideologías…” mientras la niña sostiene en su mano la cachiporra de un agente de policía. Además, se pudo observar escritas sobre la alfombra y las paredes con tiza blanca las siguientes leyendas…”Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son del MSTM (Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo)” y “Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal, viva la Patria, venceremos…” esto, en alusión del atentado perpetrado el 2 de julio de ese mismo año en la Superintendencia de Seguridad Federal que dejo numerosas victimas y que se lo habría atribuido la organización peronista Montoneros.
Aunque hay firmes sospechas de que los asesinos de los religiosos habrían salido de la Esma, nunca se corroboró con precisión quienes fueron los autores materiales e intelectuales de los crímenes.
Como era de esperar, durante la Dictadura el caso quedo paralizado y la Cúpula de la Iglesia Católica se ahogó en su silencio cómplice. Cuando retornó la Democracia, el proceso se reactivó. Luego, se supo que aquella noche un patrullero llego al lugar y los policías hablaron con los ocupantes de los autos. Después, se acercaron a una caseta que se encontraba enfrente de la Iglesia, en donde un guardia custodiaba la casa de un funcionario militar.
A el le dijeron lo siguiente: “Si escuchas unos cohetazos, no salgas por que vamos a reventar la casa de unos zurdos”
Los religiosos, podrían ser considerados las primeras victimas del terrorismo de Estado en ser declarados beatos, si prospera una causa elevada al Vaticano por el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio.
Los Hermanos Palotinos, mártires por la fe en Cristo, están entres nosotros y son semillas de vida invitándonos a caminar junto al pueblo, junto a los pobres, los marginados y los oprimidos por su esperanza y su liberación.
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