miércoles, 18 de noviembre de 2009

"YO NO PARTICIPO EN FARSAS NI EN FRAUDES"


El presidente de Honduras Manuel Zelaya ratifica que Estados Unidos le quitó el apoyo en medio de la negociación con el gobierno golpista y dice del gobierno de Obama: “No son herederos de Lincoln”. Denuncia que los candidatos son instrumentos de la dictadura.


“¿Cuánto tiempo le da usted al próximo presidente de Honduras? ¿No le parece una burla que llamen a elecciones para que las fuerzas armadas lo quiten cuando quieran, como hicieron con el anterior?” Habla así el presidente José Manuel Zelaya, en esta entrevista, en su día número 57 como “huésped” de la embajada de Brasil.


Desde ahí pide que le sean leídos los comentarios de Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien poco antes ha afirmado, en Washington: “No hemos cambiado nuestra política”. Se ríe Zelaya y pregunta: “¿Fue todo lo que dijo de Honduras?”. “Tenemos a altos responsables aún involucrados, intentando, no que ambas partes se pongan de acuerdo, sino que implementen lo que ya se acordó. Aún se pueden hacer cosas”, se completa la lectura del despacho con las declaraciones de Kelly, respuesta provisional a la carta que el sábado Zelaya envió al presidente Barack Obama para reprochar a Estados Unidos haberlo dejado “a mitad del río”.


–¿Dijo “no hemos cambiado nuestra política”?
–Eso dijo.


La risa de Zelaya es un asomo de humor luego de la lúgubre respuesta que sigue a ¿Cómo está, presidente? “No tan bien como usted, que está en libertad”.


Y le responde a Kelly: “Qué contesta a la realidad entonces, porque habíamos hecho un acuerdo de que las elecciones se iban a dar en forma pacífica, en forma concertada, con un acuerdo político, que se implementara y que se ejecutara. No se ha implementado el acuerdo, que venció el 5 de noviembre, que se venció porque ellos cambiaron su posición; ellos empezaron a expresar que se podían hacer elecciones sin mi restitución”.


–La multicitada declaración del subsecretario Thomas Shannon.
–El senador (James) De Mint (republicano) dijo que habían hecho un trato, republicanos y demócratas, para reconocer las elecciones, con o sin mi restitución. Después la administración Obama repitió lo mismo. Nos dejaron a la mitad del camino, en medio de la corriente, han debilitado, han dividido la opinión pública internacional. Además, desacataron las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) y desconocieron el espíritu del acuerdo que se firmó. El acuerdo tiene doce puntos, pero es uno solo, integral y global: si uno de los puntos no se cumple el acuerdo no tiene validez, porque no hemos firmado 12 acuerdos. Ellos (Estados Unidos) cambiaron la política y además tienen que responder ante el derecho internacional, porque yo soy el presidente de los hondureños que ellos reconocen y estoy expresando que apoyar una actividad (las elecciones del 29 de noviembre) de un gobierno ilegal, como ellos lo tratan, apoyar una actividad de un gobierno ilícito que dio un golpe de Estado, es violentar el acuerdo.


Muchos medios interpretaron la parte sustancial de su carta al presidente Obama como una renuncia a toda posibilidad de restitución.
–Las personas que saben leer no pueden expresarse así. Fui totalmente claro y enfático: yo no acepto acuerdos para legitimar golpes de Estado. El acuerdo que me están proponiendo es que (Roberto) Micheletti dirija el gobierno de unidad; eso es un golpe de Estado más. Y es lo que he dicho en la carta. Ahí nadie habla de renuncia, nadie habla de restitución, sino que lo que dije fue que no acepto el acuerdo de retorno a la Presidencia para legitimar un golpe de Estado.


–¿Por qué se firmó un acuerdo con tantas escapatorias para el gobierno de facto? ¿Había un compromiso no escrito de que usted sería restituido?
–El que diga eso no entiende la conflictividad en que estábamos negociando. Si yo en ese documento pusiera todo lo que quiero decir del gobierno de facto, de los golpistas, o ellos todo lo que tienen que decir, el documento no se firma. Es un documento que habla de propósitos, de objetivos y sólo para introducir un párrafo vino Thomas Shannon, sólo para introducir un párrafo que dice “dentro del espíritu del plan Arias”. Y el espíritu era el restablecimiento del orden democrático, es decir, mi restitución. “El acuerdo dice que el Congreso debe resolver, no dice que debe complicar, atrasar o confundir. Entonces a quién le caben dudas. La maquinaria de los que apoyan a Micheletti a nivel internacional empezó a decir que el documento no decía que había que restituirme y eso es falso: el documento dice que hay que solucionar con la restitución y el espíritu del plan Arias. Es un documento para la reconciliación. ¿Podrá haber reconciliación si sólo una de las partes ejerce su voluntad? El documento está bien hecho, totalmente, eso es claro. Como es claro que Estados Unidos cambió su postura a la mitad del camino y fortaleció la dictadura.


–¿Espera todavía un cambio de postura de Estados Unidos?
–Reclamo el incumplimiento de la palabra y el desacato a todas las resoluciones que ellos mismos habían firmado en la OEA y en la ONU, igual que la violación al derecho internacional al venir a reconocer una actividad de un gobierno que ellos mismos llaman ilegítimo. He expresado claramente que se han alejado del discurso del presidente Obama en Trinidad y Tobago, cuando dijo que en Estados Unidos iba a venir una nueva época. Pensé que era una época de paz y de democracia, no que era una época de golpes de Estado ni de triquiñuelas.


Se han alejado de los principios de la democracia estadounidense. Quieren hacer elecciones tipo Afganistán, sin acuerdo político. No son herederos de Lincoln si aquí promueven unas elecciones con represión, con persecuciones, con censura mediática. Yo acepté negociar porque Estados Unidos estaba detrás. Pensé que iban a mantenerse firmes hasta el final, y a mitad del camino me dejaron en la corriente.


–¿Tiene espacio para dar la batalla dentro del Partido Liberal (PL) o se plantea una tercera fuerza política para romper el bipartidismo?
–El liberalismo hondureño tiene 117 años y siempre nos hemos opuesto a la intervención de las fuerzas militares en la vida cívica. Nunca hemos tenido un acto tan vergonzoso como el que protagonizaron Micheletti y Elvin Santos (candidato a la presidencia del PL), de promover un golpe de Estado, derrocando un presidente legítimamente electo por el pueblo. Es una vergüenza internacional y lógicamente no habla bien de los dirigentes de ahora. La historia tendrá que juzgar los actos.


–¿Seguirá en el Partido Liberal?
–Yo soy liberal porque creo en su historia, creo en la doctrina. El partido me llevó a la presidencia de la República y sigo respetando su idiosincrasia. Quien se ha alejado del liberalismo es el señor Micheletti, que de liberal no tiene absolutamente nada.


–¿Va a insistir en que los candidatos que han estado contra el golpe se retiren del proceso electoral?
–He instado a impugnar este proceso por ilegal y por el futuro de nuestros hijos. Cuando aceptan un yugo, simplemente por el uso de la fuerza o por intereses materiales, están alejándose de los principios democráticos.


–¿Llamará a César Ham, de Unificación Democrática, a retirar su candidatura presidencial?
–Estoy tratando de que la conciencia del pueblo no se preste a legitimar un golpe de Estado. Las elecciones son para elegir presidente. ¿Los elige el pueblo o las fuerzas armadas? ¿Llaman a elecciones para que lo quiten las fuerzas armadas, como al anterior? Claro, las fuerzas armadas fueron el instrumento, no planificaron ni financiaron el golpe. Revertir el golpe antes de las elecciones era para garantizar el respeto a la soberanía popular. El que participe en una farsa como ésta significa que es un instrumento para prestarse a que este país siga siendo manoseado por quien quiera. Y yo no participo en farsas ni en fraudes de esta naturaleza.

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