domingo, 19 de febrero de 2012

COMO SON Y PARA QUE SIRVEN LAS ELECCIONES EN LAS VILLAS PORTEÑAS


Se votaron delegados en el Playón de Chacarita, una villa reciente, que en el marco de un complejo proceso busca que sus representantes sean reconocidos como interlocutores válidos ante el Estado.
Por F. Yofre y A. Bonino
Es otra política, son otras elecciones. No se busca acceder al Estado para gobernar, se busca ser reconocido por éste. A partir de hoy, una villa más tendrá su órgano de gobierno y los sucesivos Ejecutivos porteños deberán aceptarlo como interlocutor válido. Un paso modesto pero imprescindible para incluir a estos sectores dentro del derecho a la ciudad.Entre las 10 y las 16 horas de hoy, 1.100 vecinos que viven en el Playón de Chacarita de la calle Fraga elegirán a los delegados que van a representar a su barrio en las mesas de urbanización y de cara a las intervenciones gubernamentales con impacto colectivo: instalar una red cloacal, mejorar los servicios de luz, de agua, de recolección de basura. Se trata de una elección cuantitativamente chica pero con una fuerte potencia simbólica que forma parte del proceso de regularización de las representaciones políticas de las 17 villas que ordenó el juez Roberto Gallardo y que ahora continúa la magistrada Elena Liberatori. La resolución judicial es consecuencia de un recurso de amparo presentado por Facundo Di Filippo, ex presidente de la Comisión de Vivienda de la Legislatura y actual miembro de la agrupación Colectivo por la Igualdad: “Con las autoridades elegidas hay más fortaleza para debatir una agenda con el gobierno porteño. El Ejecutivo se podrá negar ante uno, dos o tres amparos, pero en algún momento, aunque sea por vía judicial, se va a tener que sentar con estos delegados para discutir la urbanización. Las elecciones avanzan en el sentido de institucionalizar la representación política de los vecinos planteada por la Ley 148”. Esta norma, sancionada por la Legislatura porteña el 30 de diciembre de 1998, establece la creación de una Comisión Coordinadora Participativa integrada por representantes del Ejecutivo, del Legislativo y de los habitantes de las villas para hacer el diagnóstico y seguimiento de las políticas habitacionales en esos barrios. La sanción tuvo el peso de haber sido la primera en admitir la existencia de representantes villeros. Ante la inacción del Estado para impulsarla, los tribunales aceptaron el planteo de Di Filippo: “Además, se rompe la lógica de punteros, en el sentido de que ya no es el Ejecutivo –sea del signo político que sea– el que decide con quién hablar en la villa”.Hasta ahora sufragaron los habitantes de la villa 3 o Barrio Fátima, de la 31-31 bis, de la 20 y de Los Piletones. La participación oscila entre el 45 y el 50 por ciento. En el caso de la villa de Retiro votaron cerca de 8.000 personas. El 11 de diciembre será el turno de la Rodrigo Bueno y para el 11 de marzo está pautado que vote la 1.11.14. Tienen las características de cualquier elección: hay urnas, presidentes de mesa, fiscales, apoderados de las listas, campañas electorales con afiches y actos de cierre, un padrón, denuncias de irregularidades y veda electoral y el escrutinio se hace ahí mismo. No hay sellito para el DNI pero sí un certificado de voto. Sin embargo, las elecciones en la villa no son simpáticas. Varios candidatos a delegados fueron amenazados, a veces golpeados y hay duros hostigamientos. En la villa 3, el tráiler judicial fue incendiado y en la 1.11.14, baleado en más de una oportunidad.“En esta villa del Bajo Flores, las elecciones iban a realizarse antes de fin de año pero ante la dificultad para elaborar los padrones y la fuerte disputa entre los candidatos afines al PRO y el Frente de Delegados Para la Urbanización del Barrio sobre algunos contenidos y el reglamento de los comicios, se optó por prorrogarla hasta marzo. Es mejor tomarse un tiempo y resolver todo antes que forzar una elección”, señala Jonatan Baldiviezo, coordinador del área de Litigio del Centro de Estudios y Acción por la Igualdad (Ceapi).Qué se vota I. En el Playón de Chacarita se elegirán tres delegados por cada manzana. La lista ganadora se alzará con dos representantes y la segunda, con uno. Se presentaron cinco listas. Los elegidos –en total sumarán 27– conformarán un cuerpo de delegados que, según el reglamento electoral elaborado por los vecinos e incluido en el expediente, será el gobierno del barrio. El sábado pasado fue el cierre de campaña de las listas. Los candidatos hicieron sus propuestas (ver recuadro). “Además del acto con los candidatos, nuestro cierre fue con jornadas de limpieza en todo el barrio. Invitamos a los vecinos a que vengan con palas y llegaron muchos. Pusimos carteles para que no tiren basura y limpiamos de punta a punta. Fuimos puerta por puerta para que todos sepan de las elecciones para cambiar las cosas, pero no individualmente, sino en colectivo”, se entusiasma María Luz Zambrano, candidata de la Lista Roja El Progreso.La campaña electoral entre las diferentes listas duró casi un mes. Se pegaron afichetas, hubo reuniones, asambleas y hasta debates entre candidatos. Todo el barrio sabe de la elección. En general, en las elecciones realizadas hasta ahora y las que vendrán en el futuro se prefiere el sistema de Cuerpo de Delegados. Los mandatos duran entre dos y tres años dependiendo del reglamento electoral para cada villa. Para ser candidato se debe acreditar una residencia mayor a un año en el barrio.Qué se vota II.Existe una relación ambivalente entre la política de “afuera” de la villa y la política de “adentro”. El capital de un candidato es la confianza del vecino sin que se tenga en cuenta la postura político-partidaria de ese candidato. Según los testimonios de electores y candidatos recogidos no se vota a un candidato por ser representante de una expresión política. Por el contrario, se vota a una persona en particular, a un nombre y apellido que se conoce en la cotidianidad, que es visto como alguien que se interesa por la “cosa pública” de la villa. El elector vota a ese candidato y entonces, por añadidura, votará alguna expresión política del exterior, en tanto que el candidato mantiene contactos con alguna fuerza política, el PRO, el FpV o cualquier otra. En la mayoría de los casos son referentes con un gran anclaje en el barrio que se van ubicando en uno u otro espacio según la coyuntura y el cálculo electoral. Las boletas, salvo las del Partido Obrero, no tienen simbología partidaria. No hay escudo peronista, ni radical, ni la leyenda PRO. Se vota a ese referente que vive al lado. Se trata de un matiz respecto a décadas pasadas, donde el peso de las organizaciones políticas de masas era concreto en la construcción de una identidad política villera. Siguiendo la sistematización hecha por la antropóloga María Cristina Cravino en su libro Las villas de la Ciudad, tiempo atrás los grandes aparatos tuvieron un peso clave. En 1958 surgió la Federación de Villas y Barrios Carenciados de la Capital Federal hegemonizada por el Partido Comunista. Más tarde, en 1972, apareció el Frente Villero de Liberación Nacional, con origen en el nacionalismo revolucionario y que luego evolucionó hacia las posiciones de la izquierda peronista. Un año después emergió el Movimiento Villero Peronista identificándose con la Tendencia Revolucionaria conducida por Montoneros. Con la recuperación de la democracia, en 1987, irrumpió el Movimiento de Villas y Barrios Carenciados de Capital Federal que rompió con la politización orgánica y se postuló como una organización “pluralista no partidaria” que terminó siguiendo las políticas de los intendentes Carlos Grosso y Saúl Bouer. En 1998 se constituyó la Federación de Villas, Núcleos y Barrios Marginados de la Ciudad de Buenos Aires (Fedevi) que rápidamente cayó en el descrédito y es desconocida por los actuales referentes villeros. El mapa politico. Si bien aún no se pueden establecer dinámicas concretas acerca de cómo funciona la relación entre las expresiones y aparatos políticos conocidos y lo que suceda con sus referentes, a menudo difusos, dentro de las villas, sí es posible referenciar ganadores y perdedores. Así, en Los Piletones ganó Mónica Ruejas, histórica dirigente ibarrista que habría contado con el apoyo del macrismo para triunfar en la elección en su villa, dejando en segundo lugar a Marcial Ríos, próximo al kirchnerismo. En la villa 3 o Barrio Fátima ganó Rosa Ortega en el marco de un frente integrado por tres organizaciones sociales, La Cámpora y la Corriente 17 de Agosto (kirchnerista). Superó a la Lista Roja, encabezada por Abel Acevedo, cercano al macrismo. En la 20, el Frente Unidos por el Cambio derrotó a Marcelo Chancalay. Aquí rige la Ley de Lemas y se presentaron más de 20 boletas. En la 31, la candidata más votada fue Ruth Ledezma. Aquí no hubo listas sino candidaturas uninominales con lo que se hace muy difícil establecer tendencias que vinculen la elección con referencias externas a la villa.De esta manera, tácticas, frentes y urnas están llegando a las villas para que el sujeto social que vive allí pueda dotarse de una postura que lo ubique como sujeto político. Lo de hoy, en Chacarita, es un paso más.Qué proponen los candidatos del Playón de FragaRosa Cheveze. Lista Celeste Unión vecinal- Proponemos luchar por la tenencia de la tierra, la reurbanización del barrio, la salud y la seguridad.- Arreglar el tema de la luz porque hay una parte del sector que tiene luz comunitaria, el trabajo no lo terminaron y hay apagones. Se padece frío y se pudre la comida, una señora falleció por uno de estos apagones en pleno invierno.- Queremos ser incluidos dentro de la comuna.- Que entren las ambulancias al barrio.Mari Luz Zambrano.Lista Roja El Progreso- Junto a promotores de salud, trabajar en la desratización, informando a los vecinos con relación a la basura y la salud.- Que el barrio sea reconocido por el Estado como villa y no sea considerada un asentamiento para que se pueda urbanizar. Respecto a la luz, ahora van a empezar los cortes porque los cables se pegan y se queman.- Coordinar con redes sociales para que los chicos no estén en la calle haciendo nada y terminen la escuela primaria y secundaria. Osvaldo rodríguez.Lista Naranja Proyectando para la urbanización- Armar una mesa de trabajo para avanzar con la organización del barrio.- Incorporar el barrio con la comuna que le corresponde.- A Chacarita habría que integrarla a la parte turística, comercial, ya que limita con Palermo.- Hablar con el Ministerio de Salud para encarar la realización de una salita. Candidatas y Electas. Esas mujeresEn los últimos años, el rol de las mujeres en las villas se convirtió en un engranaje fundamental para la reconstrucción del tejido político y social tras la crisis de 2001. En la villa 3 o Barrio Fátima, Rosa Ortega impulsó de la agrupación Mujeres en Acción, una iniciativa que en sus principios convocaba a vecinas del barrio para hacerle frente a la violencia de género del lugar. “Nos juntábamos y cuando el hombre era golpeador íbamos a patearle la puerta, entrábamos y lo agarrábamos entre todas”, cuenta. En Piletones, Mónica Ruejas y Margarita Barrientos se transformaron en las figuras centrales del manejo de los hilos de poder. La primera, presidenta de la Junta Vecinal por casi una década, fue la impulsora de las primeras refacciones del tendido de veredas, luz y cloacas; la construcción de panaderías, talleres de peluquería y repostería; y la inauguración de un polideportivo.La segunda, recientemente declarada ciudadana ilustre, es la responsable, entre otras cosas, de uno de los comedores comunitarios más importantes de Capital Federal, que brinda comida a más de 1.500 personas. En Chacarita hoy se eligen nuevamente delegados. Entre los candidatos abundan mujeres preocupadas sobre el futuro de la zona que varias veces por semana dejan a sus hijos al cuidado de sus esposos para reunirse y debatir. La mayoría lo hace pensando en los vecinos, todas lo hacen pensando en su familia. Mabel Bianco, presidenta de la Fundación Para el Estudio e Investigación de la Mujer, señala a Miradas al Sur que el avance en puestos de decisión en las villas se debe “al cambio de rol de la mujer al tener mayor preponderancia con los comedores sociales. Estos comedores dejaron de ser infantiles y empiezan a ir hombres también, y se vuelve un lugar muy necesario. Ese es un primer cambio que en muchos casos las llevó a tener mas vínculos con hombres del barrio en cuanto a sus actividades”.

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