Si la vida nos diera otra oportunidad... Una experta en enfermos terminales recopiló experiencias en un libro. El lamento más repetido es no haber hecho lo que se quería. También se busca cerrar heridas.
Es uno de esos momentos trascendentes, que no permiten volver. Alguien advierte que la muerte no sólo es inexorable, sino que además está cerca. Muy cerca.¿Qué nos pasa por la cabeza en esos momentos finales? ¿De qué cosas nos arrepentimos antes de morir? La australiana Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales, reunió en un libro una serie de “confesiones honestas y francas de personas en sus lechos de muerte” . Y advirtió que es muy común que los enfermos se lamenten por cosas que no pudieron (o no supieron, o no los dejaron) hacer.“El principal arrepentimiento de mucha gente es ‘ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera”, sostiene Ware, autora del libro The Top Five Regrets of the Dying ( Los cinco arrepentimientos de los moribundos ). Se trata de un recuento de memorias de la autora y sus experiencias durante años de trabajo en cuidados paliativos. “Compartí momentos increíblemente especiales , porque pasé con ellos las últimas tres a doce semanas de sus vidas”, relata.La idea del libro surgió después de que un artículo publicado en su blog, titulado “Arrepentimientos de los moribundos”, que en poco tiempo se volvió viral en Internet.“La gente madura muchísimo cuando debe enfrentar su propia mortalidad” , explica Ware. “Cada persona experimenta una variedad de emociones, como se espera, que incluyen negación, miedo, enojo, arrepentimiento, más negación y eventualmente aceptación”, relata. “Sin embargo –agrega, de modo tranquilizador– cada uno de los pacientes siempre encontró su propia paz antes de partir ”. Según Ware, “otro arrepentimiento común era que hubieran deseado tener el coraje de expresar sus sentimientos ”.Hugo Dopaso, médico y psicoterapeuta especializado en cuidados paliativos, dijo a Clarín que “es muy frecuente que al acercarse la muerte las personas hagan un repaso de su vida , y muchas veces tienen la sensación de no haber vivido la vida que les habría gustado tener”.Según el experto, autor de los libros El derecho a bien morir y Así en la vida como en la muerte , un motivo frecuente de angustia en los últimos momentos es el pensamiento de que, por constantes postergaciones, nunca dedicaron tiempo a actividades espirituales, artísticas o de esparcimiento por las que sentían mucha atracción. “Son ilusiones de todo tipo que quisieran haber emprendido y, sobre todo, cosas que les daban mucho placer cuando eran chicos y luego tuvieron que dejar de lado”, explica.Y si lo no hecho se vuelve importante en el último tramo de la vida, también aparece una fuerte preocupación por cerrar viejas heridas sentimentales . “Para poder dejar este mundo en paz –afirma Dopaso–, la persona debe sentir que los vínculos con sus seres queridos están sanos, sin resentimientos ni asuntos inconclusos, habiendo perdonado y habiendo sido perdonados antes del último adiós”.
Los lamentos que más se repiten
1 “Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera”. El más común de los lamentos. La mayoría de la gente, dice Ware, muere sin haber cumplido la mitad de sus sueños.2 “Ojalá no hubiera trabajado tanto”. Un lamento que se da sobre todo en los hombres.3 “Hubiera deseado tener el coraje de expresar lo que realmente sentía”. Los que se resignan a una existencia mediocre.4 “Habría querido volver a tener contacto con mis amigos”.5 “Me hubiera gustado ser más feliz”.
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