En la misa celebrada tras la peregrinación a Luján, el titular del Episcopado Jorge Bergoglio, aludió a las cifras y declaraciones oficiales sobre pobreza. Sin referirse a la acción de la Iglesia, dijo que “la Virgen se viene ocupando hace mucho de los hermanos más pobres”.
El cardenal Jorge Bergoglio utilizó ayer el púlpito de la Basílica de Luján para volver a insistir en su prédica sobre la pobreza, tema que se ha vuelto recurrente en sus pronunciamientos.
Ante miles de fieles que habían culminado su camino a pie hasta la basílica, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina dijo que “la Virgen mira a todos sin distinción, pero se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres”. Se trata, dijo el arzobispo porteño, de “esos hijos que en las sumas y restas de los cálculos han quedado al borde del camino; los hijos del descarte”, señaló en lo que podría interpretarse como una nueva alusión a las cifras oficiales sobre la pobreza.
La homilía de Bergoglio se pronunció al cierre de la multitudinaria peregrinación a pie hasta Luján, que se realiza cada año y desde hace 35 el primer domingo de octubre, partiendo desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio capitalino de Liniers, en un recorrido de aproximadamente 58 kilómetros. Fuentes policiales informaron que aproximadamente un millón 300 mil personas participaron de esta manifestación religiosa a lo largo de todo su recorrido.
La semana pasada, el propio Bergoglio había dicho en un seminario organizado por la Universidad del Salvador que “los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades”. Esa declaración mereció una elíptica respuesta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se refirió a los que “hablan de los pobres”, pero no se ocupan de ellos. El presidente del Episcopado sostuvo en Luján que es la Virgen la que “mira a todos sin distinción, pero (...) se ocupa de los más pobres”.
Ante los peregrinos, el cardenal porteño exhortó a los jóvenes a “no dejarse robar la esperanza” y convocó a todos a que “juntos, ayudemos a construir una patria de hermanos”, habló de un pueblo “cansado, pero no sólo de cansancio de los pies” y de un pueblo “sufrido”, a la vez que destacó el compromiso solidario de los argentinos que “vienen cargando con la vida de otros hermanos que sufren”.
Bergoglio pidió a la Virgen que “borre del corazón todo lo que pueda confundir” y repitió tres veces con la multitud el lema de la peregrinación: “Madre, que tu mirada renueve nuestra esperanza”.
Los primeros peregrinos llegaron a Luján aproximadamente a las cuatro de la mañana y la “imagen cabecera” de la Virgen que partió el sábado al mediodía de Liniers arribó a las 6.35 de la mañana. Pocos minutos antes había llegado también la imagen de la Virgen de Luján que familiares de los caídos en la guerra por las islas Malvinas colocarán el 10 de octubre en el cenotafio inaugurado ayer en el cementerio de Darwin, en Malvinas.
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