viernes, 2 de octubre de 2009

EN EL AULA TAMBIÉN SE HABLARÁ DE DROGAS


El Ministerio de Educación armó el plan junto con los expertos del Comité Científico Asesor sobre el tema drogas. El problema no se abordará desde la prohibición, como se hace hasta ahora, porque contribuye a “alentar la curiosidad” de los jóvenes.




El documento se discutirá en quince días, durante la reunión del Consejo Federal de Educación, y contiene la línea de acción para hablar sobre drogas y adicciones dentro las aulas. Los ejes fueron discutidos por los integrantes del Comité Científico que asesora al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el Alberto Sileoni, ministro de Educación de la Nación. “La prevención estará orientada al sujeto y no al objeto (la droga)”, dijeron fuentes del Comité.


Por su parte, Sileoni aseguró, al referirse a las campañas existentes, que “hablar de drogas desde el lugar de lo prohibido es alentar la curiosidad” y aseguró que se dará información veraz al cuerpo docente para “romper prejuicios y representaciones que rodean al tema drogas”.


Según reconoció ayer Mara Brawer, subsecretaria de Equidad y Calidad de la cartera de Educación, el fallo Arriola emitido por la Corte Suprema de la Nación el pasado 25 de agosto “habilitó a profundizar ciertos temas que hasta el momento derivaban en la represión y la desinformación por parte de los docentes”. Dicho fallo, que declaró inconstitucional la penalización de la tenencia de drogas para uso personal, planteó la necesidad de educar y prevenir con información disuasiva del consumo, sobre todo, en los estratos más vulnerables de la sociedad.


“Por eso armamos un plan de acción desde el ministerio, que consensuamos con los especialistas del Comité Asesor. La concepción básica es que la escuela es fundamental en la experiencia de los chicos y que a partir del aprendizaje de ciertas prácticas colectivas e individuales podemos enseñarles a cuidar la salud. Es algo que se aplica al tema drogas, pero también para hablar del seguridad vial, de prevención de infartos o de educación sexual”, planteó Brawer.


En lo que concierne a las adicciones, la especialista explicó que en la actualidad, el acento está puesto en la sustancia como “objeto de valor negativo pero valorado de todas formas”.


Muchas de las campañas de prevención, agregó, han sido ineficientes y “hasta contraproducentes” por este motivo. “Este discurso prescriptivista que les dice a los chicos ‘no te drogues’ no funciona. Es lo que pasa con mensajes como ‘las drogas son un viaje de ida’, a los que los mismos pibes responden ‘¿y quién quiere volver?’”, dijo Brower.


El foco estará puesto en la relación de los chicos con las sustancias, sean legales o ilegales. “Los alumnos no van a ser objetos, si no protagonistas del abordaje, vamos a escucharlos”, señaló la funcionaria.


El plan de acción a debatir entre los ministerios de todo el país a mediados de este mes tendrá tres ejes: formación de los docentes, abordajes y consumos problemáticos.


n El cuerpo docente, es decir, maestros, preceptores y psicopedagogos, recibiría materiales fundados en esta nueva concepción para que a la hora de intervenir no tengan prejuicios o estereotipos. Deberán saber distinguir entre una situación uso, abuso y dependencia. “El rol del docente no es el de policía, médico, juez o psicólogo. Debe tener la capacidad de saber si un chico está mal, tener un vínculo significativo y ante una situación problemática saber cómo derivarla al sistema de salud”, detalló Brawer. “Muchas veces los alumnos preguntan a los maestros si probaron drogas y ellos se siente provocados. En verdad, están siendo interpelados. Esta situación es una oportunidad, de las más ricas, si el docente no sabe responder pierde autoridad, no va a ser un interlocutor válido”, agregó.


n El abordaje estará diferenciado tanto en los niveles primarios y secundarios, dependiendo del contexto del colegio (si es urbano o rural, si es una zona pobre o no). La idea, comentó Brawer, es que la prevención esté siempre presente y no hacer muchos talleres: “Sería algo más global, por ejemplo, un taller con un título como ‘mejor hablar de ciertas cosas’ en los que se pueda hablar de todo”. En este sentido, la idea es dar contención e informar sobre los riesgos del uso de cada sustancia, legal o ilegal. Una premisa para los adolescentes y maestros, dijo la especialista, es que “la transgresión es un riesgo y el límite un cuidado”.


n “Que los pibes no consuman ninguna sustancia es imposible”, reconoció Brawer. Si aparece un caso de abuso o dependencia en el escuela, el plan es que el docente derive al alumno a los equipos que asisten a esa institución, como pedagogos o trabajadores sociales, para que ellos (que también recibirán más información) conecten a la persona con los servicios de atención a la salud. “La escuela, en este punto, debe intentar sostener la escolaridad del alumno, siempre”, dijo Brawer.


Ya se ha mencionado en este diario, a propósito del Plan de Drogas 2010-2015 presentado por el Comité Científico, que la actualización de contenidos es fundamental en lo que concierne a prevención. Para ello, confirmó Brawer, se pasará de la concepción prescriptiva a la del “cuidado de la salud, del cuerpo, de la vida” y también se buscará formar a los referentes de los chicos en las actividades extraescolares.


“Apuntamos a que el cuerpo docente pierda el miedo a hablar y que tenga una visión deprejuiciada. Este no es solo un problema de jóvenes y las adicciones no solo se dan con las drogas ilegales, también se da con el alcohol y el tabaco”, sostuvo la funcionaria. Desde el Comité Científico en materia de drogas hicieron hincapié en que se apruebe en el Senado un anteproyecto para impulsar la prevención dentro de las escuelas originado en la Comisión Episcopal y que fuera “adecuada y modificada” en la Comisión de Prevención de la Adicciones en la Cámara Alta.


Como en otros temas como la salud o la lucha contra el narcotráfico, los especialistas del Comité pidieron expresamente que la Sedronar, la secretaría que actualmente se encarga del tema, sea apartada de la tarea de capacitar a los docentes. “El que se tiene que hacer cargo es el Ministerio de Educación”, pidieron los expertos, que ya dejaron en manos de las autoridades de ese ministerio un documento con lineamientos para trabajar en la escuela. Dar más y mejor información a los docentes y alumnos es “la única forma de evitar consumos problemáticos”, concluyeron desde el Comité y desde la cartera de Educación.

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