Llegan en busca de asilo, pero no por cuestiones políticas sino para escapar a la miseria. Los senegaleses son numerosos en el barrio de Once, al que bautizaron como "la pequeña Dakar". Este rincón de la Ciudad, lugar tradicional de la comunidad judía, hoy muestra numeros supermercados chinos y coreanos y vendedores paraguayos que ofrecen ropa en la calle. En esta suerte de Torre de Babel, Cirilo, un senegalés llegado a Buenos Aires hace dos años, vende bijouterie y anteojos y dice sentirse discriminado. "Mucha gente nos maltrata" confiesa.Al igual que él, cada vez más africanos clandestinos buscan asilo en la Argentina. Las puertas de los países europeos son cada vez más difíciles de franquear. En estos últimos dos años, la cantidad de refugiados en Argentina creció un 142% y la mayoría viene de Senegal.
Según la Agencia para Refugiados en Buenos Aires, los africanos que piden asilo consiguen una visa para Brasil y luego viajan a la Argentina. Aquellos que no cuentan con los medios para viajar en avión suben clandestinamente a barcos y soportan 20 días de viaje. La Comisión Católica Argentina de Migraciones pide un mejor control. Y advierte que cuando se les niega el permiso de residencia, permanecen en el país sin un status legal y se convierten en blanco ideal de la red de tráfico de personas. La mayoría trabaja en negro y por ende no tienen ni jubilación ni seguro médico.En las pensiones, muchas veces les niegan una habitación. "Les tienen miedo", explica un taxista. Para Cirilo "los porteños creen en el mito de una Argentina blanca y europea". Los considera racistas pero "por ignorancia". "Ignoran incluso que existe una población argentina de orígen africano a raíz de la trata de esclavos del siglo XVIII", agrega.
Cirilo prefiere trabajar en las ferias del interior del país. "Allí la gente es más cálida y además tiene la piel más oscura por sus orígenes indígenas". "Allí sobrevivo", confiesa. Ignora si volverá algún día a este país, ya que sueña con viajar.Cada domingo una gran parte de la comunidad senegalesa se reúne para comer platos típicos de su país. Los porteños se muestran abiertos a probar sabores exóticos. Después de la cocina china, vietnamita e india, algunos locales ya tienen algunas recetas de platos africanos.
Una minoría
Entre 2004 y 2008, el 31% de los pedidos de asilo en nuestro país fueron de africanos. Estudios, indicaron que a partir de 2006 hubo un incremento "abusivo" de solicitudes. Esto provocó el endurecimiento de los criterios de otorgamiento de visas. Según datos parciales de la Dirección Nacional de Migraciones, correspondientes a la Comisión Nacional para Refugiados, tras la aplicación de estas medidas en los primeros seis meses de 2009 se redujeron los pedidos. Las estadísticas también indican que las solicitudes de radicación provenientes de Africa son bajos en términos relativos: representan sólo el 0,3% del total (fueron 2.845 entre 2000 y 2008).
Cifras
2.845 pedidos de radicación de inmigrantes africanos se registraron entre 2000 y 2008.
886 fueron originarios en Senegal. Además, hubo 206 de Egipto, 191 de Nigeria y 185 de Marruecos.800 africanos solicitaron refugio en la Argentina entre 2004 y 2008. Es el 31% del total del país.
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