martes, 12 de febrero de 2013

PARA QUE NO LEVANTEN EL PARQUE DE PUERTO MADERO

El gobierno porteño y el Grupo Irsa cuestionan el fallo que ordena urbanizar la Villa Rodrigo Bueno, ubicada en Costanera Sur, donde se quiere construir un lujoso megaemprendimiento.
 
Por Soledad Lofredo        
      
Urbanizar es un disparate.” Esa fue la frase que eligió Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete porteño, para calificar y descalificar la decisión tomada el jueves por la jueza Elena Liberatori de exigir al Ejecutivo de la Ciudad un plan de viviendas en la Villa Rodrigo Bueno, ubicada entre la Reserva Ecológica y la ex ciudad deportiva de Boca Juniors, y que beneficiaría a las 700 familias alojadas allí. La resolución judicial, según señalaron desde el juzgado, se sustenta en el derecho constitucional a una vivienda digna.
Rodríguez Larreta no sólo se puso en contra de la resolución de la Justicia porteña, sino que desoyó a especialistas que participaron de investigaciones y relevamientos del lugar, quienes afirmaron que urbanizar la villa es “técnicamente posible y recomendable”.
La magistrada conminó al Ejecutivo porteño a presentar en 120 días un plan de urbanización de la villa. Por supuesto, desde el gobierno de Macri anticiparon que apelarán el fallo. La causa lleva seis años y se inició cuando un decreto del gobierno de Jorge Telerman planteó una serie de subsidios para los habitantes de la Rodrigo Bueno. Si bien algunas familias aceptaron, muchas otras con el patrocinio de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (Apdh) optaron por quedarse en esos terrenos. El fallo avanza en declarar nulos los decretos que planteaban el desalojo de la zona y plantea la incorporación de ese predio al Programa de Radicación de Villas del que está excluido.
Los intereses que movilizan a quienes están en contra de la urbanización son claros. “El problema comenzó cuando Irsa hizo su inversión de 500 millones de dólares para comprar la ex ciudad deportiva de Boca para comenzar un megaemprendimiento”, explica Jaime Sorín, arquitecto y autor del informe junto a especialistas del Instituto Gino Germani y del Conicet que la jueza Liberatori tuvo en cuenta al momento del fallo. “El problema es que les molesta la visión, la presencia, la población, porque es totalmente lo opuesto a lo que Irsa supone que es una ciudad”. Irsa, la actual propietaria del predio que está frente a la villa, planea construir megatorres y hasta un club de yate. El paisaje de la Rodrigo Bueno, no les conviene: bajarían las inversiones y no serían tantos quienes se interesen estar allí. Enumerando, Irsa también es propietaria y gerenciadora del Banco Hipotecario Nacional; propietaria de la mayoría de los predios de Puerto Madero; propietaria del predio de Dársena Norte (vendido en los ’90 y con juicio por lesión contra el fisco nacional por la venta de Tandanor que era la propietaria original), el Dot Baires de Saavedra, Alto Palermo, Patio Bullrich, Shopping Abasto entre otros.
 
Posible Futuro. “Es posible avanzar”, asegura Sorín. “La Rodrigo Bueno no es un asentamiento, es un barrio, con algunas limitaciones, pero es un barrio”, afirma. “Lo que hay que lograr es que el Gobierno de la Ciudad integre a toda esa población. Que les brinde todos los servicios básicos indispensables para que la vida tenga un mínimo de dignidad. Que tengan agua, luz, electricidad; que la equilibre con el resto de la ciudad, con lo que todos tienen acceso”, enfatiza Sorín. “Es perfectamente posible”, insiste ante Miradas al Sur.
Uno de los delegados históricos de la Rodrigo Bueno, Marino Sosa, está muy esperanzado con este fallo. “Es algo histórico para nosotros. Nos sentimos anonadados, pero lo estamos asimilando con calma”, señala. “Nos alienta para seguir con la lucha que empezamos hace seis años. Ahora sabemos que estamos en el camino de la seriedad, que somos reconocidos. No hay nada raro detrás de que el Gobierno de la Ciudad y tantos otros grupos económicos estén en contra nuestro desde el momento en que no contemplan ningún programa para los asentamientos, para las personas que vivimos en las villas”, revela a Miradas al Sur.
“Hasta ahora, la gente de Irsa se manejó con perfil bajo con nosotros. No nos han dicho nada. Pero hasta hace poco tiempo tuvimos miedo al desalojo, tuvimos esa sensación de que íbamos a tener que irnos. Pero ahora tenemos valor”, apunta Sosa.
 
Genealogía de la Rodrigo Bueno. El lugar –cuyo nombre es en homenaje al cantante cordobés muerto durante un accidente automovilístico– es parte de las 71 hectáreas ganadas al Río de la Plata, que comenzaron a rellenarse en 1965 con la idea de concretar la ciudad deportiva del club Boca Juniors que luego llevó adelante el presidente xeneize Alberto J. Armando. Sucesivas decisiones de distintos gobiernos modificaron el espíritu de la ley que autorizó el relleno del río: primero se elevó la superficie autorizada a rellenar; más tarde se eliminó la obligación de construir un estadio de fútbol profesional; luego, se autorizó al club a vender las tierras, previo reconocimiento de una nueva extensión en la superficie (las 40 hectáreas pasaron a ser 59 y finalmente se transformaron en 71); acorde con esta decisión se le otorgó normativa urbanística al predio. Pero hubo un momento en donde esas tierras se postularon para tener un destino estratégico. Fue allí donde se pensó que podría funcionar una villa olímpica cuando la ciudad de Buenos Aires se candidateó para ser sede del juego de los cinco anillos en su versión de 2004. Cuando fracasó la candidatura se adecuó el proyecto y se lo transformó en un barrio residencial con viviendas de alto estándar que conforma buena parte de Puerto Madero. Lógicamente, el predio adquirió un precio desorbitante: entre 1992 y 1997 pasaron de valer 22 millones de dólares a casi 60 millones de la misma moneda.
En 2005, La Nación titulaba Una villa en plena Reserva, y aseguraba que la Rodrigo Bueno era la villa más peligrosa hasta entonces conocida. El problema era claro y el artículo lo remarcaba: “Está ubicada a un paso de Puerto Madero y frente a donde se proyecta el millonario barrio Santa María del Plata”.
En octubre del año pasado, un grupo de jóvenes del canal Mundo Villa TV comenzó la realización del documental Barrio Rodrigo Bueno: La problemática de vivir en una villa dentro de un barrio rico. Según los realizadores, “este documental promete mostrar la problemática del barrio frente al monstruoso plan de las inmobiliarias multinacionales que quieren desplazar de sus casas a más de 1.000 familias”.
 
Fuente: Miradas al Sur

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