miércoles, 16 de diciembre de 2009

AIMÉ CÉSAIRE, POETA Y MILITANTE DE LA NEGRITUD


Aimé Césaire, voz del movimiento de la "negritud", poeta nacional de Martinica, dirigente político y ferviente militante anticolonial.


Césaire nació el 26 de junio de 1913 en Basse-Pointe, Martinica. Su vida y obra estuvieron marcadas por las tensiones del colonialismo. El padre, funcionario de la colonia, lo inició en la lectura de clásicos franceses como Voltaire o Víctor Hugo. Su abuela, Mamá Nini, le reveló los relatos orales de los esclavos africanos. Tras terminar la secundaria, Césaire recibió una beca para estudiar en Francia. Allí desarrollaría el concepto de "negritud", una vehemente defensa de la herencia cultural africana que se extendió desde Francia a los países colonizados de Africa, el Caribe e incluso Estados Unidos.Durante su estancia en París, Césaire entró en contacto con Leopold Sédar Senghor, un joven poeta senegalés que sería presidente de su país. Junto al poeta guyanés León Damas, el otro referente del movimiento de la negritud, fundaron L'Etudiant Noir, una revista literaria que difundía la cultura africana. En 1935, Césaire comenzó un ambicioso proyecto que combinaba el retrato de la exuberancia de los paisajes y personajes de su país natal con la denuncia de los abusos del sistema colonial y el doble discurso del humanismo europeo. Cuaderno de un retorno al país natal, un libro compuesto por un único poema, se publicó en Francia en 1939. "Maneja el idioma francés como ningún blanco podría manejarlo hoy en día", dijo de él André Breton.Césaire volvió a su país cuando empezaba la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces, se intensificó su doble vida como escritor y político. Durante las décadas siguientes, publicó Discurso sobre el colonialismo (1953); poemarios como Las armas milagrosas (1946) o Yo, Laminaria (1982); y obras teatrales como Una temporada en el Congo (1966), sobre la vida del líder anticolonialista Patrice Lumumba. La vida política tampoco le dio respiro desde que fue elegido alcalde de Fort de France y representante en la Asamblea Nacional francesa por la lista del Partido Comunista en 1945. Cuando en 1946 aceptó el estatuto que definía a Martinica como un departamento de Francia, recibió duras críticas de los políticos independentistas. En 1956, Césaire se apartó del PC y aseguró que en su país jamás habría comunismo "porque el comunismo francés se encuentra más cómodo imponiéndonos el suyo"


Textuales


Yo reencontraré el secreto del gran diálogo, el secreto de las grandes combustiones. Diré tormenta, río, diré tornado. Diré hoja. Diré árbol. Me mojarán todas las lluvias (...). Igual que la sangre arrebatada en la corriente lenta del ojo de las palabras, como caballos furiosos, como niños muy pequeños, como coágulos, cubrefuegos, como ruinas de templo, como joyas, correré lejos, lo suficientemente lejos como para desalentar a los mineros. El que no me entienda, tampoco entenderá el rugido del tigre. Soy el que canta con la voz aherrojada en el jadeo de los elementos. Es dulce ser nada más que un pedazo de madera, un corcho, una gotita de agua en las aguas torrenciales del comienzo y del fin. Es dulce abandonarse en el corazón destrozado de las cosas. La poesía nace con el exceso, la desmesura, con la búsqueda acuciada por lo vedado.

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