jueves, 17 de diciembre de 2009

LA CIFRA DE LAS MUERTES PELIGROSAS


El último registro oficial muestra una baja de la mortalidad materna en la Argentina.

Los casos en 2008 fueron 296, según difundió ayer el Ministerio de Salud. En 2007 fueron 306. Aunque hay una leve disminución, los expertos coinciden en que la cifra sigue siendo muy alta.

Por Mariana Carbajal


Casi trescientas mujeres, en su mayoría pobres y jóvenes –entre ellas, niñas y adolescentes– murieron en 2008 por causas vinculadas con el embarazo, el parto y el puerperio, según reveló el último registro oficial publicado ayer por el Ministerio de Salud de la Nación. “Son muertes prevenibles”, alertó la médica e investigadora del Conicet Mariana Romero en diálogo con Página/12. La cifra surge de los nuevos datos de mortalidad materna (MM) correspondientes a 2008. La tasa bajó levemente con respecto a 2007: de 4,4 a 4,0 fallecimientos de mujeres cada 10 mil nacidos vivos. No obstante, continúa siendo alta en comparación con los índices de otros países de la región: es dos veces y media mayor que en Chile. La principal causa sigue siendo el aborto inseguro, realizado con métodos precarios (ver aparte). Y hay profundas desigualdades entre provincias: la MM en Formosa es la más alta del país igual que en 2007 y es once veces superior a la de San Juan y la ciudad de Buenos Aires, que son las más bajas. “Es difícil que podamos cumplir con los Objetivos del Milenio (que asumió la Argentina ante la ONU) de llegar a una tasa de mortalidad materna de 1,3 por 10.000 en 2015”, reconoció ante este diario el subsecretario de Salud Comunitaria, Guillermo González Prieto. Por cada mujer que muere, otras veinte sufren enfermedades o lesiones, a veces con consecuencias graves y duraderas, lo que equivale en Argentina a más de 6000 mujeres por año, según estimaciones de Unicef.


Finalmente, el Ministerio de Salud publicó las demoradas tasas de MM. En total, en 2008 fallecieron 296 mujeres por motivos vinculados con la gestación, de acuerdo con las estadísticas oficiales. En 2007, las muertes habían sido 306. Es decir, en números absolutos se observa una reducción de un 3,3 por ciento en relación con la medición anterior. Es muy poco, teniendo en cuenta los compromisos de reducción asumidos por el país. “Estoy muy disconforme con las cifras de mortalidad materna”, admitió González Prieto. Falta de sangre segura en los servicios de hemoterapia de los hospitales y una mala respuesta médica ante los cuadros graves y frente a la emergencia son las razones por las cuales las mujeres en el país se mueren por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio, señaló el subsecretario de Salud.


El 21 por ciento de las muertes corresponden a consecuencias de abortos inseguros, un porcentaje levemente inferior a 2007. No obstante, es la principal causa de MM desde hace casi treinta años en la Argentina. “Hace cuatro años el aborto inseguro representaba alrededor del 30 por ciento de las muertes maternas”, destacó Ortiz. “Son muertes evitables”, apuntó Romero, investigadora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes). Y consideró un factor esencial para reducirlas el fortalecimiento del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. “Tiene que ser visible y accesible a todas las mujeres y debe haber personal sensible y capacitado en los centros de salud para brindar consejería y métodos anticonceptivos”, opinó. También advirtió que no se debe descuidar las acciones tendientes a disminuir la morbilidad por abortos, es decir, las lesiones con las que quedan muchas mujeres tras prácticas inseguras de interrupción de embarazo como perforación de útero y otros cuadros.


Las demás muertes maternas fueron ocasionadas por trastornos hipertensos, 15,2 por ciento; infecciones generalizadas, 13,2 por ciento; hemorragias (pre y posparto) 11,2 por ciento.


Mientras que bajó de 74 a 62 la cantidad de mujeres que fallecieron como consecuencia de abortos inseguros realizados ante un embarazo no deseado, según el registro oficial, hubo más fallecimientos que en 2007 por las otras causas: contabilizadas todas juntas, se pasó de 152 a 175 muertes.


Si se toma en cuenta las edades, hubo cuatro muertes de niñas de 10 a 14 años y 39 de adolescentes de 15 a 19 años: ocho de ellas fallecieron a raíz de métodos precarios de interrupción de embarazo.


Desde Unicef, Ortiz reclamó la implementación de un sistema de vigilancia de la mortalidad materna que permita analizar en el momento en que ocurre cada deceso “qué fue lo que pasó y cómo se puede evitar que se repita”, como se realiza en países desarrollados como Inglaterra, Australia y Estados Unidos, con tasas considerablemente inferiores a la Argentina.


Según explicó el subsecretario González Prieto, en el marco del Plan de Reducción de la Mortalidad Materno-Infantil, de la Madre y del Adolescente, se están empezando a estudiar las causas de mortalidad materna en cada provincia. Pero en términos generales y no caso por caso, y tampoco en el momento en que suceden, como reclama Unicef.

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