lunes, 2 de septiembre de 2013

"NOS OBLIGAN A TENER DISCIPLINA"

Entrevista a Ian Gillan, de Deep Purple. El lider de la legendaria banda habla de la grabación de su último disco Now What?!, de la actualidad de la industria y de una  vida arriba de aviones y escenarios.

Por Diego Gez

En algún lugar de Portugal, en pleno verano europeo y en el medio de una gira de nunca acabar, uno de los cantantes más celebrados de una de las bandas más celebradas del hard rock mundial, atiende el teléfono personalmente. Al contrario de lo que suele suceder con muchos de sus pares, donde siempre varios asistentes se interponen con las clásicas advertencias de toda entrevista internacional, a Ian Gillan, líder de Deep Purple se lo escucha tranquilo, y tan gentil como británico en su trato. Canchero en el oficio de dar entrevistas con periodistas de todo el globo, la excusa pasa por hablar sobre el nuevo disco de Deep Purple (Now/What?!). Antes de comenzar, Gillan pregunta si el disco llegó a las disquerías locales y enseguida activa su GPS para contar dónde se encuentra físicamente. "Estoy en un hotel hermoso, en el medio de las montañas portuguesas. Es un lugar tranquilo y caluroso, y acá en el bar estoy disfrutando de unos lindos tragos", dice mientras larga una de las tantas carcajadas que emitirá durante el reportaje.
Pero antes vayamos hacia atrás. Lo último que supimos de Deep Purple fue la edición del disco Rapture of the Deep (2005); aunque de eso pasó tiempo hasta hoy y Gillan lo sabe. "Ok, es cierto que pasamos mucho tiempo sin hacer discos. Habernos cruzado en el camino  con Bob Ezrin  (NdeR: productor emblemático de los 70 que trabajó junto al mejor Pink Floyd, Kiss, Lou Reed, Alice Cooper y otros) fue algo que terminó por ser capital, primero en hacer este nuevo disco y segundo en su construcción. La génesis surgió en Canadá, donde nos encontramos para hablar seriamente sobre un nuevo álbum de Deep Purple, preguntarnos qué queríamos como banda para lo que iba a venir y discutir entre nosotros. Es como un equipo de fútbol cuando se reúne para planear sobre el próximo rival. Finalmente fuimos al estudio sin ninguna inhibición para concentrarnos en la música, mostrarnos las canciones  para trabajarlas lentamente, sin nada que nos moleste. Y de ahí comenzó a salir un verdadero disco de Deep Purple", aclara.
 
–Hablás sobre un verdadero disco de Purple. Eso significa que todos podrán notarlo…
–Sí, y sobre todo podrán escuchar que se trata de un disco diverso. Desde 1969 estamos haciendo discos y Now What?! es definitivamente un disco de Deep Purple, con muchas de las influencias que nos marcaron como banda. Por eso hablaba de la diversidad, con muchas melodías y ritmos. No se trata de un álbum conceptual porque las canciones tienen muchas formas y direcciones. Pero dejame decirte que para mí, un álbum es el reflejo de una banda en un momento particular de su historia, y este disco refleja nuestra  naturaleza en 2013.
–¿Dentro de esa actualidad cómo funcionan las nuevas canciones en vivo? La lista de temas de la banda es rica y extensa como para incluir nuevo material…
–Es así, pero está bien. No todo el mundo puede hacerlo y nosotros no nos quejamos. ¡Tenemos esa suerte, sin dudas! Pero es cierto que es difícil meter lo nuevo, así que tratamos de hacer un balance delicado sobre la lista. Hay temas como "Smoke on the water" , "Hush", "Perfect Strangers" y otros, que no podemos sacar. Ese es el desafío, meter temas nuevos como "Hell to Pay", "Above and Beyond" o cualquiera de Now What?! Nadie de nosotros quiere defraudar a nuestros hermanos y hermanas que vienen a escucharnos, pero les adelanto que unas seis o siete nuevas canciones vamos a darles. 
–Existe un consenso, compartido entre muchos críticos, sobre la gran calidad del sonido de la banda en NowWhat?! ¿Estuvieron buscando algo particular en ese aspecto?
–No tengo idea. Nunca tuvimos una discusión sobre una búsqueda de nuevo sonido o algo similar. Solamente conectamos nuestros equipos, comenzamos a zapar y de ahí salió todo. Aunque esa es la verdad, leí y escuché algo de lo que vos mencionás, pero sólo puedo agregar que trabajamos de domingo a jueves hasta que el reloj dijo basta cada uno de los días. La música simplemente sucede y eso lo hacemos nosotros por química. Si tenemos que hablar de un sonido tal vez pueda deberse a la cooperación de Bob (Ezrin) al capturar nuestro sonido. Particularmente nunca estuve contento con nuestro sonido en los discos y esta vez estoy muy feliz. En ese sentido también se trata de un disco de Deep Purple. 
–¿Bob Ezrin funcionó como productor y rescatista del sonido de la banda entonces?
–Algo de eso podríamos decir. Él hizo lo que el conductor de una orquesta hace cuando tiene que interpretar una ópera. El tipo nos dio libertad y nos dijo: "Ustedes son primariamente una banda instrumental. Hagan música". Entonces después nos fuimos a hacerla aunque eso no se puede hacer sin tener la libertad para hacerlo. Así que nos obligamos a tener disciplina en ciertos aspectos y lo logramos. Cosas como esas te ponen muy feliz, y trazarte objetivos y lograrlos tal como nosotros lo hicimos con este álbum es fantástico. 
–Si hablamos del disco no puedo dejar de preguntarte por el nombre. Suena como una pregunta personal muy grande.
–Es algo que en inglés estamos preguntándonos todos los días: "Now What?!" (¿Y ahora qué?) es algo que puede tener múltiples lecturas, entre ellas la que vos mencionás. Pero creo que lo interesante del título es que calza para todos los que lo leen, así que el final está abierto.
–Purple parece estar desde hace años en una gira mundial inacabable, casi tanto como lo hace Bob Dylan. ¿A esta altura no te sentís cansado de esa vida?
–No me siento como en una gira que nunca termina sino más bien con suerte, con mucha, mucha suerte de poder hacer esto. Yo soy de las personas que dicen que si querés algo con la suficiente fuerza lo conseguís. Y yo quería no parar de viajar y viajar hasta que finalmente sucedió. En definitiva, si no conseguís algo que tanto querés es porque no lo querías tanto. 
–¿Con más de 40 años sobre escenarios sentís que podés salir de cualquier situación no esperada si sucede en vivo?
–Bueno, no tanto. Aunque la experiencia es algo importante, por suerte siempre te queda un solo de batería (risas). En mi caso lo peor es subir al escenario y que a los minutos de comenzar el show todo colapse. Pero más allá de lo que sucede arriba, lo más peligroso siempre puede suceder fuera del escenario. Una vez, en pleno vuelo hacia Canadá, pensé que no viviría para contarlo. Al avión se le murieron todos los controles, la gente comenzó a gritar (risas) y la tripulación también. Esas cosas pasan fuera del escenario y son más peligrosas (más risas).
–Mucha gente recuerda a las décadas del 60 y 70 como los años dorados del rock. ¿Fue tan así como se menciona o existe mucha reconstrucción sobre esa época?
–Cierta nostalgia existe sobre esos tiempos. Creo que fue excitante. ¿Más excitante que lo que sucede hoy en día? Probablemente, pero mirar atrás anhelando lo que pasó no es bueno. Tiendo a mirar el futuro todo el tiempo y no extraño nada del pasado, tal vez a algunos colegas pero no a todos. 
–¿Y a Jon Lord?
–Él es uno de los que verdaderamente extraño.
–Pero hablando de rock, el género cambió mucho y como músico estuviste presente en esos cambios. ¿El rock tiene algo de rock en nuestros días?
–Tenemos que hablar de la industria de la música y sus negocios. Hay pocos artistas y muchas personas dando vueltas sin saber hacer música. Estoy en esto desde mis 20 años, así que vi mucha gente pasar y pasar, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra. Técnicamente cambió tanto que mencionarlo implica hablar de muchas cosas, factores sociales por los que el rock era antes una cosa y hoy es otra. Hay gente con mucho talento que solo aparece por Internet, nunca tocó con otros músicos y eso es terrible porque tocar, por ejemplo, grandes solos de guitarra, no es suficiente. Hay mucha gente escuchando música y viéndola por YouTube, en programa de talentos, en TV, pero aun así es difícil para muchos músicos mantener una carrera.  «
 
 
El dato
LA BANDA
Deep Purple está integrada en la actualidad por Roger Glover (bajo), Ian Paice (batería), Ian Gillan (voz), Don Airey (teclado) y Steve Morse (guitarra).
 
 
El nombre
BOB EZRIN
El famoso productor fue el responsable del sonido del último disco del grupo. 
 
 Mirar siempre hacia adelante
Hablar de Deep Purple como banda es también hacerlo extensivo hacia cada uno de las formaciones del grupo, donde la presencia de Ritchie Blackmore junto a Ian Gillan polarizaban las opiniones dentro del seno de la banda. El cantante estuvo en casi todas las formaciones, al punto de participar de la mítica MK2, la alineación que pergeñó clásicos como "Black Night", "Strange Kind of Woman", "Smoke on The Water" o "Highway Star".
Tanto público como crítica coinciden en que Purple alcanzó un nivel superlativo durante el período MK2, donde junto a Blackmore la banda cimentó sus clásicos. 
 
–¿Significa algo en particular esa época?
–Fue fantástico y yo también amo lo que hicimos en esa parte de nuestra historia. Sin embargo, creo que ahora es nuestro mejor momento porque nadie, nadie es más especial que otro miembro de la banda. Si tuvimos muchas formaciones es porque cada una nació de una situación especial. Hoy no tenemos problemas entre nosotros y en vivo seguimos siendo una banda caliente. Es algo que seguramente podrán ver en Argentina durante alguna parte del año próximo.

Los fanáticos más ruidosos
Muchas, muchas fueron las veces en las que Ian Gillan visitó la Argentina. "Muy buenos amigos tengo por allá", dice antes de largarse a desgranar sus recuerdos. "Estuve en tu país solo y acompañado en varias oportunidadades. Algo que siempre viene a mí recuerdo es el sonido de la multitud argentina porque, sinceramente, creo que tienen uno de los públicos más ruidosos del mundo", advierte.
 
–Hablando de eso, varios artistas sostienen que el público local tiene su propio sonido. ¿Qué tan cierto es eso?
–¡Es verdad! Aunque también hay algunas que son muy similares a las de tu país. Por ejemplo, lo que pasa con la gente en lugares como Estambul o Roma, y debería sumarte una más. Días atrás estuve tocando con la banda en Bulgaria y el sonido de la gente me recordó a los países que acabo de mencionarte. Todas esas muchedumbres son siempre una buena compañía para nosotros.

Fuente: Tiempo Argentino

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