Primera reflexión: ¿quién no escuchó o vio alguna vez informes periodísticos criticando las milicias armadas fomentadas por el gobierno venezolano? Pero amparados por la Segunda Enmienda Constitucional de los Estados Unidos escrita en 1791, la Corte Suprema de Justicia de aquel país, todos sus presidentes, más de 50 mil comercios dedicados a la venta masiva de armas, y por supuesto, la industria y el lobby armamentístico convirtieron al pueblo estadounidense en la milicia armada más importante del planeta. Segunda reflexión: ¿quién no vio alarmado y con repulsión reportes de la CNN, la National Geographic o el Discovery Channel mostrando niños tercermundistas portando y hasta utilizando armas de guerra? Pero en los EE UU, los padres regalan armas a sus hijos para Navidad y se pasean con ellos por ferias multitudinarias (caso de la célebre Shot Show, este año en Las Vegas con cerca de 60 mil asistentes previstos). ¿Conoce el lector cuál es la red de locales comerciales que más armas vende en EE UU? ¡Walmart!, a través de unos 1500 establecimientos. Desgraciadamente, dicha cultura guerrerista, o para ser más precisos, dicho culto a la muerte cobra vidas por doquier. Fronteras afuera, lo exudan por múltiples vías, entre ellas la invasión directa y el legalizado genocidio provocado por el terrorismo de Estado y sus Fuerzas Armadas (OTAN). Se matan adentro pero matan exponencialmente más afuera. Las causas las mismas.
IMPLICANCIAS FOR EXPORT. EL CASO DE IRAK. 4400 millones de dólares en exportaciones recogerá la industria de las armas y las municiones en 2012. El 40% de las ventas externas se derivan sólo a tres países: Canadá, Reino Unido y Australia. Pero más importante que estos numeritos son las consecuencias que acarrean a los pueblos oprimidos, invadidos o colonizados del mundo. En Irak y desde la invasión de 2003 a la fecha, la OTAN ha provocado la muerte a un millón de civiles. Los datos no brotan de la cantera chavista ni castrista, sino de la encuestadora británica Opinion Research Business. A propósito y para The Lancet, una de las más prestigiosas publicaciones médicas del mundo, entre 2003 y 2006 murieron 654 mil civiles en Irak por causas vinculadas a la guerra, esto es, un 2,5% de la población total. La invasión y ocupación de terceros países como método para la expansión agresiva del mercado interno propio no es reciente ni es un invento yanqui. En definitiva, de eso se trata el imperialismo. Pues bien, resulta interesante notar que, desde la ocupación de la OTAN, los ciudadanos iraquíes son "influenciados" para la compra ilegal de armamento militar (The Christian Science Monitor. "US has lots of guns, but it's not alone"). De hecho y en 2003, Paul Bremer, la máxima autoridad de la ocupación estadounidense en Irak permitió que los iraquíes aliados retengan en su poder las AK-47, autorizándolos a llevarlas a sus respectivas casas. Para nada de descuentos ni gratuidad. Primero tenían que pagarlas. Dan Murphy, corresponsal del citado medio en 2003, informaba que dichos rifles "se vendían al público sin restricción alguna, entre 100 y 200 dólares".
QUIÉN COMPRA MÁS: ¿EL PUEBLO O LAS FF AA? Según el último informe de la National Shooting Sports Foundation (NSSF), la industria armamentista estadounidense aportará al PBI nacional unos 31.800 millones de dólares en 2012 (en concepto de ventas, impuestos, generación de empleo directo e indirecto, etc.), esto es, un 0,2% del PBI total. De ese monto, 11.700 millones surgen exclusivamente de la comercialización de armas y municiones. Son en total siete firmas las que controlan el mercado, pero dos de ellas, Ruger y Smith & Wesson, explican solas una tercera parte de la industria. En 2012, cerrarán con ganancias del orden de los 6000 millones de dólares (D&B First Research). El lobby armamentístico, entre el que destaca la NSSF, señala como hecho sumamente positivo la creación de 26.325 nuevos puestos de trabajo en el sector desde 2009, sobre todo en el contexto de un país sumido en una profunda crisis. En la actualidad, la industria emplea 98.750 trabajadores de forma directa y unos 111 mil de forma indirecta, incluyendo comercios e intermediarios. El año pasado, se vendieron en el país 6 millones de armas de fuego, casi el doble de una década atrás (IBIS World), de los cuales 5,5 millones fueron producidas localmente. Por su parte, el FBI en su informe de noviembre registró 16,5 millones de nuevas solicitudes para la compra de armas durante 2012, la mayor cifra desde 1998. Ahora bien, ¿cuántas armas circulan por EE UU? De acuerdo al Instituto Nacional de Justicia, en 2009 se calculaban en 310 millones (192 millones en 1994). Lo interesante de todo esto, sin embargo, viene dado por el siguiente detalle (IBIS World): el principal cliente de la industria armamentista no son las Fuerzas Armadas (25%) ni las agencias gubernamentales (15%) sino la población (60%). Es sabido por todos del ajuste presupuestario aplicado por el gobierno federal y la casi totalidad de los Estados de la Unión, sobre todo en los republicanos. Por tanto, el consumo de la ciudadanía ha devenido en fundamental para la supervivencia de la industria armamentista estadounidense. No puede llamar la atención entonces, cuando Smith & Wesson, el mayor fabricante de armas del país, en su informe anual a la US Securities and Exchange Commission señalara como "factor de riesgo" la demora en la suscripción de un contrato de largo plazo con las FF AA, dando por resultado que "el 89% de nuestras ventas de armas de fuego estén restringidas a los canales de distribución del sector deportivo".
LA MILICIA ARMADA MÁS PODEROSA DEL PLANETA. Estimación baja: 83 armas cada 100 habitantes. Estimación alta: 97 armas cada 100. Estados Unidos tiene menos del 5% de la población mundial, pero de entre el 35 al 50% del total de los civiles portadores de armas a escala planetaria (calculados en 270 millones). Específicamente y según una encuesta de Gallup realizada a fines de 2011, un 47% de la población estadounidense confirmó ser poseedor de al menos un arma. En otras palabras, 150 millones de ciudadanos están armados. Pero ahí no termina la cosa, porque parece que también tienen una milicia de élite. Es que sí, son muy civilizados. De esos 150 millones, el 62% asegura tener múltiples armas, 58% haberlas usado para cazar y 66% en la práctica regular de tiro al blanco. Que están entrenados no hay dudas. ¿Y el tipo de armas? Algún lector ingenuo tal vez piense que no pasan de revólveres antiguos, enmohecidos. Pues no. Tienen revólveres de última generación y una profusa inclinación hacia los rifles de asalto militar del tipo Bushmaster (como el utilizado por el asesino en la masacre del colegio Newtown). De hecho, apenas perpetrada esta matanza que terminó con la vida de 20 niños, el Bushmaster fue barrido de las estanterías. No encontramos mejor explicación que la de Andrew Molchan, director de la National Association of Federally Licensed Firearms Dealers: "Lógicamente, cuando algo abunda en las noticias, sus ventas se ven incrementadas. Pero no hay descuentos, eso seguro". ¿Verdad verdadera? Textual. Se trata de un informe de la ABC News (incluye video) con el título "Bushmasters Disappearing From Shelves After Newtown"(Bushmasters desaparecen de las góndolas después de Newtown). Vale la pena mirarlo. ¿Y góndolas de dónde? De 50.812 comercios, 3303 más que en 2009. Walmart, para citar un caso, desde unos 1500 establecimientos distribuidos por todo el país. Los vende por Internet y también en vivo y en directo, aunque por suerte, sin descuentos. Y por si todo esto fuera poco, otro dato más. Un día después de la masacre de Newtown, la venta de armas a nivel nacional alcanzaba el récord anual: 120 mil a 130mil nuevas unidades en 24 horas. Es decir, 5.208 armas por hora u 87 por minuto. Pobre pueblo estadounidense y, siendo más justos y conscientes, pobres pueblos oprimidos e invadidos del mundo. ¿Quién termina esta locura?
Fuente: Infonews
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