La ESMA, el Olimpo, el Atlético, Automotores Orletti y Virrey Cevallos son cinco nombres asociados al terrorismo de Estado. Los cinco ex centros de detención clandestinos (CCD), que guardan entre sus paredes el testimonio de la represión ilegal, dependen para su conservación del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) que, a su vez, debe ser financiado por el Gobierno de la Ciudad. Un informe de la Defensoría del Pueblo porteña indica que los cinco sitios están en un estado que incluye, según el caso, desde grietas en los techos hasta el posible peligro de derrumbe. Para el IEM, el deterioro tiene una explicación: la asfixia presupuestaria que viene imponiendo año a año la gestión de Mauricio Macri. La oposición porteña impulsa una ley de emergencia edilicia y advierte que el PRO la quiere cajonear.
En 2009, el IEM –un ente autárquico que reúne a los distintos organismos de derechos humanos– tenía una partida para refacciones de 25 millones de pesos y el Ministerio de Hacienda porteño la restringió en 15 millones, lo que implicó una reducción del 38 por ciento. Para este año, la gestión PRO envió un presupuesto que preveía un millón y medio para arreglar los edificios, pero la Legislatura se lo aumentó a 6,3 millones. Sin embargo, en enero fue reducido por el Gobierno macrista en cinco millones. El truco suele ser habilitarles el dinero en los últimos días del año, para que no lo puedan utilizar.
Grietas de la memoria
La Legislatura recibió un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, firmado por Alicia Pierini, en el que detalla uno por uno el grave estado en el que se encuentran los sitios de la memoria.
- Ex ESMA. Se trata del ex CCD emblemático del país que fue transferido a la ciudad en un acuerdo que firmaron Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra en 2004. La Marina, comandada por el fallecido Emilio Massera, lo utilizó como campo de concentración entre 1976 y 1983, y se calcula que pasaron aproximadamente cinco mil personas por allí.
Según el informe de la Defensoría, en el Casino de Oficiales “es imprescindible comenzar con las reparaciones, ya que debajo de las cubiertas se encuentran los principales sitios de tortura y reclusión: Capucha, El Pañol, Capuchita”. “Las tejas de todo el predio han sufrido un daño general a causa de los granizos”, indica el informe. El Pabellón COI y la enfermería “lamentablemente se encuentran en mal estado de conservación. La enfermería presenta graves deterioros en la cubierta, cielorrasos derruidos y está desmantelada en su totalidad. Sólo por las señalética y algún equipamiento en desuso se puede adivinar su antiguo funcionamiento”. También el taller de automotores y el edificio de la imprenta “se encuentran en estado de avanzado deterioro, sin acciones de conservación”.
- Garage Olimpo. Originalmente una estación de tranvías, funcionó durante seis meses como CCD del Ejército, entre agosto de 1978 y enero de 1979. Dependía de Guillermo Suárez Mason y pasaron por allí unos 700 detenidos-desaparecidos.
El edificio está “en un estado avanzado de deterioro, presentando grietas y fisuras”. “Los riesgos emergentes están en la cubierta, que por su data (principios del siglo XX) debiera ser reemplazada íntegramente y, considerando que por debajo de la misma se encuentra ‘El Pozo’, como se denomina al lugar donde se alojaban las celdas y se encuentra la mayor cantidad de testimonios, es de carácter urgente implementar estas acciones”, advierte la Defensoría. “El sistema de desagüe pluvial se encuentra en muy malas condiciones”, describe. También señala que hay una “escalera de madera que por su mal estado no permite subir en forma segura al público” que visita el ex CCD.
- Automotores Orletti. Fue el CCD de coordinación del Plan Cóndor, como se llamó al acuerdo recíproco entre las dictaduras para perseguir e intercambiar secuestrados. Dependía de la SIDE.
El edificio “presenta serios problemas en la cubierta de chapas que, por su antigüedad y falta de mantenimiento, permite el paso del agua, causando daños en el sector más sensible de este ex CCD”. “La cubierta, los desagües y las canaletas están en pésimo estado. Las claraboyas sobre el taller mecánico también deberán ser intervenidas y detener el deterioro que producen las filtraciones”, recomienda.
- Virrey Cevallos. Fue un CCD de la Fuerza Aérea, uno de los pocos de los que existen sobrevivientes. La Legislatura lo declaró sitio histórico para preservarlo, algo que no está ocurriendo según la Defensoría: “Se deberán adoptar medidas de forma urgente para impedir que el deterioro del inmueble siga avanzado. No se trata de ‘restauración arquitectónica’, ni de ‘embellecimiento edilicio’, sino de ser coherente con el objetivo fundamental de estos espacios de conservación patrimonial del testimonio, destinados a conservar la verdad histórica”, remarca la Defensoría sobre el lugar donde funcionó un CCD de la Fuerza Aérea. “El estado del edificio es de alto riesgo desde el punto de vista estructural, con gran deterioro de la estructura (...). Se encuentra en grave estado y apuntalada”, advierte. “No se hicieron cateos estructurales para determinar el riesgo de derrumbe, pero el estado de deterioro por corrosión de los perfiles permite suponer que sin el apuntalamiento de la estructura sería imposible habitar el lugar.”
Asfixia
En respuesta a un pedido de informes de la legisladora Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica), el IEM detalló que “durante el primer trimestre de 2009, el Ministerio de Hacienda modificó el crédito vigente, que pasó de 17 millones a 10 millones, eliminando siete millones sancionados por la Legislatura para obras en la ex ESMA. Estos 10 millones fueron restringidos en su totalidad”. Este año, las cosas no mejoraron: en su proyecto de presupuesto para 2010, la gestión PRO envió 1.419.900 para obras en los ex CCD. La Legislatura lo aumentó a 6.525.000 pesos.
Sin embargo, en septiembre, el IEM informó que Hacienda había restringido ese presupuesto a comienzos del año: “La partida está restringida desde el mes de enero por la suma de cinco millones. En consecuencia, el importe disponible es de 260 mil pesos para cada sitio”, indicó la directora del IEM, Ana María Careaga. “Las restricciones presupuestarias y el proceso de desfinanciamiento de las obras en los sitios de memoria han ocasionado la paralización de las obras en trámite y han imposibilitado iniciar nuevas obras que ya cuentan con los pliegos elaborados por este Instituto”, destacó.
El IEM envió un informe con las refacciones necesarias que quedaron paralizadas en cada ex CCD:
- Ex ESMA. La restauración de cubierta en el Casino de Oficiales, la enfermería, el pabellón COI y en el emblemático edificio de las cuatro columnas. “La obra es fundamental para poder garantizar el uso del edificio”, advierte. En todos los casos, el IEM elaboró el pliego de licitación, pero no estaba el dinero disponible para poder ponerla en marcha.
- Atlético. Formó un circuito junto con los CCDs Banco y Olimpo, adonde se trasladaron los mismos represores, parte de los detenidos e incluso el mobiliario de los campos. El edificio fue demolido por la dictadura a fines de 1977 y sobre él se construyó la autopista. Antes de la gestión de Macri, el gobierno porteño hizo una excavación en la que se encontraron los restos del sótano.
Una serie de obras de arquitectura está paralizada por la falta de liberación de los fondos, pero la obra más importante es de submuración, es decir, la implantación de una estructura independiente de contención. “El Ministerio de Hacienda eliminó el crédito en 2009 y lo restableció después de numerosos reclamos y denuncias”, advirtió el IEM. Por esto, la gestión PRO debió responder a un pedido de informes del juez federal Daniel Rafecas. Sostuvieron que “en el marco financiero vigente debieron adoptarse criterios restrictivos en materia de ejecución presupuestaria”.
- Virrey Cevallos. El IEM no pudo licitar, por el ahogo presupuestario, la reparación de la estructura y las cubiertas. Con respecto a la restauración de la fachada, Hacienda rechazó la licitación y les planteó que “en el marco de la restricción financiera vigente, ese Instituto proceda, respecto de la obra, de acuerdo con las disponibilidades crediticias con las que cuenta”. En la ejecución presupuestaria del 30 de septiembre de 2010 que envía Hacienda a los legisladores, aparece con un crédito vigente de cero: cero peso disponible para obras en los ex centros clandestinos.
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