Cien chicos de 14 años urbanos y otros cien rurales contaron cómo es un día de sus vidas en relación con la comunicación y los medios e Internet. El estudio del Ministerio de Educación muestra el grado “vital” de ese vínculo en los adolescentes.
Los principales resultados de la investigación fueron ayer dados a conocer por el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y Morduchowicz.
Todos los adolescentes viven en un mundo de pantallas. Los medios gráficos (libros, diarios, revistas) aparecen más relegados.
- No pasan un solo día sin usar los medios e Internet. Y atraviesan todos los aspectos de sus vidas.
- El celular es –en poco tiempo– el medio que más creció en la población adolescente. Se presenta como que en el futuro podría ser pantalla única entre adolescentes.
- El lugar que –según los propios adolescentes– ocupan los medios en sus vidas es –en sus palabras– “vital”, “fundamental”, “imprescindible”.
En el estudio “Un día con los medios e Internet” participó casi un centenar de alumnos y alumnas de una escuela pública de Palermo –cuyos padres son profesionales– y la misma cantidad de estudiantes de un colegio también público de Capayán, a unos 30 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, todos de 14 años. Se les pidió que escribieran un diario personal sobre cómo usaron los medios e Internet el día anterior, es decir, el lunes 19 de abril. El mismo día para los dos grupos.
“Redactaron textos con sus propias palabras, y ahí reside la riqueza de los resultados: que son los propios chicos los que hablan de su relación con los medios e Internet”, destacó Morduchowicz, a cargo del estudio.
Los chicos y las chicas contaron qué sienten cuando usan los medios e Internet. Pero también cómo se imaginan un día sin poder utilizarlos. Además, dieron cuenta de si sus padres estaban presentes o no cuando ellos los usan y pusieron en palabras qué es lo que más valoran. La principal diferencia entre los dos grupos es que los estudiantes urbanos eligen tres pantallas: tele, celular e Internet. “Viven en una cultura visual”, enfatizó Morduchowicz. En cambio, los adolescentes rurales usan dos: tele y celular. La conectividad a Internet en Capayán es muy limitada, aclaró la especialista. En el caso de los porteños, sólo el 10 por ciento manifestó que el día anterior había usado MP3, MP4 y Ipod. Para los chicos de Capayán, fueron tecnologías ausentes en su jornada. Tampoco accedieron a un DVD. Un 20 por ciento de los chicos de Palermo contó que vio una película a través de esa tecnología. Con respecto al uso de libros, en la escuela catamarqueña un 25 por ciento de los estudiantes dijo que había leído, pero textos escolares, y un 30 por ciento en el caso de sus pares de Palermo: entre ellos sólo un 5 por ciento dijo que lo había hecho por placer. En cuanto a los diarios, un 20 por ciento de los chicos porteños y apenas un 5 por ciento de los de Capayán dijeron que los habían leído.
“El celular es muy importante para mí, porque puedo comunicarme con mis amigos donde estén”, describió Silvana, de Capayán. Otros compañeros de escuela dijeron: “Los medios me hacen sentir más contento. Pero no están todo el tiempo en mi vida” (Andrés); “Los medios me entretienen y me comunican. A veces ocupan un lugar importante. Me gusta usar mi celular porque me comunico con todos. Me acuerdo lo contenta que estaba cuando recibí mi primer celular” (Jessica); “Usé la televisión para mirar la novela. Me gusta mucho la tele. Y hablé con mis amigas de la novela” (Débora).
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