Era un atractivo joven de 24 años. Llegó a ser su confidente y una figura poderosa.
La reina Victoria de Inglaterra (1819-1901) mantuvo una apasionada relación secreta con uno de sus sirvientes indios, que provocó una crisis en la corte, según un diario descubierto recientemente por una historiadora india.
De acuerdo al documento, el alto y bello sirviente indio y musulmán, Karim Abdul Karim, se volvió el confidente más cercano de Victoria, a pesar de los denodados esfuerzos de cortesanos de Palacio para ocultar la relación antes y después de la muerte de la monarca.
Los diarios fueron hallados por la historiadora Shrabani Basu, quien los utilizó para su libro “Victoria and Abdul”, que narra la relación de la reina y su atractivo sirviente musulmán.
Los textos revelan que el joven indio pensó en dejar el trabajo poco después de comenzar, al considerarlo “de poca importancia”, pero la reina le rogó con éxito que se quedara.
Karim tenía sólo 24 años cuando arribó a Inglaterra de Agra en 1887 para servir en la mesa de Victoria durante el año del Jubileo Dorado. El joven había sido trasladado a la corte como “regalo de la India” .
Pero en poco menos de un año, el sirviente se convirtió en una de las figuras más poderosas de Palacio , alcanzando el título de maestro o “munshi” de la reina, principalmente en el aprendizaje del idioma Urdu y de la política india.
“En cartas escritas por Victoria a su sirviente, ella le escribe como ‘tu adorada madre y ‘tu amiga más cercana’, e incluso se despide ‘con gran cantidad de besos’. Algo muy inusual en la época, y más aún viniendo de la reina Victoria”, declaró Basu.
“Indudablemente era una relación apasionada. Una relación que, creo, operaba en diversos niveles además del de madre e hijo, entre un joven indio y una mujer que por entonces tenía alrededor de 60 años”, contó Basu.
Según la historiadora, Victoria incluso pasó una noche sola con Karim en una cabaña en el Highlands escocés, un hecho que “conmocionó” a los cortesanos de Palacio, que buscaron ocultarlo a toda costa.
Los sirvientes reales han sido siempre fuente de fascinación por su proximidad con los poderosos. Las relaciones de los reales con sus sirvientes solían causar fricciones en la corte, como ocurrió con el caso de Victoria, cuando le permitió a Karim comer con la familia real.
Si bien la relación era apasionada, Basu no cree que Karim y Victoria fueran amantes, incluso a pesar de aquella noche juntos en Escocia que desató una ola de rumores.
“Cuando el príncipe Alberto murió, Victoria dijo, en una frase famosa, que él era su esposo, amigo, padre y madre”, recordó Basu, citada por la cadena BBC .
Y agregó: “Creo que es improbable que Abdul Karim cumpliera un papel similar”.
Lo cierto es que la influencia de Karim sobre la reina era tan grande que ella misma estipuló que el joven sirviente musulmán tuviera el honor de estar entre los principales dolientes en el funeral de la reina en el Castillo de Windsor.
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