Por Lucia Alvarez
Según la ONG, la cifra creció un 40% desde junio de 2009. Además, el 85% de los “sin techo” no accede a los servicios de salud.
Nueve de cada diez profesionales de la salud del sistema público porteño no cuentan con estrategias ni servicios adecuados para abordar la atención de las personas en situación de calle. Así lo consigna el último informe de la organización no gubernamental Médicos del Mundo, titulado “Salud en la calle”, donde además denuncia, tal como adelantó Tiempo Argentino en mayo de este año, que el número de personas en esa situación trepó a 15.253. Esto significa un aumento de casi el 40% con respecto a junio del año pasado, cuando el presidente de esa entidad, Gonzalo Basile, había denunciado que la cifra de los sin techo alcanzaba a once mil personas.
“El 35% (de los profesionales de la salud) visualiza la demanda de atención de las personas en situación de calle como incómoda, y un 33,5% reconoce que estas personas son objeto de discriminación por su condición. Durante el año 2008, se constató que un 85% de la gente en situación de calle no accede a ninguna cobertura de salud, ni siquiera estatal, y en 2009, el 25% no había terminado su tratamiento por discontinuar la medicación o por falta de acceso a los servicios públicos de salud”, denuncia el informe, que se presentó formalmente ayer.
Estas cifras coinciden con las de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, institución que reveló que en 2009, de las 230 denuncias recibidas por temas de salud, el 25% fue por falta de provisión de medicamentos en hospitales públicos.
El estudio tiene como fuente las 2597 consultas de 1006 personas que recibió, entre 2007 y 2009, la unidad móvil desde donde la ONG brinda atención sanitaria, contención psicológica y acompañamiento social. La información se completa con 31 entrevistas realizadas durante ese mismo período a profesionales de la salud de hospitales, centros de salud y centros de día para el tratamiento de adicciones.
“Salud en la calle” muestra además una radiografía compleja de la gente en situación de calle en la ciudad: el 80% son hombres, y casi el mismo número (el 78%) vive solo. El 45% tiene entre 41 y 60 años, casi un tercio cuenta con estudios primarios y el 55,4% no tiene trabajo. De los que sí trabajan, sólo uno de cada diez posee un empleo formal.
Según Médicos del Mundo, la población en esta situación no se compone solamente de personas que están físicamente en la calle, sino de todas las que conviven con esa probabilidad. “Son todos los que en algún momento estuvieron o los que pronto pueden estar, ya sea porque pueden ser desalojados, porque están en un hogar de tránsito o porque reciben un subsidio transitorio. Se trata de los que lidian constantemente con esa probabilidad”, explicó Carolina Silvia, representante de la entidad. En ese sentido, el cálculo de Médicos del Mundo se diferencia ampliamente de las apenas 1400 personas en situación de calle registradas en el último censo del Ministerio de Desarrollo Social porteño.
Aun así, entre las consultas recibidas, el 67% son de personas que viven efectivamente en la calle. De ellas, el 26% se encuentra en esa situación desde hace entre 1 y 3 años, y otro 26%, desde hace más de tres. Las zonas más frecuentadas por esta población son Congreso, Flores, Once, Parque Lezama y Plaza de Mayo.
El informe no sólo analiza el sector de salud de la ciudad, sino también las políticas sociales, los programas del Consejo de la Niñez y Adolescencia y la política habitacional del Instituto de Vivienda de la ciudad. También menciona el aumento del 300% de los desalojos (desde 2006) y repudia “los actos represivos” a cargo de la Unidad de Control del Espacio Público. Entre las cosas sobre las que se hace énfasis están los duros requisitos del programa de subsidio habitacional, el desfinanciamiento de los organismos encargados de cumplir el acceso a la vivienda digna y las falencias de los hogares y paradores, a los cuales el 44% de los entrevistados aseguró no querer asistir.
La conclusión del informe es elocuente: “Las políticas sociales del Estado porteño continúan siendo fragmentadas, ineficientes e ineficaces, demostrando un gran déficit de impacto para poder intervenir o transformar la situación de exclusión social crónica de miles de personas en situación de calle. Continúan careciendo de universalidad e integralidad, sin planificación estratégica, con graves faltas de recursos y desfinanciamiento.”<
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