lunes, 25 de marzo de 2013

"OBAMA SEGUIRA GOBERNANDO PARA WALL STREET Y EL PENTAGONO"

El profesor Escudé, reconocido investigador de la política exterior de la Casa Blanca, advierte que el jefe de Estado norteamericano no modificará el rumbo ideológico conservador de su gobierno durante su segundo mandato.
 
Por Emiliano Guido       
     
La figura del presidente norteamericano Barack Obama suele disparar agudas polémicas ideológicas. ¿En qué carril ubicarlo? Por un lado, como jefe de Estado es el Comandante del Ejército más intervencionista del mundo. Paralelamente, las minorías étnicas y sexuales de su país reivindican su gestión. Además, esta semana, en su segunda asunción presidencial, Obama prometió “un gobierno progresista”. Pero dichas declaraciones son “pura retórica” para el profesor Carlos Escudé. Investigador principal del Conicet, egresado en cursos de post-grado de la misma Universidad (Yale) donde estudiaron los últimos dos Cancilleres norteamericanos (Hillary Clinton, John Kerry) y, sobre todas las cosas, uno de los teóricos en relaciones internacionales de nuestro país más reconocidos en el exterior, Escudé defiende su desangelada mirada de Obama con datos contundentes: “En los cargos económicos nombró a funcionarios que fueron responsables de la crisis financiera de 2008” y “como jefe de la CIA eligió, en su momento, a Leon Panetta, el primer defensor de la guerra con aviones robóticos, que hasta Bush había limitado debido a las numerosas muertes colaterales que ocasionan”.
–Obama prometió en su segunda asunción presidencial que encabezará un gobierno progresista. ¿Cuál es la agenda, en todo caso, donde el presidente norteamericano pretendería hacer reformas?
–Lo de Obama es pura retórica. La historia demuestra que no puede hacer reformas significativas. No hay mucha diferencia entre un presidente demócrata y uno republicano. Obama es más progresista que un republicano en cuestiones como la salud o la educación, pero nada más.
–A nivel doméstico, ¿qué considera de los nuevos nombramientos de Obama a nivel ministerial, sobre todo del nuevo secretario de Estado?
–El primer gobierno de Obama fue, como el de (George) Bush, un gobierno de Wall Street y del complejo militar-industrial. En los cargos económicos nombró a funcionarios que fueron responsables de la crisis financiera de 2008. Además, la ley de reforma financiera de Obama, conocida como la Dodd-Frank Bill, fue un capítulo del gatopardismo universal: cambió algo para que no cambiara nada. Nada reglamentó, por ejemplo, acerca de la responsabilidad de las agencias de riesgo, que fueron una pieza basal de la arquitectura del derrumbe de 2008. Por otro lado, los equipos de Bush siguieron a cargo de las agencias reguladoras, ya de por sí disminuidas en sus potestades por la legislación vigente desde 1999. Para colmo, el 25 de agosto de 2009 Obama renovó el nombramiento de Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal. Recordemos que con el mandato de Bush, Bernanke había sido uno de los grandes responsables de esta crisis que empobreció al mundo enriqueciendo a los banqueros.
–Entonces, no hay ruptura en el modelo económico. ¿Hay continuidad, también, en política militar entre Bush y Obama?
–A ver, pasando al ámbito de defensa, en su primera gestión, Obama puso a cargo a los adalides de la CIA, dándole más poderes que los que les había dado Bush. Por cierto, cuando asumió, Obama eligió como jefe de la CIA a Leon Panetta, que en 2011 fue ascendido a secretario de Defensa. Panetta fue el primer defensor de la guerra con aviones robóticos, que Bush había limitado mucho debido a las numerosas muertes colaterales que ocasionan. En cambio, Obama les dio luz verde. Un dato duro que documenta el cambio es que, según el New York Times del 13 de abril de 2011, en 2010 se efectuaron en Paquistán 117 ataques con aviones robóticos, más que la suma de todos los años previos. Y según un informe de 2009 de la Brookings Institution, los ataques en ese país han matado a diez civiles por cada uno de los militantes ultimados.
Yendo al caso del Departamento de Estado, obsérvese que Obama, un egresado de Harvard, primero puso en ese cargo a Hilary Clinton, una egresada de Yale y ahora pone a John Kerry, otro egresado de Yale, que para colmo es miembro, como Bush (también de Yale) de la logia más poderosa del mundo: Skull & Bones. Esta no es una mera anécdota risueña. Toda esta gente pertenece a una elite de poder inimaginable en nuestro país. Cuando eligieron presidente a Obama por primera vez, dije a un medio: “Obama no es un negro; es un egresado de Harvard”. Con eso no quise decir que Obama no fuera de raza negra (¡qué puede importar!), sino que lo relevante es que pertenece a un exclusivísimo círculo de poder, donde las diferencias entre republicanos y demócratas casi no cuentan.
Reitero, todo gobierno de Obama va a ser, antes que nada, un gobierno de Wall Street y del complejo militar-industrial. El único matiz diferencial puede radicar en el énfasis puesto en la salud y la educación.
–En cuanto a su relación con América latina, ¿los cuatro años venideros serán más o menos dialoguistas con la región? ¿Seguirá teniendo el Comando Sur tanta injerencia en el diseño de las relaciones exteriores de Washington con el Cono Sur? ¿Piensa que se reformará, en algún sentido, los lineamientos centrales de la denominada guerra contra las drogas?
–Si hay un cambio en la “guerra contra las drogas”, es porque hasta el Wall Street Journal está de acuerdo en que esa guerra ya se perdió, y que hay que abandonarla. Pero, respecto de lo demás, hay que abandonar todas las ilusiones. América del Sur es poco relevante, estratégicamente, para Estados Unidos, y la Argentina carece por completo de relevancia. No se trata de dialogar o de no dialogar. Se trata de que no nos necesitan, y eso condiciona todo lo demás. Por otra parte, precisamente, porque no nos necesitan, el Comando Sur es mucho menos importante que los comandos equivalentes en otras partes del mundo. En realidad, el Comando Sur es poco más que un mito al lado de la verdadera ocupación militar de Europa por parte de Estados Unidos. El Reino Unido, por ejemplo, alberga cinco bases que están exclusivamente al servicio de Estados Unidos. La más importante es RAF Lakenheath. Su función es cobijar el Ala 48 de cazas de la Fuerza Aérea norteamericana, un componente esencial de la poderosa Usafe (United States Air Forces in Europe). Por otro lado, la presencia norteamericana en Italia no es menor. Allí se encuentra Camp Darby, quizá la base estadounidense de mayor tamaño en Europa. Su predio para el almacenamiento de municiones es de 809 hectáreas. Contiene 125 búnkeres con reservas para el ejército y la fuerza aérea. Estos son solamente ejemplos. Gran parte del mundo está ocupada por Estados Unidos.
–Muchos analistas advierten que la secretaría de Estado y, por supuesto, el Pentágono han decidido que EE.UU. debe incrementar su presencia en Asia, ya que es la zona del mundo donde se desarrollo la batalla geopolítica central. ¿Concuerda o considera que Obama intentará, ahora, conseguir más réditos políticos en Nor-África y Medio Oriente?
–Creo que para Obama es imposible conseguir réditos políticos en Medio Oriente y Norte de África. El diagnóstico de Huntington es más válido que nunca. Lo único que puede hacer Obama en esas regiones es mantener actualizado el poder militar y utilizarlo cuando los intereses occidentales están amenazados. De poder blando: NADA. La gran competencia por poder blando, por otra parte, será con China, y contra ese país apuntarán todos los cañones propagandísticos norteamericanos. Hay que recordar que lo que para Estados Unidos es el “peligro amarillo”, para la Argentina puede muy bien ser el “alivio amarillo”. Que una potencia hegemónica que no nos necesita esté siendo reemplazada por otra que se complementa con nosotros, es la mejor noticia que hemos tenido desde 1914.
 
Fuente: Miradas al Sur

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