domingo, 30 de agosto de 2009

LOS CENTROS DE ATENCIÓN A DROGADICTOS NO DAN ABASTO


En la Argentina, unas 50.000 personas al año buscan tratarse por su adicción a las drogas pero no lo consiguen, según estimaciones oficiales. No es que les falte fuerza de voluntad a la hora de iniciar un tratamiento. Tampoco que desconozcan -ellos y sus familias- que en sus casos el consumo de sustancias es problemático. La cuestión es más elemental: a la enorme mayoría el sistema de salud los rechaza por falta de capacidad. Los centros de tratamientos son insuficientes", aseguró Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y consultor del Comité Científico Asesor en Materia de Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes creado por el Gobierno Nacional. Y agregó: "En algunos lugares, como no los pueden atender, les dicen que vuelvan en 20 días para hacer la admisión. Pero al adicto hay que atenderlo en el momento o se los pierde". Esta semana, tras el histórico fallo que dejó sin efecto la criminalización de la tenencia de drogas para consumo personal, el juez de la Corte Suprema de Justicia Carlos Fayt reclamó públicamente que el Estado destine más dinero a las "entidades intermedias" que contienen y tratan a adictos a las drogas. "No hay camas en ningún hospital para adictos", se quejó el ministro. "La capacidad de todo el sistema es insuficiente, pero creo que lo más acuciante es la falta de camas: a un paciente que requiere internación difícilmente se le pueda encontrar un tratamiento alternativo", explicó Rafael Arteaga, psicoanalista y subjefe del Servicio de Prevención del Centro Nacional de Reeducación Social (Cenareso). El Observatorio de Drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) acaba de elaborar un censo nacional de centros de tratamiento. De acuerdo al relevamiento, en todo el país hay 592 sitios públicos y privados en los que se atiende a "pacientes con problemas de abuso de sustancias psicoactivas".El censo también estableció que todo el sistema cuenta con 2.980 camas para internación y que el 71,9 por ciento de los centros ofrecen tratamiento ambulatorio. Lo que el estudio no determinó, ni siquiera de manera aproximada, fue qué cantidad de pacientes con problemas de adicción por año puede atender el sistema. En el organismo evitaron reconocer con todas las letras que la capacidad de atención en el país sea insuficiente. "La demanda no estaría satisfecha", se limitaron a contestar.Pero en FONGA, la federación que nuclea a 70 ONGs que administran centros de rehabilitación, no tuvieron problemas en admitir lo que asoma como evidente. "Hay poca cantidad de centros para la demanda que hay", afirmó Rubén González, presidente de FONGA. González es director del Centro Juvenil Esperanza, una institución que cuenta con 28 camas para internación. "Están todas ocupadas, no entra ni un alfiler. Se va un paciente y enseguida tengo a otro que ocupa su lugar", contó González. Carlos Souza, de la Fundación Aylén, coincidió: "No se da abasto para cubrir toda la demanda.


Además, los subsidios que paga el Sedronar son como una gota en el océano".El Sedronar no atiende directamente a las personas con problemas de adicción sino que los deriva a diferentes centros. Y a esas instituciones les paga un subsidio por cada paciente. En julio pasado el organismo pagó subsidios a 620 personas, según informó Carlos Vizzotti, director de Asistencia del Sedronar. El organismo paga los tratamientos de los mayores de 18 años que estén documentados y no tengan cobertura social. La Subsecretaría de Atención a las Adicciones bonaerense, por su parte, informó que atiende a "más de 10.200 pacientes por mes por tratamientos de consumo de sustancias". La Ciudad maneja tres centros de tratamiento (Casa Flores, Casa Puerto y Casa Faro), en los que en el primer semestre de este año se atendieron a 574 personas. Y en el Centro Nacional de Reeducación Social (CENARESO, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación) se trata a unas 160 personas por mes en los servicios de tratamiento ambulatorio y en el del centro de día. Ese centro cuenta además con 70 camas para internación. El viernes pasado estaban todas ocupadas.En los hospitales públicos de la Ciudad los servicios de tratamientos para adictos son prácticamente inexistentes, según reconoció el doctor Damín. "Y más escasos aún son, sobretodo, en el área de desintoxicación: esto solamente se hace en el Fernández", añadió. En ese hospital tienen una flamante sala con 10 camas de capacidad para tratar a consumidores de drogas con graves problemas de adicción que necesiten internación. Sonará incoherente, pero es cierto: la sala está cerrada con llave desde el año pasado. Damín está a la espera de que el Ministerio de Salud autorice su funcionamiento.

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