El obispo de Azul Hugo Manuel Salaberry se pronunció a favor que el Vaticano y la iglesia católica argentina abran los archivos y colaboren para ubicar a 400 nietos apropiados por la dictadura videlista y apoyó el reclamo que le hizo al papa Francisco la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto. Prometió ayudar a todos y en especial a los azuleños que buscan a sus nietos apropiados. Se trata de los hijos de María Segunda Casado y Paisano Frías; María Inés Carrieri y Miguel Velásquez
Juan Marcelo Soler y Graciela Moreno; Marta Pourtale y Juan Carlos Villamayor
Raúl Balbuena y Norma Raggio.
Monseñor Hugo Salaberry, obispo de Azul, miembro de la Conferencia Episcopal Argentina y jesuita igual que el Papa, dijo que "es un derecho básico el de la identidad y la iglesia católica debe colaborar abriendo los archivos y aportando la información que tenga", dando por descontado que sí la tienen a esa información. De todos modos, advirtió que el Vaticano no abre sus archivos usualmente con documentos de 70 años o más para atrás, o sea, tendría que romper esa regla, porque sino habría que esperar hasta el 2050.
En la carta que le dejó al Pontífice, las Abuelas le solicitan "que pida a los miembros de la Iglesia Católica y a sus feligreses que brinden la información que tengan sobre el paradero de los "nietos y nietas desaparecidos". Carlotto había dicho que iba a "darle por primera vez la mano a Bergoglio, ahora Francisco, con emoción, con el orgullo de que sea un argentino y con la esperanza" de que ayude a las Abuelas en su búsqueda, consigna el diario Clarín, cuya directora Ernestina Herrera de Noble afronta una causa por la adopción ilegal de sus dos hijos, Marcela y Felipe, que la misma señora ha reconocido en una editorial publicada años atrás en su diario que pueden ser hijos de desaparecidos.
Salaberry se comprometió a buscar información a quienes buscan nietos apropiados, en especial de azuleños
Salaberry hizo las declaraciones el viernes pasado entrevistado por el periodista Fernando Wilhelm en el programa "La Ventana" por FM 106.1 Universal de la ciudad de Azul, donde reside el obispo de la Diócesis de Azul, donde inicialmente iba a informar sobre la reunión reciente de la Conferencia Episcopal Argentina, donde participa como responsable del área Educación. Y en ese marco fue preguntado por el pedido de Carlotto.
El obispo de Azul se mostró confiado en que con el visto bueno del papa, la iglesia católica argentina podrá arrimar información sobre las adopciones ilegales y el destino de los 400 nietos que seguimos buscando.
El obispo de Azul se mostró confiado en que con el visto bueno del papa, la iglesia católica argentina podrá arrimar información sobre las adopciones ilegales y el destino de los 400 nietos que seguimos buscando.
La dictadura se apropió de unos 500 hijos, de madres que luego de dar a luz eran asesinadas por la dictadura. Gracias a la labor incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo un centenar de jóvenes pudieron recuperar su identidad, pero faltan unos 400 ubicar y que recuperen su verdadera identidad. En Azul Sebastián Casado recuperó su identidad en 2006, pero faltan los hijos de otros detenidos-desaparecidos azuleños, de los que no se sabe su paradero.
Lo que dijo Salaberry
Salaberry empezó agradeciendo la pregunta por la reunión entre el papa y Estela de Carlotto. "Gracias por la pregunta, viene bien, el pedido es que ayude a encontrar a esos chicos, con toda justicia, te diría que mucha gente uno mismo se ha ocupado, lo que pasa que sin la debida intensidad , respecto de los archivos que también deben ser vistos, obviamente, cada organismo tiene sus años en que no abre los archivos, la iglesia, Roma tiene 100 años para abrir los archivos, en el caso de la persecución judía en épocas de de Pío XII dio 70 años, de todas maneras esos archivos tienen que verse y yo quiero que se vean.
Lo que dijo Salaberry
Salaberry empezó agradeciendo la pregunta por la reunión entre el papa y Estela de Carlotto. "Gracias por la pregunta, viene bien, el pedido es que ayude a encontrar a esos chicos, con toda justicia, te diría que mucha gente uno mismo se ha ocupado, lo que pasa que sin la debida intensidad , respecto de los archivos que también deben ser vistos, obviamente, cada organismo tiene sus años en que no abre los archivos, la iglesia, Roma tiene 100 años para abrir los archivos, en el caso de la persecución judía en épocas de de Pío XII dio 70 años, de todas maneras esos archivos tienen que verse y yo quiero que se vean.
El obispo manifestó que tiene expectativas de encontrar a los 400 chicos que seguimos buscando. "Sí, si si, más bien -contestó- iría por el lado de la responsabilidad que hubo, si entiendo que muchos en el caso de Marengo (obispo antes que asumiera Bianchi Di Cárcano el 24 de marzo de 1976 el Obispado) es clarísimo. Que se conozca todo, en un abanico amplio de la iglesia en el periodo militar que salga todo lo que se hizo mal y se hizo bien. En esa época, muchos no la han vivido, todos los que tuvimos inquietudes sociales, que nunca las he dejado, los que estuvimos en movimientos de la iglesia, en movimientos sociales, políticos, yo era de los que iban a trabajar para ganar el dinero en las obras con la gente más marginal. Y todo eso era considerado sospechoso, a mí claramente el párroco de mi pueblo el padre Kauffman, un genio, que sabía lo que nosotros hacíamos, siempre nos cuidó y Bergoglio era responsable provincial de la Compañía (de Jesús), es difícil ahora reproducir la tensión del momento, ahora como conclusión tengo que decir nunca he dejado lo social".
Sobre la información que tiene la Iglesia y los nietos que se buscan de azuleños detenidos-desaparecidos dijo que: "Estoy totalmente disponible para todos, en especial los casos de acá, de mi diócesis, lo que pueda hacer lo voy a hacer, sin duda porque toda persona tiene derecho a su identidad, a conocer sus orígenes, todo lo que sea acercarse a la verdad nos va a ayudar a purificarnos para adelante".
Es sabido que la dictadura cívico-eclesiástico-militar tuvo el apoyo explícito de la jerarquía eclesiástica católica, que se inmiscuían en las adopciones ilegales e incluso hubo curas como Von Wernick que asistieron a sesiones de torturas a detenidos, en una época donde el Terrorismo de Estado funcionó en cientos de centros clandestinos de detención y extermino y dejó solo saldo 30.000 víctimas fatales.
Salaberry, el hombre del Papa en Azul
Salaberry cultiva un perfil más bien bajo, pero se involucra en cuestiones sociales de su diócesis y recientemente hizo gestiones para apoyar la reapertura de carreras en el Instituto de Formación Docente 2 de Azul, se muestra receptivo a inquietudes sociales y cultiva una buena relación con las comisiones vecinales, adonde llega caminando las calles de tierra como se lo ha visto en ocasiones. También recibe a diputados, representantes políticos y se muestra sensible a las cuestiones sociales y no tiene problemas en hablar con periodistas y medios de prensa.
En 2008, en pleno conflicto por las retenciones a la patria sojera, Salaberry echó al cura filo-nazi Miguel París y ordenó su traslado a otra ciudad. El cura que oficiaba como representa oficial de la iglesia en los actos públicos, había hecho declaraciones en FM del Pueblo 104.1 de Azul ofensivas contra las Madres de Plaza de Mayo, defendiendo y pidiendo un "perdón" para el genocida Videla, que ni él había pedido, ya estando incluso al dictador preso por delitos de lesa humanidad.
El pedido de sanción para el cura París había sido realizado públicamente por diversas organizaciones políticas y sindicales y de derechos humanos como la APDH-Azul, que realizó un acto de repudio y desagravio en la plaza San Martín de Azul, frente a la Catedral, con la presencia de Pedro Lanteri, titular de la radio de las Madres. Ese día el repudio fue también para el obispo Salaberry, por declaraciones tibias sobre los dichos de París, que entonces oficiaba como representante oficial de la iglesia en los actos públicos. "Hay muchas iglesias, cada uno que elija la que quiera", había dicho el obispo preguntado por la actitud de París, incluso algo ofuscado por los cuestionamientos.
Luego, meses más tarde, tal vez mensurando la resonancia pública de los hechos, decidió remover al cura defensor de genocidas y enviarlo a la localidad de Ayacucho, donde París intentó que renunciara el intendente kirchnerista por un supuesto hecho "de inseguridad", que se comprobó que no había sido tal. Al intendente le apedrearon y le rompieron los vidrios de la casa una turba de gente furiosa, alentada por el cura aliado a los sectores más oligárquicos de la ciudad que también había salido a la calle en manifestación.
Fuente: La Ventana, Diario digital de Azul
No hay comentarios:
Publicar un comentario