Por Ivana Romero
La escritora chilena Isabel Allende se encuentra en España presentando su última novela El cuaderno de Maya. En la Feria del Libro de Madrid se refirió a la reciente exhumación de los restos de su tío, el ex presidente derrocado por Pinochet.
Isabel Allende contó que sus nietos adolescentes le reclamaron que escribiera algo que a ellos les resultara interesante. “Pensé que todo lo que escribía les interesaba pero por lo visto, no”, agregó la autora chilena. Así surgió su última novela, El cuaderno de Maya, que Allende presentó en la Feria del Libro de Madrid y que ya se consigue en las librerías de Buenos Aires. La protagonista es una chica de 19 años que, según la escritora, es la suma, “de muchas personas” en especial dos de sus nietas, una muy atlética y otra “de carácter introvertido y sentimental”. En España, además, aprovechó los micrófonos para exigir que se resolviera el misterio de cómo murió el ex presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, mientras se desató el golpe de Estado en su contra liderado por Augusto Pinochet. “No puede ser que un país tenga en su historia una pregunta tan grande como ¿se mató a Allende, se suicidó o lo mataron?”, advirtió la autora. Y agregó que si los militares asesinaron al presidente y luego hicieron aparecer su muerte como suicidio, “quiere decir que desde las primeras horas del golpe militar ya el sistema estaba degenerado y corrupto y los crímenes comenzaron muy temprano”. La Justicia chilena exhumó a fines de mayo los restos de Allende del Cementerio General de Santiago para esclarecer las condiciones de su muerte. La versión asumida desde la primera autopsia es que se suicidó cuando los militares llegaron para tomar el Palacio de La Moneda. Sin embargo, algunas informaciones periodísticas aparecidas tras la exhumación apuntan ahora a que Allende podría haber recibido dos disparos.La escritora, sobrina del ex presidente, explicó que el resultado no cambiará “para nada” la imagen del líder chileno, pero sí podría contribuir para la de los militares que protagonizaron la rebelión. “Está claro que él no iba a salir vivo, ni jamás se iba a entregar para que lo arrestaran. Tampoco se iba a ir exiliado. Tenía que morir con las botas puestas, ya fuera por mano propia o asesinado”, aseguró a Efe. “Chile, necesita aclarar la muerte de Salvador Allende y saber con exactitud si se suicidó o lo mataron, porque, si lo asesinaron, el daño a la imagen de los militares sería mucho mayor.” <
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