jueves, 18 de agosto de 2011

ARIZONA LANZA SU SITIO XENOFOBIA.COM



El proyecto pretende recaudar 50 millones de dólares para una faena de la que se ocuparán reclusos de prisiones estatales. Alrededor del 41 por ciento son de origen hispano como los mexicanos y centroamericanos que se pretende filtrar.

Por Gustavo Veiga


El estado de Arizona tiene una extensión geográfica comparable a la de Italia (es apenas más pequeño), pero su política es tributaria de la Sudáfrica del Apartheid y las peores tradiciones xenófobas. Su gobernadora Jan Brewer acaba de lanzar un sitio en Internet (www.buildtheborderfence.com) para recibir donaciones que permitan levantar un muro antiinmigrantes. El proyecto, una iniciativa de su aliado, el senador republicano Steve Smith, pretende recaudar 50 millones de dólares para una faena de la que se ocuparán reclusos de prisiones estatales. Alrededor del 41 por ciento son de origen hispano, como los mexicanos y centroamericanos que se pretende filtrar. A cada preso se le pagaría 50 centavos de dólar la hora. Esta mano de obra barata deberá construir un paredón de hormigón coronado con alambre de púas a lo largo de 131 kilómetros. El propósito de tapiar la frontera encierra también una paradoja de la historia. De los 2.263.866 kilómetros cuadrados que Estados Unidos le arrebató a México en el siglo XIX mediante sucesivas invasiones, Arizona constituye algo más del 10 por ciento. En esa época, la corriente, migratoria era al revés: del norte al sur. También la forma de atravesar los territorios. Los colonos de antaño tomaron a tiros lo que hoy son Texas, California, Nuevo México, Nevada, Utah y Colorado. Los migrantes de hoy apenas viajan con lo puesto hacia lo que creen es la tierra prometida.
La página de la gobernación de Arizona interroga al visitante: ¿Acaso esto es una frontera segura? La fotografía de fondo sobre la que se escribió la pregunta muestra una fila de pilotes sobre un terreno arenoso. Parece un páramo. No hay nadie a la vista. Ni integrantes de la Guardia Nacional estadounidense, ni los disueltos Minuteman (grupos civiles antiinmigrantes), ni los cuerpos macilentos de quienes se lanzan a cruzar esa especie de Línea Maginot desde Sonora. La imagen intenta meter miedo. Y cautivar donantes para el emprendimiento que entusiasma a Smith, su mentor: “Estado por estado, la gente está respondiendo, porque no es sólo un problema de Arizona. Está viendo el efecto de los inmigrantes ilegales en su propio estado también”.
Con la zanahoria de que los aportantes podrán deducir su donativo del pago de impuestos, la página “Construir el muro en la frontera” invita a levantarlo de dos maneras: mediante transferencias on line o el pago con cheques a la orden de la gobernación. Los montos sugeridos van desde los cinco dólares –lo mínimo permitido– a los mil y se pueden depositar o pagar mediante tarjetas MasterCard, American Express o Discover Card a la orden de The border Security Trust Fund.
“Hemos recibido una avalancha de respuestas positivas al plan”, se ufanó Smith, quien promete certificados con la inscripción “I helped build the Arizona wall” (Yo ayudé a construir el muro de Arizona) para los que acompañen con su dinero la iniciativa de blindar la frontera. “Si podemos recaudar 50 millones, será un comienzo fabuloso”, dijo el senador.
Brewer y su socio republicano se quejan porque (argumentan) desde México llegan narcotraficantes, terroristas e inmigrantes indocumentados como si todos pertenecieran a la misma especie de indeseables. En la web que ya recauda fondos para el muro, y donde dice “Tu ayuda es necesaria”, Smith escribió: “Uno de los problemas más graves que tiene hoy América (¿?) es la falta de seguridad y control a lo largo del país y, en especial, en el límite con México. Esta falla permitió la invasión de carteles de la droga, pandillas violentas, una cantidad aproximada de 20 millones de inmigrantes ilegales y hasta terroristas”.
La página informa con el afán de captar donaciones que “el cerco construido en Yuma, Arizona, logró frustrar el 93 por ciento del cruce ilegal de personas en esa área. ¡Esto prueba que los cercos sirven! Ha habido alrededor de 35.000 muertes y asesinatos a lo largo del límite con México desde el año 2006. De acuerdo con una investigación del Comité de Seguridad Local, oficiales de inteligencia han descubierto que miembros del grupo terrorista Hezbolá se introdujeron en el país a través del límite sur. Los agentes de la patrulla limítrofe han recolectado trozos de tela militar en la zona, uno de ellos, con la palabra “mártir” escrita en árabe y otro con la figura de un avión militar”.
El senador también se queja de la máxima autoridad de Estados Unidos. “A pesar del discurso que dio el presidente Barack Obama el 10 de mayo de 2011 sobre que ‘el cerco está básicamente construido en su totalidad’, eso no es cierto”. Y cierra con un pedido: “Su donación es enteramente necesitada y apreciada. Gracias y que Dios continúe bendiciendo a los Estados Unidos de América”.
Juntos, Brewer y Smith ya habían promovido la ley SB-1070 que autoriza a la policía de Arizona a detener a cualquier persona sospechada de no tener los papeles en regla y a exigirles a los residentes legales la documentación que los avale. La norma fue suspendida por una jueza federal, pero eso no le impidió al temido y mediático sheriff Joe Arpaio, del condado de Maricopa, mantener en una improvisada prisión, montada con carpas en pleno desierto, a unos 1400 detenidos.
La mayoría son inmigrantes que cayeron en sus manos por cruzar la frontera sin papeles o que, teniéndolos, cometen contravenciones como conducir alcoholizados. En los primeros días de este mes, un informe periodístico de Univisión –el conglomerado de medios de habla hispana más grande de EE.UU.– señaló que en la cárcel de Tent City “el termómetro indicó lo que los presos ya podían sentir: un calor extremo de 62 grados...” Una fotografía que completaba la cobertura muestra a Arpaio utilizando un aparato para medir la temperatura en ese infierno.
Insensible a las condiciones de detención, el sheriff se preguntó: “¿Qué voy a hacer? ¿Sacarlos de la prisión porque hace demasiado calor? Hay personas trabajando en este calor, pero nadie siente pena por ellos”. El policía que no hubiera desentonado en las SS hitlerianas es la cara más conocida del sistema represivo de Arizona. Acusado en abril pasado por malversación de fondos, Arpaio tuvo en su prisión del desierto a un recluso muy famoso: Mike Tyson. Los detenidos de su feudo carcelario en Tent City, además de otras humillaciones, son obligados a vestir ropa interior rosa. El sheriff lanzó un nuevo modelo de prendas de ese color con la inscripción en español ¡Vamos José! Son calzoncillos que creó hace 17 años, se venden por 15 dólares y que también se comercializan con el texto en inglés: “Go Joe”.
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