martes, 23 de agosto de 2011

CURTIEMBRES PARA SACAR EL CUERO



La Autoridad de la cuenca Matanza-Riachuelo ya había identificado a una serie de curtiembres como agentes contaminantes. La ONG ambientalista Greenpeace reveló a qué empresas de marca proveen de cueros y presentó un informe responsabilizándolas.

Por Pedro Lipcovich


El cuero de los zapatos y carteras de Ricky Sarkany, de Grimoldi, de Prüne y de otras sofisticadas marcas provendría de curtiembres identificadas como “agentes contaminantes” por la autoridad de la cuenca Matanza-Riachuelo: así lo denunció Greenpeace. La entidad ambientalista adscribe a criterios internacionales por los cuales “la responsabilidad empresarial debe ir más allá de la comercialización y extenderse a todo el ciclo de vida de su producto”, explicó la responsable de la Campaña Riachuelo de esa organización. El rubro de las curtiembres, centrado en el partido de Lanús, es el más contaminante de toda la cuenca. Greenpeace advirtió también que la Argentina carece de “un registro público de las emisiones contaminantes de cada industria, lo cual permitiría que cualquier ciudadano pueda acceder a la información”.
El caso 1 de los que enumera el informe es el de la firma Ricky Sarkany: “Greenpeace comprobó que las curtiembres La Teresa, La Hispano y Arangio, que vierten sustancias contaminantes al Riachuelo, son proveedoras de Ricky Sarkany S.A.”. “La Teresa, ubicada en el partido de Lanús, fue declarada por Acumar (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo) agente contaminante, por exceder los parámetros de cianuros totales, benceno, tolueno, xileno, cromo trivalente y hexavalente” y, según el relevamiento efectuado por la propia Greenpeace, presentar “altísimos niveles de demanda biológica y química de oxígeno”, lo cual quiere decir que los efluentes consumen el oxígeno del agua, haciendo así imposible la vida acuática.
Según Greenpeace, la curtiembre La Teresa vende cueros a la empresa Neducal S.A., “fabricante de calzados para terceros”, que a su vez provee a Artesanos Húngaros, vinculado con Ricky Sarkany. Este tendría también entre sus proveedores a curtiembre La Hispano, también declarada por Acumar agente contaminante. En 2010, Ricky se proveyó también en la curtiembre Américo Gaita, a su vez agente contaminante y con una larga historia de denuncias en su contra.
El caso 2 es la firma Grimoldi: “Produce 700.000 pares de zapatos por año y el cuero que utiliza proviene de curtiembres que contaminan el Riachuelo”, que serían, según Greenpeace, “Angel Giordano, Sadesa y La Teresa, Américo Gaita y Curtiembre Napolitana”, todas ellas declaradas agentes contaminantes por Acumar.
La firma Prüne, dedicada a calzado, indumentaria y accesorios, “tiene como fabricante de sus productos a Cuerex, que a su vez se provee en las curtiembres Angel Giordano, La Hispano y Arangio, todas agentes contaminantes según Acumar. Cuerex, además, se proveería en Américo Gaita y, por intermedio de la firma Neducal, en la curtiembre La Teresa”.
En cuanto a zapatillas, las de marca Adidas son fabricadas por la firma Perchet, subsidiaria de la brasileña Paqueta. “Perchet tiene como proveedor de cueros a la curtiembre Sadesa, declarada agente contaminante por Acumar, y a María Lettieri, declarada por Acumar como agente contaminante.” Las zapatillas Puma en la Argentina son fabricadas por Unisol S.A.: “Curtiembre Napolitana es uno de sus proveedores” y otro sería María Lettieri. Además, “en 2009, la marca de calzados Natacha y la de indumentaria femenina Paula Cahen D’Anvers tenían entre sus proveedores a la curtiembre La Teresa”.
Consuelo Bilbao, coordinadora de la campaña Riachuelo de Greenpeace, sostuvo que “la responsabilidad empresarial debe ir más allá de la comercialización de su producto y extenderse a todo el ciclo de vida de ese producto, desde la fabricación hasta el reciclaje. Y los propietarios de las marcas están en posición clave para influir sobre toda su cadena de suministros. Las marcas líderes, de alta visibilidad, deben hacerse responsables por las emisiones que se liberan al medio ambiente en el proceso de producción”.
El propósito de Greenpeace es “que las empresas tengan políticas ambientales con respecto a sus proveedores, para influir en favor de la eliminación de sustancias peligrosas que se liberan al ambiente”.
Por otra parte, “si bien, especialmente en el último año, reconocemos avances en la gestión de Acumar, el monitoreo se limita al agua superficial, y lo que se registra es la concentración de sustancias contaminantes, y no la carga total: quiere decir que una empresa puede reducir esa concentración simplemente diluyendo en más cantidad de agua los contaminantes que elimina”, afirmó Bilbao.
La representante de Greenpeace agregó que “no sólo en Europa sino también en Chile, Ecuador, Perú, México y otros países, se ha implementado un registro público con el inventario de las emisiones de cada industria: esto sirve como línea de base para verificar que disminuya la contaminación y para que cualquier ciudadano, en Internet, pueda saber qué empresas contaminan y cuánto en cada caso; esta publicidad también es incentivo para que las empresas disminuyan sus emisiones”.
Más de la mitad
“Las curtiembres son responsables de más del 50 por ciento de los contaminantes de origen industrial en la cuenca Riachuelo-Matanza”, advierte el informe de Greenpeace, citando datos de Acumar, y observa que “si bien muchos establecimientos han sido declarados contaminantes desde 2009, a la fecha no se registra ninguna curtiembre que haya finalizado su reconversión industrial”. El poder del sector de las curtiembres no es despreciable en la Argentina: en 2009 sus ventas totalizaron 3331 millones de pesos.
“El sector curtiembrero se desarrolla principalmente en el partido de Lanús, donde existen unos 200 establecimientos, especialmente en Valentín Alsina y Lanús Oeste”, cuenta el informe. Los efluentes son arrojados directamente a la red pluvial, por donde llegan al Riachuelo. En el desagüe del colector pluvial Millán, uno de los principales de Lanús, se encontraron “las más altas concentraciones de cromo en la cuenca, así como de otras sustancias que consumen el oxígeno del río y que son potencialmente tóxicas”, advierte el informe. “Greenpeace realizó su propio análisis de las descargas líquidas y los sedimentos en el sitio. Las muestras fueron analizadas en el laboratorio de Greenpeace de la Universidad de Exeter en Inglaterra. El cromo no sólo se halla en altas concentraciones en el efluente, sino que los sedimentos revelaron una concentración diez veces mayor a los valores naturales. Esto revela que se trata de un aporte continuo de cromo” que, especialmente en su presentación hexavalente, “es altamente tóxico aun en concentraciones bajas” y “un conocido carcinógeno”, tal como recuerda el informe de Greenpeace.
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