martes, 23 de agosto de 2011

"EL GARRAHAN NO VA A DISCRIMINAR NI VA A RECHAZAR A NINGÚN PACIENTE"



Por Christian Boyanovsky Bazán


Alberto Goldberg, presidente del Consejo de Administración del hospital, aseguró en una entrevista con Tiempo Argentino que el centro pediátrico bijurisdiccional, emplazado en la Ciudad, “atiende a todo el que necesite de él”.


La administración del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan fue motivo de un largo debate por el Presupuesto 2011 de la Ciudad, cuando el Ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, anunció un recorte de casi 100 millones de pesos, ya que “los porteños realizan sólo un 15% de las consultas”. Para sus directivos, en cambio, este centro de referencia, que pertenece al Estado Nacional y a la Ciudad, y que recibe pacientes de todas las latitudes, “atiende a todo el mundo que necesite de él”. Así lo afirmó Alberto Goldberg, médico pediatra y presidente del Consejo de Administración. La conducción difiere de la de cualquier otro hospital emplazado en la Ciudad. Lo dirige un consejo de cuatro miembros, dos nombrados por el gobierno nacional y dos por el porteño. Entre ellos eligen a quien los presidirá. Goldberg es presidente desde 2005. Al igual que sus colegas, María Cristina Giménez (Nación), Rubén Nieto y Marcelo Scopinaro (Ciudad), pertenece a la esfera del Garrahan desde hace décadas. Goldberg y Scopinaro explicaron a Tiempo Argentino cómo se administra un centro que contiene a 4000 trabajadores, atiende por guardia a 62 mil chicos y practica 11 mil cirugías al año.–¿Debemos considerar al hospital como nacional o de la Ciudad?Alberto Goldberg: –Desde el punto de vista formal, es un ente bijurisdiccional, de la Nación y la Ciudad, a través de sus ministerios de Salud.–Y desde el punto de vista de la atención, ¿a quién está dirigido?AG: –Atiende a todo el mundo que necesite de él. Atiende, prácticamente, a la misma población que el resto de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, y seguramente del área Metropolitana. Nosotros atendemos, porcentualmente, un 15 o 16% de residentes de la Ciudad de Buenos Aires, un 22% del interior del país, y el resto es del Conurbano, en su mayoría, y de la provincia de Buenos Aires.Marcelo Scopinaro: –Ese 15% es igual en cualquiera de los hospitales porteños. El dato es importante, porque más de una vez se debatió, a nivel del gobierno de la Ciudad, si el aporte presupuestario era justo. Ahora, en el resto de los hospitales porteños hay un porcentaje enorme que viene del Conurbano Bonaerense y un porcentaje mínimo, del interior del país. Acá, el porcentaje del resto de las provincias es superior. Eso es porque es un hospital de referencia nacional.–¿Este 15% es una demanda lógica para un centro como este?MS: –Ese 15% refleja la necesidad de cobertura médica pública que existe en la Capital Federal.–O sea que ese 15% puede ser el 100% del sector que necesita de esa atención.MS: –Exactamente. Y otra cosa que demuestra este hospital es que, cuando no hay adecuados niveles de atención en muchas zonas, se produce una migración buscando calidad. Es así de sencillo.AG: –Nosotros no discriminamos. Atendemos a los que vienen. La proporción se da en forma espontánea y natural. Por supuesto que hay momentos de saturación, a lo mejor por patologías que no son de alta complejidad, como las estacionales. Se da la suma de nuestros pacientes complejos con los de mediana o baja complejidad, que a lo mejor, atraídos por la aureola del hospital o porque no tienen una contención en el lugar donde viven, acceden al hospital y esto hace un pico de demanda que nos genera problemas, porque nosotros no restringimos quién puede venir. Y dada la realidad del país, a lo mejor está muy bien hacerlo, nos sentimos comprometidos con las necesidades de la gente. No vamos a rechazar ningún paciente que venga a nosotros. Estamos para resolver el problema que tiene la persona que llega al hospital. –En la última discusión presupuestaria, el gobierno de la Ciudad planteó que iba a recortar unos 100 millones de pesos.MS: –Eran 350 millones (pedidos a cada jurisdicción) y la oferta del Poder Ejecutivo del gobierno de la Ciudad fue de 260. Eso se solucionó en la Legislatura, porque en definitiva es la que aprueba. En marzo se votó el Presupuesto y, por la presión de los distintos bloques de la Legislatura, se restituyeron esos 90 millones. Fueron tres o cuatro meses de incertidumbre y zozobra, pero al final se resolvió.–¿Qué implicaría un recorte de esa naturaleza?AG: –El hospital prioriza siempre insumos para atención y salarios. Como maneja su propio presupuesto, tiene planificadas desde obras de refacción y mantenimiento a compra de equipamiento. Cuando hay una restricción presupuestaria, obviamente lo que se afecta es la incorporación o renovación de tecnología, o lo que harías vos en tu casa: no pintás, no arreglás, y esto es lo que de alguna manera ha sucedido en otros períodos donde la situación del país era diferente. –¿Y los conflictos salariales?AG: –Los problemas que hemos tenido, en primer lugar quiero decir que han sido circunscriptos a un gremio. Nosotros tenemos tres gremios y una asociación de profesionales. Tenemos una paritaria propia…–Se ven unos carteles bastante enojados con la paritaria.AG: –Los tres gremios que tienen personería gremial han participado. Uno de ellos, ATE, se retiró. Los otros dos han tenido demandas, firmaron el resultado de la paritaria y están conformes. El mayoritario es UPCN, después viene ATE, y después, Sutecba. Nosotros entendemos que es absolutamente válida la búsqueda de una mejoría salarial y de mejores condiciones laborales. Pero si bien somos autárquicos y autónomos en el manejo, no decidimos el dinero que recibimos. Nos tenemos que atener al presupuesto. Una vez que se resuelve la paritaria, se pide una ampliación presupuestaria a cada jurisdicción. Los salarios que tiene el hospital son muy buenos, nunca suficientes, pero sí comparados con los públicos y privados, en salud. Y se lo merece la gente, no tengo la menor duda.–¿Hubo problemas con pedir una partida y no recibirla?AG: –Sí. –¿Y cómo se resolvió?AG: –Nunca nos ha faltado apoyo de la Nación. Con la Ciudad siempre hubo alguna dificultad, pero han apoyado con lo que han podido, porque la situación no es la misma. La Nación tiene dos hospitales, y la Ciudad, 33. Pero nos han apoyado, no es que nos dejaron sin presupuesto. A partir de 2005, no en forma simétrica, pero nos han apoyado.MS: –Inclusive en los últimos tres años, con cierta demora, el aporte fue igual.AG: –Sí, sí. Con demora, bueno, no es homogénea, pero bueno, puede ser entendible, no nos toca a nosotros evaluar. Hemos tenido apoyo presupuestario que nos permitió hacer un salto tecnológico y cambios edilicios importantes.–¿Hay discusión política entre los consejeros de las distintas jurisdicciones?AG: –Creo que los éxitos más importantes que tiene el hospital es que desde los distintos signos políticos le han dado continuidad. En lo personal, siempre nos ubicó la necesidad institucional y, sobre todo, el paciente, eso te alinea todo. Las visiones políticas no han obstruido. La mayoría de las decisiones son por consenso.MS: –Tanto Goldberg como Cristina Giménez como yo estamos en el hospital desde que se abrió. Entonces, si yo vengo de Ciudad y ellos de Nación, después de 24 años de convivencia, no importa. <

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