El 2009 se acaba de llevar los diez años más importantes en la historia del club. Nunca nadie ganó tanto. "Hubo mucho de casualidad, si le hubiera dicho que sí a la Selección, no habría dirigido a Boca", repasa Bianchi a pedido de Olé.
Por Ramiro Scandolo
La década es un período de diez años referido a las decenas de un siglo. El nuevo período comenzó el primer día del 2010. El último del 2009, entonces, se terminó una década y con eso, se cerró un capítulo en la historia del fútbol. Como los 80 y 90 tuvieron sus colores, a pesar del 2009 malo, el primer decenio del siglo XXI fue puramente azul y oro. Con 16 títulos entre locales e internacionales, apenas cuatro menos de los que ganaron los otros clubes argentinos juntos.El éxito de Boca comenzó a tomar forma a mediados de la década anterior, con la asunción de Macri y luego, tras ciclos fallidos de Bilardo y Veira, con la llegada de Bianchi. "Conozco mucho el mundo Boca y vi pasar varios presidentes desde que llegué en 1973 y estoy convencido de que la era de Mauricio fue la mejor", explica el Chino Benítez, gloria como jugador y campeón como DT. Y agrega el Virrey, sobre lo que logró al frente del equipo: "Hay un poco de casualidad en todo, la vida está hecha de casualidades... Si le hubiera dicho que sí a la Selección no habría dirigido a Boca".El bicampeonato local Apertura 98-Clausura 99, que no cuentan en esta historia, fue el despegue y ya con el cambio de década y milenio, se dio el salto internacional, con una cosecha de 11 copas que hoy es única y supera ampliamente a las cinco de los demás clubes argentinos. "Me da un inmenso placer que la década de Boca haya sido tan buena. Yo tuve la suerte de tener planteles llenos de excelentes jugadores, no sólo por sus condiciones futbolísticas sino por su inteligencia. A un técnico se le simplifica todo cuando los jugadores comprenden lo que se les pide", dice Bianchi sobre sus equipos. Y enseguida completa: "Boca ganó presencia mundial a partir del 2000, cuando le ganó al Real. Logró reconocimiento y, con continuidad en torneos internacionales y finales, consolidó su presencia entre los mejores del mundo. Pero la mística no la crea un técnico solo, sino esos grandes planteles". Y la mística creada por los planteles y la mano del Virrey, justamente, se mantuvo con los años.Después de las tres Libertadores y las dos Intercontinentales con Bianchi, Boca tuvo en el 2004 dos tropiezos que se parecieron al fin de un ciclo dorado, con la derrota en la final de la Copa ante el Once Caldas y la caída en la Recopa frente al Cienciano. Pero no fue así. La Sudamericana a fines de ese 04 que venía mal fue el repunte y el primer logro post-Bianchi. "La continuidad de los jugadores es un poco el secreto del éxito en continuado", dice el Chino Benítez. Y con Basile, a mediados del 2005, se relanzó definitivamente el período de gloria, los cinco títulos en el 2005 y 2006 ubicaron al Coco entre los técnicos más grandes de la historia del club.Lo sorprendente de esta década xeneize es que varias veces pareció apagarse el brillo, pero siempre resurgió apoyado en las mismas figuras. Porque se fue Basile, sufrió un golpe duro con La Volpe y luego con Miguel Russo volvió a lo más alto de América, en la Libertadores 07. Y al otro año, ya con Ischia, sumó otros dos títulos... "Hay jugadores que ganaron todo en Boca y son muy importantes para marcar el camino y que no se corten los éxitos. Puede pasar que después de una campaña mala se los apunte como responsables, pero la experiencia es fundamental y necesaria en todo plantel", analiza el Melli Guillermo, con 16 títulos en el club.Boca, de ahora en más, puede ganar o perder, pero ya nadie le quita haber tenido su década. La década de oro (y azul).
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