domingo, 3 de enero de 2010

"¡DETÉNGASE!"


La carta del documentalista Michael Moore a Obama por el envío de tropas a Afganistán.


Estimado presidente Obama:


¿De veras quiere usted ser el nuevo “presidente de la guerra”? Si mañana por la noche anuncia que, lejos de retirar, aumentará las tropas en Afganistán, entonces será el nuevo presidente de la guerra. Y así hará lo peor que usted puede hacer: destruir los sueños y esperanzas que muchos millones de personas han depositado en su persona. Con el discurso de mañana podría convertir a una multitud de jóvenes que fueron los pilares de su campaña en cínicos desilusionados. Su trabajo no es hacer lo que los generales le digan. NOSOTROS le decimos al Estado Mayor qué hacer, no al revés. Eso fue lo que el presidente Truman le ordenó al general MacArthur cuando este quiso invadir China: “Está despedido”, dijo Truman. Y usted debería haber despedido al general McChrystal cuando este se dirigió a la prensa para decir lo que USTED debía hacer. Hace 30 años, en el Día de Acción de Gracias, los generales soviéticos tuvieron una genial idea: “Vamos a invadir Afganistán”. Bueno, esto resultó ser el último clavo en el ataúd de la URSS. Afganistán es conocido como el “Cementerio de los Imperios”. Si no lo cree, llame a los británicos. Por cierto, tengo el número de Gorbachov. Estoy seguro de que él podría darle una reprimenda por el error histórico que está a punto de cometer. Con nuestro colapso económico en pleno apogeo y nuestros preciados jóvenes siendo sacrificados sobre el altar de la arrogancia y la codicia, la ruptura de esta gran civilización que llamamos América nos conducirá aceleradamente al olvido si usted se convierte en el presidente de la guerra. Los imperios nunca piensan que el fin está cerca, hasta que lo tienen delante. Yo sé que usted sabe que quedan menos de un centenar de miembros de Al-Qaeda en Afganistán.


¿Cientos de miles de tropas para aplastar a unos cientos de chicos que viven en cuevas? ¿Cree en las mentiras de Bush? Me niego a creerlo.Sus patrocinadores corporativos lo abandonarán tan pronto como concluya su mandato y la nación volverá a estar en las seguras manos de los mismos idiotas que cumplen órdenes. El pueblo aún lo quiere. El pueblo aún tiene un rayo de esperanza. Pero el pueblo no va a aguantar más. No podemos hacernos responsables de su derrumbe cuando lo elegimos por un amplio margen para hacer el trabajo bien hecho. ¿Qué parte de “victoria arrolladora” es la que no entiende? Ellos no pararán hasta que este país esté hecho pedazos y cada dólar les sea sustraído a los pobres o aquellos que pronto lo serán.¿Qué haría Martin Luther King Jr.? ¿Qué haría su abuela? No enviar más pobres a asesinar a otros pobres que no representan ninguna amenaza. No gastar miles de millones de dólares para sufragar guerras cuando hay niños durmiendo en las calles y en las colas para el pan. Todos los que votamos y rezamos por usted y lloramos por la noche su victoria hemos soportado un infierno de ocho años de crímenes cometidos en nuestro nombre: torturas, capitulación, suspensión de los derechos, invasión a naciones que no nos han atacado, desaparición de vecindarios donde Saddam supuestamente estaba (pero nunca estuvo), y masacres en bodas afganas. Observamos cómo cientos de miles de civiles iraquíes fueron masacrados y decenas de miles de nuestros valientes soldados han sido asesinados, mutilados, o han sufrido angustia mental, un terror que apenas se conoce. Cuando lo elegimos no esperábamos milagros. Ni siquiera esperábamos muchos cambios. Pero esperábamos algunos. Pensamos que iba a detener la locura, la matanza.¡Deténgase! Por el bien de la vida de los jóvenes estadounidenses y los civiles afganos. ¡Deténgase! Por el bien de su presidencia y el futuro de nuestra nación. Por el amor de Dios, ¡deténgase! Esta noche aún tenemos esperanzas. Mañana ya veremos. Puede actuar con coraje. Contamos con usted.

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