El obispado de Neuquén, que encabeza monseñor Marcelo Melani, lamentó "demasiado silencio, falta de participación en las demandas de los familiares de los desaparecidos, hacer oídos sordos al reclamo de justicia", de parte de la Iglesia durante la dictadura militar, en un documento que se distribuyó en todas las parroquias de la provincia con motivo del juicio que se le siguió al ex capellán de la Policía Bonaerense, Cristian Von Wernich en 2007.
"Con dolor no podemos dejar de reconocer que, si bien no toda la jerarquía fue sorda al sufrimiento de tantos hermanos, no toda la Iglesia asumió esta actitud imprescindible para ser coherentes con lo que creemos y predicamos", señala la cartilla pastoral.
El documento fue elaborado por el Equipo de Pastoral Social del obispado neuquino que es coordinado por el párroco de la ciudad neuquina de Centenario, Rubén Capitanio, quien el próximo lunes declarará como testigo en el juicio a Von Wernich que se sigue en la La Plata.
El texto recuerda la actitud de "compromiso en esa hora negra de la Patria" de obispos como Jaime De Nevares, Miguel Esteban Hesayne, Jorge Novak, Enrique Angelelli, Ponce de León y otros sacerdotes y laicos "fieles al Evangelio".
"Demasiado silencio, falta de participación pública en las demandas de los familiares de los desaparecidos, hacer oídos sordos al reclamo de justicia, demasiada debilidad para llamar al mal provocaron que apareciéramos como cercanos a los dictadores de la muerte, mientras debíamos ser apóstoles de la vida", indica el documento.
En tanto, indica que "no se trata de juzgar nosotros al padre Cristian Von Wernich sino será bueno hacer memoria y pensar qué actitud tuvimos cada uno, nuestras comunidades y toda la Iglesia ante el avasallamiento de la vida y de los derechos más elementales".
"Será bueno reconocer que todavía hace falta unirnos como hermanos para, con la humildad del pecador que se arrepiente en serio, pedir perdón y reconocer que nos falta mucho para alcanzar la verdadera justicia y paz y una auténtica reconciliación", agregó.
Finalmente, el texto exhorta a que "esta actitud nos comprometa a que nunca más volvamos a callar, a permanecer indiferentes, a encerrarnos en nuestros miedos" y pide que "sepamos asumir la responsabilidad de anunciar el Dios de la vida 'cueste lo que cueste' defendiendo los derechos y la dignidad de todos los seres humanos".
Fuente: Télam
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