jueves, 14 de abril de 2011

LA INSEGURIDAD UNIFORMADA


Miguel Pocovi, imputado como jefe de una banda dedicada a robar fertilizantes transportados en camiones, está prófugo. También vendía protección. Con él imputaron a otros cuatro policías. Detuvieron al de menor rango. El jefe de la DDI fue procesado. Por Horacio Cecchi

El jefe de la Bonaerense en la Departamental Pergamino, un subcomisario, un jefe de calle, otro de prevención y un oficial fueron procesados y recibieron orden de detención. Los cinco fueron acusados de formar parte de una banda que en conjunto con camioneros descargaban parte del contenido de tanques cargados de combustible o fertilizantes que depositaban en otros tanques y volvían a recargarlos con agua. Además, cobraban seguridad a comerciantes, dueños de hoteles y prostíbulos, bajo la arcaica lógica del “elegí: o te protejo o te robo”. El titular de la Departamental, Miguel Pocovi, había asumido el cargo en diciembre de 2009, para cambiar la cara de la Bonaerense luego del papelón del caso Pomar. El jefe de la DDI de Pergamino, Sergio Aliani, quien también había formado parte en el intento de lavado de cara policial, está procesado por el mismo motivo, pero por encubrimiento. De los cinco pedidos de detención, por el momento sólo se cumplió el obvio, el del perejil de turno. Los otros cuatro están prófugos. En diciembre de 2009, apenas asumido en el cargo tras el escándalo del caso Pomar, al comisario mayor Miguel Pocovi le tocó presidir la ceremonia por el 129º aniversario de la creación de la Bonaerense. En su discurso, ajustado al oficial, instó a los uniformados que lo escuchaban a “recomponer desde cada uno de sus miembros la claridad sobre la misión que la ciudadanía y el Estado nos encomienda, el sentido de pertenencia, los valores compartidos y la capacidad de brindar un servicio público de calidad ...”. Ayer, Pocovi no había sido visto por el lugar, prófugo luego de la orden de detención del juez 2 de Garantías, Julio Caturla, tras el pedido de la fiscal 5 de Pergamino Patricia Fernández. Fernández inició la investigación en septiembre pasado, cuando se obtuvieron datos sobre el robo de combustibles y fertilizantes transportados en camiones. Los distribuidores, al recibir el camión, empezaron a detectar que llegaban muy rebajados. Los investigadores detectaron que los choferes ingresaban a dos zonas conocidas como “bajaditas”, descargaban en tanques la mayor parte del líquido que transportaban y luego recargaban la parte vacía con agua. El fertilizante puro era vendido en Pergamino y el resto seguía su viaje. Primero la hipótesis fue que los choferes trabajaban por su cuenta, pero la realidad llamó a la puerta: el trabajito de descarga y distribución no se podía llevar adelante sin protección policial. En las escuchas telefónicas ordenadas saltaron las líneas y las voces de uniformados. Una de ellas, según la fiscalía, correspondió a Pocovi. El primer imputado fue el ahora ex jefe de la DDI de Pergamino, el comisario Sergio Aliani, en su momento también aire fresco después de lo de los Pomar, por parte de la fiscalía 7, a cargo de Alejandra Ghiotti, por encubrimiento agravado, pero se le concedió la eximición de prisión. La fiscal Fernández, por su lado, consideró a Pocovi como jefe de una asociación ilícita a la que le agregó incumplimiento de los deberes de funcionario público y exacciones ilegales porque, además, el grupo se dedicaba según los datos recogidos en la investigación a “pedir” contribuciones, por llamarlas de alguna manera, a los dueños de boliches, prostíbulos, hoteles de Pergamino y Arrecifes a cambio de seguridad. En la banda sumó al subcomisario Guillermo Gómez; al jefe de calle de la 2ª de Pergamino, Javier López; a Mauricio Esteban Guareschi, jefe de Prevención de la 1ª, y al oficial Carlos Alberto Ortega, el único que encontró la comisión de Bonaerenses que fue en pos de ellos. Todos fueron buscados en operativos efectuados en Pergamino, Chacabuco, Mar del Plata y la Capital Federal y la Jefatura Departamental fue allanada en procura de documentación de los antiguos jefes. La banda era mixta: la mitad estaba de licencia y la otra mitad había sido apartada en febrero.

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