POR PRIMERA VEZ, LAS COOPERATIVAS SON INCLUIDAS EN EL PROCESO DE RECOLECCION DE RESIDUOS EN LA CIUDAD.
La licitación más cara de la ciudad de Buenos Aires será para las mismas siete empresas que hoy prestan el servicio de recolección. Pero sólo recogerán los residuos húmedos. Para los reciclables se presentaron trece cooperativas de cartoneros.
Por Eduardo Videla
Por Eduardo Videla
El negocio de la recolección de residuos en la ciudad de Buenos Aires quedaría en las mismas manos empresarias que lo gestionan hasta hoy. Las mismas siete empresas que prestan el servicio en la actualidad se asociaron en tres uniones transitorias, que hicieron ofertas por las tres zonas en que se divide la ciudad. No se presentó la empresa Covelia, que presta el servicio en varios municipios del conurbano y había mostrado interés en esta licitación, mediante la compra del pliego. Por primera vez, el régimen de higiene urbana contemplará la separación domiciliaria de residuos: mientras las empresas recogerán los húmedos (u orgánicos), cooperativas de cartoneros se ocuparán de los secos o reciclables. Trece organizaciones de recuperadores se presentaron al concurso que, también por primera vez, los incorporará formalmente al sistema. Su participación, además, contribuirá a disminuir el volumen de residuos a enterrar en rellenos sanitarios y a cumplir, en alguna medida, con la Ley de Basura Cero. Mientras la gestión de los húmedos demandará un presupuesto de casi 2000 millones de pesos anuales, para los cartoneros están previstos unos 110 millones de pesos.
El contrato para la recolección de residuos en la ciudad venció en febrero del año pasado y desde entonces el gobierno viene renegociando prórrogas con las empresas prestadoras. El nuevo contrato será por cuatro años, prorrogable por uno más, tanto para las empresas como para las cooperativas. El proceso licitatorio se inició en abril del año pasado, con la publicación del pliego, e incluyó una audiencia pública a fines de julio. Ayer se realizó la apertura de los sobres con la oferta técnica presentada por las empresas. El proceso de análisis de las propuestas llevará no menos de cinco meses, tras lo cual se cotejarán las ofertas económicas. Se estima que la adjudicación se hará antes de fin de año, y la puesta en marcha del nuevo contrato no será antes de marzo de 2012. Salvo que el partido que gobierna la ciudad no resulte ganador. “En ese caso, se le consultará al candidato vencedor y será él quien decida”, aseguró a Página/12 el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.
A diferencia del actual contrato prorrogado, la ciudad no estará dividida en cinco zonas (más un área testigo gestionada por el Estado), sino en tres más una. Las zonas están delineadas de acuerdo con la división geográfica de las comunas (ver mapa). También fueron tres las UTE que se presentaron: la que conforman Cliba (Benito Roggio) y Aesa; la que integran Impsa (Pescarmona), Emepa y Transportes Olivos, y la tercera, en la que se asociaron Ashira SA y Martin y Martin.
La UTE del grupo Roggio y la de Pescarmona presentaron ofertas para las tres zonas, mientras que el tercer consorcio sólo se postuló para la zona 3, que incluye las comunas 9, 10, 11 y 15, en el oeste de la ciudad. El volumen de las propuestas convirtió en simbólico el concepto de “apertura de sobres”, ya que las ofertas de las dos primeras UTE vinieron presentadas en enormes armarios –uno de madera, el otro de metal–, con biblioratos y miles de fojas.
La empresa Covelia, cuya propiedad se atribuyó al titular de la CGT, Hugo Moyano –algo que el propio camionero rechazó–, no se presentó a la compulsa. El hecho fue destacado en los comunicados oficiales y mereció un texto de la empresa, en el que advierte que fue “obligada” a desistir de participar.
La ceremonia se llevó a cabo en el primer piso del Centro Cultural General San Martín. Más abajo, en el entrepiso de ese mismo edificio, se llevaba a cabo en forma simultánea la apertura de los sobres con las propuestas de las cooperativas de cartoneros. No era una licitación pública, sino un concurso en el que participaron trece cooperativas. Cinco de ellas ya tenían derechos adquiridos sobre zonas en las que actualmente prestan servicio y deben validar esos derechos con su propuesta técnica. El resto de la superficie de la ciudad se dividió en doce zonas, sobre las que presentaron ofertas las cooperativas. De acuerdo con el pliego de condiciones, cada organización no podrá gestionar más de dos zonas.
Las organizaciones históricas que se presentaron al concurso son las cooperativas El Ceibo, El Alamo, Del Oeste, Amanecer de los Cartoneros (Movimiento de Trabajadores Excluidos) y Recuperadores Urbanos del Oeste. A todas se les respetan las áreas de trabajo actuales, según el acuerdo al que arribaron antes del llamado a concurso. Las nuevas cooperativas son Cartoneros del Sur, Madreselvas, Alelí, Por Siempre Unidos, Trabajo y Dignidad, El Trébol, Baires Cero y Primavera. Sólo una de las zonas concursadas no recibió ofertas de las organizaciones.
¿Cómo funcionará el nuevo sistema de recolección de residuos? Los vecinos y los grandes generadores deberán separar la basura en origen: por un lado los húmedos y por otro, los secos. La ciudad estará ciento por ciento contenerizada, es decir que las bolsas con residuos húmedos serán depositadas en contenedores y recogidos por los camiones.
En cuanto a los reciclables, serán recogidos puerta a puerta por las cooperativas, en días previamente determinados. Esos materiales luego serán vendidos por los propios cartoneros o bien entregados a los centros verdes, donde se hará la clasificación. La venta del material será la principal fuente de ingreso de los recuperadores.
La convocatoria al concurso de recuperadores urbanos se basa en el principio de la inclusión: el presupuesto contemplado para la gestión prevé la afiliación a una obra social, un seguro contra accidentes y los camiones para transportar los materiales recolectados.
“Buscamos un cambio de paradigma. Para eso llamamos a una audiencia pública de donde sacamos muchas propuestas que fueron incluidas en el pliego”, destacó Santilli, al finalizar la apertura de sobres.
Por su parte, el diputado Eduardo Epszteyn consideró “auspicioso” el avance de la licitación, aunque advirtió que “resulta sumamente extraño que se presenten solamente las mismas empresas que prestan el servicio en la actualidad”.
El contrato para la recolección de residuos en la ciudad venció en febrero del año pasado y desde entonces el gobierno viene renegociando prórrogas con las empresas prestadoras. El nuevo contrato será por cuatro años, prorrogable por uno más, tanto para las empresas como para las cooperativas. El proceso licitatorio se inició en abril del año pasado, con la publicación del pliego, e incluyó una audiencia pública a fines de julio. Ayer se realizó la apertura de los sobres con la oferta técnica presentada por las empresas. El proceso de análisis de las propuestas llevará no menos de cinco meses, tras lo cual se cotejarán las ofertas económicas. Se estima que la adjudicación se hará antes de fin de año, y la puesta en marcha del nuevo contrato no será antes de marzo de 2012. Salvo que el partido que gobierna la ciudad no resulte ganador. “En ese caso, se le consultará al candidato vencedor y será él quien decida”, aseguró a Página/12 el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.
A diferencia del actual contrato prorrogado, la ciudad no estará dividida en cinco zonas (más un área testigo gestionada por el Estado), sino en tres más una. Las zonas están delineadas de acuerdo con la división geográfica de las comunas (ver mapa). También fueron tres las UTE que se presentaron: la que conforman Cliba (Benito Roggio) y Aesa; la que integran Impsa (Pescarmona), Emepa y Transportes Olivos, y la tercera, en la que se asociaron Ashira SA y Martin y Martin.
La UTE del grupo Roggio y la de Pescarmona presentaron ofertas para las tres zonas, mientras que el tercer consorcio sólo se postuló para la zona 3, que incluye las comunas 9, 10, 11 y 15, en el oeste de la ciudad. El volumen de las propuestas convirtió en simbólico el concepto de “apertura de sobres”, ya que las ofertas de las dos primeras UTE vinieron presentadas en enormes armarios –uno de madera, el otro de metal–, con biblioratos y miles de fojas.
La empresa Covelia, cuya propiedad se atribuyó al titular de la CGT, Hugo Moyano –algo que el propio camionero rechazó–, no se presentó a la compulsa. El hecho fue destacado en los comunicados oficiales y mereció un texto de la empresa, en el que advierte que fue “obligada” a desistir de participar.
La ceremonia se llevó a cabo en el primer piso del Centro Cultural General San Martín. Más abajo, en el entrepiso de ese mismo edificio, se llevaba a cabo en forma simultánea la apertura de los sobres con las propuestas de las cooperativas de cartoneros. No era una licitación pública, sino un concurso en el que participaron trece cooperativas. Cinco de ellas ya tenían derechos adquiridos sobre zonas en las que actualmente prestan servicio y deben validar esos derechos con su propuesta técnica. El resto de la superficie de la ciudad se dividió en doce zonas, sobre las que presentaron ofertas las cooperativas. De acuerdo con el pliego de condiciones, cada organización no podrá gestionar más de dos zonas.
Las organizaciones históricas que se presentaron al concurso son las cooperativas El Ceibo, El Alamo, Del Oeste, Amanecer de los Cartoneros (Movimiento de Trabajadores Excluidos) y Recuperadores Urbanos del Oeste. A todas se les respetan las áreas de trabajo actuales, según el acuerdo al que arribaron antes del llamado a concurso. Las nuevas cooperativas son Cartoneros del Sur, Madreselvas, Alelí, Por Siempre Unidos, Trabajo y Dignidad, El Trébol, Baires Cero y Primavera. Sólo una de las zonas concursadas no recibió ofertas de las organizaciones.
¿Cómo funcionará el nuevo sistema de recolección de residuos? Los vecinos y los grandes generadores deberán separar la basura en origen: por un lado los húmedos y por otro, los secos. La ciudad estará ciento por ciento contenerizada, es decir que las bolsas con residuos húmedos serán depositadas en contenedores y recogidos por los camiones.
En cuanto a los reciclables, serán recogidos puerta a puerta por las cooperativas, en días previamente determinados. Esos materiales luego serán vendidos por los propios cartoneros o bien entregados a los centros verdes, donde se hará la clasificación. La venta del material será la principal fuente de ingreso de los recuperadores.
La convocatoria al concurso de recuperadores urbanos se basa en el principio de la inclusión: el presupuesto contemplado para la gestión prevé la afiliación a una obra social, un seguro contra accidentes y los camiones para transportar los materiales recolectados.
“Buscamos un cambio de paradigma. Para eso llamamos a una audiencia pública de donde sacamos muchas propuestas que fueron incluidas en el pliego”, destacó Santilli, al finalizar la apertura de sobres.
Por su parte, el diputado Eduardo Epszteyn consideró “auspicioso” el avance de la licitación, aunque advirtió que “resulta sumamente extraño que se presenten solamente las mismas empresas que prestan el servicio en la actualidad”.
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