lunes, 4 de abril de 2011

"NADIE LLEGA AL GOBIERNO PARA EL APLAUSO"


Por Alejandro Días Alves Durante el verano, la mayoría de las propuestas teatrales se concentran en Mar del Plata y Villa Carlos Paz. Sin embargo, hay ciertos actores que se transforman en nómades y salen de gira por diversas ciudades. O, simplemente, comparten sus creaciones entre la costa atlántica y Buenos Aires. En este último grupo aparece el excelente cómico Fabio Alberti, quien alterna entre dos grandes capitales teatrales con su puesta Boluda total. Allí sale a escena la reconocida conductora Coti Nosiglia, que combina toda su torpeza, más su zoncera, a lo cual hay que sumarle un costado naïf. En síntesis, la ecuación, como dice el actor, termina siendo “una boludez total”. Ahora, Alberti transita una búsqueda de nuevos horizontes laborales. El intérprete de alguna manera con su unipersonal intenta retornar a sus orígenes teatrales. El humor siempre está a flor de piel. A pesar de tener un rostro serio, Fabio, con muy buena onda, analizó diversas cuestiones sobre su show, el arribo a una catedral del teatro porteño: El Maipo, también expresó cómo impactó en él la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, y las consecuencias que le dejó el hecho al mapa político local. Por último, narró un aspecto poco conocido: su pasión por la escultura.–¿Qué siente al llegar a un teatro tan emblemático como el Maipo?–Realmente, el teatro es increíble y toda la gente que trabaja allí es maravillosa, con lo cual me siento muy cómodo. El otro día me estaba probando una especie de casco bien femenino para una fotografía. Justo apareció el productor Lino Patalano, y me dijo “agarrá y usá lo que quieras”. De casualidad, ese elemento resultó ser el último que usó la gran vedette Nélida Lobato en vida, y está lleno de cristales Swarovski. Nunca más nadie lo utilizó. O sea que en el Maipo te pueden pasar esa clase de cosas tan especiales y únicas.–Con respecto a Boluda total, usted estuvo la temporada pasada también en Mar del Plata. ¿Cómo marcha este año la propuesta existiendo tanta competencia?–La obra anda bien. La gente disfruta de la puesta, pero igual hay tantas opciones teatrales que están todos aquí, cada uno con sus ideas. Mar del Plata siempre fue así y cada vez fueron llegando más obras, algo que me alegra. Igual, están los cinco “figurones” de cada año que el público siempre viene a ver. Después, los demás, la pelean. La fantasía que aquí a todos les va bien es otra historia. En mi caso, estoy feliz de que la gente me siga, y disfrute aquello que hago arriba del escenario.–Se presenta los lunes y martes, al igual que otras tantas opciones. ¿Cómo es trabajar sólo dos veces a la semana? ¿Cuesta más la convocatoria de espectadores?–No, no me molesta. A mí no me provoca nada en particular. Entiendo que a los turistas les pasa lo mismo porque están en otro ritmo. Acá no hay viernes, sábados o domingos como sucede en Buenos Aires. La gente viene a descansar y despejarse y los ritmos se modifican. en las vacaciones. Tal vez, puede acontecer que un fin de semana haya más gente que los lunes, por ejemplo, pero hay tantas personas en la ciudad que la verdad eso a nivel teatral no se siente.–En cuanto a la puesta en escena, ¿modificó algo de la obra que está en Buenos Aires?–Bueno, al guión le incorporo algunas cosas de la obra que hago en Buenos Aires con respecto a la de Mar del Plata, porque aquí en Mardel se habla más del verano, esa temática predomina. Por otro lado, estoy preparando la participación de Jorge, el marido de Coti Nosiglia. Así sería la primera vez que él llegué al show. Una vez que concluya la función, saldrá Jorge para agradecerles a los espectadores su presencia.–¿Qué pueden esperar sus fans con la llegada del nuevo personaje de Jorge?–Ni idea. La verdad es algo que tengo en la cabeza y me dan ganas de hacerlo como una especie de bonus track. La cuestión será ver qué irá pasando con los espectadores en el momento, y sería algo cortito. Veré qué pasa en cada función.–Hace poco dijo que dentro de sus seguidores hay mucho público femenino. ¿Por qué piensa que sucede ese fenómeno?–Por las temáticas. Muchas mujeres se acercan para decirme cosas sobre Coti. También hay una cosa de identificación por algunas cuestiones en particular.–¿Cómo se lleva con las espectadoras?–Me encantan. Es muy difícil hacer humor para las chicas.–¿Por qué?–En mis espectáculos, el público siempre fue más masculino. Ahora, poder generar que ellas se copen con el show es un desafío, porque suelen ser muy exigentes.–Cuando lo van a buscar después de la función, ¿qué le dicen?–Que les gusta la obra porque Coti es muy naïve. “Ay, qué ganas me daban de abrazarla a Coti …”, esas cosas, siempre van por el lado más tierno.–En medio de los shows, ¿tiene tiempo para gozar de la playa?–Me gustaría, pero sucede que cuando ando de gira, me cuesta mucho organizarme para otras cosas. Es algo raro: me gusta pero casi no voy a la playa.–Dentro de la amplia gama de ofertas teatrales que existen en Mar del Plata, ¿hay algo en especial que le gustaría ver?–Mucho. Rescato la obra de Juan Pablo Geretto, Maestra normal. En este caso, me pasa que hace tiempo ando con deseos de verlo pero nunca pude. Una vez lo vi y noté que sus roles son muy reales y sentidos.–¿Qué clase de humor y artistas del género lo seducen?–Alejandro Urdapilleta. Me parece una bestia y un excelente actor.–Hace un año, en Punta del Este, en un show suyo tuvo de espectadora a Marta Fort, la madre de Ricardo. ¿Qué recuerda de esa anécdota?–Se trató de un evento privado y justo estaba ella. En realidad, no sé si la señora entendió mucho el espectáculo. Igual, tampoco estaba pendiente de Marta.–El año pasado publicó el libro Manual para la vida de la Boluda Total. ¿Cómo marchan las ventas de ejemplares?–La verdad, estoy muy feliz porque anda bien de ventas. Lo saqué por editorial Sudamericana y la gente lo elogia. En el texto hay de todo y aparece aquello que no esta en la obra: hay consejos, fotos y muchas cosas. Es ideal para leer en la playa.–Uno de sus grandes amores es la radio. En 2010, tras una ausencia, volvió a Day tripper, con Juan Di Natale en la Rock & Pop. ¿Qué le parece el ámbito radial para hacer la clase de humor que realiza? –Voy dos veces por semana. Es un espacio donde me siento cómodo. Me gusta hacer radio. Además, aquí se trabaja mucho con la actualidad del país.–Durante el tiempo que no trabajó en ese medio, ¿lo extrañó?–Claro, cómo no. A veces, como todas las cosas cuando las tenés, podés cansarte en ciertas ocasiones. Después, si te falta, extrañás. Es parte de la vida, de la realidad.–Hablando de realidad, ¿cómo encuentra la del país?–Uhh…, desde que tengo uso de razón escucho los mismos temas que siguen existiendo, y no veo que nadie pueda solucionar nada. Más allá de que algunas cosas estén bien y otras mal. En cuanto a lo que está bien, me parece que no hay que destacar lo destacable porque es cumplir con la función que el gobierno tiene. Nadie llega al gobierno para ser aplaudido. Además, esas cosas sobresalen solas porque están bien hechas. Con respecto a aquello que está mal se debe corregir para solucionarlo. Básicamente, en cualquier gobierno está mal la corrupción. De hecho, es un aspecto que no me agrada en ningún gobierno.–¿Cómo lo tomó la muerte de Néstor Kirchner? ¿Cuál fue su primera sensación?–Nadie esperaba que pasara semejante hecho. Particularmente, me preocupó la muerte de un hombre importante del país, más que nada por cómo iba a seguir todo después.–¿Qué visión formada tiene sobre como siguió todo?–Era imposible que todo siguiera como estaba con la muerte de Néstor Kirchner. Igual, un montón de aspectos siguen pasando y seguirán pasando y será producto del aprovechamiento o no de la muerte del ex presidente.–¿Cómo invierte el tiempo en período de descanso?–Casi siempre, voy a lugares alejados en el campo en el medio de la nada, y estoy tranquilo.–¿Sigue con su otra pasión: la escultura, va a exponer este año?–Sí, seguramente haré alguna muestra de los talleres donde voy. Soy feliz con eso y lo aprovechó mucho.–¿Se puede aplicar la veta humorística a la escultura?–Absolutamente, cómo el arte no va a tener humor. Por ejemplo, León Ferrari lo hace en ciertas obras suyas.–¿Usted transita por ese mismo camino?–Tengo cierta ironía en mis obras, es un rasgo mío, es algo que me parece inteligente.–¿Qué opina de los reality en televisión?–Estuve de vacaciones un mes y no tenía televisión y no miré nada. Por ende, no puedo opinar. Igual recién iba en el auto y pensaba cómo se aprovecha más el tiempo al no tener televisión.–¿Le llegaron ofertas televisivas?–No, por ahora.

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