viernes, 25 de mayo de 2012

CORRIENDO DE UN CONSULTORIO A OTRO

Una encuesta de Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría dio cuenta de las condiciones laborales de los médicos infantiles. Exceso de trabajo, baja remuneración y pocas mujeres en puestos de jerarquía son algunos de los datos detectados.
 

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Exceso de trabajo, baja remuneración, falta de oportunidades para actualizarse en la profesión –para quienes ejercen en zonas alejadas– y pocas mujeres en puestos de jerarquía son algunas de las situaciones que viven los pediatras que trabajan en Argentina, según reveló una encuesta nacional a médicos de todo el país, que presentaron ayer Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). El estudio realizado a más de mil pediatras indicó que “siete de cada diez pediatras trabajan en dos, tres o más lugares (hospitales públicos, clínicas privadas o consultorios) con cargas horarias que promedian las 47 horas semanales, y que en dos de cada diez casos superan la media y alcanzan las 60 horas o más.
“Los resultados de la encuesta son un aporte para contribuir a identificar las características y dificultades que experimentan los pediatras en el ejercicio de su profesión. Las mismas se vinculan directamente con la posibilidad de promoción y protección de la salud de niños, niñas y adolescentes, por cuanto el pediatra es el médico de cabecera en esta época de la vida”, señaló Gustavo Cardigni a Página/12.
El estudio incluye encuestas on line y entrevistas en profundidad realizadas entre julio y agosto de 2011, a 1144 profesionales, sobre una base de 15.461 médicos asociados a la SAP. La investigación sostuvo que “el 55 por ciento de los médicos se desempeña en dos instituciones, el 31 por ciento lo hace en tres; y el 14 por ciento en más de tres”. Asimismo, los profesionales declaran “un promedio de seis horas de descanso diario, un valor que –según estimaron– desciende entre los más jóvenes”.
A la hora de evaluar el perfil laboral y las funciones que desempeñan los pediatras, “las mujeres (78 por ciento) hacen menos consultorio que los hombres (85 por ciento) y realizan más guardias: 52 por ciento en el caso de las mujeres y 41 por ciento en el caso de los hombres”, a la vez que las mujeres perciben “menor salario” que los varones. Las entrevistas también revelaron que frente a las mismas tareas y con la misma formación y experiencia que sus pares varones, “sólo un 18 por ciento de ellas ocupan cargos de conducción y gestión de clínicas y hospitales, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje asciende al 25 por ciento”.
“Más de la mitad de los pediatras encuestados dijo que en el último mes experimentó situaciones de maltrato verbal por parte de sus pacientes, el 40 por ciento maltrato psicológico, mientras que el 43 por ciento percibió falta de seguridad en el lugar de trabajo”, indicó la encuesta.
Asimismo, señaló que “un 60 por ciento de las mujeres manifestó haber recibido maltrato verbal, contra un 48 por ciento de los hombres, y un 42 por ciento expresó haber recibido maltrato psicológico, mientras que en los hombres la variable desciende al 36 por ciento”.
En tanto, la falta de incentivo económico y de progreso que los médicos encuentran en los centros de salud alejados conlleva a que la mayoría de los jóvenes que vive en los pueblos del interior del país y viaja a la ciudad a formarse, no regrese una vez que se recibió y continúe su carrera en grandes hospitales, consultorios privados u organismos de investigación urbanos.
Zulma Ortiz, especialista en Salud de Unicef Argentina, señaló que “existen claras evidencias que demuestran cómo las condiciones de trabajo de los profesionales mejoran los indicadores sanitarios”. Añadió que “garantizar el derecho a la salud de todos los chicos sólo es posible si los pediatras cuentan con la capacitación, las herramientas y un salario acorde con sus tareas, sobre todo, en aquellos lugares donde la población suele ser más vulnerable y hay menos infraestructura hospitalaria”.
Además, las estadísticas indican que “el 53 por ciento de los pediatras es sostén de hogar: el porcentaje es más elevado entre los varones, quienes en un 78 por ciento declararon proveer el ingreso principal, que entre las mujeres, que lo hacen en un 42 por ciento”. Si bien “más del 60 por ciento de los profesionales tiene un nombramiento efectivo, tres de cada diez manifestaron estar en una ‘relación de trabajo informal’”.
Consultados sobre la satisfacción profesional en términos generales, en una escala de 1 a 10, donde 10 sería el máximo, los entrevistados tienen un nivel de satisfacción de 6,8. “Los factores marcados con más énfasis en relación con la satisfacción del ejercicio profesional del pediatra son el clima de trabajo en el lugar donde se de-sempeña, el nivel de remuneración y la disponibilidad de insumo y recursos humanos”, explicó Angela Gentile, vicepresidenta de la SAP.
“El 64 por ciento de los pediatras asociados al estudio se muestra satisfecho con su ejercicio profesional, por el placer de dedicarse a lo que les gusta, una respuesta asociada a la vocación”, afirmó Gentile. Además destacó la importancia del pediatra como “médico de cabecera de la familia, a quien recurren padres, abuelos; por eso es fundamental que el profesional tenga espacio para poder dialogar con la familia durante la consulta y anticipar situaciones”.
Informe: Sabrina Améndola.

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