El Papa siempre quiso absorber el cisma de los ultraconservadores anti Concilio Vaticano II, seguidores del obispo francés Marcel Lefebvre, y al parecer un acuerdo es posible si se superan los últimos obstáculos doctrinarios. El Vaticano ofreció incluso convertir a la Orden de Pío X en una Prelatura Personal ( un obispado sin territorio ), similar al Opus Dei.
Si Benedicto XVI logra salirse con la suya probablemente cometerá un nuevo, grave, error que hará estallar una oleada de protestas, críticas y rebeliones, sobre todo en Europa, contra la decisión de reincorporar a la Iglesia a los secuaces de monseñor Lefebvre, que fueron fulminados con la excomunión por Juan Pablo II en 1988.
Lefebvre, fallecido en 1991, fundó su movimiento en 1970 para luchar contra las enseñanzas del Concilio Vaticano. En 1976 fue suspendido “a divinis” tras ordenar sacerdotes sin la indispensable comunión con el Papa de Roma. En 1988 la ex comunión se hizo inevitable, después de que el obispo francés consagró cuatro obispos.
El actual Papa fue siempre contrario a la expulsión de los lefebvrianos y desde que subió a la cátedra de San Pedro, en abril de 2005, entabló negociaciones para absorber el cisma. En enero de 2009, levantó la excomunión a los cuatro obispos, entre ellos al inglés Richard Williamson, director del seminario lefebvriano en la Argentina, quien en una entrevista con la televisión sueca negó la existencia del holocausto de seis millones de judíos.
Aquella decisión del Papa Joseph Ratzinger desató una tormenta extraordinaria, pero las tratativas con los lefebvrianos siguieron adelante. La Iglesia vive desde hace meses un escándalo sin precedentes por las luchas internas en el Vaticano, la revelación de documentos secretos y la destitución del presidente del banco del Papa, Ettore Gotti Tedeschi, que ha destapado graves maniobras financieras internas.
El momento no parece aconsejar que se agregue un nuevo explosivo. Sin embargo, la Santa Sede informó ayer que el sucesor de Ratzinger como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, cardenal William Levada, mantuvo una larga reunión con monseñor Bernard Fellay, el superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
El cardenal norteamericano le entregó el borrador de una propuesta para convertir a la Sociedad Pío X en una Prelatura Personal, que daría una solución jurídica al funcionamiento de los lefebvrianos en la Iglesia. Pero restan los problemas doctrinarios. La gente de Lefebvre (4 obispos, 550 sacerdotes, 200 mil fieles) no acepta las enseñanzas del Concilio Vaticano II ni la de los últimos papas. Además el Vaticano podría a su vez no aceptar algún regreso.
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