Unos 15 millones de bebes en el mundo nacen por año demasiado pronto; en la Argentina son 60 mil. Un informe que coordinó la ONU puso el foco en los nacimientos antes de tiempo. En el mundo, un millón de bebés prematuros terminan muriendo cada año. El fenómeno viene en aumento. No están claras las causas, aunque hay recomendaciones para tener en cuenta.
Por Mariana Carbajal
Cada año, unos 15 millones de bebés en el mundo nacen demasiado pronto. Lo más llamativo es que los partos prematuros no disminuyen en el mundo, ni en países desarrollados como tampoco en los que están en vías de desarrollo, porque todavía no se sabe con exactitud las causas que los generan y sólo se conocen algunos factores de riesgo. Más de un millón de prematuros mueren poco después del nacimiento; muchos otros sufren algún tipo de discapacidad física, neurológica o educativa, a menudo a un gran costo para las familias y la sociedad. Pero cerca del 75 por ciento de los que mueren podría sobrevivir sin una atención costosa, con tratamientos simples, comprobados y económicos. Estas son las principales conclusiones de un estudio mundial que se presentó ayer en Nueva York, en el que participaron más de cien expertos de 40 agencias de la ONU –entre ellas la OMS–, universidades y otras instituciones médicas. Espaciar los embarazos, que los embarazos sean deseados y evitar el cigarrillo durante la gestación son algunas recomendaciones para reducir los partos prematuros.
El promedio a nivel mundial de bebés prematuros es el 11 por ciento del total de nacimientos. La tasa en Argentina está por debajo de esa cifra: se estima que 8 de cada 100 partos son prematuros, lo que significa 60 mil bebés nacidos antes de tiempo por año. Estados Unidos tiene una tasa un 50 por ciento superior a la Argentina: 12 cada 100, similar a la de Honduras. En países de altos ingresos, el aumento de nacimientos prematuros está vinculado con el crecimiento del número de mujeres mayores que quieren ser madres y con el incremento del consumo de drogas de fertilidad, que terminan en embarazos múltiples. Ecuador tiene la segunda tasa más baja del mundo: 5 cada 100, y encabeza el ranking con mejores indicadores de Latinoamérica, seguido por Cuba, con 6,4 cada 100.
El estudio lleva como título Nacido Demasiado Pronto: Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros. Tiene prólogo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y apunta a concientizar sobre este problema en crecimiento: “El número de nacimientos prematuros está aumentando. En todos los países, excepto en tres, las tasas de nacimientos prematuros aumentaron en los últimos 20 años”, indicó Lawn, coeditora del informe.
El médico argentino José Belizán coordinó el equipo de revisión técnica del informe junto con Elizabeth Mason, de la OMS: Belizán participó de la presentación en Nueva York. El especialista forma parte del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).
–¿Qué medidas se recomiendan para reducir la tasa de prematuros? –preguntó Página/12.
–En la Argentina hay alrededor de 750.000 nacimientos por año y 8 por ciento de prematuros, lo que significa 60.000 nacidos prematuros por año. Las medidas a tomar para reducir las consecuencias de la prematurez se basan en reducir los factores de riesgo: lograr un espaciamiento entre embarazos, lograr tener embarazos deseados, disminuir los embarazos adolescentes, disminuir el número de mujeres que fuman en el embarazo. Un gran desafío es poder lograr que las intervenciones que se conocen que pueden reducir la mortalidad y morbilidad de los prematuros sean aplicadas, como administrar corticoides a las madres con amenaza de parto prematuro, el método madre-canguro –donde el bebé es mantenido en contacto con la piel de la madre, a fin de brindarle calor–, en los servicios que carecen de unidades neonatales sofisticadas, intervenciones para dejar de fumar, el uso prudente de la cesárea y cuando sea necesaria que la misma se realice a las 39 semanas cumplidas –indicó Belizán.
“Varias de esas intervenciones –agregó– se aplican en Latinoamérica. Sin embargo, habría que lograr una mayor cobertura de las mismas, especialmente en las poblaciones más carenciadas. Muchas de esas medidas no implican grandes gastos al sistema de salud”, aclaró.
Se considera prematuro al bebé que nació con menos de 37 semanas de gestación. “Los nacimientos prematuros representan casi la mitad de todas las muertes de recién nacidos en el mundo”, señaló Lawn. “Ahora, son la segunda causa de muerte en niños menores de 5, después de la neumonía”, agregó. Las nuevas cifras del informe muestran la magnitud del problema así como las disparidades entre países. De los 11 países con índices de nacimientos prematuros mayores al 15 por ciento, todos menos dos están en Africa subsahariana. Los nacimientos prematuros representan el 11 por ciento de los nacimientos vivos del mundo, 60 por ciento de ellos en Asia meridional y Africa subsahariana. En los países más pobres, en promedio, el 12 por ciento de los bebés nacen demasiado pronto, en comparación con el 9 por ciento en los países de mayores ingresos. El problema no se limita a los países de bajos ingresos. Estados Unidos y Brasil se ubican entre los 10 países con mayor número de nacimientos prematuros.
“Existen diferencias en la calidad de atención entre y dentro de los países de Latinoamérica en cuanto a la prevención y cuidado de los embarazos y niños prematuros”, advirtió Belizán. “Unos 50 millones de nacimientos en el mundo aún ocurren en los hogares y muchos bebés mueren sin certificados de nacimiento o de muerte”, precisó Lawn. No es el caso de Argentina, donde la casi totalidad de los partos ocurren en una institución médica. En algunos países desarrollados, los partos médicamente inducidos innecesariamente y las cesáreas antes de término también han aumentado los nacimientos prematuros, alerta el informe. En muchos países de bajos ingresos, las principales causas de los nacimientos prematuros incluyen infecciones, malaria, VIH y altas tasas de embarazo adolescente. Otros factores de riesgo son una historia previa de nacimiento prematuro, bajo peso, obesidad, diabetes, hipertensión, fumar, edad materna (menores de 17 o mayores de 40), genética, embarazo múltiple (gemelos, trillizos o mayor), y los embarazos demasiado seguidos. De todas formas, en países ricos y pobres, muchos nacimientos prematuros siguen siendo inexplicables.
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